Partida Rol por web

-Es un placer conoceros, Judas.- Responde absorto, pues tambien sigue con la mirada a Gustarson y la retiene unos instantes observando los comensales de la mesa a la que se dirige, especialmente a la dama en cuestión.-Y no teneís porque disculparos por vuestro amigo...-

Finalmente devuelve la atención, como si nada, a Judas. -Servíos vos mismo. No me molesta, y menos aun si os ocupais de la siguiente ronda. haha!!-

 La mujer que estaba hablando con los guardias, mientras comían y repasaban unos pergaminos que tenían junto a ellos, se gira ante tu presentación y te escucha con atención. Ves como te mira con claredad, a los ojos, viendo en tu interior con una mirada intensa y penetrante.

 A pesar de que ya es mayorcita, rondando los cuarenta y tantos, no deja de ser una mujer con cierto atractivo fisico, pero hay algo más, esa viveza en sus ojos... es muy seductora.

 Cuando terminas de hablar parece que se sorpenda.

 - Ya te recuerdo, eres el pequeño de Kati, el que nació en medio de la tormenta.- Dice con cierta alegría.- Caray veo que te has convertido en todo un buen mozo... y gentil. Lo celebro, espero que disfrutes del regreso a tu hogar.- Una sonrisa casi maternal aflora en sus labios.

 Tras esas breves palabras se gira hacia el hombre que tiene a su diestra y le comenta.

 - Sargento Algué, este es el retoño del que tan amenudo habla maese Beogolf, el marido de Kati.- Se gira hacia tí.- Ese es el sargento Algué, el hombre encargado habitualmente de la vigilancia en el pueblo, está a las órdenes de Lord Rocafreda.- Con su zurda presenta a los dos otros hombres que les acomapañan.- Y estos son Sergi e Isaac, guardianes de Lunil.

- Así que tu eres el hijo de Beogolf, mucho gusto muchacho, ya veo por que siempre habla orgulloso de tí, Gustarson. Veo que has elegido la vida de servidumbre.- Dice acariciando un símbulo que ves en su pecho, representando un amanecer.- Bienvenido al pueblo, novicio. Sin lugar a dudas te pediremos ayuda si es necesaria, pero no te preocupes, no solemos tener altercados ni problemas demasiado serios des de hace años.- Medio sonríe bajo su recortado mostacho.

 Los otros dos hombres te saludan cuando son nombrados.

 Entonces la mujer retoma la palabra.

 - Y dinos, Gustarson, ¿ has venido para quedarte o tan solo de visita?

-Referente a vuestra pregunta que quereis saber y de donde? Pues sé nuevas de muchos lados, como ya os dije, he estado a muchos lugares y hasta ayer no llegé a Lunil, lugar que empieza a gustarme... -dice recorriendo la mirada por la sala como buscando algo. -aunque recientemente he estado en la capital.-

Judas cogió la jara de la mesa y se sirvió. Tomando un largo trago, esbozó una sonrisa. - Que bien sienta.

- Habladme de la capital pues, si es el último lugar donde habéis estado. Cualquier noticia nueva romperá la monotonía de este tranquilo pueblecito. Apoyó la espalda en la silla, y echó una rápida mirada a su alrededor, por si veía acercarse a Violant para tomar nota.

- Tenéis suerte de poder viajar por todo el país. Al menos esa es mi humilde opinión. La mente del joven mago parecía que volaba muy lejos de allí. - Cuantas maravillas y cuanto saber debe de atesorar nuestro mundo... Parecía que hablaba más para el mismo que para su interlocutor.

Judas se dio cuenta que empezaba a divagar, y volvió a centrarse en la conversación que mantenía con Querelart. - Ibais a contarme nuevas de la capital... Retomando el hilo que el mismo había interrumpido.

 Janin, la otra camarera de la posada, se acerca a la mesa llevando una frasca de cerámica con agua y un par de jarras de latón.

