Partida Rol por web

Scripta Barchinone III: La revelación

08. Y de vuelta al principio

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15/10/2014, 16:02
Director

El infierno en la Tierra

Así era Tortosa, o al menos lo parecía.

Las salidas de la ciudad habían sido parcialmente amuralladas, y unos guardias controlaban las idas y venidas de los vecinos. Los que huían de Tortosa se cruzaban en las puertas con los que intentaban entrar, organizando en numerosas ocasiones empujones y peleas.

Ya dentro de la ciudad, hay gente que se entrega a todo tipo de libertinajes y excesos. Las cuadrillas de saqueadores entraban a robar en las casas de los muertos -o de los enfermos o indefensos-, los nobles que no habían huído aún se apelotonaban haciendo cola en la más lujosa casa del pueblo, aspirando a que la cortesía del propietario les permitiera entrar -petición solamente concedida a aquellos que bien podían pagarlo-...

El caos y la locura gobiernan la ciudad. Muchísimos de sus habitantes llevan la boca y la nariz tapados por un trapo, e incluso algunos llevan grotescas máscaras en forma de pico de pájaro, con hierbas aromáticas en él, pues se cree que la peste se propaga por el aire.

Por ello, michas familias están encerradas en sus casas, o incluso en los sótanos de éstas, con puertas y postigos bien cerrados para no dejar entrar ni un solo miasma de aire pestifero...

Un grupo de hombres y mujeres han reventado las puertas de una mugrienta taberna, sacando los barriles de vino a la calle, abriéndolos a hachazos para que todo el que quiera beber pueda hacerlo por el simple procedimiento de meter la cabeza bajo el chorro. Totalmente borrachos, varios de los voluntarios para llenar el gaznate de tan espirituosa bebida, están montándose -nunca mejor empleado el término- una auténtica bacanal en mitad de la calle... Y muchos de los participantes, que ya rondan la veintena, claman a gritos por la incorporación de nuevos participantes en la orgía.

Mientras la recreación de Sodoma y Gomorra en mitad de la calle sigue su curso, el grito de "¡Traigan sus muertos!" resuena en la calle. Os hacéis a un lado para dejar pasar un carro cargado de cadáveres, tirado por dos hombres (al parecer, o los animales han sido devorados o han muerto). Parece uqe se dedican a recoger los cadáveres de las casas, para quemarlos e intentar así que no se propague la epidemia. Se les ve muy, muy cansados...

Pasáis al lado de la iglesia, con todas sus vidrieras parcialmente rotas. Un grupo de gente rezando de rodillas en la calle es asaltado por un grupo de borrachos, que se comportan violentamente, golpeando e insultando a los orantes...

Alguien ha pintado unas letras con sangre en una pared:

Vienveníos toos al infierno

Nunca unas palabras tan mal escritas se aproximaron más a la verdad.

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19/10/2014, 15:27
Gonzalo "el Rata"

Instintivamente, Gonzalo se tapó la boca con el pañuelo que tenía enrollado en el cuello. Puede que no sirviera de mucho, pero cuando lo sabes demasiado sobre una "maldición", siempre actuas de todas y cada una de las maneras posibles para evitar caer en ella...por inútil que parezca.

Aquellas visiones dejaron al muchacho realmente descolocado. Nunca en su vida había visto tal exposción de locura, vicio y dejadez, provocando en él la sensación de desconocer si habían llegado a Tortosa o la mismo infierno. Allí reinaba un caos absoluto y solo aquellos con menos prejuicios, sobrevivirían a la situación.

-Esto...es...una puta casa de locos! Pero qué ha pasado aquí? Hagamos lo que tengamos que hacer y nos largamos de aquí rápido.

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20/10/2014, 23:14
Sebastián "el Manco"

Asustado se cubrió el rostro con la capa para no respirar los repugnantes efluvios de los muertos. - Que el buen Dios nos proteja!!- Exclamó alejándose todo lo posible del carro.

Se movía entre la gente manteniendo las distancias, sin dejar que nada ni nadie le rozase siquiera. Su horrorizada mirada saltaba de un lado a otro mientras él iba palideciendo por momentos. – El infierno en la tierra, de eso no cabe duda.-

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21/10/2014, 13:37
Agustí Blanch

Agustí caminaba despacio sin alejarse de sus compañeros mientras apretaba instintivamente el medallón que pendía de su cuello. Miró hacia el cielo y vió como éste estaba gris debido al humo de las numerosas piras funerarias improvisadas por todas partes; ello, unido a los gritos y voces de la tierra le daban a todo el conjunto un aspecto infernal.
-Bienvenido a casa. -Se dijo para sí mismo, y luego llevó su vista hasta las columnas exteriores de la catedral, todavía sin terminar de construír y se preguntó si algún día sus ojos o los de sus hijos las verían terminadas* o todo acabaría en ese momento.

