Partida Rol por web

Volvió al lado de Romeo junto el resto de los allí presentes. Y cuando Romeo se dirigió a su madre, él miró a su primo. Ahora que la madre de Romeo se iría a hablar con él, estaba disponible. Se acercó a su primo y tocándole un brazo le dijo en un murmullo: — Primo, ¿podemos hablar nosotros un momento? — Y tras esto, se apartó él también comprobando si su primo le seguía.

Dave Paris es primo de Mercucio Della y también Dave Paris es hijo del Gobernador de Verona Beach.

 Asentí a las palabras de Mercutio. Aunque en un primer momento no pensaba ir a la mansión, finalmente me dejé caer después de hacer cierto recado primero. Acababa de llegar cuando su primo le pidió hablar en un aparte.

 Por supuesto, vamos. me apresuré a seguirlo.

 Nos separamos del resto, buscando una sala o alcoba tranquilas dónde poder hablar.

 Al alejarnos de oídos extraños, le pregunté de inmediato:

 Dime, primo, ¿que sucede? 

 Me preocupaba la postura de Romeo como nuevo patriarca en todo esto. Él mismo había hablado de vendetta en voz alta, así que le advertí:

 El deseo de papá es que la ciudad alcance la paz. le aseguré Espero que no me pidas que iniciemos una guerra...

 No podría apoyarle si ese fuera el caso.

Destrozada, no pude hablar hasta ese momento.

-Benvolio, cualquier Capuleto odia a Ted, al igual que a cualquiera de nosotros. Debemos estar prevenidos, e invoco a todas vuestras armas y capacidades para defender a nuestra familia. Sabéis que ésto no acabará aquí. Quizás yo misma sea la próxima en morir si no hacemos nada, o hablamos demasiado tiempo. Actuemos con cautela, pero actuemos. Sabéis que hay que culpar a alguien ante las autoridades, podríamos ponernos de acuerdo en quién, y votarlo conjuntamente. Así sabemos que esa persona caerá. ¿Cómo lo veis, Montescos?

Miré a mi primo sin entender qué estaba pasando, sentía que no confiaba en mí. En estos momentos complicados y difíciles, parecían andar de secretos.

Antes de votar a lo loco, deberíamos preguntarnos por el verdadero culpable. Traté de que entrara en razón, mi tía. Sabía que estaba enfadada por la muerte de Ted y que ese dolor la estaba guiando por un camino de ira y odio; pero también era consciente de que un acto imprudente e impulsivo nos llevaría a una guerra sin sentido, dónde se perderían aún más vidas. Esa actitud puede iniciar una guerra, y no creo que nadie quiera eso. Seamos cautelosos o se perderán muchas más vidas. Encontraremos al culpable y caerá, pero la solución no creo que pase por culpar a alguien que bien podría ser inocente.

^*Cuando terminamos de hablar y vi que por fin Romeo estaba solo, decidí acercarme a él para hablar en privado.

Romeo, te noto algo inquieto, ¿pasa algo? Me preocupaba mi primo que desde hacía tiempo parecía tener una actitud extraña. Sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa que necesites, ¿verdad? para mi Ted había sido como un padre y estaba dispuesto a colaborar en todo lo que pudiera.

-¿Algún sospechoso o sospechosa? Yo no he hablado con nadie, pero votaré por Capuletos, eso seguro. Como familia, está claro que deberíamos unirnos en su contra. ¿Alguien en especial? ¿Estáis todos de acuerdo en votar en bloque?

Antes de poder llevarse aparte a su madre, fue su primo quien le apartó a él para hablar solos. Él se dejó. Le respondió a lo que había preguntado, sonriéndole pese a que se notaba que al joven le costaba hacerlo en esos momentos, poniéndole a su vez una mano en el hombro.

Después volvió junto a todos para escuchar las palabras de su madre. Tenían sentido, eso era un hecho, sin embargo no quería derramar sangre inocente.

