Partida Rol por web

Os vais adelantando al comedor/restaurante del lugar, el restaurante está dividido en dos apartados, la zona para uso exclusivo de clientes del hotel, y la zona donde es uso público que se vende como restaurante, vosotros vais a la zona comedor.

El comedor es muy amplio, lujoso, pero con un toque familiar, hay muchas meses de 6 personas redondas, muchos camareros y camareras (muy guapos por cierto, las ventanas dan a un jardín interior apto para fumadores (la zona humo).

Hay también una sección de bufet libre pero también es posible elegir a la carta, pero, los menús son precio aparte para vosotros.

Un mesero os pide que enseñéis la llave tarjeta de vuestras habitaciones, estas tienen un código de barras, al pasar un scanner verifican que sois clientes y os dejan pasar.

En el bufet libre podéis encontrar comida más tradicional hasta comida internacional, hay mucha variedad y todo esta cocinado por chefs, el mesero, a la par que os vais sentando, se os va entrega no un papel donde debéis exponer que deseáis que os prepare el chef para comer en el bento de la excursión de mañana. 

Nakamura va rellenando el papel, es un bento tradicional, sin mucha floritura. Lo rellena con un poco de prisa porque esta mas interesado en lo que viene ahora.

Hiro se dirige hacia el bufet, siendo todo un experto en lo que hay que hay que hacer en esos casos. Se va paseando por los platos y va cogiendo... Umh, tonkatsu, siempre va bien el tonkatsu, tambien coge un poco de arroz para acompañarlo todo, un poco de setas, algo de gambas con tempura Ah, la sopa de Miso, no puede faltar la sopa de miso sigue cogiendo comida. Al final llega a la mesa con comida para dos o tres personas y se pone a comer, elegantemente y como un señor, pero sin pausa, tiene hambre y de verdad va a terminarse todo lo que ha traido él solo.

Entra junto a sus compañeros al comedor, y tras enseñar la tarjeta de su habitación, se dirige hacia el buffet libre, coge una bandeja y empieza a poner comida en ella. Un poquito de arroz. -habla para si misma.- ¡Oh! Yakiniku! ¡Que buena pinta todo!- sigue cogiendo comida y vuelve a la mesa, también con bastante comida en la bandeja. Se sienta al lado de Hiro y le mira.

-Y yo pensaba que había cogido mucha comida. Madre mía. ¿Ya te lo vas a comer todo?

Hiro ya lleva dos platos comidos cuando Yumiko le pregunta, parece mentira que pueda comer a la vez de forma educada y tan rápido.

- ¿Que? Si, claro, tengo hambre y... se queda mirando los platos de Yumiko un segundo ¿Eso es yakiniku? No lo habia visto, tendre que coger un poco antes de coger el postre.

Dicho esto sigue comiendo su tonkatsu, se le ve en su cara que le encanta.

Se sienta en la mesa con la cara pálida y mira a sus compañeros

-esta el suiroku...suiroku esta aqui en el mismo hotel *mira a sus profesores* senseis que significa esto???

-Dicen que si comes mucho por la noche no podrás dormir luego. Pero bueno... si hay hambre... -se encoge de hombros y luego asiente ante su pregunta- ¡Si! ¡Es Yakiniku! Lo he cogido de aquella mesa -señala la mesa más a la derecha de todas.

Se mete un cacho de carne en la boca cuando aparece Sakura con la cara toda blanca, y al decir que el Suiroku está también ahí, empieza a toser y medio atragantandose con el trozo de carne. Coge un poco de agua entre tos y tos, bebe todo de golpe tragando el trozo de carne. Y mira a Sakura con los ojos de par en par.

-¡¡¿¿Qué que??!! ¿¿El Suiroku??

