Partida Rol por web

La cresta se me ha chamuscado, lo se debido al olor a pelo quemado que me sale de la cabeza, no esta en llamas asi que estoy bien.Entre el monton de cenizas de la planta que ahora me cubren se ve una sonrisa.Voy a cargarme al elfo.

-Voy, voy.

Avalar se levantó como pudo y corrio hasta al lado de ellos dos, aquel lugar era bastante raro, y seria gratificante pasar un dia allí, junto a la naturaleza.

 Avalar y Alm finalmente llegan a la cabaña con los ingredientes, Entonces ven al lobo batallando con dos soldados reales. El brujo hace un gesto con su mano y el lobo sale volando hacia atrás, cayendo de espaldas al suelo. Parece que el mago era poderoso.

- Si habeis venido a apresarnos, venid con más hombres, no queremos causaros bajas innecesarias. 

Un soldado yacía medio muerto en el suelo con una profunda marca de colmillos en la garganta. El marco se acercó y recojió su espada, clavándosela en el pecho para finalmente matarlo. Y con un gesto le dijo al otro

- Marchate y cuando vuelvas hazlo con más hombres. Dile esto a tu Rey: Es el comienzo de su fin

El hombre salió corriendo y se perdió entre la maleza. El brujo cuando lo perdió de vista se volvió a los demás y con un gesto les indicó que entraran en la cabaña donde se intentaba mover el mago. 

Tanto el enano como Avalar quedaron petrificados al ver la fuerza de su compañero y la vampira, ya que habían matado a los caballos que destrozados yacían muertos en el suelo. Vieron la tremenda fuerza que deberían tener para matar con sus manos a los caballos

 Veamos tus heridas, quitate la ropa menos lo esencial, de tal forma que queden al descubierto. -Astillo las flechas y las voy sacando una a una

- Es algo doloroso, pero al menos no es la muerte. -Voy a preparar los brebajes, en seguida vuelvo. Manténte sin moverte y aquí tumbado

Me giro sin esperar respuesta a hacer el brebaje con las setas. El tiempo apremia a estos aventureros

 Me intenté quitar la ropa que pude. Sinceramente no conseguí gran cosa.

Ayu..da.. Por favor.

Seguidamente cogí un cacho de tela rota y con ella me hice una pelota que me puse en la boca para no romperme ningún diente.

-¿Se supone que esto es la guerra?

"En donde me habré metido..."

El elfo entró en la cabaña, dejando la planta preciada que le habia costado a coger, y la dejo en un lugar visible , en donde se quedasen bien.

Me acerco a Damon para que me cuente lo que ha pasado.

- Que ha pasado aqui,estas bien Damon?

Con toda esta ceniza encima acabaré por estornudar.

Un golpe de aire, más bien algo arcano y con verdadero poder le impulsa alejándole de su segunda víctima que estaba a punto de ser cercenada por sus garras.

Su cuerpo cruza el aire y cae chocando contra el suelo, mas aquello no fue capaz de dañarle. Quizás porque no fue ni siquiera la intención de aquel mago.

Aquel acto le hizo enfurecer, y su garganta trono en un leve gruñido carraspeante. Se irgue y ve como aquel hombre huye despavorido dejando tras de si una estela  de su olor el cual no olvidaría, para que algún día poder terminar lo que había empezado.  Su otra presa yacía ahora muerta, una pena podría haber sido útil…

El enano se le acerca, con preguntas que apenas son entendidas hasta que consigue calmar sus ánimos.

-Solo unos inútiles intentando lucirse olvidando que tan inferiores son, comentaron algo de un arresto supongo que por lo de antes…- y entre dientes murmuro con tono condescendiente “humanos”. Y a pesar de las palabras del mago no se movió ni siquiera en una fútil finta. No se trataba de vigilar, simplemente o deseaba entrar nuevamente a la cabaña.

Luego tras algunos pensamientos echó una mirada al enano y ante sus ojos resaltaron las pintas que llevaba este- ¿y a ti?-

Me quito el polvo de los brazosi me arreglo un poco la cresta chamuscada.

-Al idiota del elfo se lo comio una plantucha y mientras lo intentaba sacar de allí llego el mago y lo quemo todo.El elfo salió de allí como pudo y yo me convertí en la bola de cenizas que ves ahora.  

Se limpia el polvo de su ropa como puede

-Me podria haber pasado a mi tanto como a ti - le dice a su compañero.

