Partida Rol por web

Retorno

Capítulo 13. Si vis pacem, para bellum

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30/01/2016, 15:14
Narrador

Resultaba irónico encontrarse allí. Al menos una vez, a todo se os habían pasado por la cabeza esas clases de Historia de la Magia y las numerosas sobremesas, en las que habíais escuchado tantas veces lo ocurrido en la Segunda Guerra Mágica. Habían pasado más de doscientos años de aquello, y ahora os sentíais como si estuvierais siendo los protagonistas.

Quizá fuera así. La alarma de ataque inminente quedó disuelta tras demasiados minutos de espera en el Ministerio de Magia. Al parecer, los Búlgaros se habían pensado dos veces ese ataque 'sorpresa' que había corrido como la pólvora entre vuestras filas. Para bien o para mal, parecían ser más listos de lo que hasta ahora habían demostrado.

Pero sinceramente, no era algo en lo que os molestaseis en pensar en ese momento. Las 'buenas nuevas' habían resultado ser agridulces. Apenas unos minutos después de que consiguierais el pensadero y os pusierais al día, llegaron parte de los sobrevivientes. Y tocó pasar revista y poneros al día.

El grupo 5 había sido el más exitoso. Tras la división del equipo el Anastas Yovkov resultó estar en su puesto de trabajo. Una entrada limpia al Ministerio que podría haber culminado con una salida similar. Al menos, Oliver Teason había conseguido hacerlo con el objetivo. Fue el único en salir de allí. El resto se quedó de apoyo para el primer grupo.

Como todos vosotros, ellos también se habían visto obligados a dividirse. Biger Evens y Rachel Lacroix habían ido al Ministerio, mientras que Vinny y el gemelo francés habían optado por el Ministerio. La misión estaba clara: rescatar al Ministro de Magia. No tanta la ejecución. Tras activar las alarmas del Ministerio y meterse en un callejón sin salida, vieron la luz. Al menos habían salvado a Strauss y Rouvin de su confinamiento.

El rescate de McNair fue una exitosa colaboración entre miembros de tres grupos. Ryan Jackson junto a la búlgara Sonnia Beleva, cubierto por Andelin Blair, Erika Rouvin y Arianna Weasley. Y todos los demás compañeros cuya tarea había consistido en demoler la sala principal del Ministerio de Magia búlgaro para desatar el caos, con su consecuente batalla personal con los magos con poca predisposición a la huída.

La misión del grupo 2 también había sido accidentada. Habían conseguido salvar la vida de Sarah e Isabella, pero a un alto precio. Ayrton Black y Daniel Brooks, junto a media docena de magos búlgaros, habían quedado atrás. Muchos de los participantes en la batalla del Ministerio búlgaro tampoco lo habían conseguido. Sobre todo los que habían llegado como refuerzos. Muchos búlgaros, otros ingleses, pero ninguna cara conocida para vosotros. Dadas las circunstancias, os resultaba todo un alivio.

Sí que teníais varios en San Mungo. El más destacado era Biger Evens. Según se contaba, había sido la pieza clave de salvar muchas vidas. Ahora, en un quirófano del hospital mágico, estaba en juego la suya.

En general, había cierto sentimiento de triunfo mezclado con el nerviosismo de lo que estaba por llegar. Por desgracia, ni Rebecca McLaggen ni Frederick Clarks habían sido secuestrados. Habían sido dos huesos muy duros de roer que habían contado con demasiados factores a su favor. Y por supuesto, los habían aprovechado.

Ahora estabais todos repartidos por el colegio. En grupos (*) aunque en silencio. No podíais leer la mente de los demás, pero algo os decía que no distaba mucho de lo que estaba en la vuestra. Ni siquiera se había visto eclipsada por el descubrimiento del encarcelamiento de Isaac en Azkaban. Habíais aprovechado el momento a solas en el Ministerio para utilizar el pensadero. Y ahora, no podíais dejar de pensar en ello.

Recuerdo de Ryan

No eras capaz de reconocer el despacho. No era muy grande y estaba totalmente desordenado. Como si hubiera habido una pelea en su interior. O alguien muy cabreado. Dándote la espalda había un hombre. Te resultaba ligeramente familiar. Parecía estar perdido en sus pensamientos... o en el debastado paisaje frente a él. La huella de la guerra.

-¿Por qué debería creer en quien ha sido culpable de esta guerrra?

Una irónica risa os provocó un escalofrío. Os disteis la vuelta despacio, como si antes de verle supierais quien estaba detrás. Frederick Clarks.

-¿Crees que no hubiese ocurrido algo similar? Tarde o temprano habríais estado en su punto de mira. Inglaterra no permite que nadie le pise los pies. La historia lo confirma.

El búlgaro no respondió. Sabía que era verdad. Incluso te descubriste barajando la posibilidad de que ese argumento fuera cierto.

-Me ofrreces un ejérrcito de mutantes. Apoyarr la crreación de abominaciones capaces de ponerr en peligro a los búlgarros y al mundo enterro. Esos monstrruos porr los que nuestrros enemigos han movido cielo y tierra dejando nuestra nación en la miseria.

