Partida Rol por web

FECHA: 4 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL SOL.

HORA: POR DE LA TARDE.

LUGAR: CUEVAS COLINA NEGRA.

CLIMA (EN EL EXTERIOR): INVERNAL. CIELO LIGERAMENTE NUBLADO.

Halberd había esperado otra cosa, algún tipo de curación milagrosa que despertara a Equilibrium y lo pusiera en pie de nuevo. Nada de eso ocurrió, aunque Alexa parecía satisfecha con lo que fuera que había hecho.

— Hmm —  emitió un poco decepcionado. — Habrá que darle una poción entonces. Debo tener la que Alexa me dio por aquí... — dijo buscando entre sus cosas.

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Vicky negó con la cabeza, mientras se acercaba más a Muxu.

- Más pasillos estrechos. la misma situación que aquí, hay dos pasillos que dan a un claro mas grande dónde vi a ese ser. Pero no comprobé ése segundo pasillo, no sé que podemos encontrarnos ahí.  - había ido lo más rápido que podía en silencio, intentando evitar encuentros innecesarios en su estado actual. No creía que hubiesen muchos mas enemigos, o estaban todos acechando en absoluto silencio y por eso no los había percibido. 

- Creo que el mejor plan de ataque dada la situación es una emboscada a través de los dos pasillos. - dijo Vicky dando su opinión aunque nadie la había pedido. - El pasillo más cercano, justo detrás mío, parece estar libre. Podría avanzar por él un grupo con ballestas cargadas y atacar al engendro. Por el otro, combatientes de cuerpo a cuerpo en primera línea, por si acaso algo me pasó desapercibido. Si el pasillo está libre igual, el grupo de las ballestas atraerá la atención del enemigo y el grupo cuerpo a cuerpo emboscar por la retaguardia.

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Briaeros siguió en su puesto, casi como una estatua de metal, sin mover ni un músculo aparentemente y con el estoque listo para defenderse de lo que se le echara encima. No tenía más que decir, ni más que hacer, avanzaría cuando debiera avanzar y todos estuvieran listos, y ensartaría a la cosa que aparentemente se encontraba más alá. 

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Muxu escuchó la descripción del lugar por parte de Vicky y su plan. Parecía ser que la meseta desembocaba en un claro dónde vió al engendro que parecía ser el jefe.

-Me gusta tu plan, Vicky.- Dijo la maga. -Con Raxus malherido y James cegado solo podemos contar contigo para el combate melé, Briaeros.- Comentó al cyborg que estaba en medio de ambas mujeres. -Si tomamos la posición para poder atacar a distancia, tú podrás concentrarte íntegramente en la defensa. ¿Te parece bien?- La maga creía que si el cyborg se concentraba solo en la defensa, sumado a su gran armadura, sería un muro inexpugnable. -Creo que tenemos que estar atentos a dos cosas, posibles trampas como la que hirió a Emil, y la otra, escuchar si el jefe de los engendros decide avanzar, si lo hace tendremos que salir a cortarle el paso los que ya estemos preparados, porque si llega a los túneles estrechos y nos obliga a luchar uno a uno, perderemos nuestra carta de victoria simple.- La cantidad.

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Yo tengo esta que le he pedido a Alexa- dijo mientras sacaba la poción, una vez dejó a Equilibrium en el suelo. Se la dió a Shidi para que la tuviera- voy de nuevo donde se encuentra Muxu. Quizás necesite ayuda. 

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La voz de Raxus le hizo retomar la calma, guardó el martillo y dejó la palma de la mano hacia arriba para recibir esa poción, asintiendo al enano tras terminar de escucharle. — Ve y buscad a Emil. Si aún puede dar órdenes, adelante, de lo contrario, traedle. Repliegue aquí, TODOS. — Ordenó. Esperaba que Vicky tuviese más suerte con el otro grupo, el elfo la debía haber puesto al mando del otro grupo. Mientras aguardaba la recepción del vial, que terminó siendo de Halberd, esperaba que no llevase el nombre del líder de los Rifts Warrios.

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Vicky no estaba del todo segura de lo que hablaba Muxu.

- No sé de qué tipo de trampa hablas, desde nuestro lado no pude ver nada. Entonces, ¿el plan es avanzar en sigilo y atacar por sorpresa como sugerí? - preguntó Vikcy cargando la ballesta.

