Partida Rol por web

Sangrientas Navidades 3: Regreso de la tumba

La idea de Ferguson

Cargando editor
22/09/2020, 10:15
Peter Clarkson

La risa le heló la sangre y apagó cualquier pensamiento. Había estado moviéndose en el sitio de los nervios, pero en ese momento se quedó inmóvil, abrazando aún sus piernas, pálido. No podía ser, estaba muerto, su tumba estaba por allí, era una persona normal que enloqueció y que acabó tiroteado, como muchos otros; lo demás eran solo historias estúpidas, cuentos de miedo en lo que él no creía. Cogió con tanta fuerza el vaso que lo espachurró y el contenido salió disparado, manchándole la camiseta y también la muñeca, pero sobre todo cayendo sobre la nieve. Solo unas frías gotas le salpicaron la cara, pero fueron suficiente para hacerle reaccionar.

Tiró el maltrecho plástico que tenía entre las manos al suelo y se puso en pie de un salto, mirando a su alrededor. Matt, Joy y Jennifer estaban alejados del grupo, cerca de aquella imponente figura que había aparecido de la nada, lo que le dejaba solamente con Laurie; parecía incluso más asustada que antes, que ya era decir. 

Cre... Creo que hay que largarse —dijo a la chica.

Si Ian estuviera ahí las cosas serían diferentes. Él sabría que hacer. ¿Pero Matt? Solo era un tío raro que no sabía cuando parar. Si quería morir, pues bien por él, pero que no contara con su ayuda.

Pese a sus propias palabras y pensamientos, el cuerpo casi no le respondía, y no fue capaz de dar un solo paso más, mucho menos salir corriendo como sabía que debería hacer.

Cargando editor
22/09/2020, 19:43
Ian Ferguson

-¡HO-HO-HO! - Dijo con voz grave. -¿Qué que es lo que quiero? Quiero coger esta hacha...

La figura vestida de Santa Claus fue acercándose al grupo, hasta que una luz comenzó a iluminarle tenuemente. Primero sus botas negras, luego sus pantalones rojos con bordados blancos en los tobillos, su cinturón negro y su ancha tripa falsa a cuya altura sostenía un afilada hacha de leñador, la chaqueta roja con los mismos bordados blancos y gruesos botones negros y finalmente, una barba postiza sobre el rostro de Ian Ferguson y un gorrito sobre la cabeza de éste completaban el conjunto.

-...Y abrirle otra raja a ese culo. - Dijo señalando con el hacha a Jennifer y muriéndose de risa. -Teníais que haberos visto la cara muchachos. -Soltó una fuerte carcajada y se quitó la barba falsa. - Creo que Clarkson se ha cagado encima.

Notas de juego

Efectivamente, era Ferguson. XD

Cargando editor
22/09/2020, 21:05
Jennifer Brown

Cuando me retiré, oí a mi espalda el famoso "Ho-ho-ho" de Santa, pero al girarme con una sonrisa, vi que además del traje, llevaba un hacha considerablemente grande. Eso borró la sonrisa de mi rostro y me hizo adoptar una mueca de asco.

Matt reaccionó antes de que lo hiciera yo, porque Laurie y Peter estaban cagados de miedo, pero a mí, más que miedo, simplemente me parecía infantil.

-¿En serio? ¿Eso es lo único que se te ocurre? ¿Asustarnos con un hacha?

Cuando Ian apareció bajo la barba, confirmé que por muy bueno que estuviera, no dejaba de ser gilipollas.

-De verdad, Ian. Eres un imbécil. Y te aseguro que así no vas a conseguir ni acercarte a mi culo -le solté, dándome la vuelta y alejándome, visiblemente molesta.

Cargando editor
23/09/2020, 11:30
Peter Clarkson

Je... Je, je... — soltó una risa tensa, incapaz de mas. Ver a Ferguson le animó un poco, pero no podía negar que aquél momento de incertidumbre le había acojonado. No se había cagado, pero poco le faltaba para haberse meado encima. No era tan gracioso cuando uno era la víctima de la broma.

Como fuera, no podía dar aquella pésima imagen delante de él. Si quería que se diera cuenta, que lo viera, tenía que ser más fuerte. Y no como la estúpida de Jennifer.