Clarks dio un par de pasos hacia la ventana, haciendo que su interlocutor se diera la vuelta. Un Anastas Yovkov diez años atrás.

-Te ofrezco la evolución de la especie amparada bajo el Imperio búlgaro.- Yovkov permanecía en silencio. - Tengo el control de tu ejército mágico y muggle. Las guerrillas también son mías. Tu país está destrozado. No tenéis capacidad para borrar los recuerdos de los supervivientes. Es hora de que rompáis la barrera entre el mundo mágico y el muggle. Es el momento de explotar vuestro potencial. El de una nación desangrada pero viva por la ira.

Yovkov siguió callado, mirando a Clarks. Se mantenía sereno, aunque en sus ojos se podía leer la desesperación de quien sabía que no tenía opción.

-Un pacto con el diablo.

Clarks sonrió. Esa era la señal. Ya no había vuelta atrás.

-El que os llevará a la gloria. El que a partir de ahora está al mando.

 

Recuerdo de Verónica

-Esto no va a salir bien, Frederick. - La voz de una mujer llegó a vuestros oídos. Debía tener apenas treinta años y su cara os era muy familiar.

-Claro que sí. Solo tienes que ganar esa plaza en el Ministerio y nadie sospechará de nosotros.

Clarks permanecía sentado en un ornamentado sillón de un despampanante salón de estar. Su esposa, Julia, paseaba nerviosa junto a la chimenea. Frederick tomó la palabra de nuevo.

-¿Qué es lo que puede salir mal? Bridget nos ha preparado el terreno. Tenemos acceso directo al Departamento de Misterios, y Nicholas maneja como quiere al estúpido del Ministro(**).

Tras un par de segundos, Julia paró en seco. Miró directamente a su marido, con una mezcla de rabia y desconcierto que no encajaba con la satisfacción de sus labios.

-Está bien. Pero a partir de ahora deberemos ser más cuidadosos. La consciencia de todos nosotros cargará con la muerte del primogénito Malfoy.

Y ahora estábais allí. Sentados y esperando. Buscando una soledad difícil de conseguir en un lugar tan atestado de magos. Hacía apenas quince minutos que os habían repartido los improvisados bocadillos que se habían convertido en vuestro mejor suministro. Ya no recordabais la última vez que habíais comido pero, aun así, no teníais hambre.

Notas de juego

Encontraréis la distribución de las misiones de Bulgaria en el capítulo 11 página 5.

(*) Distribución inicial. Evitad moveros de salas hasta al menos el siguiente turno (os avisaré). Habláis entre vosotros más tranquilos y mantenemos pausado todo hasta que pase los próximos días y estemos todos al 100%. Vosotros elegís con quien estáis hablando en vuestra escena.

-Gran Comedor: Liam Nathiel, Ryan Jackson, Isabella Black, Sarah Clarks, Cassandra Williams

-Terrenos de Hogwarts: Vinny Blair, Verónica Stein, Reuben y Rachel Lacroix, Andrea Fabrizi.

-Invernaderos: Arianna Weasley, Alex Connelly, Lucas Reedmon, Nicky Deaupon, Oliver Teason.

(**) Bridget y Nicholas son los padres de Isaac Fisher. El Ministro del que hablan no es el actual, este recuerdo es de hace más de veinte años.

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30/01/2016, 23:19
Arianna Weasley

Arianna le da un mordisco al bocadillo. A pesar de que hacía tiempo que no se llevaba nada sólido a la boca, le estaba costando dios y ayuda tragar aquellos pedazos de pan condimentado. Lo que había visto en el pensadero le había quitado el apetito. Y ni siquiera les había dado tiempo a ver el segundo recuerdo cuando les habían obligado a salir de la sala, volviendo a dividirles en grupos. 

Le había alegrado encontrarse a Alex cuando se había reunido con su nuevo grupo en los invernaderos. A pesar de que las palabras de Veronica le habían confirmado que se encontraba con vida, había necesitado verlo con sus propios ojos para creerlo. Lucas también estaba ahí y esta vez parecía estar de una pieza, si se obviaba el estado de demacración que presentaba (*). En ese momento, se encontraba junto a ambos, apoyada en una de las macetas vacías del invernadero. 

¿Estáis bien?- En aquel momento, la pregunta podía resultar incluso cruel. Ambos dos habían estado a punto de morir por su culpa. Había sido Rebecca quien les había atacado. Si ella le hubiese parado los pies...no habría sucedido nada. Y, sin embargo, aunque con muchos matices, Rebecca había cumplido su promesa. No había matado a ninguno de sus seres queridos, desde que se lo había pedido en el que ahora sabía que había sido el laboratorio de Clarks. 

