Partida Rol por web

Las cuerdas te apretaban, y la sensación de levitar no ayudaba a que te sintieras mejor. Es como si fueras un muñeco de tela sin voluntad ni control sobre su destino. Pero aun así, había una cierta delicadeza en el trato de tu captor que no te encajaba con el modus operandi de Rebecca y sus secuaces.

- ¿Tu madre? ¿Quién es tu madre?

Había dejado de forcejear contra las cuerdas que le laceraban la piel, había dejado de moverse, concentrándose en sus sentidos. ¿Escucharía los pasos de Isaac al acercarse? Tenía que estar pendiente por si era necesario dejar caer los polvos de oscuridad y ayudarle. Porque iría a por ella, ¿verdad? Una parte de sí, la que no se dejaba convencer de que no fuera a pasarle nada malo, pensó que con su arriesgada declaración quizás el chico había salido huyendo a la que la había perdido de vista. Pero no sería tan cobarde, ¿verdad?

Era de Ravenclaw, le dijo una vocecilla amarga. Cierto. Vinny tampoco era una valiente. Podía ser irreflexiva si hacía falta como en aquella ocasión pero no valiente.

Una voz masculina cortó el silencio en el que su paranoia había empezado a florecer, llenándola de extrañeza y desasosiego. ¿Cómo que quién era su madre? ¿Significaba eso que no estaba ahí?

- ¿Cómo que quién es? - la voz de una buena hija hubiera estado teñida de desesperación pero en la suya sólo podía apreciarse una vaga inquietud -. Silvana Blair. Está aquí. Tiene que estar aquí - guardó silencio durante un momento antes de gruñir -. Quítame la puta capucha.

Busqué la mirada de Ethan mientras este la rehuía, pasándome una mano por la nuca con expresión agobiada cuando descubrí el porque de su actitud. ¿Cómo que no sabía nada de Andrea?, ¡Greg había dicho que lo había conseguido, que estaba bien!. Desvié la mirada por un segundo hacia la extraña pareja que tenía más adelante y apreté la mandíbula.

- No, nos separamos. Ya te lo he dicho, era una trampa. En cuanto llegamos al ministerio nos llevaron directamente a un sótano, un zulo que no estaba preparado para nosotras, sino para Lily. Conseguimos escapar pero nos separamos para evitar que nos siguieran. Se suponía que íbamos a encontrarnos en el aeropuerto, pero las cosas se complicaron. - Me quedé callada un instante mientras le observaba con el ceño ligeramente fruncido, como si evaluara alguna cosa. - Encontré a esos chicos, Weasley y Jackson, y los traje conmigo. - aclaré, tomándome un momento para estudiar su reacción.

Se tratara de quien se tratara, tu respuesta hizo que el raptor se parara en seco. Fue apenas un par de segundos, porque no tardó en obligarte a andar de nuevo, esta vez con mucha más fuerza y celeridad. Como si hubiera cambiado sus planes y, en esta ocasión, si te estuviera llevando a un destino en concreto.

Por tu parte, ni pasos de Isaac, ni voces ni señales que pudieran indicarte que estaba pasando. Al menos habías empezado a subir unas escaleras y tenías claro que seguías en esa extraña casa. Volvisteis a parar, en esta ocasión para abrir una pesada puerta que chirrió con un gran estruendo. Fue entonces cuando algo cambió. El aire se hizo algo menos espeso, un murmullo de voces empezó a llegar a tus oídos y, si no fuera imposible, un haz de luz iluminaba tu alrededor.

Estabas a punto de llegar allí donde fueras, donde estaban esas voces desconocidas que no tardarián en ir acompañadas de un nombre o una cara. El silencio que se cernió a tu alrededor te provocó un escalofrío. Nunca te había gustado tal atención, y menos si ni siquiera eras capaz de saber quien era tu inesperada audiencia. Aunque no tardaste en saberlo. Con más brusquedad de la necesaria, la voz te retiró la capucha, rompiendo de golpe todos tus esquemas. A tu alrededor, colocados en semi-círculo, gran parte de los mandatarios supervivientes del ataque al Ministerio. Mencia Vaionali, Biger Evens, Erik y Valentin Grey, Lily Reedmon, Cassandra y Ayrton Black, y las tres figuras que tanto habías esperado encontrar. Constantine, Silvana y Romy Blair.
 