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-Trampas como éstas.- Dijo Muxu en respuesta a Vicky, señalando una trampa mecánica gremlin ya activada a muy corta distancia. -Si, tu plan como has dicho ni bien estén recuperados los más heridos, a no ser que Emil ordene otra cosa. Pero debemos estar atentos, porque si esa bestia decide acercarse a nosotros ahora tendremos que adelantarnos tambien los que estemos listos o vernos obligados a luchar uno contra uno por lo estrecho de estos pasillos.- Eso puede hacer pasar de una victoria fácil a una con complicaciones.

La maga prestó atención a ver si escuchaba algo. Creyó captar movimientos de una sola criatura muy pequeña y ligera, pero le resultó imposible estar segura. No parecía que el sonido se moviera ni que se estuviera acercando en absoluto.

-¿Por qué no vienes de este lado ahora que está tranquilo?- Sugirió Muxu que la ranger pase a través de Briaeros para quedar mejor posicionada. Si la bestia decide avanzar hacía nosotros será mejor que esté Briaeros en la vanguardia.

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-No soy nada sigiloso-replicó el alemán, señalando lo que le parecía evidente. Puede que sin todo su pesado blindaje sorprendiera a más de uno, pero enfundado en metal no era precisamente grácil y sutil-por lo demás, prefiriría atacar también. El enemigo puede tener suerte, por mucho que me defienda, y cuanto antes caiga, menos oportunidades tendrá de tenerla. 

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Tras abatir a los gremlins extraños Thomas se preocupó de lo que cualquier persona con economía ajustada haría, encontrar lo que seguía siendo útil tras la batalla. En concreto se dispuso a buscar el virote que se había tragado la oscuridad, no hubo suerte. El virote prefería la oscuridad al carcaj de Thomas, no era algo reprochable. Él tampoco volvería con alguien que le hubiera disparado al vacío, salvo si esa persona fuera su mujer, con ella había vuelto varias veces.

—Lo malo de matar enemigos enclenques es que nunca tienen un equipo aprovechable que podamos adquirir tras derrotarles. La próxima vez deberíamos seleccionar mejor a nuestros enemigos —dijo a media voz, intentando que el mensaje calara entre sus compañeros.

Recargó su ballesta y cruzó la distancia la corta distancia que le separaba del resto. Amparado en la luz que había conjurado sobre el arma de Briaeros intentó comprobar por sus propios ojos como se encontraban los heridos tras el combate. Dos caídos, dos ciegos y Raxus muy mal herido. No era un buen balance si tenían en cuenta que todavía les quedaban más enemigos a los que enfrentarse.

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Bueno, ya no podía hacer otra cosa por Equilibrium más que darle la poción, por lo demás debería aguantar por su cuenta, pero el hombre era más fuerte de lo que parecía, se había estabilizado solo.

Recogió la poción que Shidi le tendió y se la administró, con la esperanza de que lo sanara. Alexa esperaba no necesitar una ella misma, porque acababa de darle la suya. Aunque si era así, o era necesaria alguna más, habría que dirigirse a Daeron, quien llevaba alguna de sobra en previsión.

-Ahora hay que ver cómo está Emil. Hace demasiado que no le oigo, temo que esté malherido. Ojalá no sea así...

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Vicky asintió una vez entendido a lo que se refería Muxu con las trampas, pero no acababa de entender lo que le pedía que hiciese. ¿Estaba sugiriendo esperar a que Emil despertase antes de avanzar? No tenían mucho tiempo dentro de aquella cueva, y cada vez tenían más heridos, cierto... Pero esperar en aquél lugar no era la mejor de las ideas a su entender.

- Si lo que explicaron sobre estas criaturas es real y se multiplican tan deprisa, puede que la mejor opción sea terminar ahora con el líder, antes de que vengan más. Ahora mismo tenemos el elemento sorpresa y parece estar sólo. Si esperamos a que todo el mundo esté en condiciones, podríamos volver a sufrir el mismo tipo de emboscada. - dijo Vicky exponiendo su opinión. - Teniendo en cuenta que Emil no está en condiciones de tomar decisiones, lo mejor sería decidir como grupo... Pero antes de que sea tarde. Y después de las pociones a los más necesitados.

