Partida Rol por web

Cindy se adelanto portando en sus brazos a Susan. Entro en la cocina de la mansión y la cruzo metiéndose en la despensa. Una de las estanterías ocultaba un pasadizo, imposible de encontrar de no conocerse su existencia.

  Visteis unas escaleras que bajaban un piso y tras estas un pasillo largo, ideal para montar una emboscada ya que obligaba a caminar en fila de a uno.

 Las paredes eran solida piedra, tan gruesa que estabais seguros de que ese mismo pasillo podría soportar un bombardeo.

 John cargaba con sus hijos pequeños en brazos, aun adormilados y unas bolsas de deporte con ropa en la espalda. Sin duda era quien mas notaba lo estrecho del túnel subterráneo dado su gran tamaño.

Edgar se había agenciado el aparato de vídeo y un estuche de herramientas, otros habían cogido algunas provisiones o alcohol y Simon se había ocupado de encontrar las armas escondidas y los cargadores. También dio un con lata donde estaban escondidos unos mil dolares en billetes pequeños y arrugados.

Al final del largo pasillo Cindy dejo en el suelo a la niña y se dispuso a abrir la puerta que tenía ante si.

 Aquella puerta era muy parecida a las que tenían las cajas fuertes de los bancos y su forma de abrirse era no menos complicada. Cindy hizo girar la rueda pequeña dos vueltas a la derecha, despues la grande otras tres vueltas completas a la izquierda despues la pequeña medio giro a la izquierda.

Hecho esto escuchasteis el sonido de unos enormes cerrojos retirándose y Cindy abrió la puerta, dejando que pasarais al interior de un enorme búnker.

- El señor que construyo la casa tenía miedo a las bombas y los marcianos y a todo, por eso hizo este lugar secreto. Nadie sabe que este sitio existía, solo Shepard. Shepard cuenta a Cindy y Cindy cuenta a la manada ahora que la manada en peligro y la manada junta.- argumento la chica.

Lo primero que visteis fueron mas escaleras hacia abajo. Despues os encontrasteis con un pequeño palacio subterráneo, con varios niveles y todas las comodidades de un hogar.

Sotanó 1

 Cuatro habitaciones dobles, una de ellas tenía la cama revuelta. También contaba con una cocina completa, dos baños, una lavandería y un par de salas de estar-comedor.

Sotanó 2

4 habitaciones con literas, almacen, armeria, enfermería, baño y una pequeña sala de estar.

Sotanó 3

Amplio comedor y sala de vídeo. Dos despachos, sala de archivo, once compuertas redondas(¿?) baño y un mueble repleto de cintas VHS

Cindy se ocupo de acomodar a los niños en una de las habitaciones con cuatro literas, del sotanó dos. Dejando que Eithan llevara al resto del grupo una planta más abajo para reparar el vídeo.

En aquella sala visteis un armario abierto, con un gran número de peliculas grabadas en VHS. Algunas tenía el nombre de misiones en las cuales habíais trabajado, otras fechas. Destacaba una escrita con letras en rojo donde podíais leer "El legado de Shepard".

Junto a esta había una cinta destinada a cada uno de vosotros.

Me acerco lentamente hasta el grupo de cintas y recojo la que tiene mi nombre.

Respiro hondo y pienso en Sephard. En el hombre que fue y en lo que vio en mí. Ojalá siguiera vivo. Ojalá estuviera ahora aquí. Me pregunto qué habrá en esa cinta y me la guardo en el bolsillo interior de la chaqueta. Ya la veré luego en privado.

Cojo la cinta que parece ser para todos... "El legado de Sephard" se puede leer.

Miro a los demás y agito la cinta en mis manos. - ¿Estáis listos? ¿La vemos? - Pregunto mientras busco un reproductor donde poner la cinta. Si hay alguno le puedo ahorrar el trabajo a Edgar de montar el video que se ha bajado y todo ese tinglado de cables.

El vídeo de la sala esta destrozado, de hay la necesidad de que Edgar haga el mantenimiento al que había en el salón. El aparato estaba bastante sucio por dentro y llevo un rato al Español dejarlo listo.

Resulto que Edgar sabía que se hacía y en unos pocos minutos el aparato estaba funcionando.

El agotamiento pesaba en su cuerpo. Necesitaba tirarse en la cama e intentar dormir al menos unas horas, aunque dudaba de que pudiera hacerlo. En cada parpadeo veia a Carol, no queria ni pensar como seria atreverse a cerrar los ojos por mas tiempo.

