Partida Rol por web

¡¡BBzzzzzzzzz!! Un par de haces de luz azulada salieron despedidos a través de las compuertas de las salas que Asyr tenía enfrente (la de arriba y la de la derecha); y al mismo tiempo un tintineo silbante acompañaba a la iluminación que lograba colarse hasta la sala de los cajones, donde estaba el bothan. Allí debía brillar algo verdaderamente intenso.

Veo algo azul que reluce... voy a intentar asomarme a ver que veo... Parece algo intenso... 

Asyr, rebusca a su alrededor, a ver si encuentra una plancha o similar, que pueda protegerlo de un furtivo disparo de blaster, y aunque no tiene intención de atacar a nadie, se prepara para evadir cualquier cosa que sospeche le va a agredir.

Por el comunicador abierto, oyó lo que estaba pasando en la otra sala... un fulgor azul... Sin pensar mucho más, siguió con su plan; intentar rodear la posible amenaza, y aparecer a sus espaldas, o por lo menos, servir de distracción si era detectado. Entrar todos por el mismo punto, no hacía sino facilitar la labor de uin posible defensor.

Recorrió lo que parecía una enfermería, dirigiéndose al fondo de la misma, en busca de una puerta que diese acceso a la parte más interior de las instalaciones, con la intención de llevar a cabo el rodeo que tenía pensado.

Pero tenía que darse prisa. Avisó al grupo por el intercomunicador, para que supiesen cual era su jugada

-Chicos, no os precipitéis; intento rodearlo

- Está cerca... - musita el aprendiz de Jedi - ... y no creo que nos haga daño, al menos si no se siente amenazado, pero, ¿porque se esconde?

Jason entró en la estancia donde estaba investigando Asyr.

- Igual se siente algo de miedo, aunque lo que sí logro percibir que no quiere hacernos daño.

Inspeccionó visualmente la sala, buscando una puerta que le llevara a otra habitación.

-Bien, si no quiere hacernos daño, no le demos motivos -dije ante las impresiones de Jason- Vayamos con cuidado, pero sin tomar decisiones apresuradas.

Darrell cruzó aquella sala, que parecía un lugar de enfermería de tiempos antaños, con la intención de rodear el objetivo accediendo por su zona; sin embargo, la compuerta que atravesó (la cual carecía de movimiento automático por la carencia eléctrica) le llevó a una sala con cajones de respuestos, y ésta, a su vez, a la misma sala en la que ahora el droide ND y Jason se encontraban. El plan de rodeo se veía truncado por la distribución de la instalación. Allí también estaba Asyr, el cual tomó un trozo de chapa de propulsor, una especie de recambio oxidado y olvidado en aquella sala. Entonces se asomó, pero una figura saltó rápidamente sobre él. La figura pateó a Asyr, pero sólo para coger impulso y provocarse a sí mismo otro salto justo en la sala donde Darrell, Jason y ND aguardaban ahora. El bothan no sufrió daño alguno (sólo quedó tirado unos segundos en el suelo), y comprendió que de haber querido, el misterioso podría haberle atizado.

Todos vísteis ahora, pues estábais rodeando a ese sujeto situado en medio de la sala, que la figura humanoide estaba cubierta de una capa marron, con capucha, como si fuera un hábito antiguo. En su mano portaba una vara bastante larga, en cuyo extremo el metal se bifurcaba y terminaba en un par de puntiagudas protuberancias que emitían fulgurantes chispas azules entre sí. La caperuza cayó sobre su espalda y todos pudísteis ver a una mujer twi'lek de piel verde. Asyr se levantó sin problemas. La teníais rodeada, y ella estaba en posición de ataque.

Supe que vendríais cuando aún estábais en esa nave, sobre la superficie de esta luna -añadió expectante y concentrada-. ¿Quiénes sois? -parecía que, dependiendo de la respuesta, su completaría o no su ataque-.

Miró a los demás, y decidió hablar; en el fondo... probablemente daba igual quien lo hiciese primero, pues, es probable que fuese sensible a sus intenciones, y sabría leer cuales eran realmente.

-Nos han alcanzado y buscamos repuestos; creíamos que en esta vieja base abandonada podríamos encontrar algo que nos sirviera, en lugar de ir a Rishi. No tenemos intenciones hostiles.... Solo queremos reparar la neve e irnos...

-En cuanto a quienes somos- Volvió a mirar al resto: ella detectaría cualquier atisbo de mentira o duda-, somos agentes de la Rebelión. Y ahora,... ¿con quién estamos hablando? Aquí no debería haber nadie..

