Partida Rol por web

Angela le confió el revólver, lo tomó como un gran honor y se cuadró ante su superior. Rápidamente llegaron a la puerta en la que la llave parecía funcionar. Una vez dentro de la habitación un nuevo dilema se le planteó al grupo y aunque Lloyd planteó una solución, a Jack no le pareció la adecuada.

Si rompemos el cristal, llegaremos hasta el libro en un santiamén, pero también alertaremos de nuestra presencia a cualquier criatura que se encuentre por los alrededores. En nuestro estado recomiendo el sigilo - sacó el mapa y señaló en él su plan - Podemos rodear la habitación si vamos por el otro pasillo, así evitamos romper el cristal y alertar a nadie, aunque por otra parte puede que tardemos más tiempo, como siempre, en tus manos queda la decisión final capitana. - dijo mientras guardaba el mapa.

A Jack le gustaba ir con cautela siempre que fuera posible, pero en una situación como aquella quizá la velocidad fuera lo que les convendría, pues romper el cristal y salir corriendo hasta la capilla también era una posibilidad.

Angela, de nuevo, decidió ser la última en dar su opinión, a estas alturas había comprendido que para intentar sacarlos de aquí tenía que confiar en ambos y, de hecho, comenzaba a hacerlo.

-La verdad es que estoy contigo, Nielsen pero... Ahora mismo nos sobra mas tiempo que munición si tenemos que enfrentarnos a... Lo que sea que pueda estar rondando por aquí esperando a que revelemos nuestra posición...- La oficial suspiró y le mantuvo la mirada durante unos segundos a sus dos subordinados.

-Daremos un rodeo, rápido y silencioso, nos quitamos las botas si lo vemos necesario pero tenemos que tratar de llegar al otro lado en un suspiro, todos... Lo entendéis, ¿Verd...- Meyers paró el discurso debido al brazo, que volvió a punzarla con un dolor inmenso.

-En cuanto salgamos de aquí lo primero que voy a hacer es pedir que me miren esta mierda, como me corten el brazo denuncio al cuerpo, os lo juro.- Dijo para ultimar, tratando de sonar graciosa pero acabó siendo una extraña mezcla de cinismo y mal sentido del humor, para variar.

Soltando la silla que estaba preparando, Lloyd responde con un suspiro. -A tus órdenes, capi. Pero cuando salgamos de esta, quiero que festejemos rompiendo algunas ventanas. Pues bien, Asegurémonos de de ver bien el mapa antes de largarnos a caminar. No quisiera tener que consultar el camino rodeado de amigos caníbales. 

Decidisteis dar un rodeo hasta llegar a la puerta que estaba al lado contrario; ahora podíais echar un vistazo a todo más de cerca, cualquier barrera ha sido ahora evadida.

La biblia estaba muy cerca de ellos ¿pero por qué había un cadáver allí? ¿Qué había acabado con él? No tenía muy claro las causas de la muerte, pero tampoco se iba a quedar para descubrirlo, sin esperar demasiado se acerco a la biblia y la examinó, de poder quitarla de donde estaba se la llevaría, después de todo era la llave para acceder al lugar secreto de la capilla.

Por alguna razón tenía la sensación de que debía estar en silencio, ya que habían evitado romper el cristal y hacer ruido con ello, quería evitar también hacer ruido hablando o haciendo una mala pisada que alertara a los indeseables.

Si lograba tener la biblia en su posesión, se dirigiría hacia la capilla, quizá el cadáver tenía algo útil, pero con las heridas que tenía y sin balas no quería arriesgarse a exponerse a peligros innecesarios.

Al echar un vistazo al libro comprobarás que la Biblia está abierta, justamente en mitad de la hoja aparece subrayado:

“Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.”

                                                                                                                      Mateo 18:34 (pag 278)

Y justo en el instante que dejaste de leer, como si el destino quisiera jugarte una mala pasada, el cadáver que estaba sentado en la silla eléctrica alzó el brazo intentando agarrarte, no tardó en deshacerse de los cinturones de seguridad con su sobrenatural fuerza ¡debíais hacer algo!

En el instante que Green dejó de leer la Biblia, como si el destino quisiera jugaros una mala pasada, el cadáver que estaba sentado en la silla eléctrica alzó el brazo intentando agarrarlo; no tardó en deshacerse de los cinturones de seguridad con su sobrenatural fuerza ¡debíais hacer algo!

-¡Hijo de perra!-masculló Lloyd acercándose a Green, para protegerlo de ser necesario. -¿tienes la biblia, Green? ¡Vámonos ya mismo!-apremia el tatuado. Si podían evitar más conflictos peligrosos, quizás podrían salir de esa misión con vida...

Logró apartarse del ataque directo del monstruo gracias a la distracción que realizó Lloyd ¡aunque seguían estando encerrados con ese ser visiblemente más fuerte que los que habían visto hasta ahora!

No tengo la biblia, ni la podremos tener - dijo algo angustiado - Está anclada en el sitio, pero he leído una cita que estaba subrayada. "

“Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.”

                                                                                                                             Mateo 18:34 

No acabo de entender del todo la cita, pero creo que tiene que ver con el zombie de esta habitación, después de todo la silla eléctrica es como un "verdugo" ¡creo que tenemos que acabar con él! - dijo algo inseguro, estaba en las últimas y no se quería arriesgar a luchar de no ser necesario, esperó que Meyers con su escopeta pudiera realizar el trabajo sucio.

Angela se encontraba a media distancia entre Green y Nielsen, esperando que el primero pudiera descifrar la forma de tomar la biblia del altar y que el segundo mantuviera los ojos tan abiertos como ella en esos instantes.

Visto que Green tardaba dio por hecho que, de nuevo, las biblias están ancladas aquí como si fueran de oro. 

-Bueno, muchachos, parece ser que de nuevo...- Comenzó a decir, cuando otro de esos infectados virulentos y putrefactos se alzó de entre las sombras para lanzarse contra ellos.

-¡Fuera, vamos vamos, movimiento!- Gritó, alzando el cañón de su escopeta para disparar una única vez contra la criatura, desde la cadera, mientras retrocedía y actuaba como tapón de la retirada de sus compañeros.

-¡Ya tendremos tiempo de descifrar esa mierda!-

-¡Vámonos de aquí ya mismo, entonces! -exclamó Lloyd aprovechando los escopetazos de Angela. Con velocidad cruzó la habitación y se dirigió a toda velocidad hacia la puerta. Lamentablemente su cuerpo ya no estaba en perfectas condiciones, por lo cual el tobillo cedió en cuanto le exigió y perdió el equilibrio y la velocidad. 

-¡Caraj-!

Ángela les abrió una brecha, pero por desgracia no fueron lo suficientemente rápidos para aprovecharla, a diferencia de la criatura. Con sus últimas fuerza, empujó a Lloyd hacia el exterior de la habitación, cerró la puerta y se apoyó contra ella, quedando solo él y aquél maligno ser en la habitación.

Esperaba que supieran aprovechar bien su sacrificio, que cumplieran la misión, que salvaran Racoon City.