 Había llegado al comedor con el estuche de violín en mano y los ojos asombrados por la belleza que existía en tal lugar, era bastante amplia y elegante cosa que si bien estuvo acostumbrado en años pasados nunca fue de tal nivel, emprendió camino al nivel de Hiro, ambos muchachos parecían más motivados que nunca en comer algo, aunque a diferencia de éste, Levi fue más al lado dulce, no le gustaba comer carne ni cosas por el estilo a esas alturas de la noche, dejo de lado todo tipo de comida japonesa y fue hacia las internacionales logrando obtener una manzana verde y un Käsekuchen, se los llevo a la mesa y comenzó a comer con rapidez como si tuviera mucha prisa. -Oi Oi... -Era el acento más marcado que tenía levi de los japoneses, siempre eran bastante expresivos para comunicarse con los demás. -No deberías de comer tanto, los japoneses si que sois raros. -Esa ya era casi una frase tipica del joven pelirojo, siempre la decía mientras esbozaba una sonrisa, estaba bastante comodo y ya había devorado la mitad del postre y dado un par de mordiscos a la jugosa manzana, miro hacia Yumiko un buen rato a los ojos, esbozo nuevamente una sonrisa como si estuviera diciendo algo con sus ojos pero realmente no decía nada, luego miro a Sakura y con ingenuidad pregunto -¿Suiroku? ¿Que es eso? -Se atoro con el dulce, casi se le salen los ojos mientras golpeaba su pecho para hacer pasar la comida y cuando lo logro dio una gran bocanada de aire. -Well...Sea lo que sea no es de mi incumbencia. -De por si Levi ya se había mostrado como alguien desinteresado por los asuntos escolares, ya sea competencias o incluso deportes, tenía el cuerpo para poder hacerlos pero siempre se negaba cuando le invitaban. Se levanto mientras miraba a sus compañeros. -Bueno chicos, yo debo..ehm...Ir a fumar. -La verdad es que fumar era lo que menos deseaba hacer, simplemente tenía que cumplir con su horario y debia buscar un lugar donde hacerlo, miro a un lado y a otro quedandose de pie pero no pudo decidir a donde ir, no se había alejado ni un centimetro de la mesa, llevo la mano hasta su cabeza y siguió pensando por donde salir.

Sakura mira la comida sin ganas y al decir levi de fumar ella se levanta

-levi espera voy contigo no te importa?

Al entrar al lugar, Angie no quedó impresionada como el resto de sus compañeros, ya que era un lugar similar a los que estaba costumbrada la rubia. Con el estómago casi rugiendo, Angie se dirigió con velocidad junto a sus compañeros para el buffet, pero se centró en la sección internacional.

Decidió servirse un gran plato de ravioles con salsa. A la chica no le hacía ninguna gracia la comida japonesa, y siempre que podía se inclinaba por las comidas típicas de Argentina o en su defecto, las pastas, debido a su ascendencia italiana.

Se sentó junto a sus compañeros y empezó a comer rápidamente, sin hacer ningún tipo de comentario. Algo bastante inusual en Angie, teniendo en cuenta que es una chica que habla hasta por los codos y siente la necesidad de dar su punto de vista siempre que encuentra la oportunidad. Pero esta vez su apetito era mayor, por lo que rápidamente su plato iba quedando vacío.

Pero antes de que terminara su primer plato, Sakura llegó con un semblante pálido como si hubiese visto a un fantasma. Pero lo que iba a decir a continuación era más espeluznante que un fantasma, mucho más espeluznante.

-¿¡Qué?! - Frunció el ceño y su cara empezó a ponerse roja, sin poder creérselo. Suiroku representaba la antítesis de su propio colegio, eran enemigos por naturaleza y las múltiples competiciones en las que los colegios se enfrentaban eran sus campos de batalla. Y ahora parecía que el hotel se iba a convertir en uno más. - ¡Hijos de puta! - Exclamó en español, sin que el resto de sus compañeros pudiera entenderla - ¡No se van a ir a ningún lado! - Dijo, todavía hablando en español, mientras tironeaba del brazo de Levi y le obligaba a sentarse a su lado.

-¿Donde los viste? ¿Qué hacen aquí? - Le preguntó a Sakura, esta vez en japonés y recuperando algo de su calma, momentáneamente.

Hiro para de comer un momento, dejando su sexto plato en la mesa, abre los ojos de par en par.

- ¿Los del Suiroku? -aprieta el puño emocionadisimo- ¡Va a ser genial! Este viaje sera memorable... estos siete dias demostraremos ser los mejores y porque somos los mejores.

Hiro contento alza un vaso con zumo para hacer una especie de brindis

- ¡Vamos chicos! Un brindis por el Rokusen

-Angie calmate puede que no tengamos ninguna batalla, los vi cuando hablaba con el botones osea en el vestíbulo *me frotó los ojos* yo que esperaba vacaciones tranquila...