 - Y utedes dirán, cabajeros. ¿Qué les pongo pa'comer?- Dice en castellano con su acentó claramente de dalowin.- En etos momentos tenemo' pan recién hecho y estofao de cordero con patatas y zanahorias, muy ricas ellas.- Dice con una sonrisa enmarcada por sus finos labios.

Al oir hablar así a Judas no pudo contener una sonrisa.

Iba a contestar de immediato a su interlocutor, però entonces una cambrera interrumpe la conversa. Tras una ràpida mirada, Querelar lamenta que no sea la otra cambrera, -esa chica, Violant...ahhh que bella mujer.- Bonito acento del norte, mujer. Traenos un par de platos bien llenos de este delicioso estofado, que sin lugar a dudas, es ese maravilloso olor que llega acà.- Mira a Judas como esperando que apruebe la decisión.

Voy saludando coordialmente a todos los presentes segun Madre Bruna los va nombrando, y cuando veo el simbolo de del amancer en el cuello del Sargento Algué, esbozo una pequeña sonrisa medio de sorpresa y satisfaccion...

Despues de hablar el Sargento Algué le hago este pequeño comentario.

- Veo que no soy el unico fiel devoto del Señor del Amacer

, dirijiendome al Sargento Algué (Saber religión para ver que tipo de servidor es, Paladin, Clerigo, etc...), es una grata sorpresa...

Y referente a la pregunta final, de la Madre Bruna, mi mirada cambia demostrando una pasión y determinacion mas alla de lo normal...

- He venido a quedarme, Mi intencion es establecer un santurario fijo, dedicado al Glorioso Lazhander. Precisamente esta tarde tengo audiencia con Lord Veremón para presentarles mis respetos y explicarle mis intenciones.

Se que es un camino arduo y dificil, pero con el tiempo y la ayuda de todos los fieles de la region lo conseguiremos.

Si no hay ningun comentario mas relevante,

Dicho estas ultimas palabras suavizo el rostro, esbozando una pequeña sonrisa,

- Bueno me alegro de haber tenido estas pequeñas palabras, no molesto mas.

Y saludando a todos los presentes con la mano me voy a la mesa donde esta Judas y Parlan.

Despues de la breve conversacion en la mesa de Madre Bruna, me dirijo con semblante satisfecho y alegre hacia la mesa de Judas y Querelar.

- Perdonar mis modales, mientras me voy acomodando en una silla.

- Soy Gustarson el Bendito, Fiel seguidor del Señor del Alba, Lazhander, extendiendo la mano para saludar a Querelar...Me he perdido algo interesane?¿, comento con un mirada medio de culpabilidad y intriga.

- Llegas justo a tiempo, amigo Gustarson... Querelar Iba a contarnos nuevas de la capital, justo cuando la hermosa Janin nos trae algo para beber. Judas coge la jarra y llena los vasos de sus compañeros de mesa.

- El estofado estará bien, Janin. Pero trae suficiente para tres. Mirando a la camarera y una sonrisa en los labios.

El joven mago se gira hacia sus compañeros con expresión jovial. - ¿Por donde íbamos?... ¿Noticias de la capital?...  Lanzando la pregunta para retomar la conversación que tantas ganas tenía de empezar.

Querelar alarga la mano hacia Gustarson, mientras hace un leve movimiento de aprovación con la cabeza. Y deja que hable, como hemos visto, Judas a su compañero, y al parecer amigo.

- Como íba a decir-. Pues Querelar no olvidaba facilmente las palabras. -No hay más suerte en mi que la pueda haber en vós, mi curioso amigo. Pues saciar estas ansías de ver mundo estan al alcance de cualquiera con suficiente agallas para satifacerlas.- Querelar que aún podía leer en los ojos de su interlocutor las mismas inquietudes que pudiera haber tenido él mismo, años atrás. -Quizás hariais bien, en hacer un buen equipaje y romper la jaula que es vuestra rutina, y quizás mejor, si lo hiciaris los dos, juntos-.

