Partida Rol por web

-Creo que la estrategia de atraérlos no ha funcionado Conde, sugiero realizar una retirada estratégica, reunirnos con el resto de nuestro grupo y pensar una estrategia de como intervenir. Sabemos cuantos son y lo que hacen, pero no sabemos como proceder.- Tras mis palabras me quedo un rato pensativo y tras ello vuelvo a hablar -Quizá si damos un rodeo encontremos otra manera de acceder al recinto sin que los vigilantes nos detecten.-

Dwama se dejó ver. Trataba de comunicarse con el otro grupo, con Jack y Godofredo. Les hizo señas clara para tratar de hacerles entender que debían replegarse. Esperaba que le entendieran, no era demasiado difícil, aunque el conde era de otro lugar y Jack... bueno no era demasiado espabilado. 

- Vamos... - Le dijo a Sheiland y justo después se encaminó a regresar al punto inicial donde habían debatido como asaltar el templo.

-Pardiez, más creo que tenéis razón, maese cuchillas.
Sin duda la estrategia había sido un fracaso, por lo que debían volver a reunirse para urdir un nuevo plan.
-Puede que dar un rodeo no sea tan loca idea, al fin y al cabo.Optó por dar la razón a su compañero

De pronto veis a Dwama haciéndoos gestos con los brazos y su Ugrosh. El Conde no entiende muy bien lo que dice la enana, pero Jack atiende a comprender que les indica que se repliegan al bosquejo donde se ha refugiado el explorador.

Tras media hora de arrastrados por la maleza para replegaros en dirección al bosque donde se escondía el explorador, os reunís los cuatro aventureros sin encontrar rastro de Chatrilon.

Tras unos minutos de tensión por si habían atrapado a vuestro explorador, pensando que hordas de trasgos os podían estar rodeando; escucháis ruido de pasos provenientes de la zona verde más cercana a la muralla, dónde se escondía Chatri.

-Ha sido sin duda la peor estrategia de asalto de una fortaleza que he visto en mi larga carrera de mercenario! Os dice el explorador haciendo aspavientos de incredulidad tras salir de unos setos.

He tenido que estar casi una hora esperando para saber si los trasgos os habían escuchado y llamaban a sus compañeros para perseguiros... Pero no! Por suerte no han oído los metalicos pasos del clérigo! Dice sentándose en el suelo fingiendo estar cansado.

Os dais cuenta que una banda de grandes trasgos especialistas en asaltar caravanas de comercio no son unos enemigos fáciles de engañar? En serio os creéis que dejarian su muralla para atacar a un perro que les ladraba? Habéis tenido suerte que no han alertado de ese suceso a su líder para que nos dieran caza!!!... En fin... Que brillante plan tenéis ahora?

-Quiza...- Digo yo confiado -Haya otra entrada al otro lado de la fortaleza, hemos visto que esta la muralla en bastante mal estado, quiza encontremos algun agujero en otro lugar por el cual escabullirnos sin ser vistos, creo que sera mejor opcion que entrar justo por delante de donde estan haciendo guardia.- Como bien dijo el explorador, no son meros trasgos movidos por la se de sangre, parece que saben lo que se hacen, no creo que sea muy buena idea lanzarnos de cabeza contra ellos, y menos si no sabeos que podria unirseles en la batalla desde dentro de las ruinas.

Chatrilon empezaba a ser bastante pedante. Acababa de sacar a relucir la veja costumbre de sus vecinos de querer ser más listo que el resto, pero aportando nulas ideas. Se lo dejaría pasar por esa vez, pues al fin y al cabo, había sido bastante útil hasta el momento, pero aquel comentario había mosqueado a la enana.