Se acerco y miro los VHS buscando algo en concreto, sorprendiendole no encontrarlo cogio la cinta con su nombre y se sento esperando que Edgar terminara el trabajo. En otro tiempo le habria tocado los huevos al Español señalando que su apodo y el trabajo eran algo incompatibles... pero no esa noche...no tenia ganas de bromas.

Se acomodo en uno de los sillones y observo la grabacion con interes. Tendria que volver a verla despues, le dolia la cabeza demasiado como para quedarse con los detalles pero habia cosas muy interesantes.

- Shepard no ha mencionado a Veronica ni una puta vez.- comento.- Tampoco dejo ninguna cinta para ella, aunque se suponia que estaban muy unidos.- John gruñio de puro cansancio mientras se estiraba.- ¿Como se supone que debemos tomar eso?
 

- También me parece extraño que no mencione a Verónica ni una vez en los videos... - Murmuro pensativo.

Me quedo sentado unos minutos más... Sephard como de costumbre ha vuelto a darnos una apabullante cantidad de información. Pero si quería que el grupo volviera más unido y fuerte que nunca para luchar contra esos... villanos... Creo que tenía más fe en nosotros de la que debería.

- Parece que el viejo nunca quiso que nos separáramos. Hicimos justo lo que él no quería... - Comento algo más entristecido.

En ese momento vuelvo a recordar que Newman no está con nosotros y miro hacia el montón de cintas. Hasta ahora sólo John y yo hemos cogido las nuestras.

- ¡Qué demonios! Newman tampoco está aquí... puede que esos cabrones que nos quieren dar caza ya le tengan... y según el video de Sephard, con toda seguridad que trabajan para esa empresa... WRG. - Digo por si no había quedado claro. Tenemos que pensar algo, tenemos que hacer algo.

- Necesito otro trago... - Musito buscando con la mirada otro minibar.

Edgar había hecho un buen trabajo y se sintió complacido. Hacía tiempo que no trabajaba con herramientas en algo más meticuloso que el grifo de cerveza de un bar, y cuando el chasquido del reproductor trajo la cinta a la vida después de tantos años, suspiró aliviado. Durante el visionado miró alrededor y contó a sus compañeros. Faltaba Newman, y habría jurado que estaba allí con ellos, mirando con esos ojos de psicópata que tenía. Pero no, Merodeador no estaba allí. O estaba muerto, o mejor escondido de lo que ellos habían estado.

- ¿Alguien sabe cómo se llamaba el hombre del que habla? ¿El tipo que se la metió? - le había hecho gracia la expresión - Lo que está claro es que todo lo que vaticinó que sucedería ha ido ocurriendo. Ese hombre era un auténtico profeta.

No hizo mención a por qué la cama estaba revuelta después de que Eithan y Cindy bajaran al bunker, aunque tenía serias dudas de que hubiera pasado algo serio entre ambos. No porque no lo viera posible, sino porque habían estado desaparecidos demasiado poco tiempo. Aunque la idea de que Frost fuera de gatillo rápido le hizo gracia. 

- Pues creo que nos va a tocar turnarnos para ver las cintas, porque vídeo sólo hay uno - negó, incorporándose - Os cedo el turno, quiero dar una vuelta para ver cómo es este sitio y comprobar las salidas. ¿Alguien tiene a mano las llaves?

John se levanto.- Algunas veces cuesta mucho entender lo que dices, al final voy a tener que apuntarme a clases de Mexicano para saber que carajo dices.- comento el hombre, diciendo una de las pocas palabras que conocia en su lengua, usando el castellano.

- Yo me voy a la cama, no creo que pueda dormir pero necesito un analgesico y tumbarme un rato. Mañana vere mi cinta, no tengo prisa por saber que dice. Ya he tenido bastante mas informacion de la que puedo procesar en un solo dia.

Eithan se había quedado helado al escuchar la voz de aquel hombre, como sucedía cuando lo tenía delante se cuadraba con precisión militar por fruto solo de la costumbre. Cuando la cinta terminó lo único que hizo fue asentir con la cabeza aquello le daba un objetivo y el nombre del cabrón que traicionó al general iba a estar el primero de la lista.

-No había cinta para Verónica -dijo hablando por primera vez desde que llegaron- de hecho es como si no existiera. Todos sabemos que tenían algo pero... Es extraño que no hable de ella ni en un sentido ni en otro. Ella sabe algo pero lo que es seguro es que no está entre quienes Shepard confiaba o tendría algo aquí para ella. Por lo que sabemos... Ella misma podría haber envenenado la cena del viejo... ¿No se está tirando ahora a su jefe? Deberíamos tener unas palabras con ella... Muy en serio.