¿Quién va a querer acercarse a eso? —respondió, usando la burla para pasar página y rechazar el miedo que había tenido segundos antes—. Bah, venga, a beber, que menudo sitio has elegido tío. ¿Qué te pongo? —preguntó a Ian, agachándose a por otro par de vasos y acercando varias botellas.

Cargando editor
23/09/2020, 15:02
Matthew Gordon

En cuanto la figura se aproximó, Matt alzó la botella sobre su hombro para lanzarla, pero no terminaba de decidirse a hacerlo. Finalmente, por suerte, no hizo falta. El chiste y las risas desvelaron al responsable, y la tensión del cuerpo de Matt se deshizo como la nieve al sol. Dejó escapar el aire que, sin darse cuenta, había estado conteniendo, y no fue hasta entonces que notó lo fuerte que Joy le había estado cogiendo.

- Joder Ian, casi te estampo la botella... 

Le dio un trago a la que había sido por unos momentos su arma improvisada y respiró más tranquilo. Luego le pasó la botella a Joy y se la quedó mirando, de arriba a abajo, quizás durante más tiempo de la cuenta. Casi ni prestó atención a la figura de Jennifer, alejándose de fondo.

- Carai, sí que estás fuerte... -le dijo finalmente a Joy frotándose la zona donde la chica le había cogido. Sin aviso ninguno le dio un beso en los labios.- Estás muy guapa cuando estás asustada.

Si hubiese salido de otra persona, aquella frase podría haberse tomado como un simple chiste para quitarle hierro al asunto. Pero viniendo de Matt no se podía asegurar, y más teniendo en cuenta que su expresión no parecía de broma.

Cargando editor
23/09/2020, 16:02
Joy Harding

Las risas seguían sonando y Joy seguía sin soltar a Matt, hasta que Ian se delató, muerto de risa. Su broma no le había hecho ni la más mínima gracia a la joven y parecía que a ninguno y la pobre temblaba por el susto. Junto a Matt se sentía segura, pero seguía sin soltarle a pesar de que ya sabían que era Ian. El miedo había calado tanto en ella que le costaba liberarse del joven muchacho.

Solo cuando comenzaron a reaccionar todos se dio cuenta de la realidad y se calmó lo suficiente como para soltarse de Matt, aunque aún temblaba y no era de miedo esta vez. - ¡He estado abrazada a Matt! - Pensaba para sí, tratando de contener las ganas de saltar y chillar de alegría por ese logro. Porque para ella aquello había sido un verdadero logro aunque hubiese ocurrido en aquellas circunstancias.

Quien peor se lo tomó fue Jenny, que aseguró que con eso no se acercaría a ella y cuando Joy fue a responderle que no tardando ella misma se lanzaría a comerle la boca a Ian a pesar de sus palabras ocurrió lo inesperado para ella. Sintió el cálido beso en los labios por parte de Matt después de soltarle aquel piropo.

Joy se puso colorada de inmediato. Era su primer beso y Matt había dicho que estaba guapa. No habían ni risas ni burlas y más temblorosa que antes, cogió la botella que Ian le ofrecía y bebió un trago. No sabía si para ver si estaba soñando o para envalentonarse más y repetirlo, pero sin duda quería que fuese lo segundo.

Sabía que si decía que ese era su primer beso todos se reirían de ella, la primera Jenny. Así que se hizo la valiente y miró a Matt a los ojos. - Y tu estás muy guapo cuando haces de héroe protector. - Le sonrió y se puso de puntillas para devolverle un beso similar. Por dentro estaba eufórica. Sabía que cuando llegase a casa, acabaría saltando en la cama y no podría dormir después de aquello, pero en aquel momento era mejor conservar la calma y volver a beber un trago antes de devolverle la botella a Matt.

Procuró no mirar al resto, solo a Matt, porque sino se moriría de vergüenza en aquel momento. Ni tan si quiera le reprochó a Fergunson su estúpida idea de imitar a un psicópata como aquel. No viendo como había salido todo con Matt. - Tendré que darle las gracias cuando pueda. - Pensó para sí, esperando que aquello con Matt se alargase para el resto del tiempo que estuviesen juntos esa noche al menos.

Cargando editor
23/09/2020, 19:24
Ian Ferguson

-¡Vaaaamos, nena! - Dijo Ian alzando los brazos. -¿Es que no tienes ni una pizca de espíritu navideño?

