Partida Rol por web

Gael movió la cabeza en un gesto de negación. Sin separar los labios, se sintió contrariado. La reunión para la defensa de Escocia, para la defensa de una forma de vida, había sido alterada y una misión para segar la vida de un ejército tomó su lugar. Gael no sabía qué consecuencias traería una destrucción tal, pues la destrucción siempre trae consigo más destrucción. Aunque tampoco se le ocurrían alternativas, seguramente alguna mente más despierta que la suya ya las había buscado y consideraba que esta era la mejor opción.

Sacudió los hombros, y se acercó más al cainita que acababa de hablar. Sin hablar, su rostro se tornó en un rictus de resignación y finalmente, asintió en dirección al Príncipe de los vástagos y a los que se encontraban junto a él, desviando finalmente la mirada hacia el grupo de kelpies.

La presencia de aquellos seres mágicos bastaban para que sus próximas noches fueran especiales.

-Si lo que propones es que los masacremos no sé ni porqué has osado convocar el concilio. Para matar gente de forma indiscriminada nos bastamos. El enorme hombre lobo no se ha movido del sitio, pero mira amenazante al príncipe cainita.-Si accedí a venir aquí y buscar una solución común no es para que expongas tus planes y el resto te sigamos como perros.No quiero acabar de golpe con los ocupantes del fuerte y que todo el mundo venga a husmear a mis bosques.Además en tu supuesto plan no dices nada de los humanos, ¿que se suponen que van a hacer ellos?Se gira como si estuviera analizando la situación y a cada uno de los presentes,-¿estos son tus adalides de escocia?Piensas que vamos a confiar el bienestar de todo un país a esos tres?,si crees que he venido aquí para que te creas superior estás muy equivocado, me vuelvo a mis tierras.Se da la vuelta y comienza a caminar en dirección al pequeño camino que surge al fondo de la planicie donde estáis ubicados.
Antes de que nadie diga nada la tal Tenanye aparece a su lado, ha sido muy rápida, ninguno de vosotros hubiese sido capaz de recorrer esa distancia tan rápido.Le pone la mano en el hombro y le dice unas palabras entre susurros.Tras esto ambos vuelven caminando de forma tranquila hacia la hoguera.
-Me temo que nuestro amigo Lolach se está guardando información...¿Que le has dicho? Os parece extraño pero la pregunta no va dirigida al príncipe sino a la mujer que lo acompaña, Morrigan. Ella se sienta junto a la hoguera y pide que os sentéis junto a ella con un gesto. Cuesta un poco que algunos se sienten, pero al final todos lo hacen y se forma un císculo perfecto, todos atentos a las palabras de la vampira.
-He visto la destrucción de Alba y el papel de cada uno de los presentes en ella.Para que consigamos algo cada uno ha de cumplir su parte y no interferir en el destino de los demás. Los hombres lobo tendrán que hacer en los grandes bosques junto a Fort William y hacia el Loch Ness. No podemos acabar con su ejército sin más aniquilándolo.Eso sólo levantaría a otro rey aún más ajeno a esta tierra, uno cuya sangre no tenga ni tan siquiera una gota de la de nuestros ancestros y eso si sería nuestro final.
Los humanos harán la pelea abiertamente, a la luz del día, presentando batalla y confundiendo a sus líderes con respecto a lo que pasará en la sombra y vosotros...levanta su mirada, está vidrios y la sangre negro bajo la luz de la luna da a sus ojos un aspecto aterrador.-La vuestra será una misión de espionaje y asedio importante.NO va a ser fácil, pero debéis hacer vuestra parte. Ninguno debe conocer la tarea de los otros. Hablaré con todos por turnos. Niall, ven a la cueva junto a mí.Morrigan se levanta y Liam la sigue hacia una de las cuevas adyacentes.

Morrigan nos expone que cada uno de nosotros tiene un papel en la salvación de Escocia pero se niega a compartir públicamente lo que sus visiones proféticas le han revelado. Tanto secretismo me causa una gran contrariedad pero yo no soy quién para poner en tela de juicio las decisiones de mi sire.

Miro a mi alrededor y descubro en los rostros de los presentes la misma incertidumbre y curiosidad que siento yo mismo. Por el momento no puedo hacer nada más que esperar a que Morrigan termine de hablar con el garou y se digne a confiarme abiertamente qué es lo que quiere de mí.