- Vale - continuó, asintiendo con la cabeza. - Se habrá ido a algún otro lado, quizá esté en San Mungo. - Se pasó una mano por la cabeza, con cierto cansancio. - No estamos en las mejores circustancias para tenernos controlados.

Tus siguientes palabras obtuvieron cierta respuesta, haciendo que sus ojos se abrieran en un ligero espasmo y buscara los tuyos con una avida mirada.

- ¿Te han dicho algo? - De nuevo, una de esas preguntas tan amplias y poco apropiadas. - ¿Tienes alguna idea de lo que está pasando con ellos? - En esta ocasión, su mirada se fue hacia Erika Rouvin. No te quedó del todo claro que fuera capaz de reconocer a Greg. - Quizá vaya siendo hora de actuar.

Escuchar a Ryan pronunciar aquella frase me hizo sentir un escalofrio de puro terror. No era el unico que habia dado vueltas a aquel sueño, aquel mismo sueño que debia tener un significado que no alcanzabamos a comprender. Pero el caso era que, inexorablemente, uno a uno, todos los presentes en aquel sueño iban cayendo a manos de Rebecca o de quien quiera que estuviera perpetrando los asesinatos en su nombre.

Le dedique una mirada cargada de significado, al tiempo que notaba la mano de Arianna acariciar mi brazo, en un reconfortante gesto- Estoy cansado de esto. fue mi respuesta mientras la miraba durante unos segundos, en un gesto de agradecimiento, antes de volver a escuchar sus preguntas.

-Lo cierto es que no, no sospechaba de el... Hasta que supimos que habia sido el quien las habia sacado de alli, de una forma tan "conveniente".  Aunque Ryan tiene razon... tambien habia llegado a la conclusion de que debia haber al menos un topo... De hecho, habia pensado en realizar algun tipo de campaña de desinformacion, para saber donde estaba la grieta. Lanzar alguna liebre, para ver qué perro iba tras ella, no se si me explico... - les dije a ambos, haciendo el amago de sacar un cigarro, aunque me detuve a medio gesto, rozando mis dedos de forma nerviosa, aunque aguantando el mono.

-Nosotros tambien sospechamos de Isaac, sobre todo despues de saber que es el sujeto dos. De Kate si te digo la verdad ni lo habia pensado... Supuse que estaría demasiado preocupada pavoneandose delante de cualquiera como para pensar en esas cosas... Pero la cuestion es... ¿Quien mas está metido en esto?

Entonces Ari lanzo su pregunta sobre Rouvin, justo antes de que Ryan comenzara con su relato.

-Al parecer, fue Rouvin quien fue hasta Bulgaria siguiendo la pista de lo sucedido con los asesinatos hace algun tiempo. Y, segun nos conto Andelin, fue ella quien dio con alguna especie de laboratorios clandestinos en los que habia listas. Listas con nombres de familias mágicas bastante conocidas. Como las vuestras...- dije, mirando entonces a Ryan- Hace un rato estuve hablando con ella, y aunque no pude preguntarle mucho, llego a decirme que los laboratorios están en Sofia y que ni se nos ocurriera ir solos. Que esta noche habria una reunion en Las Tres Escobas y mañana partiriamos juntos hacia alli. Que no ir con alguien seria un suicidio. - les explique entonces, hasta donde yo alcanzaba a saber- Creo que Rouvin debe saber mucho mas. Quizas esta noche pueda ser un buen momento para hablar con ella... Al menos no le parecio descabellado pensar que Isabella y Sarah podrian estar ahora con Clarks. - añadi, contandoles mi teoria, guardando silencio acto seguido, cuando Ryan conto su experiencia.

Me pase una mano por la nuca, nervioso, mientras Ryan hablaba, consciente entonces de lo que habia supuesto para ellos aquel viaje, del peligro al que habian estado expuestos. Y aprete los labios, en una mueca de rabia e impotencia cuando Jackson conto como lo habian torturado, lo que le habian hecho en aquel lugar. Y fue solo cuando llego al final, a aquella parte en la que lanzo sus preguntas cuando volvi a hablar, intentando contestar lo que al menos yo sabia.

-Hice esa misma pregunta a mi padre antes de que muriera. Vinny y yo fuimos a verle. Teniais que haber visto su cara cuando le preguntamos por los campamentos... ¡No tenia ni idea! Según el, estaban al tanto de lo sucedido hace diez años en Bulgaria y la idea del acercamiento muggle surgio como una forma de encontrar respaldo y ayuda contra el enemigo, segun el un grupo terrorista organizado que lleva siendo responsable de desapariciones y muertes desde hace mas de una década.

