Partida Rol por web

Retorno al Templo del Mal Elemental

Capítulo 1. El Camino a Hommlet. (Gÿlnmaer y Payne).

Cargando editor
01/04/2021, 13:52
Glÿnmaer

El restallido del látigo me provoca un involuntario escalofrío. Estoy tan acostumbrado a ese sonido que...

Pero ahora eso no importa, lo importante es que están despedazando al que iba en cabeza y seguramente ese sea el guía de la expedición. Menudo fastidio. Mira que tenía presas para elegir, pero no, ha escogido precisamente al que necesitamos para salir de este bosque.

Gatito malo, eso no se come.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pues menudas tiradas... Una nueva explosión repugnante pero ahora aplicando en ella además la aptitud "azote de mortales" (4/5 usos diarios restantes) para hacer un +2d6 de daño extra, suponiendo que consiga alcanzarle con mi ataque. A ver si ahora sí se pone a vomitar.

Cargando editor
01/04/2021, 21:03
Tigre Terrible

El felino, rodeado, terriblemente herido y tras recibir una nueva explosión repugnante por parte del invisible pixi oscuro, no ve más opción que soltar a Grune y salir corriendo todo lo rápido que sus poderosa patas acabadas en afiladas garras le permiten. Entre los cinco logran ahuyentar a la bestia aunque en el fondo, todos saben que lo que más a acongojado al animal, no es otra cosa que el restallar terrible del flagelo de la Señora del Látigo. 

Notas de juego

El tigre huye. Si queréis perseguirle adelante y si no... seguimos avanzando!

Cargando editor
01/04/2021, 22:07
Glÿnmaer

Me sacudo las palmas de las manos como quien ha hecho un trabajo impresionante.

—Bueno, pues asunto arreglado. ¿Por dónde íbamos? —pregunto, haciendo caso omiso de los lastimeros quejidos del tipo al que han llamado Grune—. Ah, sí, Hommlet. No tenéis que darme las gracias ni nada, me vale con que sepáis que os he salvado la vida a todos. ¿Porque no vais a dejar que nuestro guía se nos muera por el camino, verdad? Se me da mejor hacer que la gente enferme a que se reponga, si os soy sincero. Y, como ahora somos muy buenos amigos, está bien que seamos sinceros los unos con los otros.

Cargando editor
01/04/2021, 22:36
Payne

Payne se tomó su tiempo en enroscar de nuevo el látigo, casi con veneración. Los alaridos de dolor de Grune no la conmovieron ni un ápice. Había oído gritos mucho mejores, y tenía claro que el explorador podía suplicar mucho mejor que eso.

La fuerza proviene del sufrimiento, de romperte una y otra vez —le contestó Payne a Grune, mientras se acercaba a él. Le cogió de la mandíbula, apretándole los labios y le miró directamente a los ojos—. Y que sea la última vez que tus labios pronuncian su nombre.

Payne soltó a Grune.

Ponte en pie y continúa. Haré algo por tu dolor si veo que eres capaz de soportarlo... y de hacer tu trabajo y llevarnos a Hommlet.

La Señora del Látigo echó a andar y dedicó una mirada hacia Glÿnmaer.

¿Qué te hace pensar que no he sido sincera contigo en algún momento, amigo? —dijo, dedicándole una de sus sonrisas angelicales.

Cargando editor
01/04/2021, 23:27
Glÿnmaer

—Oh, absolutamente nada y espero que siga siendo así. Si algo se me da bien es saber de qué gente puedo fiarme y está claro que tú y tu tropa sois todos gentes muy de fiar. Aunque ninguno es tan impresionante como tú, si se me permite el atrevimiento. Nunca había visto a nadie blandir un látigo como tú lo has hecho y, créeme, soy experto en recibir latigazos.

Cargando editor
02/04/2021, 09:07
Payne

Payne lanzó un sonido entre un bufido y una risa.

Me han llamado muchas cosas, pero no impresionante. ¿Así que eres experto en recibir latigazos? Eso habría que verlo —replicó Payne en un tono divertido. Sin embargo no hizo nada por alargar la mano al suyo—. Dime, criatura, ¿cuándo y por qué has recibido tú unos latigazos? Espero que el proceso fuera disciplinario, y te enseñara unas cuantas lecciones acerca de la vida.

Así, al menos, había sido para ella.