Clarks...Lo que había visto en el pensadero en el fondo no le había resultado tan sorprendente. No les descubría mucho más de lo que ya sabían. Que Clarks estaba experimentando con niños, que el ministro búlgaro estaba detrás de los ataques y de la guerra que había habido. Lo que sí que aclaraban aquellos recuerdos era que ahora sabían con certeza que trabajaban en equipo. Y que el líder era Clarks. La pregunta que le ronda la cabeza en esos instantes es ¿había alguien más en la sala? ¿Desde los ojos de quién habían estado contemplando esos acontecimientos? ¿Había una tercera persona ahí?

Removiéndose en el sitio, algo inquieta por la sensación de indefensión, se vuelve hacia aquellos dos chicos a quienes considera sus amigos, a quienes no puede evitar pensar que ha fallado, que les ha traicionado. 

¿Para qué pensáis que nos han separado ahora?

Notas de juego

(*) No estoy segura, pero Lucas fue al que teletransportaron inconsciente, ¿no? No recuerdo muy bien qué pasó con él después de ello. 

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31/01/2016, 00:34
Alex Connely

-Estoy bien - indicó Alex dedicándote una pequeña sonrisa.

No te había mencionado absolutamente nada de tu reunión con Rebecca. Alex era muy discreto, pero también muy sincero. Si no te había dicho nada eso significaba que había permanecido inconsciente durante todo el proceso.

No dijo nada más. Estaba pendiente de unos ejemplares que había en unos maceteros a un par de metros de ti. Alex adoraba la herbología y en esos momentos era incapaz de estar pendiente de otra cosa.

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31/01/2016, 00:39
Lucas Reedmon

-Para que no nos organicemos en su ausencia.

Fue Lucas quien dio respuesta a tu segunda pregunta, aunque omitió hacerlo con la primera. A diferencia de Alex, él estaba sentado en la misma posición que tú, sin prestar la más mínima atención a lo que estaba a su alrededor.

-O quizá simplemente nos estén observando para detectar cualquier topo traidor.

Ese nuevo Lucas era extraño. Apenas un año atrás habrías detectado al instante que estaba bromeando. Ahora, no lo podías asegurar.

-Creo que Rebecca puede controlarme.

El susurro fue tan bajo que te costó darte cuenta de lo que había dicho.

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31/01/2016, 18:40
Berenice Blair

No podía pensar.

Realmente, en las últimas veinticuatro horas habían pasado demasiadas cosas como para que su cerebro pudiera procesarlas correctamente. Información importante, ataques, muerte, formar un pelotón suicida, sobrevivir a duras penas, fracasar, esperar un nuevo ataque. El pensadero. Isaac.

Se sentía culpable por haber dormido aquella noche pero con todo, sus energías le habían fallado y había caído presa de un sueño profundo y pesado que ni siquiera la había molestado con las pesadillas que la asolaban los días que dormía en Hogwarts.

Sólo cuando pasaban horas del amanecer, su cuerpo se había activado y la había hecho levantarse para caminar como una autómata hasta un espejo, donde se había quedado mirando su reflejo como aquella comida de Navidad que ahora quedaba tan lejana, intentando desprenderse del ostracismo que amenazaba con invadirla y anclarla a aquel lugar.

Isaac. Una parte de ella quería echarse a llorar por él pero las lágrimas se negaban a acudir a sus ojos, quizás a sabiendas de que serían necesarias más adelante. Quizás fuera lo mejor, quizás así estuviera a salvo del peligro y de sí mismo.

No.

No.

No.

No.

Pero luchaba por convencerse a sí misma. No podía seguir permitiendo que esas cosas la inutilizaran, no quería volver al estado cuasi catatónica en el que se había sumido. Reacciona, actúa, soluciona. Si aquel fuera su nuevo lema, todo le iría mucho mejor. Ojalá fuera tan fácil de adoptarlo, pero por lo pronto le había permitido abandonar su posición de estatua frente al espejo para ir a reunirse con los demás en busca de información.

Aún no sabía cómo, la habían acabado mandando a los terrenos del castillo donde le habían puesto un bocadillo en las manos que ahora mordisqueaba más por obligación que por verdadera hambre. El único vestigio apreciable en aquel momento de la persona que había sido anteriormente era que había buscado una piedra para sentarse, en un acto inconsciente cuyo objetivo era no ensuciarse la túnica.

Había decidido voluntariamente apartar a Isaac de su mente de modo que ahora sólo tenía en su cabeza aquel vago fragmento de pensamiento que permitía vislumbrar por qué las cosas estaban en el punto en el que se encontraban. Estaba diseccionando aquel recuerdo mientras se frotaba la cicatriz de la pierna por encima de la túnica, torciendo el gesto en una expresión hosca al pensar en la voz y la expresión de Clarks.

- Hijo de puta - masculló para sí, inconsciente de decirlo en voz alta.