Ian se acercó hasta ellos y dio un codazo a Peter para que le riera la gracia, después lanzó el hacha al suelo y se puso de rodillas, comenzando a hablar con voz exagerada y aspavientos que resultaban bastante cómicos.

-¡Oh, dulce princesa del culo blanco! ¡Os ruego que me perdonéis por esta bellaca broma que os he gastado! -Alzó la vista y vio a Matt besando a Joy e hizo una mueca de desagrado y recuperó su tono normal de voz. -Ogg... ¡Por favor, no me dejes con estos tortolitos! ¡Oh, no! creo que Cupido quería meterle una flecha por el culo a Gordon y me ha dado a mí. ¡Aggg! -Después simuló que algo se le clavaba en el corazón y se dejó caer en el suelo de espaldas.

Ian quedó tendido en el suelo fingiendo que estaba muerto hasta que escuchó a Peter preguntarle qué le ponía. Entonces alzó la cabeza y el dedo índice durante el instante de tiempo justo para decir: -Un vodka, por favor.

Cargando editor
25/09/2020, 10:57
Matthew Gordon

Matt quizás no era el más apto para entender las emociones de los demás, pero eso no le impidió ver con cierta diversión el nerviosismo de Joy, verla beber de aquel modo apresurado. Y cuando la chica le dijo aquello y le devolvió el beso, fue él quien no pudo evitar una sonrisa nerviosa y mirar de aquí a allá. Tomó la botella que Joy le devolvía y bebió, quizás de forma tan apresurada como ella lo había hecho unos segundos antes.

Fue el chiste de Ian lo que lo sacó de aquel momento extraño. Matt giró la cabeza y se miró su propio trasero, para después volver a girarse con el ceño algo fruncido y media sonrisa.

- ¿Qué os pasa hoy con los culos? -dijo a Ian, ya tirado en el suelo.

Matt le hizo un gesto a Joy para que se sentaran sobre una tumba ancha, donde sería fácil quitar la nieve y acomodarse. Al ir hacia ella, su mirada se plantó entonces en el hacha. Le tendió la botella a Joy y cogió la herramienta, mirándola detenidamente. Se aproximó de nuevo a la chica, mostrándosela como si fuese algún tipo de reliquia que acabaran de desenterrar.

- Oye -le dijo a Ian, sin alzar los ojos del hacha.-, ¿de dónde la has sacado? Mola un montón.

Cargando editor
25/09/2020, 13:57
Joy Harding

Joy se sentía como en una nube y no quería bajar de ella y eso que el alcohol aún no le había hecho efecto. No es que fuesen grandes besos ni nada, pero era un empiece y estaba entusiasmada con ello. Además, contaba con que eran sus primeros besos y encima con el chico que le gustaba.

Cuando Matt soltó aquello del culo, Joy no pudo evitar contestarle. - Puede que le tengan envidia al tuyo... - Y se ruborizó al soltar aquellas palabras, al darse cuenta de que acabada de decir que se había fijado en él. Pero quien no se iba a fijar en ese culo tan perfecto...

Pero la vergüenza se le pasó a la joven cuando Matt le invitó a sentarse con ella sobre una tumba y se entretuvo quitando la nieve mientras que el chico cogía el hacha del suelo. Bebió un trago de la botella y miró a Matt. Matt se acercó a mostrarle el hacha y le preguntó a Ian por ella. Joy se acercó deprisa al oído de Matt.

- Dios, se lo has puesto a huevo para que suelte otra estupidez. - Le susurró y miró a Jenny, para seguir limpiando la tumba dejando sitio solo para los dos. Luego se sentó en ella y volvió a beber, a la espera de que Matt hiciese lo mismo para pasarle la botella y se sentase a su lado antes de que otro viniese a ocupar su lugar.

 

Cargando editor
25/09/2020, 18:52
Jennifer Brown

Definitivamente, Ian era un imbécil, pero estaba buenísimo de la muerte y había que reconocerle la gracía que tenía. Se puso de rodillas y reteniendo una sonrisa, me volví para parecer enfadada, aunque era evidente que ya no lo estaba. Al menos, había conseguido mi propósito, que no era otro que dejarle claro que yo, y solo yo, manejaba la situación. Aunque... aquella noche, no iba a permitir que nada me impidiera estar con él.