-Por lo demàs, la capital es un hervidero de gente, la economía crece y la gente se distrae por las calles con los cotilleos, aunque el toque de queda se traga toda la diversión-.

Mientras escucho el relato de Querelar, voy haciendome una idea del extrabagante muchacho, un tratamundos...

- jjjaj es curioso, yo acabo de venir hace un par de dias de la provincia de flira, y ahora mismo lo ultimo que quiero hacer es ir de viaje. Digo distraidamente mientra tomo un sorbo.

-Aunque algun dia me gustaria ver la capital, como no...y quien sabe Judas, a lo mejor vamos antes de lo previsto ajjaja.

Haciendo otra pequeña pausa para tomar otro sorbo.

Miro distraidamente el fondo del vaso mientras lo ajito levemente, y sin quitar la mirada del vaso, le pregunto a Querelar, un poco mas serio.

- Por cierto Querelar que te ha traido por estos afueros, solo ver mundo? o por algo mas concreto?¡, Dicho esto giro la mirada hacia Querelar, Mirandole directamente a los ojos con una sonrisa traviesa y divertida.

 El símbulo que luce el sargento se parece mucho a los usados por la mayoría de sacerdotes de donde estudiaste, pero por la forma que lo lleva, crees que no lo usa como vosotros cuando es el momento de sulicitar la ayuda a los dioses...

 Ellos se despiden de tí cuando regresas con los compañeros de la otra mesa. Tras estar atento a las expresiones y palabras del joven Querelar, crees que no miente más que tú. Es decir, que te parece que dice la verdad.

Querelar sosteniene la mirada a Gustarson, si su intención era inquietarle no parece que vaya a conseguirlo.

- Podría deciros que mis asuntos son cosa mía...- se detiene , le devuelve la sonrisa y prosigue. -pero no es mi intención hacer acertijos donde no los hay, es verdad, soy hombre de mundo porque el camino es para andarlo, no es así?- dice mirando a Judas.

-Sin embargo, por si mis ropas no fueran lo suficientemente delatoras con sus brillantes coloridos, ya digo que no son solamente para atraer la atención de las damas sino para mejorar la diversión que a la gente ofrezco pues a eso me dedico-. Hace un medio gesto de reverencia, y con gesto elegante y àgil recoge un jarra/vaso y bebe de ella para refrescar el gaznate brevemente.

- Bonita, muy bonita es la provincia de Flira, pero no tanto como Ilatia con sus viñedos, y sus casas blancas. Quizás preferis contarnos vós, amigo Gustarson, como esta todo por Flira?.-

 Mientras conversaís, la muchacha os sirve unos platos con estofado que huelen que alimenta junto con unos panecillos como dos puños vuestros, aún calientes por salir del horno.

 - Que les aproveche, señores.

 Sin más la joven de tez oscura se va atender la mesa de los guardias. Y luego a revisar la marmita.

 Es más o menos para entonces cuando sube Violant por las escaleras de madera, sin el delantal y se aproxima a vuestra mesa para acompañaros en la comida.

Pues que sea Querelar, que tras una sonrisa, le acerque una silla a la chica.

- humm que buena pinta tiene eso, gracias Janin...

Mientras voy soplando el estofado para enfriarlo,

- La verdad no puedo comparar la hermosura de Italia con Flira ya que no he estado nunca en Italia, Aunque como todo va a gustos y cada lugar tiene su sitio especial. Y muchas veces la hermosura no es el lugar en si, si no con quien lo compartes....

-Ahora mismo no cambiaria ni por mil viñedos y casas blancas de Italia, este reencuentro, en esta humilde posada, con unos viejos pero jovenes amigos. Estas ultimas palabras las digo mientras guiño un ojo a Judas y dirijo una mirada complece y una amplia sonrisa a la nueva comensal, Violet.

