Partida Rol por web

Scripta Barchinone I: Rumbo a Amposta

02. Al caer la noche

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27/01/2012, 22:28
Gonzalo "el rata"

Gonzalo conocía, y en algunos casos creía, los misteriosos resultados que ofrecían algunos brebajes de creación dudosa, inquietantes dones de algunas personas que escapaban de la iglésia y otros sucesos de difícil explicación para alguién totalmente racional.

El muchacho recordó aquella vez que vió a un hombretón capaz de levantar un par de pesados barriles de vino con los brazos, revolcarse por el suelo, llorando como una criatura por un terrible dolor que algunos reconocían como los típicos dolores de parto. Más tarde alguién comentó que le habían dado una bebida mezclada con algun tipo de poción de, como había visto, terribles consecuéncias.

Era algo inquietante meterse en la casa de una bruja, pero aquel frío junto con la lluvia, no auguraban mejor futuro para el trio. Observó que Mara se intranquilizaba al conocer el oficio de aquella mujer e intentó tranquilizarla, situándose a su lado y, disimuladamente, rozar con su mano la espalda.

-No habíamos escuchado nunca su nombre... Olaya... solo buscábamos un lugar para descansar. Solo pedímos algo de lumbre para calentarnos y un suelo seco para descansar. No te seremos una molestia.

Sabía que, lo que quedaba de noche, la pasaría con un ojo abierto en caso de poder "disfrutar" de la caseta de la bruja. Si no... el frío les haria compañía una vez más.

 

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29/01/2012, 21:18
Olaya

-Pos hala, pa dentro- os dice, ya con la sartén abajo y creyéndoos cualquier cosa menos una amenaza.

Después de llevar todo un largo día trotando, y más teniendo en cuenta vuestro desafortunado encuentro con el leproso y las condiciones climáticas adversas que os habían hecho compañía desde que cayó la tarde, el interior de aquella miserable casa os resultó más que reconfortante. Estaba fresco, pero no frío, y no llovía en su interior, lo cual ya era algo.

Olaya entró tras vosotros y cerró la puerta, así como la ventana que había mantenido abierta y por la cual os había llegado la luz del interior desde el camino.

-Nun tengo más que la mio cama, asín que vos toca tiraos en suelo pa dormí- su marcado acento, norteño a juzgar por lo que ella había expresado antes, os choca a más no poder, dado que nunca antes lo habíais oído.

El interior de la casa es muy humilde, y no hay demasiada decoración precisamente, algo por otro lado ciertamente común en gente de vuestro mismo estrato social. Se veía una mesa de madera algo desportillada, un baúl grande, y al fondo un camastro de paja con alguna manta. No había muchas más cosas. Lo único remarcable era una pequeña mesilla con frascos, medio tapada por un trapo mugriento. Posiblemente se tratase de las pociones que la supuesta bruja os había comentado que poseía y que ella misma fabricaba.

Al entrar en la casa y sentaros en el baúl, Olaya se dirige a un saco que se encuentra junto a su camastro, y saca una hogaza de pan. Lo rompe en cuantro trozos, no sin dificultad, lo cual demuestra que el pan distaba de ser del día, y os da un pedazo a cada uno. Pese a estar duro como una piedra, se notaba que no era mal pan. Para acompañarlo, Olaya os proporcionó una jarra de vino acuoso. No era la mejor cena del mundo, pero peor era pasar hambre.

¡Che! Que no haya quejas, que este mes nu toy vendiendo na de pociones. Y ahora- dice, sentándose en el camastro y mirando hacia vosotros- Ya que vos acojo en la mio casa, taría bien sabé lo que hacéis yendo rumbo a Amposta. Porque vais p'allí, ¿non?