-Oh, venga ya. No seas tan payaso... y dame otro vodka a mí, ¿quieres? -le pedí.

Cuando tuve en mis manos la botella, bebí a morro durante un rato como si fuese agua. Había probado cosas peores por lo que aun tardaría un buen rato en sentir sus efectos.

-No está mal. Por cierto, sí. ¿De dónde has sacado el hacha? Parece de verdad.

Cargando editor
26/09/2020, 18:41
Ian Ferguson

-¡Y es de verdad! - Exclamó Ian desde el suelo mientras hacía un ángel en la nieve moviendo los brazos y las piernas. - La tomé prestada de una de las granjas que hay de camino. Me pareció que le daban un toque interesante a mi disfraz. - Dijo enarcando una ceja con una sonrisa pícara.

Ian se puso en pie de un salto bastante ágil, y le arrebató de las manos la botella de vodka a Jennifer. Le sacó la lengua y le dio a la botella un trago bastante largo también. Después miró a Joy y alzó un dedo mientras dejaba de beber.

-Solo para que conste. El culo de Gordon sería la envidia de cualquiera, ¿vale?

Ian mantenía la botella alejada de Jennifer, evitando que ésta se la pudiera arrebatar de nuevo hasta que finalmente tomó de la cintura a la muchacha y la atrajo hacía él. Ian dio un largo trago a la botella y miró a Jennifer, señaló su boca y alzó una ceja, dándole a entender que sí quería beber tendría que olvidarse de la botella y beber directamente de su boca. Algo que a Laurie, por la expresión de asco que puso, le repugnaba un poco. Después de aquello, Ian sonrió. Vio que se estaban sentando en una de las tumbas y chasqueó los labios al tiempo que negaba con la cabeza.

-Pero tíos, ¿qué falta de respeto es esa? Os sentáis en la tumba del pobre... -Miró el nombre inscrito en la piedra. -John L. Milton, amado esposo y padre. Si queréis sentaros en una tumba, hay que hacerlo en una buena. Y da la casualidad de que yo conozco una de primera. - Alzó de nuevo la ceja, pero esta manera de forma tal que le daba un aire interesante.

Cargando editor
26/09/2020, 21:46
Peter Clarkson

Je, je, je —rio la broma, aún algo consternado pero animándose. No le hizo gracia lo siguiente, como si de verdad le importaba Jennifer una mierda, pero no dudó en ir preparando el vodka en cuanto se lo dijo, dejando su propio combinado para después del del otro—. Aquí tienes —dijo en cuanto lo tuvo, acercándose para dárselo antes de volver a su sitio para acabar el suyo. A la chica... Bueno, le tiró la botella cerca, la cual se hundió ligeramente en la nieve, y un vaso después. Por él, podía prepararse sus copas solita. Y esperaba que Ian no fuera tan calzonazos de preparársela él.

Sorprendéntemente, ni una cosa ni otra, y ambos bebieron a morro, compartiendo babas. ¡Puaj! Se estaban empezando a poner tan tontos como Joy y Matt, lo que a él le dejaba en una posición bastante incómoda. Sin poder evitarlo miró un instante a Laurie, pero tan rápido como lo hizo giró la cabeza de nuevo, quitándose esa idea de la cabeza. Esperaba que no fuera lo que pretendieran los demás. Decidió seguir la conversación antes de que le apartaran totalmente.

Venga ya. ¿En serio te has colado en una granja? Ja, ja. ¡Eres un genio!

El comentario de la tumba, en cambio, le volvió a dejar un poco pálido. No tenía ninguna duda de a cual se refería, a juzgar por el disfraz navideño que había elegido para esa ocasión.

Tío, mejor no, seguro que esa la tienen vigilada por culpa de todos los curiosos que vienen cada año. —Y ya suficiente mal rollo da todo esto, se guardó para si. No quería parecer un cobarde delante de él.

Cargando editor
28/09/2020, 10:02
Matthew Gordon

Antes de poder sentarse, Matt se quedó unos segundos allí clavado mirando intermitentemtene a Joy, Ian y a su propio trasero. A pesar de ser algo menos voluminoso que Ian, Matt no dejaba de ser un adolescente deportista y su cuerpo así lo mostraba, pero no podía decir que se hubiese fijado en las características de su propio culo, como los demás sí parecían haber hecho. No pudo evitar cierta confusión.