- Hola Violet, por fin estamos todos juntos...

Judas acogió con agrado lo que Janin traía. - Que buena pinta, gracias Janin. Frotándose las manos y relamiéndose ante el aroma de aquel estofado. - Que aproveche!  Y se apresuró a empezar a comer.

Parecía que la conversación tenía dos claros interlocutores. A Judas no le molestaba, le gustaba oír historias y relatos de lugares lejanos. Cuando se le mencionaba o miraba, el joven asentía o sonreía. Intentaba atesorar cada pizca de saber que sus compañeros parecían poseer.

- Bienvenida Violant. Dijo Judas a la joven, mientras esta se acercaba a la mesa. Le dedicó una sonrisa a su amiga, y continuó comiendo, escuchado la conversación.

  Violant se acerca esta vez más tranquila con paso lento y movimientos sísmicos. Su vestimenta
ya no es de una camarera; lleva su vestido largo para las fiestas, sencillo pero elegante, con un
colgante algo exótico en el cuello. Su melena pelirroja se mueve con el vaivén del andar,...

Se os acerca con discreción, o al menos lo intenta, y su sonrisa denota una felicidad poco común.

- Que tal? todo bien? que te parecen mis amigos Janin? lindos ée? -mientras se sienta en una de las
sillas que Querelar le acerca - gracias, ...perdón mi mala educación, soy Violant, y tu? soys amigos? -mirando a Judas y Gustarson-

..mmm me siento algo incomoda con este chico nuevo... quien será? un amigo?..

Mirando a Querelar, con una alegre sonrisa...

- Hombre, de momento nos estamos conociendo...Violant te presento a Querelar...

Y acto seguido dejo a Querelar que se explalle, mientras sirvo un poco de estofado a Violant....

Da las gracias a Janin y abandona la conversación para que los amigos se reencuentren tranquilamente. Lo cual le da margen para analizarlos bien con una sonrisa.

Se levanta, mientras Violant se sienta, se presenta -Cierto, soy Querelar-  y besa su mano, con naturalidad, picardía y elegancia.- Es un placer mi hermosa dama de pelo brillante como el fuego en una fria noche... -

Antes de volver a tomar asiento, en un fugaz instante, el pobre Querelar se da cuenta: Estaba aquí sentado solo esperando cenar y ahora estoy en una mesa en la cual se reunen unos amigos y a la que me hacen hacer sentir como el forastero. hehe.  Que ironías!

Se sienta antes de que nadie perciba un solo pensamiento y se dirije a su bella compañera de mesa.
-Soy un senzillo hombre de mundo que se gana el pan, y más, actuando de aquí para allá, y por primera vez la fortuna ha dirigido mis pasos hacia Lunil,  y Rocafreda, si voy a ponerme exacto. Pero ya veo que no va a ser la última que la visite.  -anade con una sonrisa-

Además, por lo que tengo entendido, creo que llego justo a tiempo para la feria de ganado que celebraís los veranos, al ser así, es una grata ocasión para hospedarme unos días. Por eso he hablado con Albert y esta noche voy actuar aquí.- Señala la sala con un gesto de brazo. Hace una pausa para empezar a tomar una cuchara de estofado, bendecir al concinero/cocinera y beber un poco de agua.

-Es así, que estaba aquí sentado cuando tus amigos han tenido la amabilidad de acercarse y presentarse.
 
Hasta el momento habíamos hablado algo de la Capital, de Flira y Ilatia (no Italia, que no sé donde estará eso). Pero no me gusta monopolizar las conversaciones con mis viajes, al menos si no estoy trabajando, así que, creo que, podríamos hablar de temas mas alegres. Y más oportunos... si se me ha tenido el placer de invitarme a, lo que parece ser, una reunión tan especial entre tres amigos.- Añade eso último con júvilo, como si fuera su mejor ocasión de su vida.

Así que Querelar les da un poco más de margen, y quizás, poder cenar un poco él también.