- Podemos esperar hasta la noche... - Dijo entonces la enana. - Esa escoria también debe dormir o cenar... - Se encogió de hombros.  Puede que durante las horas de oscuridad bajen la guardia. - Miró entonces a Jack. - Aunque tu idea es inteligente. - Carraspeó aclarándose la voz, dormir en el camino provocaba que cogiera frío a veces. - Porqué no vais los dos... - Dijo mirando a Jack y a Chatrilon. - Al fin y al cabo sois los más silenciosos...

-Sea como sea, aquesta situación empieza a resultarme harto cargante.-Dijo en tono disgustado.

-Como comprenderéis, no acostumbro a escabullirme por las sombras silenciosamente-dijo moviendo los brazos para provocar el repiqueteo de su armadura.-Más aquestos dos camaradas si parecen adecuados para aqueste menester... sea pues. decretó

Dwama, no te ofendas pero los grandes trasgos ven en la oscuridad tan bien como los enanos, todo lo contrario que nosotros dos, . Dijo apuntando simultáneamente al Conde y a él mismo. Ni el Hobbit! Es decir, que la mitad del grupo debería llevar antorchas o luchar a ciegas, cosa para la que no estoy preparado.

Mirando a Jack y pensando en su idea, asintió afirmativamente. Podemos ir a echar otro vistazo, quizás el Hobbit vea más que yo la anterior vez, o yo mismo repare en algo que no vi antes, tu ves por la derecha y yo por la izquierda y nos encontramos al otro lado del muro.

El explorador se levantó rápidamente y estiró la mano al Hobbit. Vayamos ahora mismo, quedan pocas horas de sol y rodear el Templo entero de manera sigilosa lleva mucho tiempo. Grupo, quedáis aquí, es buen sitio donde pasar la noche, hay maleza y escuchariais al enemigo antes de que se acercara.

El Hobbit asiente y ambos parten en distintas direcciones.

Empiezas a caminar alrededor de la muralla; salvo la puerta principal y el lateral, el resto de la estructura parece bastante indembe. Bajo tu opinión eso debe significar que durante la batalla las fuerzas del bien se centraron en destruir la entrada y un lateral por dónde entraron en tromba dentro del Templo, dejando el resto de la estructura bastante intacta.

Te mueves lentamente por entre las sombras, escondiéndote de raíz a raíz, de seto en seto, de rama en rama. Te vas parando cada cierto rato por el temor a ser descubierto, tratando de escuchar algo que te confirme que hay trasgos a la vista, pero por suerte son imaginaciones tuyas.

Empiezas a acelerar el paso puesto que aún no has llegado al fondo de la estructura y el sol está muy bajo,... Empiezas a sudar pensando en que si está tan bajo es que queda muy poco tiempo de luz diurna por lo que a ese ritmo no llegarás a donde quedaste con Chatrilon.

Tienes dos opciones, aligerar el paso para llegar a la zona donde puede estar Chatrilon, sin saber a ciencia cierta si lo encontrarás y con el peligro de hacer ruido y ser descubierto, o buscar un sitio donde hacer noche a resguardo de ojos indiscretos.

Las dos enanas y el clérigo se quedaron a solas esperando a que sus compañeros les encontraran un acceso alternativo desde donde atacar a las fuerzas del Templo sin ser previamente descubiertas.

Os encontráis a unos pocos centenares de pasos de la muralla, en zona boscosa, van pasando las horas y nadie aparece, ni Chatrilon ni Jack.

- No es que quiera ser aguafiestas, pero... - Hizo una conveniente pausa. - ¿No están tardando demasiado? - Preguntó la enana.

Dwama sabía que Jack era un joven bastante meticuloso cuando de lo proponía, pero tambien bastante insensato a veces y eso no había falta que se lo propusiera. La enana recordo aquella vez en el ducado de Parker, cuando estaban huyendo del dracorex y a Jack le dio por pararse a recoger la ballesta de Ruff a costa de casi perder la vida.

- Igual sería conveniente ir a por ellos... - Se rascó el mentón. - Pero no aún. Démosles un voto de confianza...

