Partida Rol por web

-Lia, vienen visitas!-

Remy volvió a la casa, No vio a Talia en la planta baja así que subió dejando la ropa en el pasillo, tomo ropa nuevo, una toalla limpia del armario junto al baño y se metió a bañar, esperaba que los demás llegaran.

Así los recibirían con Talia y quizás se quedaran a cenar allí.

No tardamos en llegar a la increíble casa de Remy y Talia. Salimos del taxi, y de camino a la entrada pregunté a Jayden:

-¿Sabes quienes venían al final? – traté así de establecer conversación, ya que sólo habíamos cruzado unas pocas palabras durante el camino.

Al alcanzar la entrada tocamos al timbre.

El trayecto ha sido un poco tenso. Después de nuestro conversación en su casa, apenas hemos hablado mientras veníamos en el taxi, e incluso he revisado mis mensajes del móvil y mandado un whatsapp para mantenerme ocupado. La verdad es que estaba deseando decirlo, pero no estaba preparado para lo que viniera después, así que ahora estoy un poco descolocado.

Pago al taxista antes de salir y recorrer junto a Diana la distancia hasta la puerta. Me pregunta por los invitados y me encojo de hombros.

Pues no lo se, si Amber no venía puede que solo estemos nosotros y ellos dos, aunque igual ha invitado a más gente.

Al decirlo, la miro de reojo, aunque desvío rápidamente la mirada hacia la puerta, esperando a que nos abran y en medio de más gente pueda liberarme de esta tensión.

El timbre sonó y Remy terminaba de secarse el pelo tras la ducha, se cambió a las apuradas dejando el baño del segundo piso bastante desordenado, bajo las escaleras y miro por el portero electrónico con cámara.

Tras unos segundo abrió la puerta mientras se terminaba de poner una camiseta de color vino tinto – Hey chicos pasen – Dijo Remy mientras cerraba la puerta de entrada; los recibió un pequeño pasillo hasta llegar a la sala de estar que estaba decorada entre moderno y antiguo (claramente Remy no había sido el responsable de esto).

Hacia la parte trasera de la casa había un gran ventanal separado en láminas y con una carpintería de aluminio o pbc, a través de los vidrios y la puerta de doble hoja que se encontraba abierta hacia afuera podía verse la piscina que a su alrededor tenía unas luces no muy fuerte.

A la derecha de la sala de estar se encontraba la escalera que llevaba al segundo piso, Remy se detuvo a los pies de la misma y dio un pequeño grito – Talia ya están aquí!- dijo para que su hermana bajara, luego se giró hacia Diana y Jayden – Quieren algo de tomar? Café, té, una cerveza? – Pregunto – por cierto se quedan a cenar? Creo que Lia no aceptara un no como respuesta – Sonrió.

A la izquierda al entrar ya también podrían apreciar la cocina a la cual Remy de dirigía y solo estaba separada del estar por una barra desayunador, y un poco más allá estaba el comedor.

-Gracias por venir-

Pasé junto a Jayden a la casa, mirando con curiosidad cada rincón de esta. Tanto Jayden como Remy tenían casas increíbles, realmente estaban a otro nivel. Entonces me miré unos segundos, preguntándome qué hacía en aquel lugar alguien como yo.

-¿Tenéis cola light? – pregunté a Remy al ofrecernos algo de tomar. – Gracias a ti por invitarnos. – sonreí, al agradecernos la visita.

Caminé un poco por la sala, observando los detalles, hasta que volví a toparme con Jayden.

-Nada que ver con mi casa, ¿Eh? - le sonreí y dejé mi bolso y chaqueta donde pude.

Entro en la casa después de Diana, cediéndole el paso en la entrada. Le choco la mano a Remy al pasar a su lado, aunque la verdad es que no estoy de especial buen humor, y eso debe reflejarse en mi cara. Sonrío, pero es una sonrisa falsa, "de cortesía" como dice mi madre.