Cargando editor
02/04/2021, 10:56
Glÿnmaer

Miro nerviosamente a mi alrededor. Nadie puede verme pero nunca se sabe quién puede estar escuchándome. En este bosque hay ojos y oídos por todas partes al servicio del Príncipe.

—Mucha gente diría que he recibido latigazos de un amo injusto y de manera más arbitraria que merecida. ¡Pero yo no! —me apresuro a agregar con vocecilla nerviosa—. Los azotes han servido para convertirme en el más inteligente, más sabio, más encantador y más modesto de los servidores; pero de todo eso seguramente ya te hayas dado cuenta por ti misma. Y, como ya soy perfecto, el látigo no produce más efectos positivos en mi cuerpo, así que no merece la pena usarlo conmigo. Es mejor usarlo en aquellos que todavía son manifiestamente defectuosos.

Qué suerte la mía, otra sádica con predilección a abusar de la gente pequeña... Será mejor no volver a hacerme visible ante ella y volar fuera del alcance de su látigo. Hay personas a la que los cumplidos se les suben rápidamente a la cabeza y quedan embriagadas de ego y tiranía. Que cosa tan triste de ver.

—Puedes llamarme Glÿn, si quieres aunque, en tus labios, incluso la palabra criatura suena encantadora. Oh, gran domadora de tigres y azote de herejes.

Cargando editor
02/04/2021, 11:45
Payne

Oh, pero te equivocas, Glÿn. El dolor tiene un gran poder educativo, incluso en aquellos que han sido entrenados apropiadamente —replicó Payne, aunque dudaba mucho de que aquella criatura hubiera recibido un adiestramiento digno de tal nombre—. El dolor nos hace mejores, más misericordiosos, nos vuelve hacia nosotros mismos y nos persuade de que esta vida no es un juego, sino un deber.

Payne enarcó una ceja en un gesto desdeñoso.

¡Adulaciones y además evidentes! Oh, me haces sentir cálida y confusa por dentro —se burló la sacerdotisa, sin molestarse en mirar siquiera en la dirección de la que provenía la voz de la criatura alada—. Mi nombre es Payne. Dime, Glÿn, ¿qué busca alguien como tú de un sitio como Hommlet?

Cargando editor
02/04/2021, 11:55
Lutipold

Mi Señora... - Interrumpió Lutipold la agradable conversación sobre sufrimiento y latigazos que estaban teniendo su Señora y el Insecto parlanchín. - No me gusta interrumpir, pero... - Se acercó al oído de Payne y pudo oler el aroma que desprendía el cabello de aquella mujer sádica y disciplinada como pocas y por alguna razón se ruborizó. - No creo que debamos fiarnos de una fata del bosque. He oído que pueden ser seres traicioneros...

Cargando editor
02/04/2021, 12:10
Glÿnmaer

Me encojo de hombros ante la pregunta de Payne, antes de darme cuenta de que no puede ver mis gestos. Uno de sus criados se acerca groseramente a susurrarle cosas al oído pero yo estoy seguro de que lo que tiene que decir no es más interesante que lo que tenga que decir yo.

—Lo que yo busco seguramente no tenga ningún sentido para ti. Apenas si tiene sentido para mí, la verdad. Busco... un ojo. El ojo de un arcanista elemental que está... tuerto, claro. Es un ojo muy bonito, dorado y envuelto en llamas, nada discreto. Lo tienen guardado en un templo y, de alguna manera, creo que tiene el poder de destruirnos a todos; aunque no sé si el ojo o el mago elemental. Nunca había oído que hubiera elementales que hacen magia, quizá por eso este es tan peligroso. Tal vez si le devuelvo su ojo me perdone la vida y puede que incluso al Bosque Nudoso al completo.

»Pero no te preocupes, no le pediré que sea piadoso contigo, ahora ya sé que el dolor tiene un gran poder educativo. Signifique lo que signifique eso. Así que estoy seguro de que te ayudará a alcanzar la perfección a ti también. Ya verás que bien, seremos perfectos los dos.

Cargando editor
02/04/2021, 12:40
Payne

Perfección es solo una palabra —dijo Payne con voz meliflua—, una que utilizan muy a menudo aquellos que, simplemente, se exigen muy poco de sí mismos.

¡Ah, pero qué poco conocía realmente aquella criatura del poder aleccionador del látigo! Y había entendido aún menos lo poco que había conocido. No obstante, no era el deber de Payne enseñarle. No era de los que iba arrojando perlas a los gorrinos.