Segun mi padre, él y tu padre - mire entonces a Ari, con gesto grave-Fueron enviados a Bulgaria en su momento porque el Ministerio Búlgaro les pidio ayuda, como parte de una comision o algo asi, para intentar frenar el problema. Entonces recibio el aviso del Ministerio y tuvo que irse, sin que pudiera contarnos nada mas, aparte de que no sabia nada sobre Rebecca y que según él Clarks estaba bien muerto.  Y teniais que haber visto su rostro... No parecia estar mintiendo... Aun asi... - dije, buscando en mi bolsillo, sacando aquel pequeño micro que habiamos comprado, junto con el dichoso amuleto- Isaac y yo fuimos a comprar esto. Planeabamos colocar uno en su despacho...- dije, tragando saliva entonces, mientras mi mente evocaba la imagen del cadáver de mi padre, provocandome un profundo aguijonazo- Aunque supongo que ahora podemos darle otro uso, si hay alguien de quien sospechemos. - añadi, intentando que no se notara aque ligero quiebre en mi voz, carraspeando ligeramente.

Y justo cuando iba a guardar silencio, llego el susurro de Ari. Un susurro que me hizo negar de inmediato, nada mas escuchar que Ryan y yo no debiamos ir. Hasta que llego a la parte del porqué- ¿Que? ¿Que Rebecca nos quiere matar? ¿A nosotros? ¿Por que? Vale, lo de Ryan podria entenderlo -no te lo tomes a mal, pero al menos es tu ex- ¿Pero yo? Si ni siquiera tenia una gran relacion con ella... - dije, negando, sin entender a dónde queria llegar.- En cualquier caso ya te digo que no pienso quedarme aqui. Ya me he quedado una vez y, sintiendolo mucho, no pienso volver a dejaros ir solo. A ninguno de los dos. - dije, lleno de determinacion, señalandolos alternativamente. -Asi que si quereis vamos a descansar un rato, y luego vamos a una reunion, porque hagamos lo que hagamos, vamos a hacerlo juntos. - añadi, sin estar dispuesto a dar mi brazo a torcer en ese punto.

No quería caer en la desesperanza pero en el fondo pensaba que si Isaac estuviera allí ya hubiera actuado. Además la falta de respuesta de su captor no ayudaba precisamente porque no sabía por dónde iban los tiros. ¿Sus palabras le habían sentado mal o habían despertado algo en él? Estaba claro que no le habían dejado indiferente porque hasta ella había podido notar cómo se detenían. Sin embargo era la única reacción aparente.

Las puntas de sus pies chocaron contra algo, claro indicativo de que estaban subiendo. En un momento de pánico empezó a sentir que algo horrible la aguardaba al final de aquella escalera y sus pasos se volvieron más torpes. ¿Qué sucedería si allí había un traslador que la llevaba a algún sitio lejano? Había recuperado el anillo y aquello serviría de algo siempre y cuando Isaac quisiera encontrarla.

Ante sí, una puerta se abrió, revelando un murmullo de voces. Tragó saliva. Aquello empezaba a parecerle un juicio del Wizengamot. Ojalá callaran. Ojalá entendiera lo que decían. Y de repente como si hubiera verbalizado sus pensamientos se sumieron en un silencio sepulcral. Intentó erguirse, a sabiendas de que era el foco de atención de varios pares de ojos, pero las cuerdas no la ayudaron a presentar un aspecto más digno.

Fue entonces cuando le quitó la capucha, cegándola momentáneamente por el cambio brusco de luminosidad en el ambiente. Tuvo que parpadear varias veces, odiando el aspecto de palurda que debía presentar, hasta que sus ojos se adaptaron lo suficiente para mostrarle un reguero de rostros conocidos.

Su expresión se endureció. Mencia había estado hacía nada en el hospital pero ahora estaba allí escondida. Su abuela, su padre, teóricamente estaban en el Ministerio, su madre bajo imperius, los Black deberían estar llorando a su hija muerta o buscando a su hija viva y su captor, nada más y nada menos que Jerald Carrow, la conocía desde pequeña por ser amigo de la familia y ahora resultaba que ni la reconocía.

Decir que aquello era raro no llegaba a abarcar una ínfima parte de lo que en verdad era.

- ¿Qué está pasando aquí? - preguntó muy despacio, quieta, rígida, paseando la mirada por todos aquellos rostros hasta detenerse en el de su madre.