Entramos y caminamos hasta la cocina. Remy ofrece bebidas, y aunque ahora mismo me apetecería una cerveza, decido que empezar a tomar alcohol ahora mismo quizás no sea una gran idea. Mientras tenga encima este bajón, al menos.

Cualquier refresco me vale a mí, Remy, gracias.

Observo cómo Diana camina por la sala, apoyándome en la barra que separa el comedor de la cocina. Cuando se gira hacia mí, casi me sobresalto al darme cuenta de que me la he quedado mirando fijamente.

¿Eh? Sí, bueno, tu casa tampoco está tan mal, sobre todo tu cuarto. Tiene mucha personalidad. -Sonrío, esta vez más sinceramente, recordando la cantidad de cosas que pueblan las estanterías de su habitación, los adornos, los detalles. Pero a pesar de que mi sonrisa es sincera, mi mirada también lo es, así que me giro para que no me vea el gesto demasiado tiempo- Remy, ¿te echo una mano con la cena? Porque habrá que cenar, no quiero incurrir en la ira de un Tacht, son errores que se pagan caros...

Jayden me respondió sonriendo, parecía algo más relajado, y respondí a su sonrisa con otra mía. Sin embargo, mi percepción parecía haber sido errónea, ya que en seguida se volvió hacia Remy, ofreciéndole ayuda con la cena.

-Tres son multitud… - musité, alejándome unos pasos hasta alcanzar el sofá y sentándome en el borde de este, con las piernas juntas.

Y aquí estás, en casa de unos desconocidos, sin saber qué hacer, y con una palpable tensión entre la única persona que conoces aquí y tú; que para colmo es uno de los pocos amigos que tienes en Sand Island. Bien, Diana, bien…

-Claro- respondió Remy buscando el refresco light – Y que se cuentan? – hizo una pregunta que la siguió otra – Que les gustaría comer?-

Miro el reloj y mando un mensaje a Talia por el celular.

Miro a Jayden y termino de notarlo pero siguió en silencio tratando de ver que podía hacer, Tatch tomo un cerveza y la abrió con un destapador que se encontraba a un costado del refrigerador. Camino hasta la sala pasando por al lado de Diana – algo de música? – apretó play en el equipo.

https://youtu.be/pUL_Nv8nbUI?t=23s

-Los siento… lo siento… Play list equivocada – Se rasco la cabeza y levanto las manos hacia el techo, rápidamente cambiando de play list unos segundos después.

https://youtu.be/Q29SbuuvGEM?t=20s

-Talia no tardara en bajar, pues a ponernos manos a la obra a ver que podemos crear con lo que tenemos por aqui en el refri y el freezer - volvio hacia la cocina colocando una mano en el hombro de Jayden - Por cierto, ya casi tengo todo listo -

Acompaño a Remy a la nevera cuando busca los refrescos, ofreciéndome a encargarme de abrirlos. Una cocacola light y una normal. Dejo los botellines sobre la encimera y los abro con un abridor que hay junto a la nevera. Entonces cojo un trapo y limpio la boquilla de los botellines.

Cualquier cosa estará bien, al menos en mi caso.

Mientras tanto, Remy pone algo de música. En ese momento me fijo en Diana que parece algo aburrida. Supongo que no estoy siendo precisamente la alegría de la huerta. He dejado que la decepción me convierta en lo que no soy. Y lo que soy es lo único que puede gustarle, lo único que quiero que le guste. Ella y cualquiera que pueda tenerme aprecio, odio que se me presuponga una manera de ser que no se corresponda con la realidad.

Además, ¿por qué estoy así? No ha sido un "no", ha sido un "ya veremos". Es el momento de mostrarme como soy, más que nunca, y de dejar que juzgue por ella misma.

El gesto de Remy me anima también a ello. Pone una mano en mi hombro al regresar a la cocina, indicando que no necesita ayuda. Comparto con él una sonrisa cómplice mientras salgo de la cocina hacia el comedor, tendiéndole a Diana su refresco.