 Cuando Sakura se ofreció a ir con él, éste dio un pequeño salto de sorpresa mientras le miraba con una gota de sudor corriendo por su frente a la par que cerraba el ojo y negaba con los brazos y la cabeza de un lado hacia otros. -No, es que..Bueno... -No sabía que mentira inventar para poder ir a hacer su entrenamiento, desvió la mirada hacia un costado intentando buscar algo que le ayudara pero sin poder realizar muchas acciones un grito le hizo mirar hacia la mesa, había olvidado que Angie se encontraba allí debido a que todo el viaje había estado bastante callada, le extrañaba eso en ella pero ya tendría la noche para ir a preguntarle que es lo que le sucedía, no podía permitir que ella actuara de esa manera y no le contase que era. Fueron unas palabras que no logró comprender pero sonaban totalmente a un insulto, el pelirojo esbozo una leve sonrisa nerviosa mientras cerraba el ojo y miraba a la rubia, le iba a decir unas palabras pero ésta le jalo del brazo y le posiciono en la mesa. -Eph.. -Fue como si le jalara una maquinaria pesada.

Quedo mirando a la mesa, Sakura, Angie y Yumiko estaban bastante alteradas y él no lograba entender cual era la razón de ello, pero esas cosas debían esperar, realmente necesitaba ir a entrenar, ya habían pasado 20 minutos quizás mas o menos, no deseaba empezar demasiado tarde para evitar terminar de la misma manera. -Hey, Angie... -Dio una leve sonrisa condescendiente, mientras intentaba bajar los animos. -No debe ser tan grave. ¿Verdad? Realmente necesito ir a hacer un asunto. -Intento hablar con la mayor cantidad de respeto posible mientras la gota gigante de sudor recorría la sien del muchacho quien se quito la pañoleta de la frente y dejo caer sus cabellos rojos. Dentro de él una especie de voz le dijo. Hey fucking Narr, ¿Realmente estas siguiendo las ordenes de esa Mädchen? Sabes lo que tienes que hacer, deberías de haberte follado a las tres el primer día que entraste a este instituto, ¿Realmente piensas que te servira de algo? Eres un perro de guerra, un puto con cadenas de oro. El rostro del joven no parecía cambiar, aunque cuando abrió el ojo este expresaba una frialdad contrastante de la sonrisa amable que tenía. -¿Puedo irme verdad? -Volvió a preguntar de tal manera que solo ella escuchara.

Aunque gracias a las palabras de Hiro no hizo falta muchas palabras más, tomo un vaso con jugo de naranja y lo levanto con la mano derecha, no aparto la vista de Angie. -Por Rokusen. -Choco vasos con quien quiso. Scheiße Rokusen JAJAJA.

Se lleva las manos a la cabeza y echa el cuerpo hacia atrás, recostandose en la silla.

-Yo solo quería ver Kyoto tranquila ;A; -mira a Levi y frunce el ceño- ¿Como no sabes que es el Suiroku? Eres de Rokusen, tienes que saberlo perfectamente! Y ahora no nos quedará otra que enfrentarnos a ellos... Que pereza... -cierra los ojos y suspira. Ve lo animado que está Hiro y sonríe de medio lado arqueando una ceja- Bueno, pues nada, les demostraremos una vez más quienes son los mejores. -levanta el vaso de agua brindando- ¡Por Rokusen! ¡KANPAI!

Sakura mira a sus amigos, sonrió y levanto también el vaso para hacer el brindis, pero se sentía inquieta y necesitaba distraerse.
-por rokusen

(para los del Rokusen)

De pronto veis entrar muchos chicos de vuestra edad, serán unos 13 aproximadamente (PDR) que van al bufet libre como desesperados, parecen que tienen tanta hambre que se comerían hasta los platós.

(para los del Suiroku)

El lugar es grande, de lujo, buena iluminación, las meses son redondas y pueden sentarse 6 personas pues son las sillas que las rodean, a un lado hay un bufet libre que van reponiendo a medida que se acaba y parece que todo está muy bien cocinado por cheffs de alta gama.

En el bufet se puede encontrar comida tradicional en Japón y comida internacional para contentar a todos los tipos de clientes.

También podéis ver que dentro hay unos 20 personas de vuestra edad comiendo algo tensos, la mirada de la gran mayoría (PDR) os miran con desprecio y con una mirada de esas que si matasen, ya estarías enterrados

Deja el vaso y coge con los palillos otro trozo de Yakiniku, cuando ve entrar a los de Suiroku como locos lanzándose a por la comida. Se los queda mirando parpadeando y se ve como se le cae el cacho de carne al plato. Niega con la cabeza y se centra en su plato, cogiendo de nuevo Yakiniku y se lo lleva a la boca tranquilamente. 

-Al menos hemos ganado esta vez por tranquilidad y buenos modales. -les comenta en voz baja a los compañeros que están en su mesa.