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30/01/2012, 11:57
Mara "la barata"

Siendo la casa de una bruja, esperaba algo mucho más horrible, con animales muertos colgando del techo, ojos en frascos y cosas por el estilo. Sin embargo, era un lugar bastante corriente, como cualquier otra casa en la que hubiera estado (y había estado en muchas...) Me senté con cierta incomodidad y en silencio. Agradecía mucho sentir el calor del hogar en mis frios brazos, pero estar en compañía de esa mujer... Sé lo que muchos pensaían de mí en un caso como este: "mira a esa ramera, ¿quién se cree que es para juzgar a otros por ser lo que son?" Y tendrían razón al pensarlo, ciertamente. Aun así, era incapaz de no tener reparos hacia ella. ¿Reparos? Tal vez fuese más apropiado decir prejucios. Sea como fuere, debía tragarme mis creencias y ser amable con la mujer de extraño acento, ya que al fin y al cabo ha permitido entrar en su casa a tres extraños en plena noche.

El pan no era muy delicioso, aunque bien es verdad que estaba tan hambrienta que hasta me habría comido una vaca cruda. Bueno, igual no tanta hambre, pero sí que estaba famélica. Le di las gracias sonriente por la comida y di unos bocados velozmente. Notaba cómo con cada mordisco, mi cuerpo parecía desentumecerse un poco más. Gracias a Dios, no hubiera aguantado fuera ni un minuto más.

La mujer parecía tener ganas de charla, y como buenos huéspedes debíamos dársela. A fin de cuentas, no podíamos culparla por querer información sobre a quién había dado cobijo. Con mi mejor tono de voz, empecé a hablar:

Verá, Olaya, yo he vivido toda mi vida en Tortosa, donde nací. Vivía con mi familia pero, por desgracia, poco a poco fueron dejando este mundo y me quedé sola. Pensé que sería un buen momento para irme de allí, ya que nada me ataba ya a esa ciudad, y empezar de nuevo en otro lugar. Nunca he estado en Amposta y no sé qué me espera al llegar allí, pero sea lo que sea será mejor que lo que dejo atrás, eso seguro.

Solté todo el diálogo de golpe, casi sin detenerme entre una frase y otra. No me gustaba mucho tener que hablar de mí, porque si se enteraba de loq ue yo era... bueno, no mucha gente reacciona muy bien al saber que está ante una vulgar prostituta de barrio. Esperaba que la bruja no tuviese mucha más curiosidad, y no quisiese preguntar sobre nuestros oficios (si es que lo que teníamos podía llamarse oficios)

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30/01/2012, 14:40
Agustí Blanch

Trato de mantenerme en segundo plano todo el tiempo mientras apartod e mi cabeza todoas las historias sobre brujas despellejando niños que me contaban de niño. Ésta no tiene el aspecto de ser una de ellas y aunque lo fuera, yo ya no soy un niño indefenso.

-Su cobijo es algo que no olvidaremos, Olaya. El camino está siendo duro y se agradece poder pasar una noche a cubierto. -Le comento tranquilamente mientras trato de masticar el pan y miro furtivamente a lo que creo que son pociones y brebajes ocultos bajo el trapo.

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02/02/2012, 20:36
Gonzalo "el rata"

Mientras Mara y Agustí hablaban con la bruja de curioso acento, Gonzalo curioseaba con la mirada cada objeto, botecito o artilugio que se encontraba en la casucha. Era un instinto que se había instaurado en el fondo de su conducta: buscar cualquier cosa a la que traerse a su bolsillo.

Puede que en algún momento, posiblemente cuando Olaya durmiera o en algún posible despiste, se dedicara a coger "prestado" alguna cosilla de la bruja...

Pero cuando centraba su atención en unos ampollines con algo extraño que se movía en su interior, Olaya lo miró esperando su historia.

-Eeeehhh... pues yo... mi família es de Tortosa y sobrevivíamos como se podía. Estaba cansado de la mala fortuna que ensombrecía el nombre de mi família y decidí largarme de allí para probar suerte en Amposta. Por el camino coincidimos con Mara y Agustí, y decidimos hacernos buena compañía durante el trayecto.