Notas de juego

*A día de hoy siguen sin terminarlas,los muy vagos...

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21/10/2014, 23:26
Director

Se trataba de buscar un objeto del infierno... Claro quedaba en la mente de todos que, si se trataba de hallar el objeto demoníaco, éste debería hallarse en el epicentro de la acción. Así pues, tocaba buscar el lugar más cercano al infierno dentro del mismísimo cadalso que era Tortosa.

Pero... Todo a vuestro alrededor parecía el mismísimo reino de Satán. ¿Dónde buscar?

Notas de juego

Aquí os voy a dejar bastante libertad con la tirada que quiero. Haced solo una de estas, dependiendo del proceder de vuestro pj, pero escoged la que os apetezca:

  • Escuchar (Percepción)
  • Otear (Percepción)
  • Rastrear (Percepción)
  • Buscar (Percepción)
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24/10/2014, 17:23
Sebastián "el Manco"

-Si andamos buscando el infierno…deberíamos seguir a esos recolectores de cadáveres. No se me ocurre un lugar más parecido al infierno que aquel en el que dejen a todos esos infelices.- Dijo santiguándose.

- Tiradas (1)

Motivo: Rastrear

Tirada: 1d100

Dificultad: 10-

Resultado: 53 (Fracaso)

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24/10/2014, 22:27
Silvana "la Planera"

Me envolvi la cabeza casi totalmente con mi capa, apenas se me veian los ojos.
Trate de evitar el contacto con todo lo que me rodeaba pero sabia que tanto horror era dificil de evitar.
Mire a mi alrededor. No sabia por donde empezar, el objeto que buscabamos estaba sin duda alli. Pero donde? Tortosa era el infierno, una ciudad entera dejada de la mano de Dios. Podria estar en cualquier sitio.
-Los queman. A los cadaveres los queman para que no se propague la enfermedad.- Respondi mirando a Sebastian- Creo que tienes razon, alla donde lleven a los muertos para quemarlos sera el lugar que buscamos. El lugar donde arden los hombres cuando mueren. El infierno.

- Tiradas (1)

Motivo: Otear

Tirada: 1d100

Dificultad: 37-

Resultado: 42 (Fracaso)

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25/10/2014, 18:15
Gonzalo "el Rata"

-Pues Silvana, espero no tener que acabar mis últimos días en esa pira. Me gustaría salir de este infierno por mi propio pie y con la tranquilidad de haber acabado con esto.
 

- Tiradas (1)

Motivo: Buscar

Tirada: 1d100

Dificultad: 35-

Resultado: 6 (Exito)

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29/10/2014, 16:40
Director

Tus ojos buscan un indicio del mismísimo infierno, pero no es fácil detectarlo cuando todo lo que te rodea lo parece.

Sin embargo... Sin embargo...

Tu mirada capta algo. Un grupo violento, armado con antorchas, tablas y toscas herramientas de carpintero. Una sombra de un enfermo tras la ventana de una miserable casa. La casa de alguien a quien conocías, la casa de un alfarero y su esposa, un matrimonio al que robaste algunas monedas y un par de vasijas en algunas ocasiones, aunque nada relevante. Buena gente, sin duda, un exceso confiada con los vecinos de cierta picardía como tú. No los tratabas íntimamente -ellos eran gente más respetable, artesanos trabajadores- pero sí que se dignaban a saludar hasta a las pobres ratas de alcantarilla como Mara o como tú.

Sí, Enrique el alfarero es el cadáver viviente que estás viendo ahora a la ventana, mirar con ojos idos al exterior. De pronto, la turba violenta cierra las contraventanas de madera de golpe, aislándolo del interior, y comienzan a clavar tablones en ella.

Pero no es eso lo que te perturba, sino el hecho de que uno de los hombres está azuzando a un niño a entrar en la casa, a una criatura llorosa de no más de cinco o seis años, aparentemente sana. Es el hijo de Enrique, Álvaro, a quien están intentando forzar a introducirse en la casa agitando varias antorchas hacia él, haciéndolo retroceder contra su voluntad hacia el interior de su hogar. Ya se halla en el umbral de la puerta, suplicando que lo dejen fuera.