Suelto una sonora carcajada y digo sarcasticamente:

-Ya claro...

Al ser contestada su pregunta sus ojos se trasladan a la posición del mago que desaparece tras la puerta de su cabaña. Mientras por su mente se cruzaban infinidad de pensamientos que poco a poco se traslucían en su cara como una mezcla entre enfado y desconfianza.

-Alm…- interrumpe la carcajada del enano- no se tu pero no me fio del mago, quizás solo es porque me huele a humano pero sus actos… no se habrá que mantenerse alerta- sus palabras se habían tramitado en un tono apenas comprensible a unos pocos pasos, dejando como únicos interceptores del mensaje al mentado y al elfo, aunque quizás la vampiresa pudiese oírlo.

- Toma, bebe esto... te recuperarás rapidamente.- Le tiendo la pócima en uno de los frascos. Es de color rojizo la poción y sabe a arándanos debido a la mezcla que hago para que no sea desagradable su sabor

Mientras bebe le digo:

- En unas pocas horas podrás volver a caminar y esas heridas estarán cerradas

Me siento en mi hamaca al lado de la cama donde está tumbado el humano y hago una señal para que los demás se acomoden donde puedan. Debido a que no había gran cosa, ni sillas ni nada, pues se tendrían que sentar en mesas o en el propio suelo

- Os voy a contar cuál es vuestra misión en este mundo, y lo que me han contado seres de otra dimensión con los que acostumbro a hablar como buen brujo y demonólogo

Carraspeo y me pongo en actitud pensativa

El elfo se sentó y atendió, sin prestar atención alguna a las palabras del enano.

No se sienta simplemente permanece de pie algo alejado del mago, mientras le observaba con un gesto enfurruñado más sin emitir sonido alguno.

Me mantengo al lado De Damon mientras me rehago la cresta que esta ligeramente quemada. 

 El brujo se sentó en la cama donde yacía el mago y mientras éste se bebía la pócima comenzó a contar la historia de la profecía.

- Bueno, espero que sepáis qué es una profecía... (Carraspeo) pues hace poco uno de los demonios a los que normalmente invoco me presentó un hecho extraordinario, la llegada de los mismos muertos a la tierra. Todo el que muere resucita convertido en algo mucho peor y lo cual se puede destruir difícilmente. Muertos que caminan y comen carne viva. Esa maldición ha caído sobre estas tierras, debido a la invocación de otro brujo, quien desea tomar el poder de todas las tierras y convertirse en una Deidad malígna. Sin embargo, me dijo que un grupo de jóvenes héroes acabarían con la maldición, para lo que deberían recoger lo que éste demonólogo desea, para que no se haga con el poder total de la tierra: Una piedra mágica elemental de cada elemento terrestre: Agua, fuego, aire y tierra. Cada piedra está resguardadas por bestias feroces y legendarias que no pueden matar cualquier ser. ¡Vosotros sois los elegidos para tal misión!

Acto seguido se levantó de la cama y prosiguió

- Por lo tanto debeis partir inmediatamente hacia vuestro primer objetivo, antes de que os arrebate la piedra el grandioso brujo y reunir esas piedras para poder destruirlas mediante un ritual en mi cabaña.

Tendió un mapa sobre la mesa y señaló un punto en el mapa:

- Nosotros estamos aquí, en Burgas. Aquí se encuentra la primera cueva que debeis encontrar. Está en la parte norte (si mirais el cartelito de Burgas, arriba pegado al mar). Por esa zona hay una población que os podrá atender y quizás os guíen a la zona. Partireis cuando el mago se encuentre bien

"Quien diria que yo y estos seriamos los elegidos para salvar este planeta..."

El elfo miro bien el mapa:

-¿Vamos todos a por una piedra o nos dividiremos para ir a por estas?

-Ya lo oíste cada piedra está custodiada por un poderoso ser es mejor mantenerse unidos,… aunque la compañía no sea del agrado de todos- y con aquellos vocablos sus ojos se posan primero en la vampiresa y luego hacia el mago.

Su vista nuevamente vuelve hacia el brujo y su boca articula algunas palabras más.

-hay alguna cosa más que tengas que decirnos…- espeto aquella frase sin pudor alguno sin esforzarse por elegir un tono adecuado y menos agresivo.

 Estaba tumbado en la cama bebiendo la pócima.

Cuando contó la historia... me quede pensativo...