-Tengo mis sospechas sobre que Taobaldo puede estar involucrado, al fin y al cabo es el único que verdaderamente ganaba dejando fuera al cabeza de los Montesco para que no se inmiscuyeran en sus asuntos- Sin embargo no era el único sospechoso. Miró a Benvolio y a Mercurio un instante, claramente pensando en la conversación que había mantenido con cada uno- Sin más pruebas preferiría incriminar a Teobaldo y que sea metido en prisión, no ejecutado. No mancharé mis manos de sangre inocente.

Después cogió a su madre por el brazo y la alejó del grupo a una habitación aparte. Tras entrar con ella cerró la puerta.

-Lo sé primo… perdona, tengo que pensar en demasiadas cosas ahora mismo…- miró a Dave, quien estaba hablando y consolando a su madre- Primo, no me fío de Dave, no sé qué quiere exactamente de nuestra familia, ya le he pedido a Mercurio que indague algo más sobre él. Por otra parte… No me cuadra que Baltasar haya dejado morir a mi padre, es muy extraño- Le puso una mano en el hombro- Haz que sea tu guardaespaldas, que te acompañe y... obsérvalo. Necesito que averigües si está metido en todo esto o no. No podemos fiarnos de nadie, solo nos tenemos a nosotros.

Tras cerrar las puertas tras él se dirigió a su madre con la cara afligida. Una mezcla de enfado y de tristeza se reflejaba en su rostro.

-Madre… sé lo que planeas- dijo comenzando a caminar hacia ella, pero no llegó a acercarse del todo. Y apartó la cara mirando la habitación antes de continuar- Sé que quieres hacerle daño a Julieta. Madre… a veces no elegimos de quien enamorarnos, simplemente sucede, al margen de la familia a la que uno pertenezca, los lazos y todo lo demás…- al fin se dignó a mirarla a los ojos- Amo a Julieta y jamás dejaré de hacerlo. Si a ella le pasara algo… no podría soportarlo- en la voz y en la mirada del joven se podía ver que no mentía- Te pido por favor que lo entiendas. La amo y necesito que mi madre lo entienda y me dé su bendición- le cogió las dos manos y las estrechó entre las suyas- Sé que sabes lo que es el amor y… sabes lo que es perderlo. Quiero tu bendición, me haría enormemente feliz, pero…- soltó sus manos con suavidad y su mirada se tornó en una mueca de resignación- puedo vivir sin ella. He perdido a mi padre, no me hagas perderte a ti también… Por favor.

Mercucio miró a los ojos a su primo, como intentando leer algo en estos. Cuando comenzó a hablar de iniciar una guerra, él alzó la mano con la palma hacia Dave. — No, no. Sabes que yo no soy de guerras. No es eso. — Dice en primer lugar, quitando importancia a ese asunto. Después se acercó un poco a su primo, como queriendo hablarle al oído. — ¿Sabes algo? — Preguntó en un susurro. — De lo de Ted. ¿Sospechas de alguien? ¿Qué pasó? ¿No estabas con él? — Se notaba la ansiedad en su voz. — El hecho de que tú estuvieras con ellos en ese momento te deja en muy mal lugar, primo. Me preocupa que piensen mal de ti... — Se había alejado y le hablaba cerca, aunque sin acercarse a él. Seguía susurrando.

Escuché atento las palabras de Romeo. ¿Dave? Pregunté con la ceja alzada, ya que a mí me parecía un tipo de lo más normal. Lo tendré en cuenta. Acepté. Claro, vigilaré a Baltasar. Le  confirmé. ¿Quieres que le ordene yo mismo que sea mi guardaespaldas o prefieres hacerlo tú? Le pregunté, ya que él era ahora el cabeza de familia y el que debía dar las órdenes.

 Aquello si que no se lo esperaba. Se quedó sin aliento.

 ¿De mi? ¿En esta casa? se lo hubiera esperado de los Capuleto, no los conocía tanto, pero ¿los Montesco?

