Partida Rol por web

Scripta Barchinone II: El Cisma de Occidente

02. Rumbo a Barcelona

Cargando editor
17/07/2012, 10:03
Director

¡Ah, hermosa mañana de Septiembre!

Hacía un día muy bonito, cálido y soleado, que poco hacía presagiar la llegada inminente del otoño. Más bien hacía un día veraniego cual mes de Agosto, lo cual se agradecía, pues la semana anterior había habido algunas lluvias, y la humedad había resultado insoportable para los huesos de quien duerme a la intemperie.

Allí estabas, a un lado del camino, durmiendo como un tronco. Por fin, el calorcito del sol mañanero incidiendo en tu rostro te hizo despertar. Amén de que un mordisquillo de tu ratoncito en la nariz te recordó que aún no le habías dado nada para llenar el buche desde la noche anterior, por lo que estaba muerto de hambre.

Ibas rumbo a Barcelona, huyendo de la peste como quien huye del mismísimo demonio. Hasta ahora habías hecho el trayecto a pie, ¡qué remedio!, y tus ya de por sí gastadas alpargatas se veían prácticamente destrozadas. Tener, aún tenían suela, pero o encontrabas un buen par en breve, o acabarías por notar el barro y las piedras directamente sobre la piel.

No se veía un alma en todo el camino. Allí estabas tú, muerto de hambre, con tu ratoncito no menos muerto de hambre, y un poco de comida entre tus escasísimas posesiones. Y aún quedaba trayecto para ir a Barcelona.

 

Cargando editor
19/07/2012, 12:39
Sebastián "el manco"
Sólo para el director

- Mmmmm, quita!- Murmuró Sebastián dando unos suaves golpecitos con el dedo índice en la cabecita del ratoncillo, que reculó hasta quedar junto al morral.
El mendigo lanzó un largo bostezo, se puso en pie y rascándose con fiereza para espantar las pulgas buscó un árbol contra el que aliviarse.
- Ea, ya está marcado el territorio. – Comentó con orgullo, antes de volver junto a su peludo amiguito ajustándose la cuerda que usaba de cinturón y acuclillarse en el suelo.
Echó mano al zurrón y hurgó en la empanada de menudillos buscando el pringoso relleno. Tras dejar un pellizco en el suelo cerca del ratón se chupó los dedos y observó sonriente como su compañero lo devoraba con avidez. Una vez hubo terminado, arrancó un buen pedazo de empanada y le dio unos buenos bocados antes de dejarla en el suelo y darle un lingotazo a la botella de vino. Momento que aprovechó el roedor para mordisquear la empanada.
-Hora de irse compañero! - Dijo Sebastián poniéndose el polvoriento sombrero.
Acercó el brazo malo al suelo, lanzó un silbido y al momento, Garbancito, su ratón saltó sobre el muñón y trepo por el brazo hasta el hombro escondiéndose entre el amasijo de harapos que constituía la ropa del mendigo. Guardó sus cosas, se colgó el zurrón del hombro, recogió los restos de empanada del suelo y tras soplar un poco para quitarle algo de polvo, enfiló el camino engullendo alegremente.

Cargando editor
19/07/2012, 18:33
Director

Extraña comitiva para una extraña misión.

Todos, justo antes de ponerse en pie, repasasteis mentalmente los acontecimientos de la noche anterior. Parecía increíble que os hubieseis visto involucrados en una misión tan extraña como aquella. ¿Quién os iba a decir que de un día para otro os encontraríais llevando un mensaje del mismísimo Papa de Peñíscola al enviado del Papa de Roma en Barcelona? Guido de Cerbino habría de recibir unos escasísimos bienes que habían sobrevivido al asalto de los granujas de la noche anterior, así como un rollo de pergamino con las condiciones del Papa Luna para abdicar.

Apenas unas horas después, los equipos de viaje estaban hechos. Tras unas calurosas palabras del buen Barón, tanto Charles de Lupo como sus acompañantes, los dos monjes y los cinco criados de Ricardo, montasteis en las mulas que aguardaban a la puerta del castillo. Había diez mulas en total, pese a que solamente erais ocho, pues el barón proporcionó un par más a Charles para que cargase en ellas sus pertenencias.

El viaje hasta Barcelona, dependiendo de lo mucho que el grupo se entretuviese por el camino, habría de durar entre tres y cinco días.

Cargando editor
19/07/2012, 18:43
Director

Ya no se veía el castillo de lejos. Habían transcurrido un par de horas, y el sol brillaba en lo alto del cielo. Hacía un día muy bonito, y un pegajoso calor más propio de Agosto que de Septiembre parecía envolver a la expedición en un manto de sudor.

