Partida Rol por web

Esa mujer era lista. No sabrías decir qué te había parecido peor, si el que llamara Resto, a las tropas imperiales esparcidas por la galaxia, o que se despidiera con un saludo militar. Tal vez incluso al ver la reacción de tu cara al mencionar al Resto, dedujo que eras ex imperial o por lo menos simpatizante.

Astuta y con carácter. Era una de esas mujeres que te hubiera gustado tener bajo tu mando. Con unas cuantas así el imperio no habría caído, aún sin el emperador.

El bit siguió con la mirada a la mujer mientras se marchaba. La información no parecía mala. Pero aun tenían que negociar el contrato con el nuevo piloto. No es que les hubiera echo demasiado favor.

Cuando se alejo miro al humano negando con la cabeza.

- No me pidas créditos, ya te he descontado la mitad de lo que la usurera esa te pensaba cobrar.-

Sin mas empezó a moverse en dirección la salida mientras su mano jugueteaba con algo dentro de su zurrón. Y eso le hacia mucho más feliz.

Siguiendo las instrucciones de la mujer llamada Lanis acabáis llegando al hangar. Tras recorrer con la mirada el lugar, llegáis a ver la supuesta nave que os llevaría hasta Ord Mantell, un viejo carguero Coreliano Ghtroc 720 bastante bien cuidado.

Al acercaros a la dársena donde está atracado, podéis ver que de él cuelga una pancarta??? que pone "Piloto acepta contrataciones para vuelos de todo tipo y distancia". Sin duda un tipo singular al que podéis ver sentado en la cabina cubierto por una capucha.

Asintió mirando a Kemlo. En cualquier caso, su dinero era para eso, sus 2000 créditos, pero para el pago de su compañera, necesitaba 200 más. Hizo un gesto de que se lo pagaría cuando consiguieran algo. No le preocupaba quedarse sin dinero, siempre que tuviera una pista que seguir. En cualquier caso, la despedida de Lanis le incomodó, ciertamente, le había hecho un saludo militar, como dando a entender que le había visto un porte militar, y quizás hasta del Imperio. Tenía que aprender a ocultar lo que había sido algo mejor. 

Lanis parecía una persona a tener en cuenta y que sabía dar y recibir órdenes. Incluso que habría tenido hasta un entrenamiento. Quizás entrenada por el Imperio. En la época en la que entrenaban buena gente, y no a aquellos pijos estúpidos que introdujeron después. ¿Agentes especiales? Quien sabe, hubiera podido llegar lejos bajo sus órdenes. 

En cualquier caso, fueron al hangar, y allí tenían un piloto. Joder, lo decía claramente. "PILOTO". Bueno, parecía que tenía interés en hacer trabajos para otros, y además, así sería más sencillo negociar. 

- Una nave algo antigua, pero la mantienes bien. Me gusta. ¿Qué me puedes decir de ella? - Dijo directamente hacia el piloto

La figura, cubierta por lo que parece ser una túnica oscura con capucha, puede notarse en la cabina sentada en la silla del piloto. La pancarta es un burdo trabajo, como si hubiera sido hecho improvisadamente con lo que hubiese a la mano: parece ser simplemente un par de sabanas de cama unidas, escritas a base de carbón o algo así.

Pittien, Kemlo y Petch caminan hacia la nave estrafalariamente ofrecida, al menos para lo que es la actualidad en la que ya nadie usa carteles o pancartas, pero es Pittien quien da el primer paso alzando la voz frente a la nave. Un silencio se instala por unos cuantos segundos, durante los cuales la oscura figura parece permanecer inmovil.

— Saludos. — Se escucha una voz, salida de los canales de emisión de audio de la nave, que pareciera provenir de una garganta humana masculina. — Suban. — Dice simplemente, y al instante una escalera de acceso desciende de la parte inferior de la nave, muy cerca de la cabina.

El mercenario no podía levantar una ceja, pero lo hubiera echo de buen grado al escuchar aquellas dos palabras. Miro la nave y no hizo mueca alguna. Simplemente camino hasta la rampa y empezó a subir.

En un gesto de comprobación incluso acaricio la parte ventral de la nave. Parecía de buena confección.

Una vez dentro.- Hola, venimos a buscar un transporte, y pocas preguntas. Tiene de los que buscamos, supongo.-

Dijo mirando el interior y dándose cuenta de que aun no había llegado el piloto a recibirlos.

Kemlo aprovecho que no había ángulo para verlo desde el interior y pego un trozo de detonita con temporizador de manera rápida y discreta al casco de la nave.

Ultimamente todo el mundo pensaba en jugársela, y estaba empezando a coger manias paranoias. Y el que se prepara no es traidor, como solían decir en su planeta.