Podía ver a Veronica y a Andrea cerca de ahí pero como siempre que pensaba en acercarse y compartir, un leve agobio empezó a crecer en ella. Ahí estaba de nuevo, la confianza perdida que todo el mundo le decía que reencontrara. Si no confías, no harás nada. Ja. Y si confío perderé...¿qué? ¿Qué me queda ya por perder? Una vocecilla maliciosa le sugirió que su vida pero lo que había empezado a concebir en los últimos días como un futuro al margen de lo que estaba sucediendo había caído como un castillo de naipes a la mínima brisa. Todo su futuro había sido un frágil sueño que con el batir de las alas de una mariposa se había desmoronado. Porque construir todas sus esperanzas de salir del pozo de miseria entorno a una sola persona había sido un error en el que ya había reparado pero que no había sido capaz de enmendar. Ahora, ese sueño se había hecho añicos y esa persona había dado con sus huesos en Azkaban.

Qué ironía. Ryan y Liam estarían la mar de contentos.

El cinismo amenazaba con apoderarse de su persona, como solía ocurrir, de modo que en un esfuerzo supremo venció sus recelos y se levantó de su piedra, acercándose al lugar en el que se encontraban las dos chicas ante las cuales se puso en cuclillas.

- Andrea, Veronica - saludó con seriedad mientras se esforzaba porque sus pensamientos fueran coherentes, aunque fuera un poco -. ¿Qué creéis que tendremos que hacer ahora? Con todo lo que sabemos a estas alturas me preocupa un poco que nuestro Ministerio decida acudir a los Muggles, mandar al traste el secreto y bombardear Bulgaria o algo similar.

Parecía difícil pensar que hubo un tiempo en el que había estado tan a favor del acercamiento. Si el motivo era el de pelear las guerras juntos, le parecía un pobre motivo de alianza, uno demasiado frágil a decir verdad que podía acabar más mal que bien.

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31/01/2016, 20:37
Ryan Jackson

"En este mundo hay sólo dos tragedias: una es no conseguir lo que se quiere, la otra es conseguirlo. De las dos, esta última es la peor, la verdadera tragedia."

Ryan levantó la vista, clavada en el suelo los últimos minutos. Al cambiar el enfoque de sus ojos, contempló que junto a sus rodillas, estaban las de Isabella. Al levantar la mirada, vio el pelo oscuro de la Slytherin caer junto a él. Descubrió su propia mano rodeándola, sujetándola en un abrazo parcial con la sensación de que si la dejaba si la soltaba, si aflojaba su presa, caería y se rompería en mil pedazos.

A pesar de no mostrarlo, de no exteriorizar ni el mínimo sentimiento que hervía en su interior, estaba preocupado por ella. Después de muchos años, había tenido miedo de que le pasara algo. Esa sensación de vacío, de ausencia que no había percibido en su piel ni siquiera cuando estaba colgado boca abajo en algún almacén Búlgaro. Apretó ligeramente la yema de los dedos contra la piel de la chica, tirando ligeramente hacia él con el único objetivo de que no se sintiera, ni por un momento, sola.

Tenía la sensación de haberle fallado. Tenía esa sensación dentro del alma de haberle fallado a todos. No había podido proteger a Isabella, ni a la pequeña Katherine. Ahora, su suegro estaba muerto, como su padre. Por ninguno de los dos pudo hacer lo más mínimo. Como tampoco hizo por su tío, ahora en San Mungo entre la vida y la muerte, o aun peor, por la única figura de autoridad que alguna vez le había dedicado algún tipo de respeto: Biger Evens.

Y ahora la tenía allí, a ella. A la persona más importante para él, a quien había defendido a capa y espada de todos los frentes y personas. A la única persona tan parecida a él como para deberle algún tipo de lealtad. Y aun así, seguía sintiéndose parcialmente vacio ante la idea de no poder hacer nada, ante el sabor agridulce de la victoria a un alto precio.

No pudo evitar preguntarse cuanta gente había muerto para que ahora pudiera estar allí sentado, recuperándose de sus heridas tras las felicitaciones de un trabajo limpio y bien hecho. Él no era el héroe, lo eran todos aquellos que muy pronto ocuparían una caja de pino de la cual no volverían a salir nunca más.

Al mirar al frente, contempló a los presentes. Sarah nunca sabría todo lo que Liam había hecho por ella, así como Isabella jamás sabría todo lo sufrido y sangrado que Ryan había pasado por la Slytherin. Y en cierto modo, tampoco quería que lo supiera. De alguna forma, consideraba que las cosas estaban bien así. Ahora estaban los dos, juntos. A un precio pagado en sangre, demasiada sangre, pero ahora la tenía allí.

La muerte de su padre había sido un mazazo incluso mayor que la muerte de su propio padre. Algo que no le perdonaría a Liam, ni hoy ni nunca. Y que de algún modo, sabía que no había sido culpa suya. Ayrton Black siempre había sido un hombre que lo había tratado como un igual, que había respetado y había escuchado incluso en los peores momentos. Ahora todo aquello se lo había llevado el viento y el tiempo.

Pasó el dedo pulgar por la piel de la chica, en un gesto más humano de lo habitual para él, y más inconsciente de lo que jamás reconocería. El silencio lo estaba matando, solo quería ponerse en pie y destrozar algo, matar a alguien o como mínimo, gritar. Y no veía el momento para ello.

Ni siquiera tenía la fuerza para ello.