Lutipold piensa que no deberíamos fiarnos de ti —reveló Payne—. Yo creo que has sido tú el que nos has intentado arrojar a las fieras, literalmente. Sería lógico pensar en que ha sido tu mano la que ha señalado a nuestro guía para que el animal ataque, y sin él, perdernos en el bosque. En tu bosque. Quizá por eso te has vuelto invisible después de lo que hayamos derrotado, por miedo a las repercusiones. ¿Qué me dices, Glÿn? ¿Amigo o enemigo?

Cargando editor
02/04/2021, 12:57
Glÿnmaer

—Para ser precisos, me he hecho invisible antes de que se nos acercase el minino puntualizo con aire resabidillo. No es que eso importe, por supuesto, pero faltar a la verdad no está bien. Por supuesto, podría perderos en el bosque y vosotros también podríais hacerlo sin mi ayuda. Este es un bosque traicionero. Pero, ¿para qué os querría perdidos? ¿Y por qué os avisaría de que íbais a ser atacados u os ayudaría a espantar al tigre si os quisiese muertos? Olvídalo. No te sienta bien el ceño fruncido de pensar. Yo pensaré por vosotros, no os preocupéis. Me gusta ayudar a los demás.

»Somos amigos, por supuesto, no le des más vueltas, no merece la pena; no conseguirás llegar a otra conclusión y solo servirá para provocarte un innecesario dolor de cabeza. Aleccionador, sin duda, pero molesto. Así que, ahora que hemos dejado eso claro, ¿por qué no me hablas de Hommlet y de por qué vais vosotros allí? Estabas a punto de contármelo cuando nos interrumpieron.

Cargando editor
02/04/2021, 13:41
Payne

Payne soltó una carcajada.

Se te da mejor la adulación vana que el sarcasmo —le contestó la Señora del Látigo—. El sarcasmo es una figura retórica, y tú distas mucho de ser un orador, Glÿn.

Le dedicó una sonrisa.

Y no te voy a hablar de Hommlet porque no quiero. Pero puedes acompañarnos, sin hacer ruido y portándote bien. Quizá si cuando lleguemos allí todos a salvo y de una pieza, satisfaga tu curiosidad. Quizá...

Cargando editor
02/04/2021, 23:38
Narrador maligno

Grune no mintió. Apretaron el paso y en una hora salieron del Bosque Nudoso. No hubo más sobresaltos, aquel felino no volvió a dar señales de vida. Sabía bien lo que le convenía. Poco después de salir del bosque, una señal de madera algo desgastada por el paso del tiempo, señalaba inequívocamente la dirección que estaban siguiendo y rezaba con unas deslucidas letras: Hommlet, su destino.

Siguieron avanzando durante algunas horas y pronto vislumbraron una colina donde se erigía la villa a la que viajaban. Algo después del mediodía y tras detenerse para comer algunas viandas, el quinteto llegó a su destino, aunque del pixi oscuro nadie tenía conocimiento si seguía ahí o no, pues tras la última conversación con Payne, había desaparecido literalmente, aunque todos tenían la sensación de que les había seguido.

Hommlet se trataba de una comunidad rural y aparentemente afable. Destacaba una gran torre que sobresalía en lo alto de la colina donde había sido edificada la villa. Dicha torre dominaba el pueblo y los bloques de piedra que la conformaban parecían bastante nuevos. Un proyecto de muralla había empezado a alzarse en torno a la ciudad, aunque todavía quedaba tiempo para que pudiera proteger de algún ataque. Destacaba también que, aunque el pueblo estaba compuesto por centenares de casas y edificios, la zona sigue siendo verde, con árboles y arbustos por doquier.

Hommlet | Retorno al Templo del Mal Elemental | Obsidian Portal

Nada más adentrarse en la villa de Hommlet los cinco componentes del grupo se dan cuenta de que más que una villa, se trata de una aldea grande. La población no debe llegar ni al millar de habitantes y en una villa de dicho tamaño difícilmente se pueden encontrar suministros de los que un avezado grupo de aventureros necesita.  

Por otra parte, en seguida se dan cuenta de que se trata de un ligar agradable y pacífico. Sus gentes parecen seguras, bien alimentadas y contentas de su suerte, pues sonríen, son educados y parecen caminar sin miedo alguno mientras no detectan a los extranjeros. Sin embargo, al verlos, parecen cambiar de actitud. Sus sonrisas se borran y parecen ponerse alerta, recelosos de cruzarse con ellos. Quizás, la triste historia vivida en el pasado tenga algo que ver con dicha actitud.