El conde estaba acomodado con la espalda apoyada en un árbol y con el casco inclinado cubriéndole los ojos y las manos cruzadas tras la nuca haciéndole de  cojín.

-Aquestos plebeyos son harto hábiles en sus menesteres, más yo no me preocuparía por ellos... estarán escondidos esperando el momento propicio para sus acciones.-dijo en tono sosegado.

- Razón tenéis, señor conde... - Respondió la enana. 

Dwama se recostó contra el tronco de un árbol imitando al clérigo. Era un buen momento para descansar. Jack y Chatrilon sabían cuidad de si mismos.

Como bien dijo Chatrilon, mi visión con poca luz será limitada y la de mis enemigos seguirá estando al máximo.

Estaba acostumbrado a andar durante la noche por calles y dentro de viviendas, pero almenos tenia la poca luz que daban las antorchas y velas; pero aqui, en medio de ningun lugar, con la unica y tenue luz que podría dar la luna si estuviera llena, sería un blanco facil para enemigos con vision nocturna, además de que no podia encender ningun tipo de iluminacion. Antes de que los ultimos rayos de luz se desvanecieran y me quedara a oscuras busqué algun lugar donde refugiarme, algun tronco hueco, algun recoveco entre algunas rocas, algo que me permitiera pasar la noche a resguardo de miradas indiscretas y que evitara ser emboscado.

Te empieza a entrar el pánico cuando te das cuenta que solo hay árboles secos, rocas puntiagudas y matojos, ninguna cueva, ni ningún tronco hueco dónde pasar la noche relativamente a resguardo,... Te va a tocar dormir al raso.

Te toca reposar en las faldas de un gran olmo al que es muy difícil escalar, pero por lo menos la anchura del tronco hace que, de presentarse enemigos, solo puedan venirte de frente.

Intentas aguantar despierto, pero estas cansado, por lo que decides usar ramas y hojas para esconderte de la vista de miradas furtivas.

Estás dormido, tienes frío, pero al menos estás bien escondido a vista de ojos indiscretos.

Tienes un sueño muy raro, ves pasar a trasgos, hombres encapuchados, una especie de hombre rana, docenas de hombres lagartos,... Todos en formación tras un encapuchado con capa ocre al que llaman el Campeón.

Ves tras de ellos hileras con cientos de soldados que casi se pierden en la lejanía, lo único que se ve es de dónde vienen, una montaña de la que sale humo y fuego por su parte superior... Te parece el infierno.

En el sueño escuchas también ladridos, gruñidos, pero no parecen de perro...

Un terrible dolor en la pierna te despierta súbitamente; a duras penas ves nada en la oscuridad de la noche. Sin duda algo te está mordiendo y tratando de arrastrar fuera de tu escondrijo de ramas y hojas.

Lupos! Te está atacando una jauría de al menos 5 o 6, y lo peor es que no los ves, solo sientes a uno mordiéndole y tratando de apresarte... De pronto te viene a la cabeza que las fieras nocturnas se guían por su olor y tú solo te has escondido bajo unas ramas.

La tarde pasa y oscurece, vuestros compañeros no han aparecido, hay dos opciones, han hecho noche rodeando el recinto amurallado o han sido hechos prisioneros o asesinados mientras hacían la batida.

Ahora os queda decidir que hacéis o como pasáis la noche, pensando vuestra cercanía a la muralla vigilada por el enemigo.

- Esto ya empieza a ser un poco extraño... - Dijo la enana. - Deberían ser de haberse reunido con nosotros hace mucho. Algo les ha sucedido. - La enana se mostraba preocupada. Jack y Chatrilion eran buenos en lo suyo. ¿Les habría traicionado Chatrilon? Si era así, nunca se lo perdonaría. - Vamos a ver qué ha sucedido. Rodeemos la muralla. - Sugirió y sin esperar respuesta del resto comenzó a recogerlo sus pertenencias para empezar a investigar.