¿Lo prefieres en vaso? No me cuesta nada preparártelo... -Le digo ofreciéndole la botella, situándome a su lado y chocando mi botella con la suya- ¿Te aburres? -Le pregunto, antes de acercarme un poco más y susurrarle- Estoy en un plan un poco coñazo, ¿no? Pero ya se me pasa, tranquila...

Tras decirlo, apoyo mi botellín, completamente frío, en su hombro, sonriendo.

Remy nos preguntó qué nos gustaría cenar, a lo que Jayden respondió que cualquier cosa estaría bien.

-Sí, por mí igual. Excepto brócoli, odio el brócoli. – dije sacando la lengua con gesto de asco, odiaba esa infame verdura.

El anfitrión se acercó al salón cerveza en mano, poniendo música más propia de una velada íntima que de una reunión de amigos, reconociendo él mismo que se había equivocado. Sonreí con la confusión, pero no vi apropiado comentar nada, apenas acababa de conocerle.

Regresó a la cocina, y resoplé mirando hacia los lados, sin saber muy bien qué hacer; al menos Talia bajaría pronto y podría charlar con ella. Pero entonces Jayden se acercó a traerme el refresco, sentándose en el sofá para mi sorpresa.

-Está bien así. – dije tomando el botellín, y rechazando el vaso que me ofrecía.

Me quedé mirando la botella un par de segundos, la verdad es que debí haberla pedido normal y no light; debería ir acostumbrándome a ello. Jayden chocó mi botella con la suya y me preguntó si me aburría, susurrándome después sobre su estado y terminando por pegar el helado botellín en mi hombro.

-¡Ey! – dije separándome de él de un respingo y evitar así la fría botella. - ¿Terapia de choque? – bromeé, riendo por su gesto.

Di un trago a la coca cola y la posé sobre la mesa.

-No quería molestar en la cocina, demasiadas manos ya. – respondí así a su pregunta sobre si me aburría, y yo también me acerqué para susurrarle. – No te preocupes, supongo que es normal. Igual no ha sido apropiado que viniera, ¿No? – le dije, preocupada por él.

Iba a dejar ahí el tema, pero me sentí empujada a añadir algo más.

-La verdad es que no sé muy bien cómo actuar, pero espero que también se me pase. – volví a sentarme erguida y le sonreí, sacándole después la lengua. - ¿Y qué os apetece hacer? ¿Habéis pensado en algo a parte de cenar? – dije alzando un poco la voz, para que Remy también me escuchara.

La broma hace que se aparte de un salto, riendo y bromeando. Justo lo que buscaba, verla así, exactamente como me gusta verla. Río yo también, ya más animado. Entonces admite que se había quedado al margen por no molestar en la cocina. Pero también algo más. No cree apropiado haber venido, y no sabe cómo actuar.

Tonterías, claro que es más que apropiado. Remy es mi amigo y tú... también. -Aunque yo desee que seas algo más- Sólo se tu misma, es lo que me gusta de ti.

Se lo digo con toda sinceridad, tal como me sale de dentro, pero tras decirlo me doy cuenta de que el concepto de gustar tiene un sentido muy amplio cuando hablo de ella. Temo, de repente, volver a generar una situación incómoda por haber dicho eso. Por suerte, también había sacado el tema de qué hacer, de modo que desvío la mirada hacia el mueble del salón, pensando opciones.

Oh, no me lo puedo creer... -Digo poniéndome en pie, sorprendido- ¿Aún conservas esto, Remy? -Me acerco al mueble y de un taco de DVDs cojo uno en concreto, con la carátula del instituto. La final estatal que perdimos hace dos años, creí que había destruido todas las copias de este vergonzoso episodio de mi vida- ¿Pensabas chantajearme con ello? Jaja...

Haber perdido el partido me da igual. Lo que sucedió antes del partido, eso es para morir de vergüenza, jaja.