 Negó con la cabeza intentando organizar sus ideas.

 Fue todo muy confuso. Estábamos comprando en el centro comercial. Entonces llegamos a la boutique Capuleto. No sé ni por qué fuimos allí. Fue casi como si nos la encontrásemos. desde luego ni Ted, ni Caroline ni él mismo se sintieron cómodos en ningún momento Entonces apareció Gloria con su hija, la aya y una prima. Se cruzaron palabras, intenté poner paz, pero fue imposible.

 Recordó un hecho crucial.

 Ted me pidió que me despidiera de Julieta "mi prometida", cosa que no entendí por que yo no tengo una relación con esa cría, que él y su esposa se marchaban. Pero entonces nos dejó a Balthazar y a mi al cargo de Caroline y se fue sólo. en realidad, él había tenido intención de seguirlo, pero Ted fue más rápido Fue la última vez que lo vi con vida.

 Poco a poco los recuerdos fueron aflorando en su mente.

 ¿Por eso aquel desplante cuando te pedi que cuidases de los Capuleto mientras yo me encargaba de los Montesco? ¿Solo querías protegerme? Gracias, primo. ahora entendía mejor las cosas Tu te fuíste esa mañana con Romeo y Ruby, ¿no? ¿Iba Benvolio con vosotros? ¿Qué pasó? ¿Puedes contarme que estuvistéis haciendo?

 Si la família se mantenía unida, él, Mercutio, el gobernador... quizá saldrían indemnes de la guerra los Montesco y los Capuleto que se aproximaba como una oscura tormenta.

Romeo asintió a la pregunta:

-Si… aun no entiendo que pinta en todo esto y siempre está la posibilidad de que sea un tercero quien haya organizado todo esto para recaer las culpas en los Capuleto- después negó con la cabeza a la siguiente pregunta- Haz que sea tu guardaespaldas, yo ya tengo a Ruby y ahora no puedo andar preocupándome por eso con… con todo lo que se me viene encima- Sonrió finalmente y dijo un ligero “Gracias” antes de alejarse con su madre a aquella habitación.

Le sonreí y le puse la mano en el hombro en señal de apoyo. Claro, Romero. Hablaré con Baltarsar para que sea mi Guardaespaldas. Sé que esto tiene que ser muy dificil para ti y quiero que sepas que no estás solo. Sólo esperaba que confiara en mí y me contara las cosas, ya que esta era también mi familia.

Suspiré. Era muy complicado. Tomar la decisión incorrecta podría significar iniciar una guerra, pero tampoco podíamos dejar que nos “cazaran”, teníamos que defendernos.  Las únicas que estaban en el momento de….no quise terminar esa frase. Eran las chicas Capuleto. Carraspeé, sabía que esa opción no le gustaba a Romeo. Puede que alguna de ellas, que no digo todas, revelará el paradero de Ted al resto de los Capuletos..... De hecho esa opción me parecía más que lógica. Pero si preferis meter en prisión hasta que las cosas estén mucho más claras, lo apoyaré. Aunque personalmente temía porque ellos no fueran tan comprensivos y nos fueran matando mientras nosotros sólo metíamos en prisión.

-¿Intuyo que me estás amenazando? Oh, Romeo, Romeo...precisamente porque sé qué es perder a quien amas no puedo bendecir unión alguna. Esa relación está condenada al fracaso desde que alguno de ellos mató a tu padre, y eso no respeta tregua alguna. No estoy a favor de tu relación con Julieta, y lo sabes, y no me escondo en decirlo en público, aunque ahora estemos hablando en privado. Sabes también que el dejarla facilitaría las cosas a tu familia, así que eres tú el que debe de tomar decisiones. Yo miraré por el bien de la familia, si tú no lo haces.

-Teobaldo... podría ser la cabeza pensante. Gloria Capuleto también muy manipuladora... quizás ella tenga más que ver de lo esperado.