- ¿Queréis callaros ya? -fue lo único que pudo decir al respecto.

Se sentó en la tumba junto a Joy y cogió la botella cuando se la tendió. Aun tenía el hacha en el regazo mientras bebía cuando Joy le susurró. Se quedó con la botella en los labios mientras pensaba en ello, tras lo que encogió los hombros.

- Al menos le he preguntado de dónde la ha sacado, y no dónde pretende meterla... -le contestó al oído, medio aguantando la risa.

Matt se quedó muy cerca de ella mientras le devolvía la botella, casi como si no hubiese terminado de susurrarle. El comentario de Ian, sin embargo, hizo que volviera a su posición original casi como un resorte, como si hubiese estado apunto de quedarse dormido sentado y al cabecear su propio cuerpo se despertara para no caerse. Al hablar de "una tumba de primera" Matt no hizo la conexión, pero Peter sí. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su cara.

- ¿Te refieres a...? -dijo levantando el hacha.

Ni siquiera esperó la respuesta de Ian. Se puso en pié de un salto, hacha al hombro, y le tendió la mano a Joy. No podía evitar mostrar cierta anticipación por todo aquello.

Cargando editor
28/09/2020, 22:19
Joy Harding

- ¿Callarnos? ¿Por qué? Estamos adulanto tu trasero, Matt. - Sonrió colorada animada porque Ian le seguía el juego. No sabía si el chico se mofaba de su amigo o no, pero ella lo decía en serio. Le sorprendió que Jennifer no soltase ninguna estupidéz por la boca y al mirar se dio cuenta de que la tenía demasiado ocupada bebiéndose media botella de un trago ella solita.

- A este paso no te lías con Ian... te veo pasando la mona sobre una tumba.

Sentir el aliento de Matt tan cerca suyo le hizo sentir algo especial a la joven, quien sonrió tontamente cuanto este le susurró aquellas palabras al oído. - Bueno... ya le dio una clara indicación Jenny cuando no sabíamos quien era y le enseñó el trasero. - Susurró en respuesta al chico y ahí si que Joy no contuvo la risa.

La joven vio como Matt la miraba, como si fuese a responderle con algo, ella esperaba que fuese otro beso, aunque a estas alturas uno de esos que llamaban con lengua. El alcohol empezaba a hacerle efecto a la joven y el frío no parecía afectarle demasiado, ni tampoco el miedo si iba acompañada de la mano de Matt.

Su gesto con el hacha le hizo temer lo peor pero la calidez de la mano de Matt y lo que esperaba que estuviese por llegar a lo largo de la noche bien merecían ese cambio de tumba. Además... allí solo habían muertos y con aquella temperatura, ni se moverían por el frío. - Vamos Peter. ¿Acaso ves a la policía por aquí? Ya les hubiésemos visto pasar... No seas cobarde y traete a Laurie, que veo que se nos escapa...

Matt llevaba el hacha y la botella de la misma mano, así que le quitó la botella con todo el descaro del mundo.- Déjame que te ayude. - Le sonrió para beber un trago. - ¿Tú también quieres? - Preguntó acercándole la botella a los labios del muchacho mientras le sonreía vivazmente.

Cargando editor
02/10/2020, 20:45
Jennifer Brown

Lo que veía era más o menos típico. Al final, los chicos estaban más interesados en mostrar lo duros que eran, bebiendo, paseándose entre tumbas, enseñando aquella hacha y muchas otras cosas, que en lo que de verdad importaba. Era lo típico que se decía en voz alta: "Hombres".

La botella solo me servía para quitarme el miedo y una vez di el primer trago, el primer y largo trago, supe que no necesitaba mucho más para lanzarme. Pero tampoco lo haría de cualquier manera, a no ser, por supuesto, que siguiese bebiendo, aunque aquel no era mi plan.

Di dos pasos hacia Ian, lo agarré de las solapas y abrí la boca para besarle, metiéndole la lengua hasta la garganta y babeándole como si no hubiera un mañana durante no sé cuánto tiempo.

Cuando lo solté, lo miré con gesto de saber lo que hacía, me llevé un dedo a los labios e hice como si me los limpiara.