Fingir que estaba cómoda con la situación estaba de más. Fingir que no sospechaba nada también estaba de más. Y fingir tranquilidad era tarea imposible cuando su cuerpo, aún atado, expresaba la actitud beligerante de quién está perdiendo la paciencia.

Negué con la cabeza - Solo estaban en el lugar inapropiado en el momento más inoportuno - respondí siguiendo la dirección de su mirada hacia el lugar en el que Erika y Greg continuaban hablando. - ¿Sabes quien es? - Pregunté cabeceando discretamente en dirección al hombre. 

No dije nada más sobre Andrea, aunque la excusa de San Mungo no me había convencido en absoluto. 

La mirada de desconcierto que le dirige a Ryan ante aquellas palabras que parecen sacadas de un cuento demandan alguna clase de explicación. A veces, intentar entender algo del lenguaje propio que parecían tener esos dos era difícil. Además, las palabras de aquella especie de sonatina parecían estar cargadas de importancia y necesitaba ser partícipe de su significado. 

En lugar de ofrecer una mejor explicación, Ryan hace lo que la pelirroja sabía que iba a hacer: rechazar el quedarse en Londres.- Como quieras.- Que no se diga que no os he advertido.- Entonces Liam expone también su negativa, acompañada de una serie de preguntas. - No tiene que ver con lo que le hayáis hecho a ella directamente, sino de forma indirecta. Piensa en su hermano. ¿lo conocías?- ¿En qué circunstancias?

- La célula terrorista de la que te hablaron existe. Rebecca es parte de ella. Por lo visto, se la llevaron a Bulgaria para que se convirtiera en asesina profesional. - le aclara a Liam. Le alivia saber que los motivos de sus padres no eran parte de un gran y malvado plan. Parecían motivos nobles. Se alegraba de poder recordar a su padre como una buena persona, que se había arriesgado para salvar lo que defendía. - Podría llamar a mi madre. Quizás mi padre le contó algo más. - añade, pensativa. No estaba segura de querer oír la voz de su madre en ese momento.- Respecto a lo de la información falsa, quizás podríamos lanzarla en la reunión de esta noche. Si Grey es uno de ellos, formaba parte de el grupo con el que nos vamos a encontrar. Quizás el segundo topo también esté presente. ¿Qué podríamos decirles que no fuese cierto?

- ¿Experimentaría Clarks con su propia hija?- aquella se trataba más bien de una pregunta retórica pues a un hombre que se había hecho pasar por muerto tantos años no podía importarle mucho lo que le pudiera pasar a su propia hija. Incluso aunque aquello ocurriese bajo sus propias manos. 

Ethan asintió en silencio tras tus palabras, como si estuviera reflexionando hasta qué punto se había encontrado alguna vez en esa situación.

- ¿Él? - preguntó con tono de curiosidad y mirando hacia Greg. - Ni idea, pero debe ser alguien importante... o valioso. Erika ha estado de los nervios hasta enterarse de que había llegado.

Se encogió de hombros, quitándole hiero al asunto. Nunca se metía en los asuntos de Ruovin. Se notaba tan a la legua lo coladito que estaba por ella...

- Tengo que dejarte, hay demasiado trabajo que hacer. Cuídate, ¿vale? - la mano apretó tu hombro justo en el momento en el que Erika y Greg daban por zanjada su conversación. Ethan se había marchado y ellos se habían separado apenas un metro. Debías decidir qué hacer.

Había tantas miradas severas sobre ti, que te costó darte cuenta de que Isaac también estaba allí. Resultaba curioso que no lo hubieras hecho antes, porque su rostro rompía por completo la tónica general. Todo el desconcierto, bloqueo y desconfianza que sentías estaba reflejado en su cara. Estaba en un segundo plano, detrás de Vaionalli y Black. Cerca de la ventana por la que debía haber conseguido entrar.

- Eso me gustaría saber a mi.

Habías visto muy pocas veces a tu padre así de serio. Por norma general, todas ellas tenía que ver con algo relacionado con el Ministerio, tu abuela o tu 'querido' hermano. Había dado un par de pasos, colocándose en primera línea. Nadie más se movió.

- ¿Qué estáis haciendo aquí, Vinny?

No te pasaba desapercibida la actitud de tu madre. Seria y serena, con ese brillo de preocupación tan característico que sólo se detectaba cuando la conocías muy bien. Ni rastro de la farsante que habías encontrado apenas una hora atrás. Había cierta familiaridad en la situación, hasta que la voz de Biger Evens se hizo sonar.