Observó la reacción de la bruja. Si le creía que no se fiaba aún de ellos, se inventaría alguna "triste" historia para acabar de convencer de las buenas intenciones del grupo.

 

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03/02/2012, 21:19
Olaya

La bruja os mira un rato conteniendo una media sonrisa que pujaba por salir.

-Ya bueno- dice jovial- Y la peste nu tien na que ver, ¿ein?

Y se ríe.

-Tan tolos ricachos pasando con los sus carros p'atrás y p'alante. Dos días ha que nu paro de velos pasá.

Muerde un pedazo de su pan.

-Tan tos escapando p'Amposta. Pero ya llegará allí la peste. Yo lo sé, lo vi.

Parece ser que se jacta de poseer algún tipo de poder que le permite ver el futuro. Creerse sus palabras o no ya era algo que cada uno debía valorar, pero no parecía estar mintiendo. O bien era cierto, o bien se lo tenía creído, cosa bastante frecuente en este tipo de personas.

-Si vais buscando trabajo allí, nu sé si lu habrá. Ta to hecho un caraho y llenao de gente.

Vuelve a morder un buen pedazo de pan y se lleva la jarra de vino acuoso a la boca para hacerlo pasar por la garganta. Come con auténtica avidez.

-Si antes de marchá quier alguno que l'eche la buenaventura, que me lo diga, p'a ver si vais a conseguilo o no.

 

Notas de juego

Si queréis seguir parloteando con ella, por mí bien. Os paso a la noche cuando me digáis que los mandáis a dormir.

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04/02/2012, 17:52
Mara "la barata"

Intentando no poner cara de que la idea de que esa mujer viese el futuro me parecía de lo más absurda, mordí el trozo de pan. No estaba bueno, pero al menos podía llevarme algo a la boca. Yo comía mientras ella parloteaba y la verdad es que no le hacía mucho caso. Con el tiempo había aprendido a parecer atenta cuando en realidad estoy pensando en Dios sabrá qué. En eso, la verdad es que me había convertido en toda una experta. No obstante, sí escuché su última frase. ¿La buenaventura? Vamos, hombre, no tengo yo nada mejor que hacer que escuchar cómo esta mujer me dice una sarta de bobadas que se invente sobre la marcha. A ver cómo le contesto sin que se note que estoy a punto de partirme de risa ante la idea de que tenga poderes...

Miré a mis compañeros y luego a Olaya y, con el tono más educado que era capaz de exhibir, le contesté:

Es muy amable por tu parte, pero la verdad es que estoy tan cansada que solo puedo pensar en echarme un buen sueñecito. Quizás podríamos dejar lo de la buenaventura para otro momento...

Di los últimos bocados al pan y bebí lo que quedaba en el vaso, dispuesta a irme a dormir cuanto antes. Como si tenía que dormirme sentada en ese taburete, me daba igual con tal de estar seca, cómoda y calentita.

 

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05/02/2012, 09:21
Gonzalo "el rata"

Gonzalo no deseaba para nada saber la "mala suerte" que les esperaba al llegar a Amposta. Era algo que le había acompañado desde su nacimiento... no era necesario saber la buena fortuna, cuando en su vida no existía! Puede que la suerte hubiera borrado su nombre de la lista.

Lo que si que le llamaba la atención eran los ungüentos y pociones que tenía la bruja en aquellas estanterías pordioseras.

-Olaya, la fortuna no es señora que me haya acompañado en mis días. No creo que puedas darme buenas notícias... pero si que me interesa alguno de tus potingues o amuletos. Qué puedes ofrecerme?

Dio un mordisco al chusco de pan, mientras observaba aquí y allí si encontraba algo de interés...