Notas de juego

9. Establos.

23. Tienda de artículos de barro.

27. La Torre que se ve en lo alto de la colina.


Estáis en Hommlet. Si queréis podéis explorar por vuestra cuenta, hablar con algún transeunte, ir a alguna tienda... entrar por la fuerza en una vivienda... como gusteis.

Cargando editor
04/04/2021, 17:50
Glÿnmaer

Sigo al antipático cuarteto tan sigilosamente como puedo y ellos cumplen impecablemente su labor de sacarme del bosque de una vez por todas y conducirme hasta el monstruoso asentamiento humano.

Así que esto es un Hommlet, un montón de casitas de madera apiñadas unas contra otras ensuciando la belleza natural del paisaje con su existencia miserable. Si existen poblaciones más populosas que esta en el mundo, ciertamente no soy capaz de imaginármelas. Un enjambre de cientos de humanos arracimados en menos de una milla cuadrada de terreno... Solo pensarlo me provoca náuseas.

Los humanos, en cambio, parece ser ajenos a la tristeza de sus existencias y se mueven por su colmena sonriendo estúpidamente y saludándose entre sí cuando lo más probable es que se pasen el día cruzándose los unos con los otros. ¡Qué locura! Y yo creyendo que en Bosque Nudoso estábamos mal.

Ahora que han cumplido con su cometido, me alejo de mis cuatro involuntarios sirvientes y echo a volar por encima de las casitas de tejados de pizarra. Quiero hacerme una idea a vista de pájaro de cómo están repartidas las viviendas, qué clase de gente vive en ellas y cuál es la naturaleza de sus defensas antes de plantearme siquiera la posibilidad de hacerme visible ante alguno de los lugareños.

Tengo que encontrar a alguien que se me parezca al equivalente humano de Baba Unga al que preguntarle por ese templo. Y, quién sabe, a lo mejor alguno ha puesto a enfriar una tarta en el alfeizar de la ventana, o se ha dejado abierto el corral de las gallinas para que yo pueda llenarme la tripa con algo mejor que las poco apetecibles raciones de frutos secos que guardo en mi bolsa.

Cargando editor
04/04/2021, 20:01
Toradiche Nem

Glÿnmaer se separó del grupo y sobrevoló el pueblo. Ya no tenía mucho sentido seguir al lado de aquella gente que le había tratado con cierta desconfianza. Al fin y al cabo, ya le habían ayudado a llegar hasta su primer objetivo, aquella villa llena de gente que rompía por completo la armonía del paisaje. Y es que la gente grande arrasaba con todo, destruyendo los recursos naturales de una zona y transformando el terreno, aunque eso en aquel momento, era lo de menos.

Sobrevolando la ciudad observó en un punto a un hombre. Se trataba de un anciano barbado. Su pelo era blanco como la nieve y fumaba en pipa. No supo muy bien porqué, quizás porque tenía pinta de conocer "lo arcano" o puede que simplemente su subconsciente quisiera que viera en él cierto parecido con Baba Unga, algo realmente remoto en aquel personaje, pero lo que si tenía claro Glÿnmaer, es que descendería hasta donde se encontraba aquel hombre.

Le estuvo observando unos instantes y también merodeó en el interior de su casa. Estaba llena de estanterías con extraños tomos. Pergaminos, pociones y objetos extraños, así como lo que parecían tarros, frascos, ampollas y decantadores, todos ellos repletos de extrañas sustancias. Muy posiblemente componentes mágicos para conjuros o rituales.

¿Quién anda ahí? - Dijo finalmente frunciendo el ceño.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Cargando editor
04/04/2021, 23:50
Payne

Bueno, pues hemos llegado —suspiró Payne —. Glÿn, ¿sigues por ahí?

Payne no confiaba en nadie, pero sí podía confiar en el interés común. Ahora que habían dejado atrás el Bosque Nudoso y llegado a Hommlet sin más sobresaltos, estaba dispuesto a conceder a la extraña criatura alada una segunda oportunidad. La mención al Mal Elemental había resultado conveniente y sospechosa, pero quizá, solo quizá, podría suponer que podría colaborar con él. A menos si no se había largado con viento fresco.