La casa se halla a unos cien metros de donde os halláis, nada que tu aguda visión de picaruelo no haya podido detectar a tal distancia y con toda claridad.

Y los tablones y antorchas no dejan lugar a dudas de lo que va a suceder a continuación cuando logren encerrar a Álvaro en la casa.

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04/11/2014, 17:39
Gonzalo "el Rata"

-Serán malnacidos!- gritó Gonzalo con rabia.

Acto seguido, señaló al resto del grupo el motivo de su enfado. A escasos 100 metros de allí, un grupo de salvajes estaban a punto de encerrar a una família, aparentemente en buen estado y sin signos de enfermedad, dentro de una casa. Lo inquietante era la imagen del niño que, agarrado al marco de la puerta, gritaba como un loco que lo dejaran ir, que no lo encerraran, que lo dejaran libre... El chaval sabía que pasaría si acababa preso entre aquellas cuatro paredes. había visto como los salvajes llevaban antorchas. Los iban a quemar vivos!

El Rata conocía a aquella família. No tenía trato amigable, simplemente habían sido objetivo de alguno de sus pequeños robos. Pero saber que iban a matar a tres personas de aquella diabólica manera, lo sacó de sus casillas.

-No sé vosotros, pero estoy harto de esta locura! Tenemos que ayudar a esa família!

El muchacho, llevado por una heroicidad inusual en él, comenzó a avanzar hacia la casa. O puede que supiera que tras él iría Agustí, más diestro en aquellas situaciones que el Rata.

 

Notas de juego

Agustí...no me dejes "colgao" ahora! jejeje

 

saludos

nanuk

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04/11/2014, 19:05
Agustí Blanch

-Por el amor de Dios, éste lugar ha hecho enloquecer a sus gentes.
Y casi como si él mismo se hubiera dejado llevar por esa locura, desenfundó su espada y se adelantó a Gonzalo, dirijiéndose a uno de los hombres que portaban antorchas.
-¿Puede saberse qué crimen han cometido estos infelices para merecer tal castigo? -Les gritó dejando ver su arma y armadura, esperando intimidar con ello a semejantes criminales.

Notas de juego

Sí, estoy aquí.
Mi problema es que por algún motivo ya no puedo postear desde mi teléfono y, aunque sigo la partida, necesito un día especial (como hoy) en el que salga del trabajo pronto para poder sentarme en el ordenador.

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10/11/2014, 11:12
Director

Entre tantas muestras del infierno, parece imposible hallar una que destaque sobre las demás. Pero al giraros todos a contemplar la escena que señalaba Gonzalo, la espeluznante situación hacia la que tanto él como Agustí se dirigían, sí que os parecía que, entre todas las muestras del cadalso, aquella era la más cercana a la definición de un infierno en vida.

No serían menos de 20 o quizás treinta personas. Todas ellas iban armadas con antorchas, tablas y toscas herramientas de carpintero. Acababan de cerrar con violencia una de las ventanas. Aún podían oírse gritos lastimeros de un enfermo tras los paneles, incluso a aquella distancia cercana a los cien metros y rodeados como estabais de enloquecidos vecinos. Sobre la ventana estaban clavando paneles de madera, espetando los clavos gruesos con virulencia.

De sobra era conocido en toda aldea que muchas familias atacadas por la peste negra habían hallado su fin a mano de turbas como aquellas, encerrados en sus casas que los enloquecidos vecinos y otrora amigos prendían fuego hasta verlos arder hasta los cimientos. Una muerte horrible, agónica, pero eficaz a ojos de los asustados ciudadanos que tanto temían acabar muriendo de peste. Los pirómanos de un día podían pasar a ser las calcinadas víctimas del siguiente. Verdugos que pasaban a ser víctimas de una noche para otra, en un ciclo que parecía tan interminable como caótico.

Lo más perturbador de aquella escena, ya inquietante de por sí, era el hecho de que uno de los hombres estaba azuzando a un niño a entrar en la casa, a una criatura llorosa de no más de cinco o seis años, aparentemente sana. Sin duda, el hijo de los familiares enfermos de la choza. Están intentando forzar a introducirse en la casa agitando varias antorchas hacia él, haciéndolo retroceder contra su voluntad hacia el interior de su hogar. Ya se halla en el umbral de la puerta, suplicando que lo dejen fuera, lágrimas amargas que no parecen producir efecto alguno en las endurecidas conciencias de quienes hasta hacía unos días decían ser sus amigos.