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05/02/2012, 21:02
Olaya

-¡Vamos p'allá a mirá!- se levanta y se acerca a la mesa- Vamo a veh... Tengo melecinas de to tipo. Por ejemplo, aceite d'ajenjos, que vale pa falta de apetito, vómitos y lombrices si te lo untas en la barriga... ¿Qué másss?- revuelve entre sus frasquitos- Aceite de almendras amargas, que te lo untas como l'otru y ya no tienes más ventosidades; y el aceite de hipérico, que cura heridas frescas; jarabe d'achicoria, que ye depurativa y t'az ite del bajo vientre; el alumbre que sirve pa curar llagas de la boca y de las partes que no deben ser nombrás; el alcanfor vale p'a cuando tas vomitando sangre y vale p'a la pestilencia; ámbar gris, pa que la moza se te ponga loca de pasión; hierba de los tiñosos, que vale pa la sarna, la tiña y otras cosas similares; hierba del Espíritu Santo, que si te cuelgas una raíz d'estas n'el cuello evítate los malos hechizos que te echen; canela contra las pecas; muérdago de roble, por si la tu moza no se queda preñá...

Sigue enumerando hierbajos uno tras otro hasta que queda sin aire.

-Pero no sé si tas buscando remedios pa males o remedios pa los que tan bien y quieres que ten mal. Tengo ungüentos de fabricación propia, mágicos vamos. Esta mezcla- dice, cogiendo una botellita- valdríate pa hacer bailar a una moza desnuda. Echas un poco donde esté ella y ¡pum! Se quita la ropa y a bailar como Dios la trajo al mundo. Este otro- toma otro en manos- Vale pa la impotencia, por si no se mueve aquello ni por casualidá- sigue rebuscando entre sus ungüentos- Con esto, una persona que ta durmiendo te cantará tos sus secretos como si fuera un ruiseñó.

Vuelve a parar de hablar cuando ya no le queda aire, antes de retomar el tema, pero más calmada.

-Vamos, que tengo de to y pa to, menos pa la peste. Amuletos tuve, pero ya no me queda ni uno. Aunque... Bueno, mañana me llegará algo mu gordo. No sé si habéis oído hablá d'ello, pero me llega cicuta. Un poquitillo d'ello se lo dais a quien os caiga mal... ¡Y fus! ¡Muerto morío! Y eso una planta tan tontona que parezse al perejil. Pero eso hasta que llegue un conocío mío que me lo trae de sus viajes, y que llega mañana, na de na. Y amuletos, na de na. Tol mundo compra amuletos pa echar el mal cuando se puso too tan crudo con la peste.

Notas de juego

Toda la información está sacada del suplemento de Aquelarre Ars Médica.

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06/02/2012, 06:46
Agustí Blanch

Parece que Olaya se tome realmente en serio eso de ser bruja, y comienza a picarme la curiosidad sobre si tantas historias de mujeres con habilidades especiales son ciertas o no. Los potingues pueden ser efectivos o no, pero para entonces ya estaremos lejos de aqui para reclamarle nada, asi que me decido a hablar.

-Cuando termines con mi compañero me gustaría conocer algo sobre mi futuro. Hasta el momento, todo lo que nos ha dicho podría adivinarlo hasta un niño.

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06/02/2012, 13:14
Mara "la barata"

La verdad es que empezaba a sentirme un poco fuera de lugar. No pensaba que mis compañeros de viaje fuesen tan... que se dejasen timar tan fácilmente, vamos. Y bueno, de Gonzalo todavía me lo esperaba, pero Agustí parecía un hombre un poco más... ¿cabal? para esas cosas. Empezaba a pensar que la que estaba mal de la cabeza era yo por no querer potingues raros ni que me lean el futuro, pero como ya le había dicho a Olaya que no quería nada de eso, pues ahora no iba a cambiar de idea.