Las palabras de Jayden me tranquilizaron, pero también crearon cierta inquietud. Pero no un molesto desasosiego, todo lo contrario. Me consideraba su amiga, lo cual era muy importante para mí, y además me instaba a ser yo misma, alegando que era lo que le gustaba de mí. No estaba segura de si tenía que sacar una doble lectura o no de aquello, pero fuera como fuese, era algo inusual y agradable escuchar algo así. Asi que tras sus palabras, simplemente me limité a sonreír.

Antes de obtener respuesta a mi pregunta sobre qué podíamos hacer, Jayden se puso en pie, tomando un DVD del mueble, y comentándole algo a Remy sobre el mismo. Esto podía prometer.

Me levanté y me dirigí a Jayden.

-¿Qué es? – le quité el DVD, leyendo la carátula del mismo. - ¿Chantajearte con esto? – miré a Jayden y tomé la caja con ambas manos, acercándome a Remy. - ¿Podríamos verlo? – le pedí poniendo una fingida cara de pena. – Hay un pedido de pompones que depende de esto…  - miré a Jayden un segundo, haciéndole burla.

Remy hablo mientras sacaba unas cosas del refri para poder comenzar a cocinar, tras escuchar las palabras de Jayden – Diana, si te sientes incomoda podemos ser más que amigos para terminar de conocernos – no se giró solo se le escapo una sonrisa que al girarse anulo por completo antes de mirar a Remy como se levantaba, Tatch no se guardaba nada para sus adentros, esa era la pura verdad.

-Que si lo conservo? Claro que sí, no pienso chantajearte con ese video; y mas sabiendo que no fue tu error. - Comento cuando Diana pidió de verlo – Claro, eso sí a ti no te molesta Jay… Vas a ver que no fe tu culpa Tío, sabes cuantas veces repase ese partido –

Volvió a cortar un poco de verdura – Una carne con verduras al horno, ese será el menú del día de hoy… en hell`s kitchen -

Estoy mirando fijamente la carátula, con el logo del instituto y una foto de equipo de todos los que jugamos aquel partido, cuando sin tiempo para reaccionar la avispada mano de Diana me sorprende arrebatándome el DVD y huyendo hacia la cocina.

Cuando está de espaldas y no puede verme, le hago un gesto con la cara a Remy, por el comentario de "ser algo más" que le ha hecho a Diana. No me ha molestado, porque ya hemos hablado de ello y conozco a mi colega, confío en él, pero no se a qué juega.

¿Mi error...? -Pregunto, sorprendido por su apreciación- Ah, ese tiro... -Lo recuerdo de golpe y porrazo, avergonzándome un poco más aún. Estaba terminando el partido y en una jugada no le pasé el balón a Johnson, que estaba sólo, y me la jugué yo desde la linea de tres puntos. Fallé. No fue la jugada más importante del partido, pero sí la que más me jodió- No, me refiero a lo otro, lo de antes, con las animadoras... Jeje. -Río nervioso, al recordar esa apuesta que perdí con los chicos del equipo, que tuve que bailar con las animadoras antes del partido. Menudo espectáculo...

Me quedé pasmada cuando Remy me dijo aquello sobre “conocernos mejor”.

¿En serio?

-Eh… - fue lo único que salió por mi boca.

Por suerte Remy se volvió hacia Jayden y continuaron hablando del video. Después de los últimos acontecimientos ya no sabía si tomarme en serio ese tipo de comentarios, a la vista saltaba que no se me había dado demasiado bien percibir esas cosas.

Al escuchar la palabra “animadoras” me dio un escalofrío. De pronto se me quitaron las ganas de ver el DVD, así que salí de la cocina y se lo devolví a Jayden.

-Igual mejor dejarlo para otro momento, ¿No? – le sonreí, sin demasiadas ganas. – Podemos hacer algo para conocernos más, como dice Remy. - reí. - ¿Os sabéis algún juego?

A lo mejor les parece algo infantil, pero puede ser divertido.