- Más vale que empecéis a hablar, chavales. No estamos para tonterías.

- Si, yo también voy a ver donde puedo echar una mano y eh... - desvié la mirada por un segundo a la mano que me apretaba el hombro antes de volver a alzarla hasta él, esbozando una diminuta sonrisa amistosa - Tu también, cuídate. - Añadí con suavidad antes de que se marchara.

Tras ello, esperé a que el chico doblara la esquina para resguardarme sigilosamente entre las sombras. Por supuesto, no pensaba ir a ninguna parte hasta descubrir que cojones estaba haciendo Greg. Esperaría a que Erika se marchara y después aprovecharía para abordarle sin miramientos.

Y así hizo, y así hiciste tú. Cuando Erika había alcanzado una distancia suficiente, te plantaste delante de Greg, mano en cadera y con esa mirada de pregunta-reproche que, según te aseguraba el hombre, habías tenido desde tu más tierna infancia.

Te miraba en silencio, espectante. Ibas a empezar a hablar, hasta que hizo un pequeño gesto con su cabeza. Te guió hasta una zona más privada, donde podríais hablar con tranquilidad. Era el turno para resolver todas tus dudas.

En otras circunstancias se hubiera sentido una rastrera por permitir que la desconfianza sobre Isaac se cerniera entorno a ella pero la verdad es que bajo su punto de vista, los motivos no le faltaban así que se limitó a dirigirle una somera mirada antes de centrarse en los demás, que al parecer estaban indignados con su presencia ahí.

Cerró un momento los ojos cuando su vista se detuvo sobre Constantine. Empezaba a sentir que odiaba a su familia. Ya no era una sensación de desesperanza sino que había ido evolucionando a traición a causa del desengaño. Que encima lo único que se les ocurriera era reprocharle que se preocupara por ellos cuando había habido un ataque era el colmo.

- No sois difíciles de encontrar - si fuera su hermano, habría hablado con indiferencia teñida de un ligero desdén pero en su caso había una abierta hostilidad -. Una lechuza con el nombre de mi madre y en una hora estaba aquí - su mirada barrió la sala con una abierta crítica: miembros de los más altos cargos del Ministerio ocultos y habían sido encontrados por una adolescente. Era normal que el país se estuviera desmoronando bajo su mandato -. Teniendo en cuenta que la última vez que me encontré contigo - una mirada a su madre, dura -, parecías bajo los claros efectos de una imperius mi primer pensamiento ha sido que estabas en peligro y que debía rescatarte - guardó un instante de silencio. Qué tranquilizador resultaba que los altos cargos del Ministerio se ocultaran para salvar sus pellejos cuando las cosas se ponían feas -. ¿Me vais a desatar o qué?

Aún estaba sopesando si seguir yéndose de la lengua sería peligroso para la seguridad de modo que estaba intentando que hablaran por sí mismos al decir pequeñas cosas.

- Estás muy verde en este tema, Liam. - Le contesté cuando hizo mención de hacer una campaña de desinformación. Soltar una liebre "así" no funcionaba exactamente como había dicho. Debía haber leido demasiados libros muggles, seguro. - Hacer eso no nos serviría de nada, en primer lugar por que no controlamos ni tenemos delimitado el grupo de control, después porque no tenemos forma de comprobar quien va a por la liebre y por último, ya somos suficiente sospechosos de practicamente todo como para cabrear con alguna estupidez a los pocos aliados que nos quedan. Hay formas más.... sutiles. - Me llevé la mano al costado, apretando los dientes ante la punzada de dolor.

- Sabemos el nombre de la puta niñata. La de las tres escobas que estaba con Jason, y la utilizaremos para ver si el topo esta allí. Cuando diga "Pero contamos con una ayuda inesperada" debeís prestar especial atención a la reacción de los presentes. Entonces diré "Jeanine nos enviará información sobre Rebecca" En ese momento podremos ver quien sabe de lo que estoy hablando y quien no. - Ya me ocupariá después de desmentir o explicar el porque de todo aquello.

- ¿Isaac es el sujeto dos? - Eso me tranquilizaba. Aunque después de saber que era Rebecca, no pude evitar fruncir el ceño. - Si es Isaac el sujeto dos... Tiene alguna "capacidad mental". ¿Verdad? - Miré a Liam, sin dejar de fruncir el ceño.