-Si quieres el resto... tendrás que ganártelo, campeón, aunque si lo que prefieres es quedarte bailando sobre una tumba, tú mismo. Pero no habrá segunda oportunidad para batear, recuérdalo -le dije con una sonrisa, separándome ligeramente de él mientras caminaba hacia atrás.

Notas de juego

Perdón por el retraso. No sé si me esperabais. Se me había olvidado completamente que debía responder en esta partida porque miré los mensajes y no me aparecía como pendiente.

Cargando editor
02/10/2020, 20:56
Ian Ferguson

-En efecto. - Dijo Ian señalando a Matt, que había pillado a la primera a qué tumba se refería, al tiempo que se tocaba la punta de la nariz para indicarle que lo había cogido. -Vamos Clarkson, no seas cagueta. Y no dejes que tu novia se escape. - Añadió en referencia a Laurie.

Ian se empezó a mover a saltitos haciendo gestos como si fuera uno de los duendes de Santa más que el propio Santa, y les guió hasta una pequeña zona, no muy lejos de allí, donde una solitaria lápida tenía grabado un simple y terrorífico nombre en ella: Erik Stark. A algunos no les decía gran cosa, pues ya se había olvidado el nombre del infame asesino que se había cobrado la vida de decenas de jóvenes como ellos en el baile de Navidad de su mismo instituto seis años atrás.

-No te preocupes nena, en seguida estoy contigo. Deja que les cuente a los niños un cuento para que se vayan a dormir antes de que tú y yo nos pongamos con lo nuestro. - Dijo tras el espectacular beso que Jennifer acaba de soltarle. -¡Pero antes!

Ian se dio la vuelta, se bajó el pantalón rojo del traje de Santa y se puso a mear en la tumba de Stark mientras emitía exagerados sonidos de alivio. La nieve que cubría la tumba soltó vapor al entrar en contacto con el pis caliente de Ian. Cuando finalmente hubo terminado se dirigió hacía su público.

-Esta, mis queridos niños, es la tumba del despiadado asesino Erik Stark. Más conocido como el Santa Claus asesino. - Dijo con voz grave imitando los avances de las películas de miedo. -Fue hace seis años cuando Stark sufrió un accidente con su familia mientras conducía su coche por las peligrosas carreteras de Birchmont. El coche se incendió y todos murieron ante la atónita mirada de unos estudiantes del puto instituto que no hicieron nada por ayudarles. El único superviviente fue Erik, que decidió tomar... ¡¡VENGANZA!! ¡¡CHAN CHAN CHAAAAÁN! Desde aquel día decidió que el alegre Ho Ho Ho de nuestro simpático gordinflas pasaría a ser la peor pesadilla de estos chavales y uno por uno los fue matando... Pero como eso lleva mucho trabajo decidió ir a la fiesta de Navidad del instituto y matarlos de golpe a todos. ¡Y cayeron por decenas bajo su hacha! - Hizo una pequeña pausa y se giró hacia Peter. -Y por eso es que ahora no nos dejan celebrar el baile de Navidad. No porque la madre de Clarkson esté en la junta y sea una maldita aguafiestas y se tire al bedel. Aunque eso último no tiene nada que ver... Finalmente, Santa fue detenido por la policía con ayuda de un grupo de chavales entre los que estaba una tal Mercy Wells a la que Santa siguió hasta New Hampshire al año siguiente con intención de terminar lo que había empezado. Se fugó del manicomio donde lo habían metido. Porque si matas a treinta personas no vas a la cárcel sino al puto loquero. ¡DIOS BENDIGA AMÉRICA! - Gritó alzando las manos al cielo. -Santa se escapó y fue hasta la universidad donde Mercy había empezado una nueva vida, y mató a sus amigos uno por uno el día de Navidad. Pero ¿sabéis que pasó? Mercy era dura de cojones y logró sobrevivir de nuevo. Pero no así Santa Stark, que fue abatido a tiros por la policía. Aunque... - Clarkson se agachó hacia ellos y bajo la voz hasta convertirla en un susurro. -Hay algo que nadie sabe sobre Stark... ¿Queréis saber qué es?

Cargando editor
04/10/2020, 14:46
Peter Clarkson

¿Mi...? —Suspiró. 

