Partida Rol por web

Dwama optó por callar, sin duda su guía estaba resignado porque nadie le hacía caso y le hacían perder el tiempo. Además, en vez de informarse por el lugar antes de iniciar su cruzada, iban sin saber lo que se encontrarían y le preguntaban a él lo que deberían haber sacado de información del pueblo de Hommlet.

Tras varias horas de caminata y con el sol a menos de una hora de despedirse de ellos, llegaron a la fortaleza llamada la Barbacana.

El lugar era siniestro, un río que corría rápido había sido desviado artificialmente dejando una isla en su interior, en dicha zona seca se alzaba la fortaleza, con los muros derruidos casi en su totalidad, el antiguo Portón había caído y alguien, hace bastante tiempo, lo había afianzado para poder acceder a su interior .

- Pues ya hemos llegado. - Dijo entonces la enana. - No era para tanto... - Habló sonriente mientras miraba a Chatrilon. - Echamos una ojeada rápida y si realmente no hay nada... nos vamos. O acampamos aquí para pasar la noche. No hemos perdido tanto tiempo al fin y al cabo...

La enana se encaminó decidida hacia la barbacana. El conde tenía que estar contento, había conseguido lo que quería y ella... bueno ella había querido ir hasta allí desde el principio. Por alguna razón aquel sitio le atraía. Podía ser un lugar interesante donde empezar a ganar fama y como ya había dicho antes. Si podían lograr sanearlo y acondicionar un poco, podía convertirse con el tiempo en su propio feudo.

Id con cuidado al pasar el puente improvisado, no os aconsejo caer al agua pues hay ranas dentro que sin duda se lanzarían a por vosotros.

Una vez dentro aprovecharemos para pasar aquí la noche , total, no hay nadie por la zona y es buen refugio.

El primero en pasar fue el guía, quien por poco cayó al agua, sin duda era un lugar peligroso. Después la guerrera, que de un salto se puso a cubierto, después la maga y Jack sin problemas, pero lo peor fue lo último. El Conde, con su pesada armadura y firme paso, provocó que parte de las ataduras del portón cedieran, cayendo a las peligrosas aguas del río verde. Unos chapoteos no muy lejos de allí alertaron a Chatrilon, quien sacó su arco.

Conde salga rápido! RAAAAANAAAAAS!

Ninguno habíais visto en vuestra vida una rana más grande que un puño, por eso no habíais prestado mucha atención a las advertencias de vuestro guía, lo cual había sido un gran falló.

Las aguas verdes no os permiten ver mucho de esas criaturas ni al Conde que se encuentra sumergido.

Lo único que veis sin hacer una prueba de avistar es unos ojos grandes como melocotones y como se mueven las aguas por la acción de las Palmas de estos seres.

Chatrilon debería haberles mencionado el tamaño de aquellas ranas y si lo había hecho, debería haber insistido en el peligro que entrañaban. Aquello no era un dato que pudieran dejar pasar a la ligera.

- Menudo explorador... - Pensó la enana. - Timmy lo hubiera hecho diez veces mejor. Y ahora el conde está en apuros...

Lo cierto era que Godofredo era un hombre con una gran facilidad para meterse en problemas que podían costarle la vida. Era un verdadero especialista en la materia y Dwama empezaba a cansarse de su desventura.

- En algún momento tendrá que dejar de meter la pata... - Pensó justo antes de sacar su ballesta, apuntar y disparar contra uno de aquellos pares de ojos saltones que se acercaban inexorablemente al conde.

-Maldita sea, acabamos de llegar y ya estamos en problemas, el conde tiene a los hados en su contra parece ser.-

Me acerco a la orilla y trato de ayudar al conde a subir del foso antes de que lleguen nuestros anfitriones.

-Nade rápido Conde, yo le ayudaré a subir.-

Godofredo se afana en buscar la mano que le ofrece el mediano para salir del agua

El explorador se afanó en coger la cuerda que llevaba colgada de la maleta, tirandosela al Conde que se encontraba nadando con muchisimas dificultadas  por la pesada armadura que portaba puesta.

-Cójase a la cuerda y tiraremos de usted! cójase!!

Los virotes de Dwama no acertaban a las criaturas pues las aguas pútridas ya se ocupaban de ocultarlas, y sus ojos, única parte visible, eran muy difíciles de acertar.

