Partida Rol por web

Ulf seguía subiendo mientras de fondo escuchaba hablar a Harkon, no conseguía entender lo que decía , bastante tenía con estar concentrado en lo que estaba haciendo, cuanto menos mirase para abajo mejor, no quería pensar lo que podría pasar si resbalaba, tras muchos esfuerzos y miedos por fin consiguió llegar al nido del Charrán, cuando asomó la cabeza contemplo satisfecho que el pájaro aún estaba en el nido al igual que en el lado contrario estaba también Ansgmar, aún saliendo más tarde había llegado antes, desde luego era un chico muy fuerte y ágil, tras dedicarle una sonrisa  contemplo detenidamente al Charrán,   por fin pudo ver que lo que le llamo la atención era una pluma de un dorado intenso, al igual que los dos huevos que celosamente custodiaba en su nido, poco a poco Ulf se fue pocisionando para encontrar un buen asidero con el que aferrarse fuerte con una mano, mientras con la otra poder auparse y intentar coger al Charrán antes de que volviera a emprender el vuelo. 

Ulf se precipito para coger al charran y este se le escurrió entre los dedos, así que reaccionó al instante para evitar que eso pasara, por un instante pensó que Ulf iba a caer, pero su precario equilibrio solo hizo amago de irse , con los pies bien anclados  y estables se volvió a coger al tronco y el peligro pasó 

Con el pájaro revolviendo se bajo su mano, cerró los dedos, sin hacer fuerza para no herir al charrán y para ver que era  lo que relucía de ese modo, lo volvió hacia arriba para que Ulf también pudiera ver lo que allí había

Mira dijo con asombro al otro muchacho.

Los dos niños nórdicos vieron al ave que revoloteaba queriéndose escapar.  En efecto, una de sus plumas era totalmente dorada, brillaba según la volteaban con diferentes tonalidades aureas.  Era como una iridiscencia propia de la pluma y el cáñamo.  Nunca habían visto nada igual.  

Ya examinándolos desde donde estaban, los dos huevos que el ave tenía en su nido eran dorados también.  El mismo tipo de dorado.  Sobre la misma repisa del acantilado había otros dos o tres nidos, de los cuales otros charranes habían volado en cuanto Ulf y Ansgmar habían aparecido, dejando sus huevos ahí, aunque estos de su color blanco moteado normal.

Escucho al niño con atención, y cuando estoy a punto de contestarle, algo pasa en mi, no se el que, pero todo cambio, y solo pude correr hacía el bosque que ahora veía distorsionado 

A dante le entró de repente el pánico al ver a la chica abalanzrse a la carrea hacia el bosque... que le sucedía? Debía ser culpa de esa criatura, lo sabía... Dante después de intentar alcanzarla sin exito y al volver al mismo lugar empezó a racionalizar.... debió ser ese ser' algo le había hecho, estaba casi seguro...

- Que le has hecho? maldito!!!! Traela de vuelta por tu bien!!! - Quería sonar amenazante, pero hasta el mismo Dante se dio cuenta de que su voz había temblado y cualquiera podía notar el miedo he incomprensión en sus palabras...

Frunció el ceño extrañado por lo que contemplaba. La chica se lanzó a la carrera por el bosque como si escapara de los demonios de la noche, y las acusaciones del chico comenzaron a agitarlo. 

-Yo...no he hecho nada...! - Negó sin saber qué estaba ocurriendo. Fue entonces cuando su instinto se despertó una vez más, y el sidhe salió a la carrera alejándose de aquellos niños humanos.

En Tintagel...

Nemain corría por el bosque perdida.  Vernemetton se regresaba también, pero ¡oh no! ya no encontraba el camino de regreso a las casas en los árboles, ahí donde sus padres lo criaban.  ¡¿Donde estoy?!  Ambos estaban perdidos.  

Debieron hacerle caso a sus padres.  

Sólo Dante quedaba estupefacto y con miedo en el claro del bosque.  

Arriba, el crough, cruaba una, dos, tres veces más.

La carrera lo llevó a través de la espesura, las unas piedras mohosas y el continuo sonido del riachuelo que se escondía de sus ojos por más que lo buscaba. El cabello le caía ya lacio y seco sobre los hombros y la luz del sol lo volvía más claro y etéreo de lo que pareciera en un principio. Su respiración entre cortada encontró un momento de relax cuando detuvo sus pasos y observó alrededor suya ¿cómo es posible que aquél pájaro le hubiera extraviado de aquél modo? Ni siquiera el camino a Arcadia se abría, y aquella ramita de oro...Por un segundo el bosque se detuvo ante su percepción, y trató de encontrar la claridad ante toda aquella confusión.