Cuando llegara su turno, iría a hablar con ellos. Hasta entonces simplemente se mantuvo en su lugar, al lado de su dryw. Había aprendido, con los años, a confiar en la visiones de otros, y si el futuro de Alba dependía de todos ellos, interpretaría su papel. Cuanto menos intuía que no se vería mezclado ni con humanos ni con lobos; con los primeros prefería evitar el contacto, y a los segundos apenas los conocía. Si su camino iba de la mano con el de los otros vástagos, que así fuera

Premoniciones, visiones, augurios, Gael se había encontrado con diversos charlatanes por su camino que aseguraban tener el don. Pero nunca pudo comprobarlo, además, "su sangre sabía igual". Ahora, la situación en la que se encontraba era debida a una de aquellas visiones, así que se sonrió. Reclinado, junto a un árbol, acarición con una mano la corteza, mientras que pasaba el dedo índice de su otra mano por el cuello de un halcón posado en ese árbol.

- Esperaré mi turno a ser llamado - murmuró, parecía que dirigido al ave

A juzgar por los sonidos que os llegaban la charla de Morrigan con el garou no había sido muy agradable. Al cabo de un rato este salió resoplando de la cueva. -Recibirás noticias.Dijo sin más al pasar junto al príncipe, tras eso se alejó sin volver la vista atrás mientras las supuestas hadas entraban a hablar con la vampira. Durante su pequeño cónclave no se escuchó ningún sonido que os llamase la atención y ambas féminas abandonaron la cueva luciendo amplias sonrisas en sus hermosos rostros.-Parece qeu durante una temporada podréis dejar de temer a las kelpies y otras criaturas.comentó sentándose de nuevo más cerca del grupo del grupo de los humanos y dirigiéndose claramente a ellos, -Aprovechad bien este tiempo, no durará eternamente.
MOrrigan aparece en el umbral de la cueva y os llama a los tres con un gesto, cuando entráis la veis dirigirse hacia una piedra en un lateral que hace las veces de asiento. Se sienta y cruza las piernas frente a ella.
-Pasad.Sentaos, creo que esta charla va a ser larga.Se recuesta contra la pared cubierta de moho de la roca, -Lo diré directamente,necesitamos que asaltéis un castillo y traigáis de vuelta algo de su interior.

Asintió a Alistair y Gael al entrar en la cueva, buscó un lugar oscuro y se mantuvo de pie. No era para demostrar nada, simplemente estaba más cómodo. Los otros dos vástagos parecían más propensos al diálogo, y salvo que la conversación adquiriese un cariz que le involucrara no hablaría. Así, ante la petición de Morrigan, continuó su silencio. Si quería que entrasen a un castillo para robar algo, lo haría. Lo malo es que al contrario que otros de su sangre no era demasiado habilidoso con las sombras. Pero si ese lugar estaba repleto de humanos, podrían superarlos con relativa facilidad

Aguardó, pues sabía que aquello no había hecho más que comenzar. Morrigan aún les daría más instrucciones, la pausa dramática no era más que un tiempo para que asimilaran los hechos

Cuando finalmente Morrigan accede a recibirnos en audiencia privada, no puedo evitar reconocer que siento una sincera curiosidad por saber lo que está ocurriendo y lo que se espera realmente de nosotros. La pareja de vástagos que entran conmigo deben ser realmente excepcionales si mi sire y el Príncipe Lolach los consideran tan competentes como yo mismo para abordar cualquiera que sea la misión que ambos tienen en mente.

―Son muchas las cosas que desconocemos ―afirmo, al tiempo que tomo asiento en el suelo con las piernas cruzadas debajo de mi cuerpo seguro, antes de precisar―: Al menos las que yo desconozco. La situación debe ser realmente dramática si después de tantos años acudís no solo en mi busca sino en la de todos los poderes sobrenaturales de Escocia.

»¿De qué castillo se trata y qué hay en él que pueda suponer una ventaja determinante contra los ejércitos del rey David? ¿Un arma, tal vez, o quizá información comprometedora sobre el número y ubicación de sus huestes? Sea lo que sea, me abriré paso a sangre y fuego para traerla hasta aquí.

Sus pasos tranquilos llevan a Gael hasta el interior de la cueva, donde se sigue manteniendo a la expectativa. Sus pensamientos siguen en la guerra, en que esa decisión se haya tomado basada en premoniciones y visiones, y se pregunta cómo ha sido posible que todo esto le pille ahí en medio.