El pelirojo dejó el vaso a un costado, había tomado poco luego de haber brindado por el instituto al que asiste, aunque algo dentro de él continuaba diciendo ciertas cosas que no había pensado con anterioridad, se llevo la bandana a la cabeza y cubrió su frente de tal manera que sus cabellos quedaran levantados, miro nuevamente con el ojo hacia Angie y le dedico una leve sonrisa, sin mediar muchas palabras camino en sentido contrario a la mesa de Rokusen, llevo la mano izquierda hasta el bolsillo de su chaqueta y levanto la otra mientras se despedía. -Bueno, no tengo mucho tiempo más, ya saben donde esta mi habitación. Si no, nos vemos mañana. -Tenía una sonrisa en los labios, al fin había encontrado una forma de no ponerse nervioso al hablar con las mujeres aunque estaba seguro que no duraría por mucho. 

Cuando iba cruzando el pasillo se dio cuenta de la gran cantidad que había llegado, quizás eran otros institutos parecidos al suyo, hubo un grupo el cual se encontraba atacando el buffet como si no hubieran comido en días mientras que por otro sector se encontraban otro grupo más reducido con una cantidad equitativa de hombres y mujeres, se parecía al grupo que tenían Levi y sus compañeros, les miro con una sonrisa modesta en los labios, el parche en un ojo y el otro verde agua. Me pregunto quienes serán los de Suiroku, siempre hablaban mal de ellos en el instituto pero nunca me di la flojera de indagar. Bueno, mejor voy a la azotea, espero no me prohíban el paso, no quiero salir a las malas. Llego hasta uno de los ascensores, el paso de sus 1.85 metros de altura era tranquilo y sin prisa, una prisa que podría haber sido alterada si es que se hubiera dado cuenta que había dejado el escuche de violín con éste dentro en la mesa de sus compañeros, simplemente tenía en mente salir de allí e irse a entrenar como debía hacer cada día. 

-chicos necesito tomar el aire luego os veo si?

Sakura se levanta con una sonrisa algo forzada y se va

Kae entró caminando a ritmo tranquilo, dejando que la marabunta de estudiantes corriera a las mesas. Había soltado a Ste y a Buki para poder entrar cómodamente, pero no dejabó de mirarles con una sonrisa de lado.

-Yamato, a saber en qué estás pensando...-bromeó divertida con el chico. Kae era una chica más bien alta y esbelta, y su cabello suave parecía resbalar de sus hombros a su espalda con fluidez. Entró a paso seguro, con la mochila de cuero colgada del hombro derecho y haciendo tintinear el cinturón a cada paso que daba.

Cuando estuvo unos pasos más adentro se alegró de que efectivamente la comida estuviese servida. Se sentía con hambre, pero tampoco como para seguirles el ritmo a los corre-caminos. Recorrió el lugar con la mirada, incluso se alegró de ver diferentes gastronomías. Sus ojos azules pasaron por el comedor hasta llegar a unas mesas donde habían lo que aprecían otros estudiantes rabiosos, como si se sintieran amenazados por su recién aparición.

No pudo reprimir una sonora carcajada al verlo y necesitó parar un momento para serenarse incluso. Justo al detenerse pasó por al lado un chico pelirrojo, con un aire que le resultaba familiar. Lo dejó pasar sin problemas, mirando con curiosidad el hecho de que llevara un parche. ¿No era aquello interesante? Cuando desapareció volvió a girarse hacia Ste y Buki y los animó, viéndolos algo cohibidos.

-Are, are, ¿comemos algo?-tomó un plato y se sirvió pescado antes de ir a sentarse a una de las mesas, no lejos de las miradas asesinas que se habían encontrado al entrar ya que era parte de la diversión-Enjoy your meal-les deseó  en inglés sonriendo de lado antes de esperar a sus compañeros para empezar a comer, bebiendo un poco de agua. De reojo vio a la chica de pelo rosa que había huído de Hugo al encontrarlos en la recepción. Por el momento, dos veces la había visto y dos veces había huído.

Hiro parecia contento y comia tranquilamente su comida, ya iba por el octavo plato, una chica parecio desearles una buena comida a los del Rokusen, el miro hacia ella, sonrio de oreja a oreja y contesto - Be sure that i will! I hope that you have a good meal too, you should try the tonkatsu, its delicious! se alegra de que alguien mas a parte de él se lo este tomando de buen humor.

Dicho esto deja el octavo y ultimo plato terminado en la mesa y se dirige hacia los postres, cogiendo un flan, un platano, un helado de vainilla y un poco de gelatina.