Extrajo una varita de su cinturón y tocó con ella a Grune.

Lo has hecho bien —le dijo al explorador—. Has aguantado el dolor como un hombre, y ahora eres más grande, más fuerte.

La mujer de blanco impoluto señaló el interior del pueblo con la barbilla.

Tenemos que encontrarnos con Proscurian en la Taberna Terriban. En marcha.

Notas de juego

Gasto una carga en Grune.

Cargando editor
05/04/2021, 03:50
Narrador maligno

Grune agradeció sorprendido a su Señora, la curación que le había dedicado. Realmente no lo esperaba. Glÿnmaer, por su parte, no respondió. De hecho, cuando Payne se detuvo a escuchar, no captó su característico aleteo. Definitivamente se había marchado. Si iba a regresar o no, era algo que desconocía, puesto que aquel insecto no se había pronunciado al respecto. Pasaron un par de minutos antes de que reemprendieran la marcha camino de la posada donde se suponía que debían encontrar a su contacto, del cual únicamente tenían su apellido, Poscurian.

No fue difícil llegar hasta el lugar preguntando un poco. Los habitantes de aquel lugar, pese al sobresalto inicial al ver que la extraña cuadrilla se acercaba a ellos, respondían de buena gana a las preguntas sobre localizaciones de la villa. Resultó que la posada estaba bastante cerca de su posición y tras dejar algunas casas atrás, incluida una lonja de leche, llegaron a su destino.

Se trataba de una taberna bastante humilde. Era más bien una posada de clase baja, aunque la construcción era sólida y en piedra. Un cartel algo raído indicaba el nombre del establecimiento y en el exterior, se hallaba una cartel con una lista de precios. No parecía que sirvieran comida, como tampoco alojamiento, pues la carta tan solo consistía en una serie de precios de bebidas que iban desde las cervezas de todo tipo, pasando por licores y acabando en varios tipos de vino.

El interior era un lugar algo lúgubre, pues estaba iluminad deficientemente y había pocas ventanas y pequeñas. No estaba demasiado limpio, aunque tampoco era una pocilga. El salón estaba a un cincuenta por ciento de ocupación aproximadamente y prácticamente eran todo varones a excepción de una mujer con una verruga en la punta del mentón que reía de forma escandalosa alrededor de varios tipos y de otra moza algo rechoncha que conversaba en la barra con dos hombres feos como el culo de un trasgo.

Notas de juego

5. Terrigan.

9. Establos.

23. Tienda de artículos de barro.

24. Lonja de leche.

27. La Torre que se ve en lo alto de la colina.

Cargando editor
05/04/2021, 04:04
Terrigan

Buenos días, caballeros y señorita... - Saludó un hombre calvo con un amplio bigote que se escondía tras la barra mientras servía una cerveza espumosa. - Bienvenidos al Terrigan. ¿Qué desean tomar?

Cargando editor
05/04/2021, 12:02
Glÿnmaer

Un viejo con la casa llena de cachivaches extraños es lo más parecido que encuentro en esta colmena a nuestra bruja del bosque. Pero este anciano, a diferencia de la tuerta adivina, me parece más inquietante que ella; posiblemente por su aspecto de dignidad o quizá solo porque a él no le conozco. Comoquiera que sea, prefiero mostrarme prudente y no dejarme ver por el momento.

—Buenas tardes, venerable sabio, soy un inofensivo espíritu del bosque en busca de consejo —saludo al suspicaz vejestorio desde el otro lado de la ventana abierta, por si tuviera que salir huyendo a toda prisa—. He soñado con su casa y de todos es sabido que los sueños son poderosos entre los míos. En mi sueño he visto también un ojo de fuego que...

Resulta difícil recordar qué he soñado realmente y qué cosas les he dicho a otros que he soñado. Todo se mezcla un poco en mi cabeza de forma confusa.

—Que surgía de un templo situado entre tres fronteras y se convertía gran bola aforma de negrura infinita, que crecía hasta consumirlo todo en su interior. Sí, eso es. Y todo el mundo moría, los fatas de mi bosque, los humanos de Hommlet, los elfos de como-se-llame... Y, de algún modo que no sé explicar muy bien, yo sabía que tenía que encontrarme con alguien aquí que podía ayudarme a impedir que esos sueños proféticos se cumplieran. Así que he cabalgado a toda prisa a lomos del viento para advertiros de que el fin está cerca.