Solo faltaba que literalmente se frotara las manos imaginando la escena que de seguro no iba a resultar agradable para nadie y mucho menos para la mujer que había compartido las ultimas horas del general. De repente cambiando de tema de golpe se dirigió al Español.

-Según el vídeo están en el despacho. Será mejor que cojamos las llaves y las armas... Quizá tengamos visita arriba más pronto de lo que nos esperamos.

Sin esperar a nadie cogió su cinta y con ella en la mano fue en busca del despacho. Tenía ganas de tener de nuevo buen material entre sus manos. A poder ser con balas de punta hueca.

Edgar y Eithan salieron de la habitación en busca de las armas y llaves que daban acceso a las salidas mientras John tomaba rumbo a las literas con la esperanza de poder descansar un rato.

Mientras el resto del equipo se quedaba pensativo despues de las palabras de Shepard.

Cierro los ojos y me concentro unos segundos para asegurarme de que seguimos solos y Verónica u otros hombres - suyos o no - no hayan llegado a la parte superior.

Luego miro a Simon y a Will Jr.

- ¿Qué pensáis de todo esto? Es una puta locura... - Digo casi más para mí mientras manoseo la cinta con mi nombre.

Miro un momento a Will... - ¿Quieres ver la cinta con el nombre de tu padre? - Pregunto. - A lo mejor hay algo que no te gustará ver. - Le confirmo. Si Sephard era tan listo como creo, sabrá todo lo de John, por mucho que se lo hayan intentado ocultar. No creo que Will fuera capaz de engañarle como hizo con el resto.

Casi tengo miedo de que el hijo vea una cinta dirigida a su padre.

Simon, al ver que se ponían en marcha hacia el "refugio" no tuvo más remedio que apresurarse y cancelar su parada técnica en el gimnasio. Ya habría tiempo más tarde, aunque no estaba seguro de cuánto más podría contener su ira. Fue directo a la armería, y llenó un par de bolsas de deporte de una taquilla cercana, y una mochila, con algunas granadas, más pistolas y un par de escopetas y rifles de repetición. Cargó también un par de botiquines de primeros auxilios. Conociendo a Shepard, lo más seguro era que ese "otro refugio" supersecreto también tuviese armas y equipamiento. Pero si alguien iba a la mansión esperando encontrarles, y veía que faltaban esas cosas, darían por supuesto que los antiguos héroes se habían ido de allí, en vez de esconderse bajo el edificio.

Simon se reunió con el resto tras un par de minutos para bajar juntos al refugio más secreto de Shepard. Portaba dos bolsas de viaje y una mochila a sus espaldas, que parecían bastante llenas y pesadas, aunque Troublemaker no mostró signos de agotamiento en todo el recorrido.

Cuando bajaron por la entrada secreta y recorrieron aquel túnel, la mirada de Simon comenzó a mostrar indicios de dudas. Sí, sin duda era muy defendible. Pero si aquella era la única entrada al refugio también podía convertirse con facilidad en una ratonera. No obstante, confiaba plenamente que Shepard sabía lo que hacía. La única vez que el General les había fallado fue en el momento de su muerte.

Al llegar al búnquer, Simon no pudo contener su expresión de asombro. Esperaba algo parecido a una cueva, a una almacén de gruesas paredes de hormigón y luces fluorescentes temblorosas. Y se encontró con un apartamento de lujo de tres pisos que pareciese diseñado por el líder de alguna maligna corporación para prevenir el apocalipsis.

Cuando llegaron al tercer sótano, dejó las bolsas a un lado mientras El español reparaba el aparato de vídeo. Sin saber muy bien si necesitaría ayuda, se limitó a observar y esperar. Y cuando el artefacto se puso en marcha, se acomodó en uno de los sillones.

Mientras el vídeo progresaba, el rostro de Simon fue cambiando de expresión entre una media sonrisa, el asombro, o el ceño fruncido por la determinación. Movía la cabeza, asintiendo, como si el general estuviese allí de verdad, guiándolos una vez más. Al terminar se quedó callado, meditabundo.

Will estaba absorto, toda esa información le estaba saturando. Necesitaba tiempo para asimilar todo lo que estaba pasando.