Vicky no estaba precisamente en el mejor de los estados, pero si el plan funcionaba, evitaría el cuerpo a cuerpo y no necesitarían malgastar una nueva poción en ella. No dudaba necesitar cubrir sus heridas, pero con un poco de suerte podrían curar tras salir de aquella cueva de una pieza.

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Había llegado a una encrucijada. Dos pasillos que cubrir y uno solo para hacerlo. No era la mejor situación, la verdad. Pero yo me había metido en el jaleo para algo. Así que tocaba decidir. 

Uno al norte, parecía. Otro al oeste, esperaba. Mentalmente suponía que el segundo túnel era la elección de Vicky. Creía haberla oído al otro lado de la anterior abertura, donde se había producido la refriega con los bichos diabólicos. Y era el túnel que se orientaba hacia allí. O al menos eso esperaba. Dudaba que Vicky hubiese profundizado mucho más en ese margen de tiempo, herida y a solas.

Así que tenía más sentido ir al norte para tantear el terreno. Pero con cuidado. Con mucho cuidado. No quería sorpresas al estilo de Vicky, con navajazo y tentetieso. No gracias.

-  Ahora con cuidado, con muuucho cuidado. No más bichos, por favor no más bichos Señor. "Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.​​​​​.." - pensé para mi mientras avanzaba. Cubriendo con minuciosidad cada pedrusco con todos los sentidos que tenía, incluido el común, avancé fijándome bien en no hacer ruido, desplazar piedrecitas o Dios no lo quiera tirar la caverna abajo.

Fijé todo el resto de mi capacidad de atención en mantenerme alerta de cualquier sorpresa desagradable y evitar desastres a mayores.

Que Dios reparta suerte.

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El enano, tras dejar a Equilibrium y un par de palabras con Shidi, fue en busca de Emil, el cual había caído en el combate. Solo esperaba que el elfo no hubiera muerto y solo estuviera inconsciente. Que no era plan de buscar un nuevo líder tan pronto. 

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Halberd guió a James y a Alexa hasta Equilibrium, y dejó la ballesta en el suelo para disponerse a sacar la poción que guardaba en su mochila. Cuando la encontró, sus ojos se desplazaron hasta la pared de metal que tenía al lado, y empezaron a estudiarla. Tanto que por un momento perdió la noción del tiempo y de lo que ocurría cerca de él.

Se acercó un poco y pasó la mano recia por la superficie rugosa. Conocía esa aleación. Miró a la escotilla situada por encima de su cabeza y sus ojillos brillaron. Tendría que trepar, pero tras ella podrían haber cosas interesantes, estaba seguro. Empezó a emocionarse y su corazón se aceleró. Tenía que trepar y colarse por esa escotilla. Tenía que ver qué tesoros tecnológicos habían allí escondidos, esperando a ser encontrados por él.

Se giró para guardar su ballesta, la cual en algún momento había recogido, para tener las manos libres y trepar, pero antes de hacerlo vio a sus compañeros. Ciegos y heridod. No los podía dejar allí en ese estado...

Volvió a mirar la escotilla mordiéndose el labio inferior, indeciso. Negó con la cabeza. No, tenía que quedarse allí con ellos. Al menos un poco más, hasta que volvieran los otros. Haciendo un chasquido con la lengua volvió a agarrar la ballesta con ambas manos y se acercó de nuevo a sus compañeros. Equilibrium seguía en el suelo. Se miró las manos, estupefacto. Ya no tenía la poción.

— ¿Qué... qué hacéis? ¿Por qué no le dais la poción a Equilibrium? — preguntó muy extrañado.

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Dos pasos.

Dos puñeteros pasos y ya me había encontrado con mi primer regalito.

- ¡Y ni tan siquiera es Navidad! - resonó mi voz en mi mente. - ¡Nota mental! Recordarle a Muxu lo mucho que apreciará el grupo sus consejos en un futuro - me sonreí mientras inspeccionaba el aparejo.

- ¡Puuuta vida! ¡Mira los cabroncentes lo que han preparado! - me dije al inspeccionar mejor la trampa. 