- Sobre el otro topo, no puedo evitar sospechar de Rouvin tanto como de Grey. Sabe más de lo que dice, no colabora precisamente, siempre parece ir un paso por delante, ha estado en el colegio... Y cuando practicó legeremancia no consiguió encontrar nada de mi pasado, siendo la mejor en ese campo. Un poco extraño todo. - Todo aquello llevaba tiempo destrozandome. No pude aguantarlo más, y acabé por llevar la mano al bolsillo, sacando el paquete de cigarrillos. No me dio tiempo a encenderlo cuando Arianna contestó a la pregunta del motivo de Rebecca para matarle, hizo que saltara como un resorte.

- Ni se te ocurra contestar a esa pregunta, paleto. Te matará. - La respuesta totalmente automática hizo que clavaral a mirada en Liam, dejando caer el paquete al suelo cuando solo tenía uno de los cigarros en la mano. - Lo juraste. - Le recordé, endureciendo la mirada. Posiblemente, acabara de salvarle la vida -otra vez- y no fuera consciente de ello.

- No sé si Clarks investigaría con su propia hija. No creo que tuviera remordimientos en hacerlo, si me preguntas mi opinión. Pero no dejaré que investigue con Sarah, y aun menos con Isabella. -

-Muchisimo. A mi aun no me han acusado de atentar contra un ministerio...- dije, con cierto humor a pesar de la situacion, recordando lo que nos habian dicho sobre ellos y lo que Bulgaria creia. Entonces Ryan relato su plan y acabe por asentir. Obviamente, nadie sabia quien era esa pequeña cabrona... Excepto alguien que estuviera involucrado. Sin duda, aquella era una buena idea- Vale, Jackson, tienes estilo, lo reconozco. Me parece un buen plan. Andaremos atentos a posibles reacciones. - añadi, asintiendo, dando el visto bueno a su idea.

Entonces pregunto por Isaac y volvi a asentir, sin recordar si Vinny les habia dicho o no algo en nuestra conversacion a través del espejo- Si, claro que tiene poderes. Es capaz de mover cosas con la mente. Yo mismo vi como elevaba mi paquete de tabaco. - dije, haciendo un gesto con la mano, que imitaba la forma en la que habia flotado el paquete. -Aunque supongo por tu pregunta que sabeis quien es el sujeto numero 1, ¿verdad? ¿Es Rebecca? - pregunte,declarando nuestras pesquisas, aquello a lo que habiamos dado tantas vueltas mientras esperabamos.

Y volvi a asentir, una tercera vez, cuando hablo del topo- Yo tampoco me fio de Rouvin. La hija de puta sabia muchas cosas que se ha estado callando. Y tanto pasotismo y tanta pasividad me mosquean. No han hecho nada, chicos, absolutamente nada. Han dejado morir a todo el mundo por su falta de actividad, por su inaccion. Y creo que prefiero pensar que esa mujer es el topo a suponer que simplemente es asi de imbecil. Porque, si no esta implicada, no entiendo por qué nos ha ocultado toda esa informacion. - dije, negando, mientras rozaba los dedos de mi mano con cierta ansiedad que pretendia ocultar.

Y estaba a punto de hablarles de Vinny, de lo que habia sucedido en su familia cuando, de repente, Ari me sorprendio con aquella pregunta. ¿Que si conocia al hermano de Rebecca? ¿Que le habia hecho algo? -¿Que herm...?  - no llegue a terminar la pregunta. Estaba a punto de hacerlo, de decir que no sabia siquiera que Rebecca tuviera un hermano cuando las palabras de Ryan cayeron sobre mi como un enorme mazazo. El rostro se me descompuso, y palideci, notando una enorme quemazon en mi muñeca que me obligo a doblarme ligeramente, agarrandola con mi mano metálica.

Sabia perfectamente qué quería decir Ryan con aquella frase. "Te matará". Sabia a quien se referia tambien. Una relacion que, sin duda, no habia sido capaz de establecer hasta entonces. Una relacion que desconocia por completo, en la que no habia caido hasta aquel preciso instante.

Y entonces, aquel flash, volvio a mi mente, taladrándome las sienes, haciendo que, de repente, mi estómago se revolviera, sintiendo incluso ganas de vomitar.

-No. - dije, negando, con el rostro totalmente desencajado- Y una mierda, Ryan. No. No puede ser... ¿Toda esta mierda es por eso?  dije, absolutamente incredulo, mostrando a ambos mi muñeca, como si aquello lo explicara todo, como si Ari no necesitara mas que eso para saber, por experiencia propia que no podia decir mas. No, si queria seguir con vida.