Mi camarada se arriesgó bastante al decirnos nuestra afiliación, pero si, como sospechábamos, la mujer podría saberlo de todos modos, no parecía tan grave.

-No queremos problemas -agregué por si acaso- Si sólo pudiéramos encontrar los repuestos que necesitamos, repararíamos la nave y nos iríamos de aquí, como si nada hubiera pasado.

-¡Hola! - saludó efusivamente Jason a la mujer - No debes preocuparte por nosotros, no tenemos malas intenciones. No te fíes por el aspecto de algunos de nosotros, somos de los buenos. ¿Eres tú la de los poderes de la Fuerza, verdad? Yo también soy un adepto a la Fuerza.

Si estás aqui es que te escondes, no quiero saber ni de que ni de quien. nosotros venimos a por material, si realmente ya sabias que veniamos, tambien habras observado el estado de nuestra nave... Y si no podemos enseñartela para que veas que no mentimos.

De todos modos, reconozco que eres muy buena y podrías haberme herido... así que entiendo que prefieres hablar, a iniciar una secuencia violenta que no nos llevará a nada positivo.

Mi nombre es Asyr, mi apellido irrelevante, como debemos dirigirnos a ti?

La mujer twi'lek sostuvo con fuerza el bastón, volvió a comprobar cómo estaba de rodeada, pero finalmente las chispas eléctricas de su arma cesaron. Entonces su cuerpo dejó de estar tenso y posicionado y se quitó la capucha. Parecía haber captado vuestras intenciones, fueran ciertas o no (aunque a ella la convencieron). Miró especialmente a Jason Lightman.

Agentes rebeldes... escoria rebelde, como suele decirse, ¿no es así? -decía con una dulce voz-. Mi nombre es Nalia Yaribi, fue mujer Jedi hace unos años, cuando aún había puntos de luz en la Vieja República, podrida ya por dentro. Lo cierto es que... habéis tenido suerte. Este sitio es un agujero... bueno, "ERA" un agujero de chatarra, una estación clon que el Imperio reconstruyó como base espía y de suministros en su lucha contra... vosotros. Suerte que la Alianza la inutilizara pocos meses después. Y desde entonces ha sido mi hogar.Y creo que encontraréis lo que buscáis, todo es posible. La Fuerza está conmigo... como contigo -señalando ahora a Jason-. Sí: esos poderes son míos, yo también os he sentido desde que aparecísteis en la órbita de esta luna... Mmm... ¿qué repuesto buscáis, exactamente?

La mujer renovó mis esperanzas de encontrar lo que buscábamos. Según ella, sí era posible encontrar los repuestos para la nave. Si lo que decía era cierto, sólo tenía que darle los detalles técnicos. Intenté explicarle lo mejor que pude lo que estábamos buscando.

Harris, a su vez, relajó el gesto, manteniendo el arma en la posición menos amenazadora posible, y sonrió al oir el comentario de la jedi confesa

-Si, escoria rebelde, así nos llaman. Me llamo Harris y soy un soldado de la Rebeliuón, y como dice NR-RW, necesitamos encontrar componentes para reparar la nave, o no llegaremos a nuestro destino.

Una jedi... aunque despotrique de la República, no hay nadie más lejano al credo Imperial que una de su categoría. Sería una valiosa aliada para la causa, en cualquier circunstancia, aunque debo reconocer... que no la conozco, de modo que no puedo tampoco confiar en ella, aunque quisiera.

-Y dígame... ¿como es que ha terminado en un refugio como este?

Tal vez me lea la mente, tal vez no lo intente, pero el caso es que... pienso en como si estuviese atrapada en este lugar, sin nave ni medios para ir a otro sitio. Tal vez desee seguir una vida solitaria de meditación o lo que quiera que hagan los jedi cuando no están haciendo otras cosas de jedi. Tal vez, esté esperando que alguien la saque de aquí y la lleve a otro lugar, tal vez, de algún modo, ha influido en nosotros sin darnos cuenta para que viniésemos a ella... pero... proponerlo directamente no está en el alcance original de nuestra misión, de modo que no puedo proponérselo abiertamente....

... y de todos modos... ahora que lo pienso... de un modo u otro, sabrá la naturaleza de nuestra misión a poco que medio se esfuerce

Señorita, yo me enrolé en esto por otros motivos. Baste decir que un viejo amigo estaba en apuros, y le debía un gran favor... No obstante, ni pertenezco al imperio ni tengo la intención de hacerlo. Dada su preparación y naturaleza, le ruego, me pregunte lo que crea conveniente, pero le rogaría que no violara mi cabeza con intrusiones místicas... Es de mal gusto y prefiero seguir "virgen"

Tengo mis dudas de que mi entrenamiento como espía pudiera salvarme de las artes de una Jedi, pero me esfuerzo en ello.