Poco a poco Ulf fue moviéndose alrededor del nido hasta conseguir afianzarse en un pequeño saliente, agarrandose fuerte con una mano consiguió coger impulso para con la mano libre atrapar al Charrán, pero justo cuando se impulsaba hacia su objetivo noto que perdía pie y perdía el equilibrio, el pánico recorrió todo su cuerpo al notar como desaparecía todo a su alrededor, sin más elección dejo escapar al Charrán entre sus dedos para con desesperación intentarse agarrarse a cualquier saliente del precipicio, por suerte en el último instante consiguió afianzarse a una roca, después de unos segundos consiguió recuperarse del susto y miro hacia el nido, hay estaba Ansgmar con su presa entra las manos, Ulf le devolvió la sonrisa, por fin es nuestro, que te parece si bajamos y lo contemplamos mejor en el bote, yo cogeré los huevos, los has visto, también son dorados, sin dejar de sonreír Ulf se volvió a aupar al nido y cogiendo los huevos empezó a descender hacia el bote.  

En el fiordo...

Ulf comenzó a descender de nuevo hacia el fondo donde los esperaba el bote y un sonriente viejo pescador quien les estaba haciendo gestos de éxito con los brazos.  El hijo adoptivo de la shamana llevaba el par de huevos dorados en una pequeña bolsa de fibra tejida, la cual llevaba colgada del hombro.  Se comenzó a balancear para bajar, tomándose de los lugares más seguros que había visto al subir.

Ansgmar tenía al charrán aun en la mano y pensaba en que debía hacer. 

Ulf empezó a descender del nido, se tomó todo el tiempo del mundo, no quería resbalar y que se le cayeran o sufrieran algún daño los huevos, según se acercaba al bote podía oír los gritos de alegría de Harkon, Ulf sonreía satisfecho con lo que habían logrado, de un salto salvó la distancia que lo separaba del bote y con gran alegría y sacando pecho enseño los huevos a Harkon y a Ansgmar, mirad, esto será recordado como el principio de nuestra gloria, ja, ja, ja....

En Tintagel...

El hijo del sidhe y la maga recordó lo que había oído en unos de los cuentos que le contaban sus padres cada noche.  El pájaro negro, el tipo de cuervo llamado chough, a veces podía ser la reencarnación de un humano particularmente favorecido por las hadas.  Decían que el propio Rey Arturo reencarnaría en un chough cada 21 años y 21 días.  

Y lo que les estaba pasando era un "intercambio", así como en la palabra bretona "change-ling", y había sido traído por sus propias palabras de advertencia sobre las hadas y el color de pelo de la niña.  La buenagente era tan atraída por esas cosas...

Ahora la pregunta más grave era: ¿cómo regresaría?  Estaba espantado.

En los fiordos...

¡Bien muchacho!  ¡Ya tienen tu y tu madre cena! Jjajaja. -se reía con un gusto que sólo alguien con sus años podía juntar.  Jajja. Los examinó.  Están buenísimos.  Sabrosísimos. -se le hacía agua la boca al hablar.  No parecía notar que fueran dorados ni nada, no lo comentó; actuaba como cualquiera que encuentra un tesoro de alimento, eso sí... 

¿Que hace el otro niño cristiano allá arriba? - Sonaba entre molesto y preocupado. 

Ocurrió entonces, que mientras observaba a su alrededor, la espesura y las sombras que la luz del día proyectaban comenzaron a tomar formar. Como si observara el otro lado de una hoguera a través del fuego, el entorno comenzó a oscilar. El velo de la realidad se contoneaba como si fuera sacudido por la suave brisa. ¿Era aquello lo que veían realmente sus ojos o un engaño más? Por un momento creyó estar de nuevo en Arcadia, pero de nuevo se halló en el mismo bosque en el que se había perdido.

Sacudió la cabeza y se frotó los ojos para tratar de aclarar su vista, pero todo seguía igual. Trató entonces de encontrar el camino de vuelta al salto de agua, y con pasos torpes e inseguros, se continuó por el sendero fantasmal.