Ferguson era un idiota por no darse cuenta, pero sabía que no podía mostrarse así, que debía seguir el juego. No las tenía todas consigo, pero era mejor eso a ser el blanco de todas las pullitas. Si para eso tenía que ser un capullo, no quedaba otro remedio.

¡Venga Laurie! Es verdad, que no será nada. ¿No tendrás miedo, eh? Uuuuh.

Se rió y, en seguida, siguió a su amigo el primero, evitando que ni el rarito de Matt ni la zorra de Jennifer se le adelantaran; sobre todo la última, que aún tenía que darse cuenta de que no era más que un pasatiempo, un divertimento temporal. El lugar junto a Ian le correspondía a él, no a cualquier advenedizo/a de tres al cuarto.

De hecho, estar tan cerca le ayudó a tener una magnífica vista poco después, cuando el otro se bajó el pantalón y empezó a mear. Fue disimulado, claro, pero no pudo evitar una buena ojeada antes de girar la cabeza para no resultar demasiado extraño todo.

Tras aquello, se apartó mucho y, como era habitual, sonrió con complicidad las bromas y las coñas, se rio cuando tenía que hacerlo —incluso cuando mencionó a su madre—, y, por supuesto, respondió lo que debía.

Venga, cuéntanoslo, no nos dejes así tío.

Cargando editor
04/10/2020, 20:33
Matthew Gordon

La afirmación de Ian sobre la tumba fue correspondida con una sonrisa de morbosa satisfacción en la cara de Matt. Con Joy de la mano, siguió a los demás mientras se adentraban en el cementerio. De pronto la chica pareció animarse y tomó la iniciativa. Acercó los labios a la botella cuando se la ofreció, teniendo incluso que hacerle un gesto para que parara de volcar la botella antes de echárselo todo por encima. Se secó la boca con la mano mientras reía.

- ¿Sabes? Para ser un cerebrito eres bastante enrollada. -le dijo, y se acercó para darle otro beso en la boca.

Finalmente llegaron junto a aquella solitaria lápida, y una sensación como de electricidad recorrió el cuerpo de Matt. Había oído infinidad de historias sobre Erik Stark, a pesar de que la gran mayoría de gente del pueblo no hablaba de él en voz alta. Le resultaba fascinante, y entendía que incluso después de tantos años aun hubiese algún que otro curioso atraído por la leyenda del Santa asesino. Dejó el hacha en el suelo y pasó el brazo por la cintura de Joy mientras escuchaba el relato de Ian. Le faltaban algunos detalles, como lo del saco lleno de miembros o lo de colgar intestinos en los árboles de Navidad, pero prefirió no interrumpir, salvo para hacer un chiste.

- Vaya, pensaba que lo mío con la madre de Peter era algo especial, ya veo que no...

Nunca había que perder la oportunidad de meterse con la madre de otro, pero después guardó de nuevo silencio y terminó de escuchar. Cuando Ian llegó a aquel punto de incertidumbre final, Matt esperó con cierta ansia. ¿Había algún detalle suculento que él no conocía? Sin darse cuenta, la anticipación hizo que tirara de Joy poco a poco más hacia él, como si el brazo se le fuera tensando de la emoción involuntariamente y la atrajera cada vez más cerca. Matt sonreía como el bastardo desequilibrado que era.

Cargando editor
04/10/2020, 22:31
Joy Harding

El alcohol hacía efecto en Joy con rapidez. Era la primera vez que bebía en su vida y encima a palo seco, no tardaría en estar tan borracha que empezaría a perder la vergüenza por completo y fácil que dejarse hacer cualquier cosa por Matt. Incluso ser ella quien tomase la iniciativa. Al menos el chico se quitó la botella a tiempo antes de acabar empapado en alcohol y con eso Joy ganaría unos segundos más de lucidez, pues rompió a reír divertida hasta que Matt le soltó aquellas palabras y la besó, dejándola sin aliento.

Caminaba feliz, agarrada del chico que le gustaba. No sabía si solo sería un lío de una noche o si habría algo más, pero sí sabía que liarse con Matt Gordon le daría suficiente popularidad como para que otros se fijasen en ella y para el próximo baile del instituto poder ir con pareja y no que solamente recibió una triste invitación por escrito de Marvin, un chico al que nadie se acercaba ya no solo porque oliese mal, sino que además tenía la cara llena de acné y parecía retrasado. El problema era que a Joy le daba pena y le saludaba cuando se cruzaba con él y Marvin entendió mal las señales...