Me dediqué simplemente a escuchar muy atenta la enorme lista de potingues y cosas raras que le ofrecía a Gonzalo. Y casi se me escapa la risa un par de veces cuando habló de cosas para "mover aquello" o cuando le ofreció cosas para hacer a las chicas volverse locas de pasión. Como le pida uno de esos para las chicas, una de dos: o me muero de la risa o se me hunde el alma hasta los pies, porque vamos, viajando conmigo y que en vez de "usar mis servicios" se compre potinges, sería deprimente. ¡Y eso que seguro que yo le saldría mucho más barata!

La verdad es que, creas o no en todas esas cosas, el tema no deja de ser interesante, así que yo no perdía detalle. Quién sabe, ya que estoy en plan de cambiar de vida, nuna está de más aprender ciertas cosas. Tal vez acabe siendo una respetada bruja de Amposta. Al  menos más digno sería, desde luego, y probablemente menos cansado. No obstante, me hubiese gustado ver esos amuletos de los que hablaba Olaya. Funcionasen o no, había visto muchos amuletos a lo largo de mi vida y solían ser muy bonitos. En fin, estaba hecha polvo, pero parecía que allí nadie tenía ganas de irse a dormir, así que me acerqué a Gonzalo y la bruja y observé su colección de frasquitos.

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07/02/2012, 18:37
Gonzalo "el rata"

Gonzalo se rubirizó un poco al escuchar los efectos "milagrosos" de aquel mejunge que, según Olaya, animaba la entrepierna dormilona de cualquier hombre.

-Eh...no...no me hace falta...eehhh...hasta el momento... todo...todo bien...- dijo el muchacho algo vergonzoso, lanzando miradas intermitentes a Mara. Puede que quisiera demostrar a la mujer que, siendo aún joven, se reconocía como un hombre hecho y derecho. "Si pudiera..." pensó Gonzalo mirando desapercibido a su compañera de viaje...

Lo que vendía la bruja no le parecía de mucha utilidad en un futuro próximo y, aunque interesante todo el catálogo de productos que ofrecía (a cual más extraño), no encontró nada de su interés. Pero tampoco sabía como decirle a la bruja que no compraría nada.

-Todo muy interesante... me lo pensaré y mañana me decido... UUUUAAAAHHH (bostezo) Puede que sea ya muy tarde, no? Hora de dormir...

 

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08/02/2012, 22:12
Olaya

Olaya mira a Agustí complacida.

-Mu bien pues- se coloca a su lado y le toma la mano con las suyas. Cierra los ojos y se concentra-... ... ... ... ... -durante un rato no dice absolutamente nada, pero no deja de ser cómico ver la cara de la bruja total y absolutamente concentrada. Al cabo de un rato, comienza a decir cosas que no parecen tener un sentido claro. Su voz se torna más gutural, y habla de una forma mucho más correcta y elaborada, con una dicción digna de un sacerdote.

Una lucha entre el bien y el mal ... y un pacto... Postrados ante el papa... En Amposta comenzará el camino... Al servicio de un gran noble ...importante misión... la muerte acecha...en un infierno en vida.

Parece salir del trance en el que se encontraba sumida, y os mira.

-¿Qué?- pregunta, con curiosidad- ¿Os he visto algo jugoso? ¿Vais a hacer algo grande o vais ser mendigüeños de por vía?

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09/02/2012, 14:00
Mara "la barata"

Por poco se me escapa una enorme carcajada al ver el apuro de Gonzalo con los potingues que ayudan a darle vida a lo que cuelga. Reir, no me reí, pero una sonrisa sí que dejé salir, mirando al muchacho con gesto de tranquilo, hombre, que no me voy a asustar. Le estaba cogiendo cariño al joven. No era guapo ni atractivo ni fuerte, pero había demostrado ser valiente y protector, y lo cierto es que su timidez me parecía encantadora. Más se acercaba a mi tipo de hombre nuestro compañero Agustí, pero a veces me recordaba tanto a alguno de mis clientes, con sus palabras siempre escuetas y su ser tan distante de los demás, que aunque sabía que era un buen hombre y le apreciaba enormemente, no podía sentir por él más que una sincera amistad. Por primera vez en mi vida, prefería irme con el "menos atractivo" de los que estaban a mi alcance.