El camino iba a ser bastante bonito. Habría de seguirse la costa durante la mayor parte del trayecto, por lo que el paisaje marítimo haría las delicias de cualquier viajero.

Los dos monjes de Charles iban en completo silencio. Es más, ninguno de los presentes recordaba haberlos oído hablar, ni en lo que iba de viaje ni en la noche anterior. Sin embargo, los cinco criados del Barón sí que encontraron ocasión de conversar animadamente, pues de otro modo el aburrimiento se habría apoderado de ellos, y eran unas cuantas jornadas de viaje como para permitirse el sopor desde la primera mañana.

Sin embargo, Charles de Lupo, el locuaz y "verborreico" enviado papal, no había vuelto a pronunciar palabra. Iba delante de todos, tieso como una estaca, sentado en su mula con un aire de superioridad total y absoluto. Miraba a los criados del barón con más que evidente superioridad, y no se dirigía a ellos ni por casualidad.

Notas de juego

Quiero una tiradita de Otear. Para los que no tengan dicha habilidad, la base es PER.

Cargando editor
19/07/2012, 18:51
Director

Notas de juego

Necesito una tiradita de Otear :)

Cargando editor
20/07/2012, 00:27
Sebastián "el manco"
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Otear

Tirada: 1d100

Dificultad: 10-

Resultado: 57 (Fracaso)

Cargando editor
20/07/2012, 07:00
Agustí Blanch

Apenas habíamos cruzado el rio cuando ya estaba arrepintiendome de haberme presentado voluntario al viaje; Pensar en todo lo que nos quedaba por delante, los caminos infestados de bandidos, el calor y la extraña compañía de los monjes me incomodaban. Pero había elegido defender la expedición, por lo que no paraba de observar el horizonte y fijarme en cada recodo y rincón propicio para una emboscada.

En este moemnto, mis tiempos de forajido me servirían de algo.

- Tiradas (1)

Motivo: Otear

Tirada: 1d100

Dificultad: 61-

Resultado: 24 (Exito)

Cargando editor
20/07/2012, 10:10
Gonzalo "el Rata"

Aquel primer día de viaje, a Gonzalo se le antojó maravilloso. Una enorme sonrisa plasmaba su alegría, tras una fantástica noche en muy buena compañía. La tranquilidad de haber declarado sus sentimientos a Mara, y verse correspondido, le hacía sentirse decidido y dispuesto a afrontar cualquier cosa durante el viaje...menos las mulas!
Gonzalo no era muy amigo de las monturas y aún recordaba el terrible accidente que lo dejó medio muerto a causa de un altercado con un caballo, cuando era aún niño. Así pues, maldijo en su interior la existencia de los cuadrúpedos, y se dispuso a viajar a pie, disimulando y argumentando que le gustaba hacer ejercicio de buena mañana.

-Malditas mulas y malditos monjes...- susurró el muchacho.

La mañana transcurrió en relativa tranquilidad, entre alguna mirada cariñosa a Mara, y alguna corta  conversación con el resto de compañeros. Todos parecían viajar cómodamente, menos los pies de Gonzalo que comenzaban a estar doloridos. Pero los tres enviados papales se mantenían al margen de la vida de grupo. No se relacionaban, ni intercambiaban palabra con el resto de compañeros. Era como si no fueran dignos de nuestra compañía, cuando nos estábamos jugando el cuello por ellos y su “santa misión”.
Mientras continuaban su camino, el muchacho continuaba observando el magnífico paisaje que les acompañaba...

- Tiradas (1)

Motivo: Percepción

Tirada: 1d100

Dificultad: 15-

Resultado: 87 (Fracaso)

Cargando editor
21/07/2012, 14:34
Hernan de Gamboa

Pese a que mis recelos iniciales ante la idea de dejar la capilla desatendida una vez en la carretera la idea de acompañar al diácono se mostraba como una excelente elección. No recordaba ya cuando fue la última vez que abandone las paredes del castillo para ir más lejos que los cuatro caseríos de los alrededores.

Y no solo yo agradecía este cambio de aires. Cada poco tiempo tenía que hacer que mi fiel borrico Calcetín volviera al centro del camino, pues no dejaba de irse a las esquinas en cuanto veía alguna flor curiosa o algo de verde y fresco pasto que poder llevarse a la boca. Al igual que yo ya estaba mayor y con pocas fuerzas, pero la salida del castillo por primera vez en años parecía haberle otorgado nuevas y renovadas fuerzas.

No blasfemes de esa manera hijo mio, y menos en presencia de tan altos cargos de la iglesia y en santa misión como nos encontramos reprendo ligeramente a Gonzalo ante sus palabras.

