Partida Rol por web

- Sabes que no está permitido introducir objetos ajenos al mundo. Ahora mismo vas a meter la pistola y... ¿qué es eso que llevas en los bolsillos? ¿Granadas de mano? ¡Y un machete! Déjalo todo dentro de la máquina y quédate con el material que nos han dado. Si hacemos las cosas bien estaremos de vuelta en seguida.

- ¿Y quién me va a obligar? ¿Gordon? Por si no te has dado cuenta, aquí estamos solos tu, yo, y esta panda de historiadores que, si saben lo que les conviene agradecerán que haya venido bien provisto de cosas que nos pueden salvar la vida a todos. ¿A que sí? - dice mirandoos a vosotros, aunque obviamente vuestra opinión le importa un pepino.

- Pues mira, eso se arregla bien fácil - dice Sue sacando el marcador y blandiéndolo con aire amenazador -. Sólo tardo 5 segundos en estar allí de nuevo y explicar a los jefes lo que está pasando aquí. A lo mejor te conviertes en el primero en comprobar si es cierto que la Kramer tiene programado un punto de destino justo al borde del cráter del Vesubio en plena destrucción de Pompeya. ¿Qué te parece eso?

Aun estoy mirando las casas, giro y le señalo a Chris el techo,no me digas que aun no te as dado cuenta , rio no ves que no hay chimeneas niego con la cabeza , por dios , parece que el viaje nos a atontado.
Una luz azul , ummmmmm, que sera eso, de repente aparece otra capsula y es quien nos faltaba en el grupo.
Miro a Sue y la encuentro un poco incomoda cuando esta ve el equipo que a traído Bareto. Escucho la conversación atenta , y entonces comprendo el enfado de Sue.

!Es verdad!, uhm, seguro que es debido a que me distraes de alguna manera, sin sonríes mientras me preguntas, no puedo concentrarme ahora soy yo quien comienzo a esbozar una sonrisa, aunque la discusión entre los dos miembros de seguridad capta mi atención.

Este tipo nos va a dar problemas, ¿una pistola?, este esta como una cabra, ¿De qué psicópata estáis hablando? aparte de ti claro, que seguro que no te cuentas como tal, pregunto mirando a Baretto primero y luego a Sue, no me extraña nada que se nos haya ocultado información, pero bueno, ya es demasiado tarde para lamentarse, Y discutiendo no vamos a conseguir nada intento pacificar un poco.

36:49:19

La pregunta de Chris es ignorada por Baretto y Sue, que continúan con su discusión hasta aburriros a todos. Kat y Elsie se alejan un poco para ver mejor las techumbres de las casas, y Chris también se mueve unos cuantos metros para observar más de cerca su puente.

Entonces, veis que un grupo de caballeros aparecen persiguiendo a una joven.

- ­Abscondeos, amsel! ­Grassa Due, abscondeos! - grita la chica encuanto se acerca a Kate y Elsie. Inmediatamente los pinganillos que lleváis en la oreja lo traducen como:

"¡­Escondeos señora! ­¡Por Dios, escondeos!"

- ¿Qué nos escondamos? ¿Por qué? ¿Qué es lo que ...?

Alzo la vista y veo a los jinetes.

- ¡Escondeos! ¡Escondeos!

Y me tiro casi en plancha hacia el matorral más cercano dónde pueda ocultarme.

Miro hacia la chica que grita, abro la boca para expresar mi sorpresa, y estoy a punto de saltar un leve gritito cuando veo que André ya ha reaccionado y se ha tirado hacia unos matorrales.

Veo los jinetes e imito a André, tirándome a su lado, intentando esconderme.

Empezamos bien el viaje... - pienso mientras me tapo la cabeza con los brazos.

Puff, vaya dos guardianes que tenemos, discuten ignorando al supuesto equipo de rescate, tras un par de infructuosos intentos por conseguir algo de información, suspiro resignado y me dispongo a seguir a Kate y Elsie, Joder con los… mi frase es interrumpida por la irrupción en el camino de una mujer.

Observo un poco perplejo la zona, esperando la reacción de las chicas, no pienso esconderme si ellas no lo hacen, pero veo como Elsie por fin se lanza, así que sin perder ni un instante más, agarro a Kate tirando de ella para ocultarla también lo más rápido posible. En nuestro mundo no suele pasar esto, ocultarse del camino porque alguien quiera fastidiarnos, por lo menos no de esta manera, cualquier chalado puede clavarte una espada aquí.

Aun contemplando las casas, vemos aparecer a una mujer que nos grita que nos escondamos,como no me espero esto no reacciono y es Chris quien me coge de la mano y me lleva a escondernos .Aun no e salido de mi asombro , no creía que esto fuera posible ya que acabamos de llegar y ya nos encontramos en problemas.
Espero escondida entre la maleza sin hacer ningún ruido , a que pase el peligro y poder saber que esta pasando.

- Godin! Godin! - exclaman los caballeros mientras cabalgan hacia vosotros a toda prisa.

Elsie, aficionada a los paseos por el campo, se esconde rápidamente entre el follaje, quedando completamente invisible. Marek y Chris también logran una cobertura relativamente razonable, pero Kate, desequilibrada por el tirón del brazo, tan sólo consigue tenderse sobre la tierra quedando completamente al descubierto.

Uno de los caballeros señala a Kate y hace además de ir a por ella, pero otro le hace un gesto, indicándole que no es el momento.

- ¡Mierda! - grita Baretto, metiendo la mano en uno de sus bolsillos para sacar una granada. En ese momento se encontraba muy cerca de su máquina, pues, finalmente, tras la larga discusión, había accedido a dejar en su interior todo el armamento que llevaba encima. Ni corto ni perezoso, quita la anilla de la granada y se dispone a lanzarla contra los atacantes, cuando una flecha le atraviesa el hombro.

Sorprendido, Baretto cae de espaldas, quedando sentado en el suelo de la máquina. la siguiente flecha le atraviesa la garganta y la granada rueda de su mano... Un instante después, la máquina se marcha precedida de un destello azulado, llevándose el cadáver, todas sus armas y la granada sin seguro que explotará de un momento a otro.

Entre tanto, Sue saca su daga, que es la única arma de que dispone, y se prepara para enfrentarse al primero de los caballeros que se le acerca al galope. El desenlace de tan desigual pelea no se hace esperar: la ex marine es decapitada en un abrir y cerrar de ojos, y su cabeza rueda por el suelo unos metros. De su mano izquierda resbala el marcador, que es aplastado de inmediato por los cascos del caballo de su asesino.

Por segunda vez, uno de los caballeros hace ademán de volverse hacia donde se encuentra Kate, pero el grito de uno de ellos hace que olvide momentáneamente a la chica.

El grupo de hombres a caballo continua al galope internándose en el bosque, en pos de la desconocida que os gritó que os escondieseis, y muy pronto el ruido de los cascos es sólo un rumor lejano.