Partida Rol por web

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Kate, arrastrada por la chica, y seguida de Marek, corre hacia el precipios dejando atrás a Elsie y a Chris. Al acercaros al borde, veis al Dordogne serpenteando muy, muy abajo. Está demasiado lejos para alcanzarlo, y además, sabéis que es un río muy poco profundo. Sin duda moriréis.

Pero entonces descubrís que el despeñadero no es una pared cortada a pico; a unos seis metros del borde asoma un escarpado saliente de roca con matorrales y pequeños árboles dispersos.

Marek cayó de costado, y el impacto le cortó la respiración. Kate se enredó con la chica. Inmediatamente los tres comenzáis a rodar, intentando para la caida agarrandoos con las manos a los matojos, aunque los tallos son demasiado débiles y se tronchan ante vuestro peso. Finalmente un árbol os detiene.

Os encontráis con las piernas colgando al borde del precipicio, y el arbol es un pino delgado y endeble. El tronco empieza a inclinarse hacia abajo. Por suerte, tanto Marek como Kate están en forma, y consiguen alcanzar la roca, ayudándose del árbol, que empieza a desprenderse por las raices.

Finalmente, conseguís poner los pies en el saliente. A vuestro la chica jadea por el esfuerzo, pero se pone rápidamente en pie.

- ¡Y ahora vamos!

Me pongo en pié trabajosamente y salgo corriendo trás ella sin hacer preguntas.

Me levanto un poco mareada de tantas vueltas, e intento golpear mis ropas para quitarles el polvo y dejarlas decentes . Miro a Andre y a la chica y veo que ellos parece que estén bien.
Encojo mis hombros , Bueno , pues vamos , aunque no estoy muy convencida la sigo, aunque mis pensamientos vuelan a Chris y Elise.

- No miréis abajo, venid.

Apretándose contra la pared rocosa, la muchacha empieza a avanzar con cuidado por la cornisa. Marek y Kate siguen su ejemplo.

El viento os sacude la ropa y tira de vosotros hacia el vacío. Pegáis la mejilla contra el saliente y utilizáis las rocas para agarraros. La menor vacilación podría haceros caer al vacío.

Sin embargo, antes de que podáis dar unos pasos, una flecha llega hasta vosotros desde arriba, rozando el brazo de Marek, que por un momento se tambalea y parece que va a caer. Por suerte está en perfecta forma física, y acostumbrado al dolor por los accidentes que ha tenido durante sus entrenamientos, de modo que en seguida se recupera de la impresión y continúa avanzando con facilidad detrás de la chica.

Kate, que ve lo que ocurre, ayuda rápidamente a Marek a establiziarse en la cornisa, y avanza después con seguridad. La pared le parece bastante sencilla, con muchos agarraderos a los que asirse.

Marek esquiva como puede un par de flechas, recordando y llevando a la práctica sus antiguas lecciones de arameo clásico, en particular los juramentos e imprecaciones.

Dirigiéndose a la desconocida.

- Estooo ... ¿Estos tipos te persiguen por algo o es que son siempre así de simpáticos?

- Es una historia muy larga, mi señor - dice la chica, sin dejar de caminar sobre la cornisa, agarrándose con tanta soltura como Kate -. De momento baste con decir que soy su rehen. Ya os contaré luego el resto. A partir de aquí será más fácil.

- Joooder, como que no habrá mujeres en Francia y tuvimos que dar con esta ...

André alza una ceja y sigue esforzándose para bajar.

- Bien, y ... ¿Tienes algún plan claro de huida o estamos improvisando sobre la marcha?

Me siento como encasa entre las rocas encaramada. Una especie de silbido me saca a la realidad , Andreeee con una mano lo sujeto y lo aseguro antes de que pierda el equilibrio .Miro hacia arriba ,sera mejor que nos demos prisa, me aseguro de que Andre este bien y continuo el camino detrás de la chica .Oigo como Andre le pregunta a la chica , lo mismo que se me esta pasando por la cabeza , al oír la respuesta niego con la cabeza , pensando donde nos hemos metido y esperando a llegar a algún sitio seguro para saber el resto de la historia.

A lo lejos, sobre vuestras cabezas, escucháis la siguiente conversación:

- Mi señor... Ya no me quedan más flechas - dice uno de los caballeros, compungido.

- ¡Estúpido idiota! - grita colérico otro. Luego se escucha el ruido de un arma al caer.

- Perfecto. Gracias a Dios, esta vez nos libraremos. Venid, es por aquí.

Unos metros más adelante, la pared gira, y deja de ser vertical para convertirse en una pendiente larga de terreno boscoso, que desciende hasta la orilla del río. En un momento dado, el terreno empieza a volverse demasiado lodoso y empezáis a resbalar, hasta que, inevitablemente os deslizáis hacia abajo, cada vez más y más rápido, sin poder hacer nada para aminorar la velocidad de descenso, hasta que al final, sin saber ni como ni por qué, os encontráis dentro del agua.

Y la corriente os lleva... os lleva... os lleva...

El chapuzón me sienta como una coz en la cara.

Una vez sobrepuesto, trato desesperadamente de mantener la cabeza fuera del agua y me dejo llevar por la corriente, sabedor de que mientras que esta no se reduzca es inútil cansarse luchando contra ella.

Trato de mantener localizadas a mis compañeras y al mismo tiempo de alcanzar la orilla (cualquier orilla).

Al contacto del agua me doy cuenta que estoy herida aunque no consigo localizarla.
Me dejo llevar por el agua como el resto . Aun sigo pensando que la chica nos debe una explicación.

Alcanzar la orilla no os cuesta mucho esfuerza, ya que aunque el río es caudaloso y de corriente rápida en algunas zonas, aquí está bastante tranquilo. Eso sí, la peluca de Kate se le ha ladeado, y está completamente empapada.

Además, tras la caida rodando por el terraplén, tenéis la ropa y el rostro completamente embadurnados de barro, y notáis como si pesarais una tonelada.

La chica, sentada al sol sobre una roca, ya se está lavando, aunque, cuando ve las pintas de Kate, suelta una exclamación.

- ¡Señora! ¡lleváis un animal muerto sobre la cabeza! - exclama, refiriéndose a la peluca. En seguida se acerca curiosa - ¿Qué es eso? ¿Para disimular que os han cortado el pelo? - luego su mirada salta a Marek - No habrá sido vuestro esposo ¿no? Sería más vergonzoso para él que para vos el cortar una melena de un color tan bonito.

Cuando llegamos a la orilla me siento y empiezo a lavarme , me pesa todo y la caída y el revolcon en el barro, hacen mella .
Dispongo a poner en su sitio la peluca cuando escucho a traves del traductor lo que me esta diciendo la chica.
jajajajajajajajajaj, tranquila ,jajajajaj
Aunque se que ella no puede entenderme intento decirle que es , pero no paro de reír y miro a Andre , esperando a que le diga que es lo que pasa e intente convencerla de que no es mi marido ni que es un castigo lo del pelo corto.