- Tiradas (1)

Motivo: Otear

Tirada: 1d100

Dificultad: 20-

Resultado: 95 (Fracaso)

Notas de juego

Lol primera pifia de la partida xDDDDD

Creo que se me acaban de salir los ojos de las cuencas de tanto que los he forzado xDDD

Cargando editor
21/07/2012, 17:34
Silvana "la planera"

De vez en cuando alzaba la vista al cielo protegiendome los ojos con las manos. El calor empezaba a ser un fastidio, la mula demasiado lenta y la compañia un verdadero aburrimiento. De buena gana me hubiera quitado ropa para soportar mejor el calor pero no debia olvidar que viajaba con el clero y no queria que montaran un escandalo en medio del camino. 

Opte por entretenerme tratando de reconocer todas las hierbas que bordeaban el camino hasta que tambien me aburri, entonces decidi disfrutar de las vistas, la costa mediterranea se perdia ante mis ojos. 

- Tiradas (1)

Motivo: Otear

Tirada: 1d100

Dificultad: 13-

Resultado: 6 (Exito)

Cargando editor
21/07/2012, 20:01
Mara "la Barata"

No había dormido nada, pero me daba igual. Apenas notaba cansancio ni sueño. La noche había sido intensa, llena de sensaciones nuevas y momentos que nunca podría olvidar. Estaba feliz, más feliz que nunca, incluso más que el día que llegué a Amposta y pude quedarme en el castillo del barón. Trabajo, hogar, dinero, amor y aventura: la vida me sonreía por fin.

Cabalgaba cómodamente sin hablar mucho, cosa rara en mí, pero estaba tan a gusto a lomos del caballo, contemplando el bonito paisaje y recordando todo lo que había pasado hacía solamente unas horas, que no quería que ninguna conversación me distrajese. De vez en cuando veía a Gonzalo echarme una miradita cómplice y yo le correspondía, pero al mismo tiempo me preguntaba cómo debíamos actuar. No habíamos hablado del tema y no estaba segura de si él querría que lo sepan los demás. Bueno, cuando paremos a descansar le preguntaré.

De Lupo seguía sin gustarme un pelo. Tan estirado, tan pedante y tan arrogante a lomos de su caballo y mirándonos por encima del hombro. Si no fuese porque prometí al barón hacer todo cuanto pudiese por ayudarle, de buena gana le daría un puntapié en el trasero y le diría cuatro cosas sobre educación, pero bueno, a fin de cuentas gracias a él y su misión y tenía la oportunidad de ver un poco más de mundo.

Silvana  no parecía muy contenta por el viaje, pero yo estaba encantada. No sé, antes no me hacía mucha gracia lo de partir a Barcelona, pero no sé, quizás sea por "mi nueva situación", pero hoy me siento como si no hubiese nada en el mundo que me pudiese desagradar ni ponerme siquiera un poquito de mal humor.

- Tiradas (1)

Motivo: Otear

Tirada: 1d100

Dificultad: 28-

Resultado: 72 (Fracaso)

Cargando editor
24/07/2012, 23:27
Director

Allá que estaba don Hernán de Gamboa echando un buen vistazo a su alrededor. Mira a derecha y luego a izquierda, con tan mala fortuna que durante unos segundos olvidó mirar hacia el lado más importante, que era el frente, donde lo aguardaba una frondosa rama que golpeó su cabeza de pleno, haciéndolo caer de culo al suelo. Aunque no había daño perdurable, el momento del impacto fue algo doloroso, para chanzas de sus compañeros.

Cargando editor
24/07/2012, 23:30
Director

No te habías dado cuenta de que se acercaba por el camino un numeroso grupo, pero de pronto sientes un considerable jaleo. Parece ser que uno de los hombres no había visto la frondosa rama de un árbol, la cual impactó en su cabeza haciéndolo perder el equilibrio y cayendo de culo. El cachondeo generalizado fue bastante indicativo de lo ridículo y lo afortunadamente insignificante en cuanto a daño del golpe.

Si se ponían en camino, estarían cerca de ti en muy poco tiempo.

Cargando editor
24/07/2012, 23:32
Director

A lo lejos os parece ver a un hombre harapiento, caminando en la misma dirección que vosotros. Parece haberos visto, y contempla el jolgorio generalizado por la caída de Hernán.

Cargando editor
26/07/2012, 18:25
Hernan de Gamboa

¡Ay! digo dolorido mientras me levanto lentamente del suelo y me acaricio la zona dañada por el golpe. Mi fiel borrico se detiene al darse cuenta de que no tiene a nadie encima, se da la vuelta y se me queda mirando con expresión de “¿a qué estará jugando este hombre?”.