Yo seguía mirando la escena y a Gonzalo tratar de escapar de aquella situación tan embarazosa para él, mientras que Olaya parecía no darse cuenta de nada. Bueno, al menos no se ha ofendido porque al final no le compre ninguno de sus brebajes. Menos mal, porque si se enfada y nos echa una maldición o algo, con lo supersticiosos que son estos hombres... Pensé que sería todo lo contrario, pero me estaba divirtiendo en esa casa. Olaya era, cuanto menos, interesante.

Sin embargo, cuando ella se acercó y le leyó la mano a Agustí, mi sonrisa desapareció al instante. Su predicción era siniestra. Muerte, infierno, Amposta, una misión, el Papa... Era difícil pensar en cómo alguno de nosotros pudiese llegar a estar ante el Sumo Pontífice, pero de llegar a estar ante él, seguro que no sería por algo bueno como un ascenso a la nobleza. No, aquello no era un buen presagio. Pero, ¿qué digo? Vamos, Mara, que tú no crees en estas cosas. Te has dejado impresionar, nada más. Olaya sabe bien cómo convencer a la gente, eso es todo. Intentaba no creer en lo que acababa de ver y oír, pero la verdad es que la bruja, si había fingido, lo había hecho tan ben que era casi imposible no creer en su espectáculo. Cuando terminó su predicción y preguntó qué tal, yo no sabía qué responder. Estaba impresionada, lo admito. Estaba tensa, nerviosa, y seria. Miré a Agustí, luego a Gonzalo y, finalmente, a Olaya.

No... no sé... Ha sido un poco... extraño. Ha hablado de una misión y de el Papa.

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09/02/2012, 14:43
Agustí Blanch

La teatralidad de Olaya me arranca una sonrisa al principio, aunque cuando termina su predicción me deja un regusto amargo. No ha dicho nada relevante ni concreto y se ha limitado a pronunciar incoherencias, pero había algo inquietante en ella. Sin darle demasiada imporytancia, aparto la mano de entre las suyas y me retiro.

-Creo que deberíamos dormir, mañana será un dia duro, como todos.

 

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17/02/2012, 21:44
Director

Tras un poco más de parloteo entre los presentes, Olaya se acuesta en su camastro de paja y comienza a roncar a pierna suelta.

Los tres viajeros se acuestan sobre uno de los extremos de la manta, envolviéndose con el otro para no pasar frío. Había sido una auténtica suerte que la bruja os dejase dormir a cubierto. No era lo mismo que dormir en una cama, pero hacerlo entre cuatro paredes ya era un avance.

Al principio, los ronquidos de la bruja hicieron que os costase conciliar el sueño. No obstante, debido al agotamiento de la caminata de todo el día, el cansancio acumulado era tal que poco a poco los párpados comenzaron a pesar demasiado como para tratar de pelear por mantenerlos abiertos. Así, al cabo de un buen rato, los cuatro acabasteis durmiendo a pierna suelta.

 

Notas de juego

Hacedme una tirada de Escuchar :)

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18/02/2012, 07:40
Agustí Blanch

A pesar de mi cansancio y de la extraña comodidad del interior de la cabaña, las palabras de la bruja y, porque no decirlo, la respiración suave de Mara tan cerca de mí, no me dejan dormir tan profundamente como me gustaría y sigo atento a cualquier eventualidad.

- Tiradas (1)

Motivo: Oír

Tirada: 1d100

Dificultad: 42-

Resultado: 42 (Exito)

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19/02/2012, 20:45
Mara "la barata"

Notas de juego

No veo escuchar en mi lista. ¿Cual es el porcentaje básico?

