Partida Rol por web

Los trasgos corrían hacia vosotros con jabalinas y espadas en las manos, gritando y tratando de alertar a sus compañeros del interior. si lo conseguían sería un grave problema ya que estaríais entre dos fuerzas enemigas, rodeados sin escapatoria.

-¡Debemos neutralizarlos antes de que lleguen a nuestra altura! - Dijo la enana para que todos le oyeran.

Sacó su ballesta apuntó y disparó contra uno de aquellos seres que venían a la carrera. Esperaba hacerles el suficiente daño como para que cuando llegaran a su altura no fueran rivales para ellos.

Ataca perro! dijo el explorador mientras disparaba varias flechas a los trasgos.

La primera falló, no así la segunda, clavándose en el hombro a uno de los trasgos, lo que dio un objetivo al perro que se encontraba cargando contra ellos.

El perro saltó mordiéndome en la cabeza y aerancandosela en el acto, parando abruptamente su carga.

-Frenadlos todo lo que podáis mientras cierro el portón, debemos evitar que avisen a los que están abajo- Tras mis palabras me acerco a la puerta y la intento cerrar para tapar los gritos de los que están fuera.

Mientras la voy cerrando llega a mis oídos que la contienda ha comenzado, espero que los de abajo no hayan llegado a oir nada.

-¡Recojones!¡Dad merecida muerte a aquestas alimañas!-proclamó mientras sacaba su ballesta pesada y empezaba a abrir fuego contra los enemigos, tantos disparos como tiempo tuviese

Cuando llegué hasta la gran puerta comencé presto a empujar para cerrarla y confiar en que los que allá abajo estuvieran no se hubieran percatado de lo ocurrido.

Debido al gran tamaño de la misma y a mi escasa fuerza y tamaño estuve bastante tiempo para lograr cerrarla; justo antes de acabar de hacerlo comprobé que desde el interior no se escuchará o viera nada subiendo hacia nosotros.

Las flechas y virotes de Chatrilon y Dwama, con la ayuda de las dentelladas de Perro, acaban con la carga y la vida de dos de los grandes trasgos, que quedan tendidos en el suelo entre estertores.

A pesar de ello, dos de los vigilantes llegan hasta vosotros, con el desesperado pensamiento de avisar al numeroso grupo que les podría ayudar y que se encuentra muy cerca, pero a la vez muy lejos.

El primero de los trasgos, que se encuentra a unos 20 pies de distancia de Dwama, lanza una jabalina a Godofredo, quizás pensando que por fallar su disparo con la ballesta era el rival más débil.

El palo se clava en la pierna del Conde, haciéndole una herida bastante sería, pero no incapacitante. El otro trasgo, que estaba un poco más retrasado como esperando a atacar o huir, se envalentona y repite la acción contra el mismo Conde.

La jabalina surca los cielos y se clava en la pierna que le quedaba sana al Conde, causándole menos daño que la anterior, pero un escozor importante,... Si seguía así Godofredo parecería un puercoespín.

Era el turno de los héroes, tenían a estas alimañas a unos 20 pies frente a ellos.

La enana observó cómo aquellos bastardos pieles verdes la habían emprendido con el conde. Esa era una afrenta que no podía pasar por alto. Además, si escapaban podrían dar la alarma y ese no era el plan que pretendían seguir.

Dwama tiró su ballesta y agarró su urgrosh con ambas manos iniciando una carga contra el que se encontraba más cerca. El resultado fue rápido y letal.

El trasgo trató de protegerse con las manos, pues tras el lanzamiento de la jabalina las tenía vacías. Al interponer su mano entre su torso y el filo del hacha, está fue arrancada de cuajo y finalmente el filo se incrustó en su pecho atravesando el corazón. La muerte fue en el acto.

- Queda uno... - Señaló al último trasgo mientras miraba a sus otros compañeros.

El explorador apuntó a su único enemigo con su arco y disparó, dando de lleno en su hombro, pero ni aun con el fogonazo que le siguió.. el trasgo seguía vivo.

Al ver como su amo atacaba a otro enemigo y este seguía vivo, Perro cargó contra este, pero pasó por encima gracias a un movimiento del trasgo, salvándose un extremis de morir devorado.

El único trasgo vivo empezó a mirar atrás, sin duda no tenía ganas de seguir con la escaramuza.

- ¡Conde, dele una garrotada a ese bastardo! - Sugirió la enana. - ¡No queremos que de la alarma! 

Cierto era que la incursión había sido muy rápida y eficaz. Tan solo el conde había recibido unos buenos arañazos en las piernas. Nada que él mismo no pudiera solucionar con un poco de magia. Lo realmente importante era que habían sido rápidos y letales y si no dejaban testigos, podían entrar en el templo de forma directa y sin contemplaciones y matar a todo piel verde viviente que se encontrara en el interior, utilizando el mismo sigilo que habían empleado hasta el momento.

El Conde alzó su ballesta pero, dolorido como estaba, no fue capaz de atinar con el virote en el trasgo

El fallo del conde en su intento por ensartar a ese condenado trasgo, fue desde luego un contratiempo con el que Dwama no contaba. Aquel ser se marchó de la vista de todos. Podían tratar de perseguirle, pero si salían corriendo o hacían más ruido, posiblemente alguien les oyera y perderían el factor sorpresa.

- Voto por adentrarnos en el templo. Ya, ahora... - Le bastaba con un leve asentimiento con la cabeza, para penetrar tras las puertas del templo y tratar de acabar con todo ser de malvado corazón que allí dentro habitara.

El gran trasgo, al evitar la muerte por muy poco opta por huir a la carrera.

Mientras huye observáis en él una gran sonrisa, sin duda está satisfecho con haber herido al gran hombre de la pesada armadura.

El explorador está a punto de atacar a la rata que intenta escapar pero se da cuenta del movimiento de la enana.

pero que cojones? dice estupefacto al observar como la enana pretendía entrar en el hormiguero sin pensarlo.

Perro! llamó a su compañero por si la enana cometía una locura de las suyas. Joder quería esperar a la siguiente guardia para matarlos y quitarnos más enemigos, pero tu siempre haces lo que quieres!! dijo a la enana.

- Oye... - Dijo la enana. - Qué estaba esperando a ver que opinabais los demás. - Respondió ella a la alarma que Chatrilon estaba causando entre el grupo. - Que si no lo veis... Nos marchamos...

No causo alarma, parecía que ibas a entrar al estilo suicida enano!... Bueno da igual, que hacemos? entramos ya o tenéis alguna estratagema en mente compañeros? La pregunta iba directamente hacía Godofrego y Jack, ya que de Dwama ya sabía la respuesta sin hacer la pregunta.

Mientras tanto el explorador se puso a rebuscar entre las cosas de los grandes trasgos caídos ahora que ya no podían defenderse.

-Aguardad, pues es menester que sane aquestas pútridas heridas-dijo justo antes de recitan un conjuro de curación en sí mismo

-No contemplo otra estrategia que no sea entrar y castigar a esas alimañas-respondió en tono decidido