Aquel trasto parecía una combinación entre ballesta y cepo.  Cuidadosamente colocada al final de un reguerito de rocas sueltas y resbaladizas que cualquiera querría evitar y cubierto de un musgo de forma las cuerdas se camuflaban perfectamente. Parecía diseñada para que el que pisara el disparador, activase el arco de la "ballesta" de tal forma que lanzase una correa de cuero festoneada con afiladas cuchillas a la altura del tobillo. 

No mataría a nadie, pero cualquiera que fuese algo descuidado diría "adiosito" a su tendón de Aquiles y a gran parte de su tobillo.

- Rústica, pero eficaz. La pillas y plaf... cojo para los restos. Genial. ¡Y aún había alguien que se me quejaba! -  pensé. 

Creía que podía desensamblarla con algo de cuidado. Más bien con mucho cuidado. Tanto valía para un pie como para una mano. - Así que cero tonterías, chaval. - me aleccioné mentalmente mientras me ponía manos a la obra. 

Ahora sí que me vendría bien alguien que vigilase mis espaldas. En fin. Con cuidado y buena letra tardaría poco y seguiría a lo mío.

- Vamos a ver. La cinta de cuero se engancha a esa ramita tan bien disimulada. Ese es el disparador. Luego, este palitroque va a... - pensé concentrándome en la tarea. 

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Fue una sorpresa despertar, y sentir un profundo dolor en el pecho y en la pierna que, sin llegar a desaparecer, se iban suavizando progresivamente.

- Aunque a pesar de todo duele como si el maldito Sol me diera en la cara- murmuró el elfo albino mientras recuperaba el resuello y comprobaba dos cosas. La primera, que Daeron era quien le había dando la pócima de curación. Y la segunda, que no estaba en el mismo lugar en donde había caido. Daeron... bueno, hubiera preferido estar en los brazos de Alexa o de Muxu o de Vicky. Pero lo importante era recuperarse aunque para eso hubiera que hacer concesiones a la estética.- Daeron, querido, tenemos que dejar de vernos así. ¿Qué van a pensar?- acertó a musitar, con una mueca divertida en la que se adivinaba el agudo dolor.

A pesar de todo, logró ponerse en pie, mientras ponía sus ideas en orden. Lo cierto es que había sido derribado de forma traicionera y desagradable. Y no, no lo decía por esos jodidos duendes cabrones de mierda, que eran enemigos, y se le suponía. Lo decía por sus propios compañeros. Afortunadamente, despertar, y no estar muerto, implicaba que no había traición sino, únicamente, el descontrol habitual. ¿No estaba claro el plan de ir juntos en dos alas, a la vez, y de ese modo evitar una emboscada a alguien solo tan brutal como la que él mismo había sufrido? Casi tuvo ganas de ponerse a llorar. ¿Acaso, oh dioses, tan malo había sido en todas sus encarnaciones anteriores? Negó, para sí, con la cabeza. A saber qué habría pasado, pero ni era el momento, ni el lugar, de broncas y recriminaciones. Como en otras ocasiones una musiquita acompañaba a sus pensamientos y tuvo que hacer un esfuerzo para dejar de escuchar el <<como además, sale gratis soñar, y no creo en la reencarnación.>>

Centrémonos. Se puso en pie, manteniendo el hacha entre sus manos y se concentró para ver si había algo más en el lugar que no pudieran ver.

- Gracias, Daeron- dijo con tono más serio.- ¿Bajas nuestras, bajas de ellos? Esto puede estar lleno con más trampas. Deberíamos intentar reorganizarnos antes de seguir avanzando.  

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El borg alemán, tras echarse a un lado para permitir el paso de su compañera, siguió a la espera. No avanzaría solo, a pesar de notarse razonablemente capaz de plantar cara a aquel ser, pues no le correspondía a él tomar aquella decisión. 

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Justo en el momento en que subió aquella pequeña zona, se encontró a Emil de pie y vivito y coleando. 

Vaya, y yo que venía a salvarte, pero ya veo que se me han adelantado- acto seguido saca la poción- toma, por si la necesitas. 

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La maga escuchó que Emil se incorporaba y pedía a Daeron un resumen de lo que se perdió mientras dormía.

Más tranquila de que el grupo se estaba acomodando, siguió concentrándose en los ruidos del sector de dónde estaba el presunto jefe de los engendros. No parecía que se moviera hasta donde ellos, pero cada vez estaba menos segura.