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20/02/2012, 22:18
Gonzalo "el rata"

Tras el parloteo de Olaya, el cual no dejó del todo indiferente a Gonzalo, decidieron echarse unas horas y descansar merecidamente tras una larga y extenuante jornada.

Solo la luz del fuego de la cabaña, daba calor y alumbraba penosamente la estancia, haciendo danzar las sombras de las decenas de frascos que habitaban la estanterías de las paredes.

Gonzalo se estiró al lado de Mara e ,instintivamente, comenzó a oler a cierta distancia el cabello de la mujer. Poco a poco, y con el máximo disimulo, se fue acercando al cuerpo de su compañera de viaje para sentir más de cerca el "aroma femenino" de aquella mujer a la que cada vez se sentía extrañamente atraído. Arrimó su cuerpo al de Mara, no buscando un encuentro agresivo y desagradable, si no un roce suave, inconsciente, delicado... quería sentirse arropado por el calor del cuerpo de la aquella fémina.

Aún y el cansancio, no podía dormir... estaba demasiado nervioso para cerrar los ojos y dejarse llevar por el manto de los sueños.

- Tiradas (1)

Motivo: Escuchar

Tirada: 1d100

Dificultad: 30-

Resultado: 31 (Fracaso)

Notas de juego

Por poco...

Debes utilizar el de PERcepción, si no me equivoco.

Saludos y "arrumacos"

Nanuk

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21/02/2012, 01:56
Mara "la barata"

Me tumbé por fin dispuesta a dormir. El lecho no era gran cosa, pero con tantas emociones, tanto caminar y tanta charla, estaba exhausta. Nada más tumbarme el cansancio cayó sobre mí y los párpados comenzaron a pesarme. Estaba tan a gusto allí tumbada... Por muy bien que me cayesen mis compañeros de viaje, lo cierto es que agradecía que por fin hubiese un poco de silencio. Tenía la cabeza un poco dolorida, pues había sido un día tremendamente largo. El calor del fuego me hizo relajarme en seguida, y ahora que por fin mi ropa estaba ya totalmente seca, estar descansando allí era una delicia. Ojalá mañana no tuviesemos que seguir el viaje... Quería llegar a Amposta y a mi nueva vida, sí, pero estaba tan tranquila en ese momento que no quería que acabase nunca. No tenía la menor gana de levantarme mañana para volver a cargar mi fardo..

Estaba tranquila, a punto de quedarme dormida, cuando sentí algo rozándome. Abrí los ojos y vi a Gonzalo acurrucarse a mi lado. Me quedé un tanto desconcertada. Sé que es absurdo que alguien como yo, con mi... historial con los hombres se sienta aturdida ante el contacto con uno, pero es la verdad. No esperaba compañía esa noche. Al principio ni siquiera le miré; estaba nerviosa. No sabía exáctamente qué hacer. ¿Querría mis servicios? Era una opción, pero algo me decía que Gonzalo no era de ese tipo de hombres. Además, no era posible tal cosa porque, en fin, no estábamos solos. No, Gonzalo quería otra cosa... pero, ¿qué? Aquella actitud era nueva para mí. Estaba acostumbrada a las vulgaridades, a que me soltasen unas monedas y... En fin, que no estaba acostumbrada a que nadie se acercase a mí sin "intenciones". ¿Qué hago? ¿Por qué estoy nerviosa? Decidí no hacer ni decir nada. Me quedé quieta y dejé que se acercara. Era agradable.

Bien pensado, aquel no había sido un día tan malo. Estaba siendo toda una aventura repleta de cosas nuevas y sensaciones desconocidas para mí. Nuevos amigos, nueva vida, una pelea, charlar con una bruja... Desde luego, ¡cuánto en tan poco tiempo! Y dándole vueltas a ello, me quedé dormida.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Escuchar

Tirada: 1d100

Dificultad: 15-

Resultado: 79 (Fracaso)