Recostado en las rocas de la pared, permanece distraído, sumido en sus propias cabilaciones, cuando el Príncipe de los vástagos comienza a hablar y plantea directamente su solicitud. Al principio, Gael se sorprende, pues esperaba una actitud más altiva del vástago que tienen ante ellos, pero la palabra que usa, "necesitamos", le gusta.

Mira a sus dos compañeros en el interior y escucha las palabras de Alistair. Sí, ahora tiene toda su atención el Príncipe.

- Sí, continue hablando, por favor, de qué se trata?

La palabras de Alistair consiguen que Morrigan sonría mostrando de manera fugaz sus colmillos.-Ay, mi añorado chiquillo, como he echado de menos este tipo de intervenciones tan naturales en la corte del rey.
-NO queremos que entréis y aniquiléis a todo lo que se mueva, eso levantaría sospechas y temores.Los humanos se nos echarían encima. No, vosotros debéis entrar en la fortaleza de Dunaverty de forma silenciosa y traer unos documentos que se hayan ocultos en su interior.Hemos sabido por nuestros espías que el rey envió a varios monjes con mensajes importantes sobre como debían proceder a varios puntos de Escocia. Se sabe que ha enviado algo a la fortaleza, pero se desconoce exactamente qué. esa es vuestra tarea.

―¿Dunaverty? Eso está lejos, al oeste. Puede que necesite una semana entera en llegar hasta allí moviéndome de noche en mi forma de lobo, tal vez más si mis compañeros no son capaces de viajar tan rápido como yo. Dinos, ¿de cuánto tiempo disponemos? Entraré en la fortaleza, hallaré a ese monje y descubriré cuál era su mensaje antes de convertirlo en mi cena. Sólo tienes que indicarnos dónde debemos llevar la información una vez que esté en nuestro poder. ¿Aquí, de vuelta al Ben Mucdhul?

Una mirada divertida asomó a los ojos de Gael, a la vez que una mueca burlona dejó entrever uno de sus colmillos. Calmado, se arrascó la cabeza.

- Me parece un plan fantástico... para qué tenemos que ir nosotros entonces? A proporcionarle apoyo?

La actitud, el entusiasmo de aquel vástago le gustaba a Gael, pero tenía sus propios asuntos, los cuales había dejado de lado para participar en aquel cónclave. Y ahora, le encomendaban un robo, algo a lo que no estaba muy habituado.

- Los hijos de Caín nunca hemos sido ladrones, así que tendrá que decirnos algo más, Oh Excelencia - Prosiguió, girándose hacia el vástago que se encontraba en el centro de todas las decisiones - Además, ya se habrá percatado que el silencio no es una virtud que parece que poseamos. Al menos yo no.

Por su cabeza pasaba la idea de que había algo en aquel tema que les estaban ocultando.

-Yo sí podría pasar desapercibido con facilidad -intervino el monstruo de aspecto pálido y largas orejas. Supuso que, con cierta paciencia, los demás también podrían hacerlo. Eran vástagos, por lo tanto superiores en destreza a cualquier mortal, por muy entrenados que estuvieran, sin embargo también era verdad que sus opciones bajarían en espacios más reducidos
-Si os encargáis del exterior, podría entrar y salir con rapidez sin ser visto. Una distracción para los guardias

Sabía que si continuaba adiestrando sus poderes de la sangre podría ocultar a los demás tal y como él mismo era capaz de desaparecer. Pero aún no podía utilizar esa habilidad

-En realidad, y a pesar de que Alistair, tu entusiasmo es encomiable, Clyde tiene razón. Debéis ser sutiles, silenciosos y rápidos. Y tendréis que separaros pues necesitamos algo más a parte del mensaje del monje. Uno de los nuestros intentó esta misión en cuanto conocimos los detalles de lo que pasaba y los soldados de Dunaverty han sido capaces de capturarlo, necesitemos que lo saquéis de allí para averiguar si los humanos han sido capaces de sonsacarle algún tipo de información.Hizo una pequeña pausa, dandoos tiempo a asimilar la última información que os había dado. -Gracias a este cónclave en teoría tendréis un paso franco por las tierras de los hombres lobo y las hadas.Lo cual no quita que debáis mantener todos vuestros sentidos alerta.