- Seguro que encontramos lo que necesitamos, o algo que se le parezca y nos pueda valer - dice Jason - Y no te preocupes Asyr, nadie te leerá la mente. Eso sólo lo hacemos en situaciones de peligro o para ayudar a alguien, o al menos eso es lo que yo hago. Tener esos poderes no significa tener que usarlos siempre sobre todos, no seria muy ético que digamos.

La mujer atendía las explicaciones de ND-RW. La verdad es que parecía entender lo que decía, aunque no sabía exactamente si esas piezas concretas se almacenarían allí. Ella de momento asentía.

Bajo este lugar hay un almacén, tan grande como el complejo. Será mejor que vayamos allí para buscar lo que precisáis -explicó-. Luego, miró a Darrell. La Orden 66 del Imperio nos aniquiló a casi todos. Sólo algunos jedi pudimos sobrevivir, pero la mayoría desaparecieron de la galaxia. Este lugar está inhabitado, y cualquier lugar inhabitado es un buen refugio para los usuarios de la Fuerza -aseguró-. Las palabras de Asyr le hicieron sonreir un poco. Descuida -le comentó-, no lo haré si no lo veo necesario -decía a modo de pequeña broma-. Alguna vez tendrás que contarme tu historia -le dijo entonces a Jason, pues Nalia se preguntaba cómo habría podido sobrevivir, aunque tal vez fuera igual que ella-.

Acto seguido, os internásteis en en una de las habitaciones contiguas a vuestras posición. Nalia os enseñó el que debió ser el centro de mando de aquella estación, y el gran panel, ahora oxidado y ruinoso, que controlaba todos los sistemas de la estación de militar. En ella había un acceso escaleras abajo.

Es por aquí -aseguró-. Y la mujer comenzó abajar. Tras descender unos escalones (aún estábais con las armas en vuestras manos), vísteis un gran almacén que se extendía hasta donde se perdía la vista. Lo cierto es que aquel gran lugar estaba absolutamente copado de cajones metálicos, herramientas, repuestos, y partes de naves, utensiolios y maquinaria. Era un enorme almacén de repuestos.

Supongo que aquí estará ese generador cuántico del que hablas. Podéis comenzar a buscar, si queréis. Y todo sin coste alguno, por supuesto, obsequio imperial -decía-. ¿Y es tipo que hay ahí fuera es de fiar? -se refería a Agor Kriin, que se había quedado junto al carguer Rigger.

Seguimos a la Jedi hacia el almacén subterráneo. El lugar era enorme. Intenté buscar el generador cuántico, pero aquello podría tomar más tiempo de lo que pensaba.

La orden 66... había oido hablar de ella... el exterminio casi total de los jedi, que llevó a su dispersión y a que se ocultasen ante el poder del Imperio y de... bueno, de quien ordenase y ejecutase dicha orden.... el Emperador Palpadine y su fiel perro guardián Vader. Fué el fín de una época y el principio de otra, de esta, a la que la Rebelión quería a su vez poner fín, aunque con modestos medios, todo hay que reconocerlo...

-Se que me meto donde no debo pero... ya lo sabe, hay una Rebelión en marcha, contra quienes estaban tras esa orden. Ocultarse... es una opción pero... a la larga... solo es esperar la muerte en silencio, mientras quienes quisieron acabar con la Orden de los Jedi modelan la Galaxia a su antojo. Mire, sinceramente, no entiendo nada de la Fuerza, ni de su uso... solo lo que he oído de historias de lo que pasó hace años. Ya nada será como en aquella época, eso está claro; han pasado demasiadas cosas, pero no significa que lo mejor sea hacerse a un lado y dejar que pase el tiempo, y que la opresión ahogue a sistemas enteros. Mucha gente está luchando y muriendo para parar los pies al Imperio, gente sin poderes especiales... Pero cada cual debe obrar en base a su conciencia; precisamente luchamos para que así sea.

Un alegato un poco lamentable, se da cuenta, pero... los soldados de la Rebelión, en el fondo, son unos idealistas: luchan no por una paga, sino... porque creen en lo que hacen.

Bien, entonces con su permiso, voy a dar una ojeada a todo esto, a ver si encontramos lo necesario para reparar la nave y salir de este escondrijo.

Me parece que dentro de ese container hay algo que servirá!!!