Entre Jack y Chatrilon intentaron tirar del Conde, pero el gran peso de este enorme humano acorazado, aumentado por el agua que había mojado sus calzas, provocó que se encontrara semisumergido, con las piernas aún en remojo. Sin duda necesitaban mas ayuda para sacarlo o las criaturas darían cuenta de esas dos extremidades que chapoteaban  como un pez fuera del agua.

Las dos ranas se dirigieron con presteza a por su presa, la cual intentaba desesperadamente salir del agua para no ser pasto de ofidio.

Rana 35 y 38 PG

CA 14

lengua +4  presa +10 mordisco +4 2+6+2

mordisco +6 2d6+6

7-3-0

Utilizo el hechizo de invisibilidad en el conde.

Tranquilos! centraos en las ranas, yo haré invisible al conde, mientras consiga quedarse en la cuerda creo que podremos sacarlo, limpiad de enemigos la zona y listos.

En cuanto termine esto empezaré a lanzar hechizos ofensivos!

La maga realizó unos gestos y unas palabras que sus compañeros no entendieron y acto seguido Godofredo se tornó invisible.

Su movimiento de piernas tratando de subir y que provocaba un chapoteo era lo único que le delataba.

Finalmente y antes del asalto de los anfibios, Godofredo logró agarrarse fírmemente del borde y levantar su propio peso junto con el de la armadura usando únicamente sus músculos.

Debido a la estrechez del lugar no pudo evitar desplazar a Jack del sitio.

El esfuerzo sobrehumano de Godofredo le sacó del peligro en el último momento, dejando a las ranas en el río.

Sonaron unos ruidos de chapoteos dejando claro que los ofidios habían cesado en su caza de algo que llevarse a la boca.

El peligro había pasado.

Joder, joder, joder! Os dije cuidado con las putas ranas! Esos bichos se pueden tragar a un Hobbit entero! Ha tenido suerte Conde, si se hubiera quedado colgando, igual le arrancan las piernas.

Vuestro explorador se encuentra sudando, ya se veia inmerso en un combate a muerte contra esos seres de larga lengua.

Bueno! Bien está lo que bien acaba! Bienvenidos a las Barbacana del foso, antigua fortaleza del mal y ahora una ruina impenetrable.

Ante vosotros tenéis un patio lleno de escombros; la muralla que rodea el recinto se encuentra parcialmente derruida, sin duda obra de maquinaria de asedio. Varios edificios totalmente derruidos externa o internamente se encuentran al lado opuesto de la puerta por dónde habéis entrado.

Como veis hace años que nadie habita aquí, daos una vuelta si queréis investigar y yo iré montando el campamento usando las maderas de la propia estructura para una buena hoguera.

Al pasar el umbral de la entrada veis como dos puertas abiertas y rotas dan paso a un gran patio interior lleno de escombros, el suelo se observa adoquinado, sin duda gran trabajo llevó realizarlo.

Al otro lado observáis una gran escalinata que en su dia daba acceso a una estructura principal, pero que ahora mismo se encuentra cegada por cascotes. En la parte izquierda se encuentra una estructura de pared cerrada, a la que se debía acceder por la estancia anterior.

Os dais cuenta en en el muro Oeste, se ha producido un derrumbe en la propia muralla que ha dejado abierto un paso al interior de la estructura anexa.

Por otra parte, al lado de la entrada hay una torre vacía, ennegrecida por un antiguo fuego que dio cuenta de todo lo que había en su interior.

- Le ha venido de un pelo, señor conde... - Dijo la enana. - Bueno, por suerte parece que esas ranas no gustan de salir del agua. - Se encogió de hombros.

Dwama lanzó una mirada general alrededor de la barbacana. Como bien había anticipado Chatrilon, aquello deba pena. La verdad es que se trataba de una zona del todo ruinosa de la que poco o muy poco se podía extraer. Al menos de buenas a primeras. Había algunas secciones derrumbadas. Posiblemente por allí estuviera el acceso a niveles inferiores de catacumbas. Por eso se habría hundido. Pero para confirmar todo aquello, tenían que investigar.

- Vamos  echar una ojeada... - Sugirió Dwama encaminándose a la zona de las ruinas.

Tras acercarte a la escalinata te das cuenta que deberíais estar excavando todos durante semanas para acceder al Interior de la zona principal. Además necesitaríais material de minería que no portais.

Otra ojeada, está vez por la zona abierta por la caída del muro, revela que el acceso es relativamente seguro al haber caído todo lo que debería caer, ya que no hay techo.