- Sí, claro. Quiero ver la cinta de mi padre. Estoy preparado para lo que sea. - No sabía que pensar de su padre, lo que le había dicho John le estaba haciendo pensar y darle vueltas sobre padre, si realmente sabía como era o solo era una imagen equivocada lo que tenía de él.

Se acercó al armario y se quedó unos segundos de pie e inmóvil delante mirando la cinta que llevaba el nombre de su padre. Finalmente, la cogió, abrió la bolsa de deportes que llevaba colgada, y la guardo junto al traje de su padre, que iba dentro de la mochila junto al arco y el carcaj lleno de flechas.

- Creo que la veré después. Necesito pensar. - Will se sentó en un sillón y se puso cómodo.

Cuando Shepard apareció en la pantalla, mirándoles, prácticamente hablándoles desde el más allá, a través del tiempo, el corazón de Simon se aceleró. En el momento que más necesitaban de su líder, éste era capaz de ayudarles sin que ni tan siquiera la muerte supusiera un obstáculo para ello.

Lo que Simon había estado pensado desde que había tenido que huir por los túneles, poco a poco, fue siendo respondido como si el propio general supiese que aquello iba a pasar. Si ya en el vagón había tenido la sensación de volver a casa, a uno de los refugios del equipo, estar ahí abajo, saber que Shepard lo había preparado para ellos... y que nunca deseó la disolución del equipo... Sí, estaba de vuelta en casa, después de mucho tiempo.

También las intrigas que habían ocupado la mente de Simon fueron resueltas una a una. En efecto, había una conspiración. Y era mucho mayor de lo que él mismo se había atrevido a imaginar. Pero comprobó que el viejo General había pensado casi hasta en el más mínimo detalle, mientras les narraba desde la televisión las distintas instalaciones de que ahora disponían. En efecto, aquello no era una ratonera: el resto de compuertas de aquella sala les permitirían ir y venir por distintos puntos de la ciudad. Era emocionante ver cómo Shepard se lo contaba, como si estuviese allí, como si nunca se hubiese ido. Y como si hubiera sabido todo lo que iba a pasar, y siguiera cuidando de ellos, como un ángel de la guarda. Simon decidió disfrutar del momento, como si estuviesen reunidos con él de verdad. La nostalgia que había sentido durante los últimos años comenzó a ser sanada al revelarse el legado que su líder les había dejado.

Después bajó la mirada cuando Shepard les habló de lo insensato que veía que se separasen, prediciendo exactamente los eventos ocurridos. Pero si el General, desde donde quiera que estuviese, querían que volviesen, Simon estaría en primera línea. No deshonraría a su mentor. El general también les habló del enemigo. Ahora sabían un poco mejor a qué se enfrentaban. Ya conocían un poco mejor al enemigo. Después Shepard mencionó las cintas, y Simon tuvo que contenerse para no hacer que la que llevaba su nombre saliese volando hasta su mano. Necesitaba verla urgentemente.

Cuando quedaron solos Max William y él, Simon salió por fin de su ensimismamiento, y con el pulgar retiró una lágrima que había asomado en su rostro. Volver a ver a Shepard, quien había sido como un padre para él, hablándoles como si estuviese allí mismo reunido con ellos, y después de ver lo que había dejado preparado para ellos, su legado, sin duda había emocionado al telequinético.

Después de escuchar las palabras de Max y will -curiosamente, los primeros miembros del equipo con quienes se había reencontrado aquel día de locos-, al fin habló.

- Shepard sabía lo que ocurriría, lo predijo todo. Y dejó esto para nosotros, para que volviésemos a la acción. Yo digo que lo hagamos. Que volvamos a ser lo que éramos: héroes. Y limpiemos nuestro nombre, rescatemos a los padres de Will y detengamos los planes de esa corporación maldita.

Hizo una pausa antes de seguir.

- Pienso honrar la memoria del General, espero que estéis conmigo. Eso sí, tenemos que tener mucho cuidado. He estado pensando en Verónica. Shepard no dejó nada que la legitime o destape. Pero debemos tener cuidado con Eithan, se la tiene jurada y yo no lo veo todo tan claro. Cindy la escuchó ordenar que fuesen a por nosotros, o algo así. Sin embargo, ella misma nos ha contado que ha tenido que estar fingiendo todo el tiempo estar contra nosotros. Y Max, afirmas que no dijo ninguna mentira antes.