Pero si algo positivo había sacado de todo aquello, era que Isaac, por fin, estaba en Azkaban. No era el sitio que le pertenecía, por Ryan estaría en el fondo de algún mar poco profundo, enterrado o algo peor. Pero por lo pronto, podía darse por satisfecho. Aunque algo le decía que, en algún momento de su futuro se vería asaltando Azkaban para sacarlo a rastras de aquel agujero infernal. Una verdadera pena.

Además, estaba... aquel asunto de los recuerdos. De los dos. El primero, el de Anastas fue como encontrar la pieza que hacía esquina en el puzzle, algo que ayudaba a construir a partir de ahí. Un pacto con el demonio, encarnado por el padre de Sarah para conseguir la abominación final.

Un plan orquestado, visto lo visto, desde hacía demasiado. Y nadie se había dado cuenta.

Y de esa ignorancia, ahora estaban todos pagando el precio.

 

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31/01/2016, 23:04
Liam Nathiel

Si valorras tu vida, no vuelvas.

Desde que habiamos vuelto de aquella mision suicida, aquella frase se había repetido en mi mente una y otra vez, adquiriendo diferentes connotaciones, y diferentes significados.

La euforia inicial por haber conseguido cumplir con la mision, y que Isabella y Sarah estuvieran a salvo, se vio enseguida empañada por la perdida de Black y Daniel, dos muertes mas que, por mucho que quisiera, no lograba evitar cargarme a las espaldas.

Me sentia culpable, mentiria si dijera otra cosa. Me sentia culpable a pesar de saber que habia hecho lo correcto, lo que debia hacer. Habia rememorado aquella escena decenas de veces: aquel lugar, siendo atacado. Daniel y Ayrton, enfrentandose a aquel grupo que los doblaba en numero. Y mi unica oportunidad de sacar de colarme en aquellas celdas sin acabar muerto. La unica opcion que teniamos para salvar la vida de Sarah e Isabella. Dos vidas por otras dos. Un intercambio junto que, sin embargo, me hacía sentir como una rata, a pesar de lo posiblemente heroico de mi huida con ambas.

No, claro que no era un heroe. De hecho, no podia evitar sentirme como un cobarde. Yo siempre habia hecho frente al peligro, en todas las circunstancias, a pesar de todo. Jamas habia huido y, desde luego, jamas lo habria hecho de no ser porque la vida de Sarah e Isabella dependia de mi. Y, a pesar de todo, ni siquiera sentia que ninguna de ellas me debiera la vida. Si ni siquiera era capaz de mirar a Isabella a la cara... Primero su hermana, y luego su padre...  Lo que me extrañaba de verdad era que a aquellas alturas no me hubiera lanzado ninguna imperdonable. Desde luego, no seria yo quien la culpara por aquello.

Suspire, con aire pensativo, alargando una mano hasta entrelazar mis dedos con los de Sarah, en un gesto cargado de cariño y comprension, a pesar de que mi mirada seguia fija en la mesa, señal inequivoca de que me estaba autoatormentando- ¿Como te encuentras? - pregunte a la chica entonces, obligandome a alzar la mirada y a sonreirle ligeramente, para intentar apartar aquellos pensamientos de mi mente. Pensamientos que, dicho se de paso, se entrelazaban con otros relacionados con aquel pensadero, con lo que habiamos descubierto sobre el padre de Sarah, sobre el destino de Fisher.

A decir verdad, si algunos meses atras me hubieran dicho algo de aquello, me habria negado a creerlo, sin duda. Y eso me llevaba a Sarah, y a aquella pregunta. No. Dudaba mucho que estuviera bien, teniendo en cuenta que habian experimentado con ella y que se habia enterado de que su padre era el mayor hijo de puta de la historia. Como para estarlo...

Y, aguantandome las ganas de encenderme un cigarrillo que tenia en aquel momento, mire a la chica, en un intento por dejar a Ryan y a Isabella un minimo de intimidad que, sin duda, necesitarian en un momento como aquel. Ya hablaria con el mas tarde. Ahora, sus prioridades, debian ser otras.

 

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31/01/2016, 23:40
Sarah Clarks

Sarah se tomó su tiempo para contestar. En realidad, era ese retardo que nadie había pasado por alto desde su vuelta. Era como si le costase procesar lo que pasaba a su alrededor, tuviera problemas para reorganizar sus pensamientos o, simplemente, se debatiera internamente entre lo que era real y lo que no. A decir verdad, también le pasaba a Isabella, con la diferencia de que ella siempre había tenido ese halo de incertidumbre que ponía los pelos de punta al personal.

Giró su cabeza lentamente hacia el rostro de Liam. Se quedó a mitad camino, sin llegar a contectar con los ojos de su amigo. Su mano se relajó, aceptando el apretón.

-Estoy bien

No lo estaba. En absoluto. Podía verse en la palidez de su rostro, el vacío de sus ojos o la tensión de su escueta sonrisa. Su cabeza seguía apoyada en el pecho de Liam. Sarah no había estado tan mansa en su vida.