Pero no era la noche para pensar en aquel perdedor, sino en el ganador que tenía a su lado y que no la soltaba y en ella misma, sintiéndose la estrella aquella noche, apesar del beso que Jenny le plantó a Ian en los morros. Sin duda las dos saldrían ganando, pero Joy sería la jugadora estrella solo por tener al mejor del partido a su lado.

Cuando Ian se bajó los pantalones para mear, Joy se puso colorada. Era la primera vez que veía ese pedazo de carne en persona y apoyó su cara en Matt, evitando mirar por un lado y haciéndolo de reojo por otro, siguiendo así a su curiosidad. Tras aquella meada, Ian comenzó con su relato y a pesar de haber escuchado la historia, Joy recordaba poco de ella y estar frente a la tumba de aquel loco y escuchar lo que hizo logró que su cuerpo reaccionase y sintiese miedo de nuevo, aferrándose al cuerpo de Matt.

La verdad es que ahora empezaba a pensar como Laurie, quería irse de allí y una mirada fugaz a la chica así se lo hizo entender. Pero claro, perdería su oportunidad con Matt y cuando volviesen a verse, se reirían de ella por cobarde. Así que la intención de Joy de liberarse de los brazos del chico, coger a Laurie de la mano y huir del cementerio y de ellos, se vio trucada por el deseo de estar con él.

Ian llegó al final de la historia, Peter se quedó con las ganas de saber lo que aquel chico se guardaba y sintió como Matt atraía su cuerpo hacia él. Si aún había una mínima esperanza de salir corriendo de allí, se esfumó cuando ese chico la aferró así. La joven miraba con miedo a Ian. Sabía lo capullo que era y que seguramente había preparado algo para el final de la historia, pero no sabía el qué... o eso o se estaba volviendo paranóica. Fuese lo que fuese, aquella tensión hizo que volviese a darle un largo trago a la botella hasta que Ian terminase con todo aquello. Luego pegó su rostro al cuerpo de Matt. Al menos si chillaba, podría girar la cara y amortiguar el chillido con el cuerpo del joven.

Y es que sentía como el miedo y la adrenalina se empezaban a disparar de nuevo por su cuerpo.

Cargando editor
06/10/2020, 19:03
Ian Ferguson

Ian tenía a todos expectantes, comiendo de su mano tras haber contado aquella historia, esperando saber más. Cierto era que Ian no tenía un conocimiento muy profundo de las palabras, y que era grosero hasta decir basta, pero tenía buena presencia y la facilidad de convertirse en el centro de atención. Si su carrera en el deporte fracasaba por algún extraño motivo, siempre podría dedicarse a la actuación. O tal vez pudiera hacer ambas cosas como muchas estrellas deportivas que habían dado el salto al cine gracias a contar con un desparpajo y una facilidad para hablar en público como la de Ian.

-El cuerpo de Erik Stark murió... -dijo en casi un susurro, a continuación iría ascendiendo en el tono de voz paulatinamente. -Pero su espíritu viajó de regreso al pueblo donde todo comenzó. ¡A Brichmont! ¡Y se introdujo en el mejor cuerpo que pudo encontrar! ¡YO SOY ERIK STARK! ¡HO-HO-HO!

Ian colocó los ojos en blanco y empezó a temblar lanzando espumarajos por la boca, luego empezó a gruñir y alzó el hacha que había recuperado de las manos de Matthew para contar la historia del Santa blandiendo el hacha en el aire y darle más detalle a las partes de la historia donde el asesino descuartizaba gente. Con el hacha sobre sus cabezas, a punto de descargarla en un fuerte tajo sobre alguno de ellos, continuó con su terrorífica risa navideña.

-¡HO-HO-HO! ¡HO-HO-HO! ¡HO-HO-HO! ¡HO-HO-HO! ¡JA JA JA JA JA!- Ian rompió a reír en ese momento y bajó el hacha. Por un momento habían creído que aquel perturbado mental de compañero que tenían iba a darles con el hacha y terminar sus días en el triste cementerio de Birchmont. -¡Tenías que haberos visto las caras. JA JA JA, tenía que haberlo grabado, tío!