Escuche entonces a Ari y a Ryan de fondo, hablando de Clarks, mientras yo mismo retrocedia, apoyandome en la pared, como si me hubieran flaqueado las fuerzas durante unos segundos. Y las ganas de fumar volvieron, mucho mayores que hasta entonces. EL cigarro en dedos de Ryan, aquella tension, la situacion.... Lo necesitaba. Sin embargo, no podia hacerlo. Me habia prometido que no lo haria, al menos mientras ella estuviera presente.

-Ya lo ha hecho. - dije, sin mirarlos entonces, aun con aquel aire confuso, y con mi mente dando vueltas sin parar, intentando no perder aquel hilo- Recordad lo que dijo Scott. Que necesitaba a Sarah. Que queria sus pensamientos. - dije, incorporandome repentinamente, cogiendo aire, mientras Ryan pronunciaba aquella ultima frase- Yo tampoco pienso dejar que les haga daño. - dije, asintiendo, dando a entender que podia contar conmigo- Y si no es con ellos, sera a pesar de ellos. - añadi, dejando claro que si no me gustaba lo que oia en aquella reunion, iria por mi cuenta igualmente.

- Puede funcionar. Hagámoslo.- Había que reconocer que jugar con el nombre de la chiquilla era una buena idea, siempre y cuando el resto no supiesen ya su nombre. No podían estar seguros de que fueran los únicos de entre los buenos que disponían de esa información. Y desvelar que lo conocían podía conllevar reacciones tanto del topo como de muchos otros de los asistentes a la reunión. Aún con todo, valía la pena intentarlo. 

Por lo que parecía Isaac había demostrado tener poderes, de naturaleza similar a los que la propia Rebecca había empleado sobre ella.- ¿Has oído hablar de la legeremancia? Es una maestra. - contesta a la pregunta de Liam sobre os poderes de su excompañera de casa. 

Cuando ambos exponen sus sospechas, Arianna no puede más que asentir. Sí. A ella todo ese juego del tira y afloja que parece traerse entre manos la mujer no le termina de convencer. - Esperemos que no sea ella. Parece que actúa como líder del grupo con el que nos vamos a reunir. Si es el topo ha podido estar conduciéndoles a pistas falsas durante mucho tiempo. Puede que mucho de lo que nos hayan contado a nosotros no sea siquiera cierto. 

Y entonces llega la pregunta ardiente. La rápida reacción de Ryan le confirma que es cierto. Y la muñeca de Liam, donde puede ver la marca de ese primer juramento del que ella no formó parte, termina de reforzar esa sospecha. Vuelve ligeramente la cara para que los chicos no puedan ver la tristeza que se ha adueñado de sus ojos. Sin embargo la reacción del exgryffindor supone un pequeño alivio. Ellos no lo sabían. Al menos, él no lo sabía. 

Entonces, la conversación se mueve hacia terreno menos peligroso, aunque no por ello más agradable. 

- Tienes razón. Ya lo hizo. - Tristemente, aquel hombre no parecía tener ningún reparo en experimentar con su propia hija.- Yo tampoco tengo ninguna intención de dejar que lo repita.- sus palabras son reflejo de su decisión de impedir a toda costa que le pase nada malo a Sarah. Ni a Isabella. 

Seguí a Greg hasta lo que hacía unas horas había sido un archivero y tras cercionarme de que realmente estábamos solos, me crucé de brazos frente a él, tomándome un tiempo para estudiar al hombre con el ceño fruncido y expresión evaluadora. 

- Quien eres y para quien trabajas. - Empecé directa como un puñal, sin ningún tipo de tapujo. Puede que por dentro sintiera hervir las entrañas en magma, pero por fuera mantenía el aura inamovible de un peñasco, árido, rígido y de afiladas aristas. Me sentía traicionada y utilizada y aunque me obligué a mantener la cabeza fría, no me molesté en disimular que había perdido la confianza. Si algo tenía claro era que él tampoco confiaba en mí, es más tenía la sensación de que en ningún momento lo había hecho.

Mueve cosas con la mente. - Ella, Rebecca, puede leer la mente. Telépata en el amplio sentido Muggle de la palabra. - Acorté la explicación por lo sano, dejandolo lo más claro posible sin necesidad de una larga lista de posibilidades o habilidades. Así lo habíamos resumido con Sonnia, y así era lo correcto.