-Estoy bien

El recuerdo os dejó en shock, pero no tanto como para no percataros del impacto que había tenido en Sarah. Su rostro impertérrito quedaba desgarrado por sus lágrimas y el temblor de su cuerpo. No abrió la boca entonces, y no volvió a hacerlo hasta varias horas después.

Mientras Sarah respondía, Isabella giraba su cabeza hacia Ryan. Como si el murmullo procedente de los gryffindors le hubieran devuelto los pies a la tierra. La Gryffindor, por su parte, también bajó el volumen para que solo le escuchara su compañero.

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01/02/2016, 00:04
Sarah Clarks

Se mantuvo un largo silencio. Tú no decías nada, dándole el espacio necesario para soltar lo que estaba fraguando en su interior. Pero la espera te estaba matando. Cuando por fin abrió la boca, la voz fue prácticamente inaudible. Ahogada por las lágrimas contenidas y reducida a un susurro.

-S...soy un monstruo.

Un monstruo. Algo te decía que no era solo por los poderes. Algo te decía que quizá los orígenes también tuvieran algo que ver.

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01/02/2016, 00:17
Isabella Black

Isabella reaccionó a todas tus muestras de cariño de una forma tan íntima y privada como la tuya. Metida por la manga del brazo que la rodeaba estaba una de sus manos, acariciando tu antebrazo como si estuviera redescubriendo lo que un día fue suyo.

-Los mataré a todos.

Podías notar como el odio salía por cada poro de su piel. Era la forma que tenía ella de llorar sus pérdidas. Tras un par de segundos en silencio, te metiste de nuevo en tus pensamientos, creyendo que Isabella había vuelto a hacer lo mismo. Nada más lejos de la realidad.

-...gracias.

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01/02/2016, 13:01
Ryan Jackson

Isabella no solo estaba herida, además estaba asustada. Y en alguien como ella, asustado quería decir peligroso y letal. No es que no le gustara, más bien todo lo contrario, pero Ryan sentía que lo que los dos necesitaban era un tiempo tranquilos, a solas. Un lugar y momento algo más íntimos donde pudieran no-decir aquellas cosas que esperaban el uno del otro.

- Los mataremos. - Añadió a sus palabras. No, no pensaba dejarla sola nunca más. Todo cuanto había hecho, por bueno que fuera, había sido un error. Porque quizás había conseguido darle la vuelta a aquella guerra, al menos un poco, pero el precio no había merecido la pena ni lo más mínimo. - A todos. - Añadió, en un susurró para ella.

Su mano acarició la piel de la joven, solo con la yema de los dedos y de una forma que podría parecer hasta casual y aleatoria. Ni mucho menos, desde hacia muchos años que Ryan no hacia nada al azar, mucho menos lo haría ahora, con ella. Había movido tanto por ella, que saber que la tenía junto a él aun le parecía algo lejano y etéreo.

Volvió la cabeza hacia el infinito, frunciendo el ceño ligeramente y volviendose a sumir en sus pensamientos. ¿Y ahora que? ¿Que sería lo siguiente? Tenian a su ministro y al cabeza del estado enemigo. Era fácil suponer que bien querrían rescatarlo, o que el padre de Sarah intentaría dar el golpe de estado allí que tanto ansiaba. Y haciendo esto, solo precipitaría las cosas a un barranco de guerra, muerte y sangre por doquier.

Pero fue la última palabra que salió de su boca la que sacó de la babía a Ryan, olbigandole a girar la cabeza hacia ella. - No. Gracias a ti. - Contestó de una forma más firme y convincente. - ¿Quieres hablar? Quiero saber como estas, he pasado mucho tiempo buscandote y he hecho daño a mucha gente para llegar hasta ti. Si quieres, podemos ir a un sitio más tranquilo. -

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01/02/2016, 22:24
Liam Nathiel

Rodee a Sarah con mis brazos, en un gesto instintivo al ver su respuesta, y la reaccion que le siguio, en un abrazo que tan solo buscaba brindarle proteccion y apoyo. Le habia salvado la vida, si, pero seguia teniendo aquella sensacion de que no habia sido suficiente. De que no era ahi, sino cuando se las llevaron de casa de Isabella cuando debi protegerla. Que debia haber evitado que acabara en aquel laboratorio.

Deje que mi mano metalica acariciara su brazo, mientras entrelazaba finalmente mis dedos humanos con los de ella, permaneciendo en silencio, dejando que se desahogara, mientras notaba que algo se rompia en mi interior al verla en aquel estado en el que llevaba sumida desde que la encontrara. Estaba claro que algo no iba bien. Que una parte de ella se habia quedado en aquella sala en la que la habia encontrado.

Cogi aire, inclinandome ligeramente para dejar un beso en su pelo, al tiempo que dejaba escapar aquella frase. Una que hizo que notara un nudo en mi estomago.

-Sarah... - fue lo unico que dije, negando entonces, mientras la miraba, sin deshacer aquel abrazo- ¿Por que dices eso? Tu no eres un monstruo, claro que no. - añadi, guardando silencio ahi, a la espera de que siguiera hablando, de que aprovechara aquella situacion para sacar toda la mierda que habia ido acumulando durante todo aquel tiempo, que algo me decia que no habia sido poco.

