Partida Rol por web

Notas que hay algo extraño en ese soldado...
No se ha quitado el yelmo y siempre ha ido con la cabeza gacha, algo nada normal entre los orgullosos soldados gondorianos con los que has tratado...
Parecía como si quisera ocultar su rostro de miradas indiscretas...incluso al pasar cerca de las mesas giraba levemente la cabeza hacia el lado contrario...

Mientras Galandan cruza el puento, les comenta a sus compañeros con un leve susurro

Amigos, incrementad la precaución...he observado que dos personas se esconden tras las ruinas ahí pasado el puente. No hagais movimientos extraños, pero estaos alerta.

Con gran disimulo y armonía de movimientos el elfo pasa primero el grandioso puente, olvidando su belleza para mirar de reojo la zona dónde se escondieron aquellas figuras humanoides.

Milo asiente ante el comentario del elfo. En la falta de sorpresa de su mirada se percibe que también había visto algo sospechoso. Guiña el ojo y habla con normalidad pero esperando ser oido.

- Ciertamente, amigo Légolas, no tengo claro cual de vosotros dos es más peligroso. Si vos o el señor Gimli. Algún día debierais batiros para comprobarlo.

A pesar de las extrañas palabras del hobbit, y pese a la jovialidad con que se expresa, se le nota convencido de lo que dice.

La situación no le agradaba Thrór no estaba acostumbrado a que se le emboscara y mucho menos a temer de aquellos que se esconden en la oscuridad.

-Pero que tonterías… Hey ustedes salgan de allí que ya debe haberlos visto toda la ciudad, salgan ya; no nos obliguen a mandar a toda la ciudad tras ustedes-

El elfo se echa las manos a la cabeza ante las reacciones de sus compañeros

¬_¬

Cuando la extraña pareja se fue, Eóradas levantó la cabeza con una velocidad que hacía recordar a la de un mastín cuando encuentra la pista de su presa en un bosque. Su cara, normalmente hosca, estaba ahora sombría, seria. Se incorporó y, antes de salir decidido hacia la puerta, dijo en voz baja y dura. 

"Cuatro hombres armados siguieron a ese extraño personaje que dice ser oficial gondoriano. Algo extraño está pasando, si quieren, síganme."

Y sin decir más se dirigió a la puerta con paso decidido. De todas maneras, por las dudas, cuando llegó la abrió con la mano izquierda mientras disimuladamente ponía su derecha sobre la empuñadura de su espada. Sintió el peso del arco en la espalda y la armadura en su cuerpo. Estaba de cacería, y eso le gustaba.

Bienvenido. Espero que te hayan ido bien las vacaciones.
Recuerdaque el arco lo llevas descordado. Si quieres usarlo debes perder un asalto en ponerle la cuerda.

Cita:

Buena frase ;)

El soldado entró en la posada y aunque a primera vista parecía dirigirse hacia donde se encontraban ellos, pasó de largo y fue a parar a la mesa de un hombre que se dedicaba a leer un libro.

Para sorpresa del enano, pues los soldados de Gondor con los que se había topado, lucían con orgullo, éste ni siquiera se desprendió de su yelmo, y para más inri justo al pasar por su mesa giró la cabeza como ocultando su rostro.

Morin no entendía lo que pasaba y miraba desconcertado al resto del grupo esperando que ellos supiesen algo.

¿Qué pasa aquí? preguntó el enano.

Sin dar tiempo para más, el rohir se levantó de su silla, y tras unas palabras se dirigió a la puerta de la posada con más misterio aún sin cabía.

Muy bien, veámos que es lo que pasa. Dijo Morin siguiendo al humano.

Gracias por avisar lo del arco, no lo sabía. Igualmente no hay tiempo ahora para tensarlo.

Por cierto, una pregunta: el ritmo viene mas bien lento en comparación a los otros jugadores, no?

Cita:

gracias :D

Observo estupefacto como mis nuevos amigos se levantan y van en pos de los dos hombres que acaban de salir de la posada. Mi conocimiento del comportamiento humano y enano deja bastante que desear, pero esto me parece al menos chocante.

- Sigmar, ¿es normal que los humanos os inmiscuyáis en asuntos de otros sin ser invitados? - digo mirando con sorpresa al mercader mientras niego resignado con la cabeza - Te juro que no acabo de entenderos. ¿Deberíamos ir tras ellos para evitar que se metan en algún lío?

Bostezo de cansancio mientras intento despejarme.

Sí, amigo Thavann, tenemos tendencia a meternos donde no nos llaman. Curiosidad lo llaman.

Me levanto y le hago una seña a mi tío para que vea que no hay problema.

Tienes razón, sigámosles. Al menos, al enano casi le he cogido cariño tras nuestro viaje. No por lo conversador que es, desde luego. Digo casi para mí mismo.

Tras tan dispares reacciones frente a un posible peligro, los tres seguís avanzando (con mayor o menor cautela) por el puente hasta llegar al otro lado de la ciudad.

Sea porque ha funcionado el "bluff" del hobbit, sea por las amenazas del enano, o bien porque se han contagiado de la desesperación del elfo, la cuestión es que las dos figuras misteriosas han desaparecido de vuestra vista.

Seguís avanzando por una amplia avenida paralela al río, procurando estar lo más alejados de las ruinas que se yerguen oscuras a vuestra izquierda. Aquí la ciudad está todavía en un estado lamentable, con ruinas por doquier, y no se ve un alma por las calles...Casi parece una ciudad fantasma...

Cuando os habéis alejado unos cien metros del puente, llegan a vuestros oídos desde un pequeño callejón de las ruinas, unas voces agitadas y el claro sonido de unas espadas al ser desenvainadas...

No llegas a entender qué dicen las voces, pero son masculinas y una es claramente amenazante y otra suplicante...Y hay más voces que se ríen...(Has fallado Idioma pero has acertado tu Percepción de 73%)

No, no, por favor....Os lo ruego, debo hablar con Lord Faramir... - dice una voz temblorosa de hombre...
Lo que vas a hacer es venir con nosotros, listillo....Tú decides en cuantos trozos quieres hacerlo... - contesta otra voz dura y amenazante...

Varias voces más ríen cruelmente...

No llegas a entender qué dicen las voces, pero son de varias personas...
(Has fallado tanto Idioma como tu Percepción de 39%)

Corred no hay tiempo que perder..hay alguien en apuros....

Dijo el elfo, con su actitud calma y sosegada, aún en tensión mantenia el pulso firma y calmo.
Desenvaino su arma y fue hacia las voces y las risas.

Una vez todos fuera de la posada, seguís al decidido Eóradas que avanza raudo y sigiloso persiguiendo a unas figuras que acaban de desaparecer tras una esquina de las cercanas callejuelas en ruinas.

Avanzáis con cautela, siempre procurando hacer el mínimo ruido posible (algo sencillo para los dos exploradores, pero más complicado para Sigmar y Morin que acaban quedándose un poco rezagados) y guardando las distancias con vuestros objetivos, mientras les perseguís por las ruinosas calles...

Al deteneros un momento para aseguraros que es seguro continuar sin ser descubiertos antes de doblar una esquina, llegan a vuestros oídos unas voces agitadas y el claro sonido de unas espadas al ser desenvainadas...