Y la verdad en este caso podía entender al animal. Parece ser que todos los años que he pasado recluido en el castillo han pasado factura y ya no recordaba que en los viajes hay que estar ojo avizor en todo momento para evitar accidentes. En silencio y preparándome para soportar las, en parte merecidas, chanzas, burlas y posibles broncas del resto de mis compañeros vuelvo a subirme sobre Calcetín y prosigo la marcha.

Notas de juego

xDDDD apenas acabamos de empezar y yo ya la estoy liando xDDDDD

Cargando editor
27/07/2012, 14:43
Agustí Blanch

Contengo una sonrisa ante la caída de mi compañero y me adelanto hasta ponerme en cabeza del grupo y por primera vez me dirijo a Charles de Lupo, hablandole en voz alta, para que toda la comitiva pueda oírme.

-Señor... Hay un hombre extraño ahí delante. -Señalo con un gesto de la cabeza a una figura harapienta que camina hacia nosotros. -¿Quiere que me adelante a hablar con él o seguimos avanzando como si nada?

Como buen subordinado espero recibir órdenes de mi superior antes de tomar ninguna decisión.

 

Cargando editor
27/07/2012, 20:35
Sebastián "el manco"

Sebastián se llevó mano y muñón a la cabeza, sobresaltado, dejando caer ruidosamente el bastón en el camino.

Redios!! Casi tira el árbol abajo. Le tienen que haber quedado las cejas en la rama.

Acercando la mano a la boca y entrecerrando el ojo que no cubría el mugriento vendaje, gritó a los viajeros.
-¿Se encuentra bien, buen hombre? Pa habernos matao, casi se descalabra!!!-
Se agachó a recoger su bastón y se acercó cojeando a buen ritmo hacia el grupo con ensayada cara de preocupación, mientras se tragaba las ganas de soltar una carcajada.
 

Pobre borrico, si parece avergonzado de que otro mas borrico vaya montado encima.

 

 

Cargando editor
27/07/2012, 22:46
Silvana "la planera"

Habia visto al hombre hacia rato, pero no dije nada porque no era cosa mia alertar al grupo, para eso estaban los guardias.

Por lo visto Agusti tenia buena vista tambien, porque fue el quien aviso de que un hombre se nos acercaba. Por supuesto tampoco era cosa mia darle la bienvenida, o preguntarle donde iba, ni siquiera pensaba abrir la boca de momento. Seria divertido y tenia curiosidad por ver la reaccion del santo clero ante un hombre manco, harapiento y probablemente hambriento ¿Pondrian en practica aquello de la generosidad y bla, bla, bla que predicaba la iglesia? Pronto lo comprobaria. Sin  contenerme, solte una exclamacion que apenas se oyo mas alla de mis propios labios. 

-¡Solo un cura puede mirar a todos lados menos al frente, hay que ser torpe! "Aunque ser torpe no quiere decir que sea maleducado" -pense, mientras seguia observando la escena esperando que Hernan supiera agradecer que le recogiera el baston. 

Cargando editor
28/07/2012, 16:47
Charles de Lupo

Charles de Lupo eleva la vista con resignación ante la torpeza de Hernán.

Lo mejor de lo mejor... ¡Habrase visto, Barón Ricardo, el tener que verme rodeado de idiotas!

Mira al recién llegado con profundo asco, hace una señal a Agustí para que tome partido en el caso de que sea necesario si el desconocido resulta ser violento, y espera a un lado, sin abrir la boca, mientras observa distraído cómo los criados interaccionan con el harapiento sujeto.

Notas de juego

Nada, nada, os dejo proseguir un poco más con el parloteo. Cojo sitio para seguir leyendo :)

Cargando editor
28/07/2012, 22:22
Gonzalo "el Rata"

A punto estuvo Gonzalo de lanzar una sonora carcajada al ver que Hernan caía al suelo a causa de una desmesurado despiste y zamparse, casi literalmente, una rama que obstaculizaba el camino. Pero se contuvo al pensar que el hombre, de avanzada edad, podría haberse hecho daño de verdad al caer de aquella altura...aunque de una mula se tratara.

Cuando se disponía a ayudarle, vio como el sacerdote se levantaba a toda velocidad y volvía a montar el borrico. Demasiado tarde...

Pero algo llamó la atención del muchacho: agustí había visto a un desconocido acercarse al grupo y pedía qué hacer al monje al mando. La verdad es que no parecía un peligro excesivo, ya que el pobre hombre era manco, cojeaba y no parecía representar un peligro evidente.

Pero Gonzalo, y su eterno instinto desconfiado, no se fió para nada de aquel personaje.

-Agustí, debemos estar en alerta...no me fío ni un pelo!

Y mirando a Mara para tranquilizarla un poco, se situó delante de su montura para darle algo de protección y puso mano a su nueva espada. No desenvainaba, pero estaba alerta por si fuera necesario utilizarla.