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01/02/2016, 22:38
Veronica Stein

Si por instalarse podía entenderse ocupar un espacio impersonal y anodino en el que poder quitarme las botas por la noche y rumiar mi vendetta personal en compañía de un trago de vodka, si, podría decirse que durante los últimos días, me había instalado en uno de los dormitorios acondicionados en las mazmorras del castillo. ¿Porqué en las mazmorras? Sencillamente porque me daba por culo subir escaleras.

Después de los atentados en el ministerio, ya no tenía que esforzarme por mantener ninguna tapadera. No había ministerio en el que infiltrarse y había dejado de cobrar como columnista. Tampoco era como si a estas alturas me importara demasiado. Solo era un medio para un fin, y ya tenía claro cual era ese fin. En cuanto terminara con esto me largaría, recuperaría mi vida donde lo había dejado y no volvería a hablar jamás de mi condenada familia. No es que fuera un bicho raro antisocial, pero desde luego prefería la compañía de los monitores a ciertas personas.

Hablaba con Andrea en voz baja, o más bien ella hablaba y yo la escuchaba vagamente sentada en una roca cerca del lago. Cuando Vinny se acercó, levanté la mano libre de bocadillo a modo de visera para no deslumbrarme con el sol.

- Eso sería bastante estúpido por su parte – Respondí con franqueza desapasionada, desviando la mirada hacia el castillo. - Aun necesitan el apoyo de la resistencia y no creo que estén muy por la labor de convertir Sofia en un nuevo Chernobil. Además, todo esto empezó con Clarks y acabará también con él. Nuestra mejor baza es Yovkov. Él lo sabe, nosotros lo sabemos y el propio Clarks también lo sabe. Deberíamos darnos prisa en sacar toda la mierda que esconde antes de que, o bien se suicide si tiene dos dedos de frente, o bien los búlgaros envíen a alguien para recordarle el "protocolo" apropiado en este tipo de ocasiones. -

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01/02/2016, 23:14
Isabella Black

La respuesta llegó con un ligero asentimiento de cabeza que se vio reducido a milímetros por el roce con tu pecho. Pero no tuviste ningún problema de captar al segundo su significado. Poco a poco se apartó de ti, incorporándose al mismo tiempo que tú lo hacías sin apartar las manos de su cuerpo. De alguna forma, sentías que si la soltabas volverías a perderla, y esta vez sería para siempre.

Sus ojos parecían estar en otra parte, aunque sabías que seguía captando cada detalle que ocurría a su alrededor. Simplemente parecía que la estabilidad que mantenía su cordura era todavía más débil que antaño.

Tiró de ti con la determinación que tanto te gustaba, sacándote del Gran Comedor. Te sorprendió que se girara hacia Liam y Sarah, captando la atención de la chica y dirigiéndole un leve asentimiento de cabeza. Si alguien hubiera predicho esta escena unos años atrás, hubiera ido directo al ala psiquiátrica de San Mungo. Pero el mundo se había vuelto loco, y las cosas nunca volverían a ser lo que eran.

Salisteis al exterior, donde apenas había media docena de personas. Isabella te llevó a esa pequeña hendidura en el pasillo que tantos estudiantes utilizaban para ocultar sus muestras de amor antes de entrar al salón. Era allí donde, según se rumoreaba, había estallado el conflicto entre Liam, Lucas y Kate.

-Me siento...

No terminó la frase. Tampoco pudiste contestar. Tus labios quedaron sellados por los tensos y ansiosos besos de Isabella. Siempre había sido una persona rígida, pero en esos momentos la notabas como si fuera una tabla.

-...débil.

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01/02/2016, 23:37
Narrador

Ryan e Isabella salieron del Gran Comedor en silencio. Era Isabella quien guiaba al slytherin. Antes de salir de allí, se giró hacia vosotros, haciendo un pequeño gesto con la cabeza a Sarah Clarks. Ésta se lo devolvió en silencio.

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01/02/2016, 23:39
Sarah Clarks

-Claro que sí. Todos lo somos. - Esta vez no había duda en su tono de voz. Pudiste notar esa firmeza que siempre le había caracterizado. -Mira lo que ha ocurrido con Isaac. ¿Qué me diferencia a mí de él, Liam? Nada. Absolutamente nada.

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01/02/2016, 23:49
Cassandra Williams

Cassandra no os había quitado la vista de encima ni un solo momento. Incluso cuando estaban Ryan e Isabella. Aunque tenías la sensación de que ellos dos apenas habían sido foco de su atención. No te acababa de encajar esa chica. Habías tratado poco por ella, pero sabías que se caracterizaba por hacer unas reflexiones y comentarios de lo más extraños y directos.

-Nunca creí que vosotros dos pudierais estar juntos. - En esta ocasión, miró fijamente a Sarah - ¿Es que ya has olvidado a Lucas Reedmon?

