Partida Rol por web

Acabad con ellos rápido, sino estaremos muertos - digo mientras golpeo con mis dos armas que pasan inofensivamente a través del cuerpo del fantasma

Roghar se adelanta para golpear al fantasma empuñando su poderosa espada pero tiene que esquivar al mago que se ha colocado delante de él para disparar sus proyectiles mágicos. Esta maniobra le hace perder un poco el equilibrio y su ataque falla irremediablemente.

 La gelatina comienza a moverse lenta, pero resueltamente hacia Vannael.

Rhuk entra en el barco como puedo y se pone a la vera de Roghar para atacar al espiritu.

Esquivo un brazo fantasmal rodando por debajo de él y asesto un tajo con mi hoja que podría haberle cercenado la extremidad. Sin embargo, mi acero pasa a través del ectoplasma sin causar el más mínimo daño.

Maldita sea! Odio a los No muertos!

 Los espectros siguen con sus ataques logrando uno de ellos tocar a Vannael, el cual comienza a sentir como su cuerpo se debilita por momentos.

Mi alma se contrae ante el simple roce de la garra del espectro, con un gruñido entre dientes vuelvo a la lucha, todo el tiempo que perdamos será peor para nosotros.

Rukh, amigo - digo mientras trato de golpear - Espero que tu Dios te otorgue dones para curar heridas en el alma.

Mis armas atraviesan por tres veces el cuerpo del espectro pero una de ellas encuentra resistencia hiriendo la materia de la que está hecho, tras los golpes doy un paso atrás alejandome del cieno. Ayudad a Erika, está sola contra uno

Roghar viendo que la situación se pone cada vez más peliaguda y que parece que sus compañeros tienen tan poco éxito como él mismo acude a ayudar a la joven Erika ya que todos los demás están intentando acabar con el otro ente.

- Odio a los espíritus estos, Rhuk ¿no hay una forma de eliminarlos?, de pequeño oí que algunos clérigos pueden expulsar al mal

 La gelatina vuelve a moverse siguiendo lenta, pero resueltamente a Vannael.

Ahora que cuento con la ayuda de Roghar me encuentro algo mas confiada pero de nuevo mi estocada vuelve a atravesar a mi rival sin causarle ningun efecto.

Mierda de no muertos.

Los odio!

los odio!

los odio!

Rhuk se acerca al espectro mas cercano y mientras por lo bajo recita unas plegarias intenta ensartarlo con su espada.

Rhuk, ¿No puedes expulsarlos? grito cuando veo que no consigo acertar ni una.

El mago comienza a murmurar unas palabras y de sus manos surge un ligero rayo que lanza hacia la gelatina.

 Los incorpóreos siguen atacando, intentando sesgar la vida de los mortales. Sin embargo, sus ataques no logran impactar en sus objetivos.

Me desplazo de nuevo hasta quedar al lado del espectro y vuelvo a golpearle, con un ojo puesto en la gelatina que se desliza hasta nosotros.

Solkar, maldita sea, acaba con la gelatina, nosotros o la dividiremos o dañaremos nuestras armas

Roghat vuelve a insistir al monje:

- Rhuk, no estaría de más que mirases de dañar a estos seres con tu poder, nuestras armas les resbalan - dice el grandullón mientras vuelve a intentar pegar un tajo con su espada al ente incorporeo que tiene delante