- De entre las dos posibilidades, que Verónica haya descubierto un modo de ocultar su mente a Max, o que Cindy la oyese hablando con sus superiores, fingiendo estar preparada para atacarnos, creo que la segunda es más probable. Aun así, no me fío en absoluto. Ahora sabemos que Shepard nunca quiso que nos separásemos. De cualquier forma, si algún comando irrumpe en la mansión sabremos que no podemos confiar en ella en absoluto.

Se levantó y fue a recoger la cinta que tenía su nombre.

- Yo digo que volvamos a la acción, y que lo hagamos con la mayor de las precauciones. No será fácil, pero Shepard nos legó todo esto porque sabía que nos haría falta.

- Estoy contigo, Simon. – Respondo tras darme unos segundos para pensarlo. Realmente mi decisión estaba tomada desde el momento en que comenzó aquella cinta… Pero sé que las decisiones precipitadas o en caliente pueden inducir a errores fatales, y simplemente he decidido tomarme algo más de tiempo antes de decir nada.

- Debemos volver a ser un equipo, parar los pies a esa corporación y asegurarnos de quién está con nosotros y quién no. – Digo serenamente. – También sospecho que Cindy vería a Verónica ordenar a algunos soldados que nos mataran, pero todo por mantener las apariencias… Como dije no me mintió y no creo que sea capaz de engañar a mi poder. Sería la primera persona en toda mi vida capaz de algo así… - Aunque es una posibilidad remota y no nula. Después de todo hasta que mis poderes se manifestaron no creí que nadie fuera capaz de leer mentes… Y luego encontré a Simon, y desde luego la telequinesis tampoco es algo que nadie creería si no viera.

- Eithan tiene que confiar… pero para confiar en nosotros necesita tiempo, y mucho. – Admito. – Para que no sea un peligro para el grupo hay que darle un objetivo. Un objetivo común a todos nosotros. Debemos descubrir a nuestro enemigo, quién ha organizado todo esto… Y con todas las iras encauzadas en la misma dirección, será más fácil que volvamos a ser lo que fuimos. –

Por un instante jugueteo con la cinta en mis manos… No quiero admitirlo pero estoy nervioso por ver su contenido, por oír la voz del general una vez más… Pero todavía no, como todos, querré verlo a solas, más tarde quizá.

John salió de la sala y fue a buscar a sus hijos. Cindy los había acomodado en un cuarto con cuatro literas pero los dos mas pequeños estaban durmiendo juntos en una de las de abajo, mientras que Susan se encontraba en la de arriba.

  Al verte Cindy se acerco a ti.

- ¿John Bien?.- pregunto con un susurro.

- Los cachorros duermen, Cindy los cuido bien, prometio jugar con ellos mañana..- comento esperando que estuvieras de acuerdo.

- John deberia dormir un poco. Cindy marcha ahora ¿Vale?

Eithan y Edgar llegaron facilmente al despacho del que Shepard  les habia hablado. Encontraron varias llaves, una etiquetada como "armeria", el resto sin especificar.

  La armeria estaba protegida por tela metalida. Era algo mas pensado para que los menores no las tocaran que una autentica proteccion.

Al abrir el armario encontraron que aquello no era mas que una puerta disfrazada que daba paso a una enorme sala con las paredes repletas de armas.

 También visteis numerosos baules del ejercito, cerrados. No era necesaria demasiada imaginación para entender que el resto de las llaves encajaban en esas cerraduras.

Era el sueño de todo fanatico de las armas, había de todo, automaticas, semiautomaticas, rifles, ametralladoras, rifles especiales para francotiradores, miles de cajas con munición de todas las clases conocidas....... Todo lo que pudierais imaginar y algunas cosas que ni sabiais que existian.

Evitando responder a John sobre su comentario, desistiendo de explicarle por vigesimoprimera vez la diferencia entre Cuba y México, Edgar se dirigió a la armería acompañado de un silencioso Eithan. Una duda pasaba por su mente, y estaba seguro que si se tratara de Max, por ejemplo, no tendría problemas en lanzarla. Pero Frost le hacía sentir incómodo, y dudaba de que le respondiera si le preguntaba directamente.

- Carajo - dejó escapar en castellano - Con esto puedes montar tu propia guerra. Aún no entiendo cómo este país no se ha ido a la mierda en una guerra civil con todo este tema del derecho al arma...

Cogió una pistola, calibró su peso, sopló para retirar algo de polvo, y apuntó al vacío, teniendo mucho cuidado de no apuntar en la misma dirección que se encontraba Frost.

- Frost, ¿tuviste algo que ver con la muerte de Norman?