Observó de reojo a los otros dos vástagos. No parecían de la clase de no-muertos a los que les gustara ir en sigilo, sin ser escuchados. Más bien parecían anhelar una confrontación, sobre todo Alistair, y no acababa de comprender qué había de extraordinario en acabar con un pequeño número de mortales, totalmente indefensos ante sus habilidades. Aguardó en silencio. Ya sabía lo que debían hacer, y simplemente esperaba a que la reunión terminarse

Una vez hecho eso hablaría con Mauled y ya estaría todo pactado. Al menos un cónclave de aquellas características le garantizaba que nadie rompería la tregua. De hacerlo, los demás estarían como testigos, así que podía ir hacia el sur sin temor de abandonar las tierras de los Sinclair

Considero improbable que ninguno pueda viajar más rápido que yo, ni entrar en el castillo del modo en que yo puedo hacerlo y mucho menos desembarazarse de los mortales con mi habilidad. Es por ello que todavía no comprendo de qué pueden servirme mis impuestos compañeros de viaje, pero no me molesto en discutir la decisión de mi sire.

―Puedes decirle al Príncipe Lolach que tendrá su mensaje y a su vasallo de vuelta si todavía no ha sido destruido por los humanos de Dunaverty. Dinos dónde debemos entregarlos a ambos, cómo se llama el desafortunado espía y cuánto tiempo tenemos para acometer nuestra misión y nos pondremos en camino de inmediato.

- Robar documentos y rescatar a un hijo de Caín... - Murmuró Gael para sí mismo, para añadir en voz un poco más alta - Alistair tiene razón, dadnos la información que nos falta y partiremos. Supongo que no contaremos con más ayuda, pero, alguien de dentro de la fortaleza sabe de nuestra llegada?

La pregunta le sugirió otra pregunta, realmente incómoda

- Y cómo es que los humanos lograron capturar ese primer intento?

-Si le capturaron fue precisamente por subestimar al enemigo, eso es algo que no volverá a suceder. No sabemos qué tipo de conocimientos han adquirido gracias a él. Tal vez aún no sepan nada sobre nuestra naturaleza y debilidades... o tal vez sepan más de lo que creemos. es por esto que no pensamos arriesgar de nuevo. Por eso vais a ser un equipo. Cada uno tenéis cualidades muy distintas y útiles cada una a su manera.
Nunca antes se ha pedido a varios de los nuestros de orígenes tan diferentes y dones tan dispares que se unieran para formar un clan nuevo, uno en el que premie la supervivencia de nuestra especie y nuestro país por encima de los egos personales. Si os hemos encargado esta misión es porque la estimamos de vital importancia.
El vampiro que han atrapado se llama Douglas, es reconocible, delgado y muy alto con una cicatriz atravesando el ojo derecho. Debéis sacarlo de Dunaverty vivo. El sobre con la información del rey suponemos que estará en los aposentos privados del laird, pero no es seguro. Mete la mano entre sus túnicas y saca tres piedras cruz, -Si algún no humano os pone objeción a pasar por sus dominios enseñádselas.

Cogió una de las piedras cruz y, tras observarla unos segundos y hacerla girar sobre su mano, la guardó en el cinturón de su kilt. Ego. No poseía demasiado, no se consideraba ni mejor ni peor que nadie, simplemente era un guardián de los Sinclair; ni más, ni menos. Y como criatura bendecida con los dones de la noche (al igual que muchos otros), otorgaba las bondades de su sangre a su linaje

No le importaba en absoluto trabajar con aquellos dos vástagos. Le importunaba no hacerlo en soledad, pero habida cuenta de la gravedad del asunto y del cónclave sin precedentes, nunca estaría de más algo de ayuda. Si los humanos habían capturado a un hijo de Annowre denotaban más poder e inventiva que la mayoría de mortales. Y, quizás, un mayor conocimiento sobre su estirpe. En caso de ser así, no dudaba que ya conocerían bien sus puntos débiles. Sin embargo la desazón que se alojó en sus entrañas era preguntarse si no lo habrían reducido con ayuda. ¿Por qué no iba el rey a solicitar la participación de vampiros del sur para domeñar el norte?

Asintió hacia la mujer. Por su parte no había más preguntas, así que se dispuso a marchar acercándose hacia la salida. Allí, se mantuvo en el cálido manto de las sombras a la espera de sus dos... compañeros