- Si es Rouvin el problema es mayúsculo. Pero tendría sentido... Pensadlo así, desde esa posición a podido controlar que información da a saber y que información no. Sea como sea lo descubriremos esta noche en esa reunión. - Allí se zanjó aquel tema. Habría que destapar las cartas y ver la cara de poker de los presentes.

- La tortura física no fue la peor parte, Liam. - Contesté cuando preguntó sobre si todo aquello era por "eso" - Me vi arrastrado allí una y otra vez para que viera. Para que comprendiera. Para torturarme por nuestros pecados.  - Mis palabras estaban cargadas de amargura, cerrando los ojos para lanzar un largo suspiro. - Debemos parar esto, es nuestra obligación. -

Sentado, apoyado en la pared, me dediqué solo un segundo al puro placer del descanso, solo para sentir una punzada de dolor, de culpabilidad. Mientras yo estaba allí sentado, descansando, Isabella podía estar en peligro. O más bien, estaba en peligro.

- No tenemos tiempo que perder. Tenemos que pertrecharnos con todo lo que podamos necesitar para ir a Bulgaria. Y aunque pueda sonar raro en mi, no escatimaré en ningún tipo de recurso, la vida de Isabella esta en peligro y no repararé en medios. Necesitamos unos teléfonos móviles de esos. Y armas muggles. ¿Es muy dificil conseguir Granadas? - Miré a los dos sangre sucia, que ellos debían estar más al día de esos temas.

-Leer la mente. Cojonudo. - dije, ante la explicacion de ambos, haciendome una idea mental de lo que podia suponer aquello- Vale, pues tenemos a uno que mueve cosas y a la otra que lee la mente. Ahora la cuestion es... ¿Hay alguien mas? ¿O son ellos los unicos? Y, sobre todo, tenemos que sopesar qué hacer con Isaac. ¿Que pasa si se "activa"? ¿Podemos confiar en el? - pregunte, casi de forma retorica. Hacia meses que aquella pregunta ya habia sido contestada en mi mente. No. Claro que no. Ni me gustaba Isaac ni me fiaba de el, por mucho que hubiera parecido colaborar con nosotros en las ultimas horas.

Asenti entonces ante la explicacion y posterior conclusion de Ryan sobre Rouvin. Llevaba razon. Aquella noche saldriamos de dudas... Y entonces, actuariamos en consecuencia. Al menos sabriamos ya a qué atenernos.

Pero entonces, cuando iba a dar tambien por zanjado aquel tema, Ryan hablo sobre el otro "asunto". El mismo asunto que podia llevarnos a la tumba. Y no pude evitar dibujar una mueca de solidario horror cuando hablo de lo que habia experimentado, cuando me conto qué era lo que habia hecho con el- Pero nosotros no lo sabiamos. No podiamos saberlo, Ryan... No queriamos. - dije, negando, encontrando en todo aquello algo que no terminaba de cuadrarme- Pero entonces, si esto es por nosotros, si quiere que paguemos... ¿por que no se ha dirigido a mi en todo este tiempo? Ni notas, ni anonimos, ni ataques directos. ¿Por que? - pregunte entonces, mirandolos alternativamente, midiendo muy bien cada una de mis palabras, para no decir nada que pudiera acabar desencadenando mi propia muerte.

Y volvi a asentir una ultima vez, cuando hablo de pertrecharnos, sonriendo ligeramente cuando hablo de "moviles de esos"- Eso no sera dificil... Ademas, despues de lo de mi padre, seguro que a mi madre no le importa que gastemos algo de dinero... Vayamos a la ciudad. Alli podemos conseguir practicamente de todo... Aunque el tema de las granadas...- dije, mirandolo con incredulidad, alzando una ceja ante la proposicion- Ryan... no es tan sencillo como ir a la tienda y pedir "unas granadas".... Es ilegal... Aunque...- una sonrisilla se dibujo en mis labios, y de repente vi la luz en mi mente. Claro. Esa era la solucion- Vamos a mi casa. Alli podremos coger lo que necesitemos que tengamos y podremos buscar en Google como hacer un coctel Molotov. No es una granada, pero explotará igualmente, y eso si se puede hacer en casa.... - dije, mirando a Ari y Ryan, sin saber si alguno tendria idea de qué les estaba hablando. -Y luego iremos de compras. - acabe por concluir, resuelto. No, claro que no iba a permitir que esa zorra se saliera con la suya. Ryan llevaba razon: habia que parar aquello.