El bith fue el primero en aproximarse a las recién aparecidas escaleras metalicas y resueltamente subió por ellas.

Lo primero que le recibió al subir fue una fila de cinco asientos, detrás de los cuales se veía un voluminoso armatoste de metal oscuro cuya parte más cercana al bith tenía una placa de algún material claro la cual encaraba directamente a una especie de "tragaluz" en el techo que según recordaba el bith, de cuando vió la nave de lejos al acercarse a esta, se encontraba justo en el centro de la nave. El gran armatoste metalico dejaba muy poco espacio del que de otra manera sería una espaciosa sala, a ambos lados largas paredes rectas con dos puertas simetricamente colocadas una en cada lado. Volteandose, el bith habló mientras buscaba con la mirada a alguien, y al girarse pudo ver la abertura rectangular, que había quedado al descender las escaleras por las que había subido, con una banda amarilla y negra delimitando en donde existía peligro de caida o aplastamiento. Poco más allá de las escaleras se veía que simetricamente se habría un pasillo a ambos lados, y al frente una escalera vertical de metal (como las escaleras móviles de los carpinteros) que daba a un hoyo en el techo que estaba cerrado con una compuerta circular. Del pasillo a la izquierda, se empezaron a dejar oir sonidos ritmicos de metal chocar contra metal que se acercaban.

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— Hola, bolsa de materia líquida... ehh... quiero decir, posible cliente. — Dijo una voz mecanica, que claramente provenia de un vocabulizador muy viejo o muy barato... o ambos. Apareció entonces un droide que parecía haber sido construido o reconstruido con partes de diferentes modelos. — ¿Por qué esto tardó tanto? Hacen trecientas treinta horas estándar desde que ese llamativo anuncio esta colgado allí afuera. Estaba a menos de cuarenta y ocho horas de marcharme a buscar clientes en otro sitio.

- Woh, estoy sorprendido. - Dice Dompa, cuando sigue a Kemlo al interior de la nave que está... modificada. Hay poco espacio. Pero no sólo eso. Un droide se acerca a hablar con nosotros, hablando de un modo... extraño. -- Hola, reconozco tu modelo, aunque no tu... eh... programación. -Pittien había dado clases en academias de la marina Imperial, y conocía, por supuesto, el modelo original de droide, aunque la forma de hablar y los remiendos señalaban que le había cambiado la función. - ¿Puedes llamar al piloto? Por favor, querríamos llegar a un acuerdo con él. - Dijo, dando prácticamente una orden al droide, poniéndose firme. En principio, por programación, debería hacerlo... ¿O no? ¿Qué escondía aquella nave? Miró extrañado alrededor. 

El droide había estado caminando hacía el invitado, pero se detuvo un momento ante la sorpresa de los que seguían llegando.

— ¡Oh! Más clientes, eso es bueno, por favor esperen allí. — Dice, señalando con su brazo de color más claro, y aspecto de ser la parte más nueva, los asientos que estaban a solo un par de metros a sus espaldas.

Pero entonces el recién llegado humano le habla, y al instante en que este terminara el droide reacciona al instante.

— ¡Roger, roger! — Enseguida se gira sobre si mismo para marchar de regreso sobre sus pasos hacia donde estaba la escalera vertical justo en medio de la intersección de los tres pasillos. Así, llegó a caminar casi tres metros, pero lentamente se detuvo. — ¡Oh!... un momento... — Dice, y vuelve a girarse para dirigirse hacia los visitantes. — Tú no eres mi dueño. Además, MI dueño... me ha ordenado que nadie vaya a verlo. Si desea comunicar algo, lo hará a través de los comunicadores distribuidos por casi toda la nave. He sido dispuesto para encargarme de todos los pormenores. — Entonces, levantó su mano de tres dedos de su brazo más claro para agitarla a modo de saludo, y continuó con un tono amigable. — ¡Hola! Droide de batalla serie B-1, de Autómatas de Combate Baktoid. Aunque he recibido varias modificaciones y reprogramaciones. Fueron veintitres años difíciles para los B-1 con las fuertes prohibiciones, organicos arrestados y droides destruidos, pero con la caída del Imperio Galáctico creo que por fin terminó todo eso. ¡Hurra por los rebeldes!

Tirada de Engañar para comparar con lo que sería el Averiguar Intenciones pasivo (algo así como la Percepción pasiva) en donde se suele usar la regla de "tomar 10" (10 + el modificador cada uno tenga en la habilidad), obviamente si cualquiera de ellos efectua una tirada de Averiguar Intenciones para concientemente analizar si se les esta engañando ahí si que mi tirada se enfrentaría a eso.
Esta tirada es debido a que el droide les esta diciendo que su dueño le ha ordenado algo y que este les hablaría por los comunicadores de la nave... dos cosas que su dueño no puede hacer ya que realmente no esta en la nave.