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02/02/2016, 00:03
Arianna Weasley

Sonríe a la respuesta de Alex, contenta de ver que los acontecimientos no le han hecho perder su pasión. Aquella era la pasión que había hecho que se conocieran pero para Arianna quedaba ya tan lejano que resultaba tierno ver a su yo del pasado reflejado en su amigo. 

Pronto sus pensamientos vuelven a darle vueltas a lo visto en el pensadero. Sentía pena por su amiga. No solo su padre era un científico loco sino que además su madre había sido cómplice en todo aquello. Y por lo visto los padres de Isaac se habían prestado también de forma voluntaria a que hicieran experimentos con su hijo. ¿Había sido todo así? ¿Eran también los padres de Vinny y de Lucas unos traidores?

Justo en el momento en el que esa pregunta acude a su mente, es Lucas quien interrumpe el hilo de sus pensamientos respondiendo a su segunda pregunta. ¿Qué más les daba que se organizasen? Arianna no llega a pronunciar esa pregunta puesto que lo segundo que dice su amigo reclama por completo su atención. No sabía si se trataba de una broma pero a ella no le hacía ni pizca de gracia. Principalmente, porque quizás ella fuese considerada como un topo traidor. Ya se había colocado en el punto de mira al responder con vagas excusas a las preguntas de Veronica. No podía arriesgarse a que supieran lo que había hecho, lo que había pactado con su enemiga. Además, seguía teniendo dudas sobre que Rebecca fuera realmente el enemigo. 

¿Qué te hace pensar eso?- le pregunta, consternada, moviendo mínimamente los labios para evitar oídos intrusos. Las preocupaciones de Lucas no carecían de sentido, puesto que ya antes había controlado a otros de los "niños modificados". ¿Y si le estaba manipulando ahora mismo? ¿Y si estaba hablando a través de sus labios? Aquello resultaba inquietante. Ahora sabía lo que debía de haber sentido Vinny al darse cuenta de que no podía confiar ni en sus propios amigos. Pero no. Lucas había sonado a Lucas. Al menos en sus últimas palabras. Y había decidido acudir a ella. No era justo condenarle por ello, desconfiar de él. 

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02/02/2016, 00:29
Lucas Reedmon

Se tomó su tiempo para contestar. Miraba al suelo concentrado. En él no había ningún gesto o comportamiento extraño que pudiera hacerte desconfiar de el. Sí, era el Lucas que siempre habias conocido.

-Nuestra misión nos llevó a unos laboratorios de Clarks. - Se refería a Bulgaria. - Allí... encontramos a Rebecca. - Recordabas ese momento. Había sido después de vuestra extraña charla. Justo antes de que te desmayaras. -Ella... nos hizo algo a William y a mí, y empezamos a atacar a nuestros compañeros. A Stein y Rouvin. Casi no consiguen pararnos.

Volvió a quedarse en silencio. Por lo compungida que estaba su voz te conmocionó.

-A William consiguieron despertarle.... pero a mi no. Tuvieron que reducirme, Arianna. - Tragó saliva con dificultad - Y ahora no sé qué es real y qué no. Si... - su voz tembló durante un segundo. -... incluso tengo la imagen de verte a ti allí con ella. ¡Con Rebecca! - se echó a reír, aunque no había gracia en su risa. Solo hastío.

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02/02/2016, 00:44
Arianna Weasley

Ya sabía que Rebecca había hecho que Lucas y su hermano atacaran a los que iban con ellos cuando entraban en la sala. Era de lo primero que le habían contado al llegar de nuevo a Inglaterra. Pero hasta aquel momento, no había sumado dos más dos. Había atribuido el comportamiento de los hermano Reedmon al efecto de un hechizo, pero podría haber hechizado a cualquiera. El hecho de que los hubiera elegido a ellos y, todavía más desvelador, que no hubiesen sido capaces de "despertar" a Lucas confirmaba que habían sido elegidos por lo que habían hecho con ellos. 

Es peor de lo que imaginaba.- susurra para sí misma, quedando patente para Lucas que le cree. En el pensadero habían hablado de un ejército, de la evolución de la especie. Pero, si Rebecca era quien los controlaba, ¿quién controlaba a Rebecca? ¿Clarks? Ojalá fuera así, pero tan solo el propio Clarks podría confirmarlo. No creía ni por un solo instante que todo aquello lo estuviera haciendo por voluntad propia. No quería creerlo, más bien. ¿Por qué sigues defendiéndola después de todo lo que te ha hecho? Sabes que te vas a arrepentir de tu decisión, ¿verdad, Arianna?. Debería hacer caso a la voz de su conciencia pero por alguna razón seguía haciendo oídos sordos. 

Lucas. - coge su mano, dándole un pequeño pero discreto apretón.- Yo estaba ahí. Eso es real. Mi misión era encontrarla. Os vi entrar justo cuando me desmayaba.- Le explica. No piensa permitir que su amigo piensa que está loco. - Puedes resistirte a ella. Tienes que poder. Tú eres fuerte.- No como yo. Es culpa de mi debilidad que estés tú ahora así.