Kemlo escucha a la maquina y se gira y empieza a caminar de vuelta a la salida.

- Creo que nos hemos equivocado de nave y de piloto. Si no es capaz de dar la cara es porque seguramente sea una sucia rata womp.-

Había más naves, y esta no era lo suficientemente imponente para querer molestarse por contratar sus servicios.  La mujer era una liante, eso estaba claro. Mira que ofrecer a semejante piloto….

— Oh, no... — Dice el droide con tono verdaderamente decepcionado y triste. — ¡Espera! ¡No te vayas! Al menos antes de tomar una decisión déjame que les haga un recorrido guiado por la nave. He estado repasando mis rutinas de presentación muchas veces, lo que ustedes llaman... "practicando", creo.

Aquel droide empezaba a ser cargante. Los veteranos oficiales con los que había tratado lo habían dicho, que aquella serie de droides, en su programación original, eran muy pesados, poco hábiles socialmente, algo lentos, pero es que además las cosas que decía no tenían sentido. Sin ver al piloto, sin que este les explicase la nave, sin ver qué deseaba a cambio, hacer las cosas a través de un droide... todo era feo. Poco limpio. Incluso para ellos. 

.- No nos importa tanto la nave como el piloto: tenemos que hablar con él, si no, seguro que hay gente que puede hacer el trabajo que nosotros deseamos. Si no hay piloto con el que hablar, me temo que no nos interesa. - Dijo Pittien con una voz seca, cortante. Quería dejar claro que esa era la postura que tenían, y que Kemlo ya había indicado. 

— Oh, entonces ustedes estan juntos. ¡No, esperen! Parte de mis reprogramaciones incluyen rutinas de asistencia, y especialmente de astronavegación y mantenimiento de dispositivos. — Y procede a decir lo siguiente con tono orgulloso. — Poseo diez unidades de memoria dispuestas exclusivamente para contener los datos del mapa galáctico conocido, igual que un R2-D2, y se me ha instalado un verdadero procesador, no como los B-1 estándar que solo poseían un procesador de reserva cuando no estaban siendo controlados colectivamente a distancia por un procesador remoto, ¿Ven que no llevo antena? — Dijo señalando por encima del hombro a su espalda — Incluso he sido programado para oficiar como excelente co-piloto. — Entonces volvió a la actitud anterior. — ¡Ustedes no lo entienden! Hay una razón por la cual mi dueño no puede ver a nadie. Y por esas molestias el coste de transporte definido es el mínimo posible, ¡Apenas un poco más que el gasto del combustible!, si fuera menos ya no existiría ganancia, ¿Dónde conseguirían mejor oferta? — Entonces pasa a un tono derrotado. — ¿Saben? Para haber venido hablando de que solo querían un piloto y pocas preguntas... ustedes si que exigen y hacen preguntas. Oh... bien. Si me dicen a dónde van podré decirles el costo requerido del viaje, no regateable, la tasa ya esta muy baja. Pueden regresar luego, esta nave estará aquí hasta un máximo de... cuarenta y siete horas con cuarenta y cinco minutos. Aproximadamente.

¡Por las leyes del Senado Imperial! ¡Un droide de copiloto! ¡Se está comparando con una unidad R2, que son simplemente astromecánicos que ayudan al cálculo y se llama copiloto! - Ufff, no se si eso me convence - Le dice al robot Dompa, con una mirada bastante indecisa. No le apetece depender de un droide y de un piloto que no da la cara. Aunque lo del precio le hace mirar con una cara más atenta a lo que dice. Prácticamente está regalando el viaje, todo sea dicho, y le da igual el motivo del viaje. Eso le parecía... fascinante. 

- De verdad... ¿no podemos hablar con el piloto? ¿Saber su nombre y hacerle preguntas? Como comprenderá, entre seres no mecánicos eso es importante. - Insistió el humano del grupo. 

Kemlo abandono la nave dejando las negociaciones con el arruinado Pittien Dompa,  y empezó a caminar al rededor de la nave.

El Bith no tenia intención de seguir jugando a las charadas, querían hablar con el piloto, y mucho más después de que la ultima se fugara con la nave, y el botín. Y este parecía estar recluido en alguna parte de la nave, más que probablemente la cabina.

Toda la pantomima del droide, seguramente fuera para algún trauma infantil o algo por el estilo.
Pero la cabina tenia cristales, así que….

El mercenario se subió a unas cajas, y luego al fuselaje de la nave, y luego anduvo con cuidado hasta la cabina mirando desde encima de la mima buscando al misterioso piloto.