La casa se halla a unos cien metros de donde os halláis.

Y los tablones y antorchas no dejan lugar a dudas de lo que va a suceder a continuación cuando logren encerrar a Álvaro en la casa.

Ante el avance de Gonzalo y Agustí y la imponente presencia de éste, los hombres con antorchas se giran durante unos segundos para encararlos, con los ojos encolerizados, más cercanos a los de una bestia sedienta de sangre que a la de los amables vecinos que otrora fueron. Muchas de esas caras resultan familiares tantoa Gonzalo como a Agustí, oriundos como eran de aquellas tierras ahora malditas.

El niño intenta huir, pero en un involuntario impulso, una de las mujeres que porta herramientas lo agarra por la casaca, impidiendo su huida. El niño intenta arañarla para que lo deje huir, pero ella no lo suelta.

Pero entonces cambian las tornas. Ha entrado en contacto con el proscrito. La turba que antes amenazaba solamente a un niño, ahora extiende sus antorchas también hacia la mujer, marcada con las heridas producidas por las sucias uñas del asustado crío. Parecen exigirle que entre en la casa con el niño. Ella, que antes lo azuzaba, ahora lo atrae hacia sí mientras comienza a retroceder hacia la puerta, armada con un martillo que blande amenazante. No piensa dejarse quemar viva sin ofrecer resistencia.

Dos hombres armados con antorchas siguen encarados hacia Gonzalo y Agustí, blandiéndolas hacia vosotros amenazadoramente. El resto sigue con su cruenta labor, ajeno a todo lo que no sea alejar un posible foco de peste de sus vidas.

Largaros a jodé a otra parte!- os grita uno de los dos agresivos maromos- ¡Ya tenemos bastante con la peste como pa aguantá las fantasmás de nadie!

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11/11/2014, 23:33
Silvana "la Planera"

Me bajo la capucha y me acerco al gentio que trata de purificar al niño y a la mujer. Con tono grave y amenazador grito.
-Dejad a ese niño en paz! Esta sano y merece la muerte tanto como vosotros. Si no haceis lo que os digo la maldicion caera sobre vuestras cabezas!- cojo el odre de agua que llevo la mochila, lo destapo y lo agito ante mis narices- -Esto que llevo aqui es orina de apestado, esta orina esta contaminada por la enfermedad, un sola gota que os salpique os habra condenado! Dejad en paz a esta gente y marchaos de aqui, si le tocais un pelo a estas personas, u os acercais hasta mi, os rociare con esto!

Espero a ver si me treta da resultado, de ser asi podremos salvar al niño.

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13/11/2014, 11:59
Sebastián "el Manco"

Sebastian se llevó las manos a la cabeza y comenzó a aullar como un alma en pena.

-Retroceded todos por el amor de Dios!!!! He visto como la carne de aquellos salpicados por ese mejunje se pudre y cae en pedazos. Su piel se llena de bubas purulentas que estallan al instante salpicando a todos los que los rodean!!! Si toca aunque solo sea a uno de vosotros, todos moriréis por la plaga!!! Es la muerte y condenación lo que lleva esa mujer!!! Corred, huid de esta adoradora del diablo antes de que os embruje a todos!!! Yo solo rocé su odre y se me pudrió la mano!!!- Dijo mostrando su muñón.- Salvaos vosotros que aun podeis!!!

- Tiradas (1)

Motivo: Elocuencia terrorifica

Tirada: 1d100

Dificultad: 75-

Resultado: 2 (Exito)

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18/11/2014, 14:03
Director

Ante la amenaza de Silvana y las convincentes palabras de Sebastián, la mayoría de los presentes comienza a dispersarse, huyendo despavoridos.

La mujer que sostiene al niño se deja caer de rodillas, aliviada, mientras la criaturita corre a intentar arrancar uno de los tablones de madera que cubren las ventanas, tirando con sus manos, esfuerzo a todas luces infructuoso.

Apenas quedan media docena de personas ante la casa, aún todas ellas con antorchas. Ahora en práctica igualdad numérica, se sienten más acobardados que antes, cuando eran una turba violenta. Cuatro de ellos cesan en sus intentos, haciéndolo de mala gana. Sin embargo, un matrimonio de mediana edad, corpulento y con cara de pocos amigos él, arrugada y con expresión ceñuda ella, persisten en sus intentos antes de partir. La mujer lanza la antorcha al interior de la casa con furia mientras que el hombre la azota directamente sobre las faldas de la mujer arrodillada en el suelo.

Fue todo tan aprisa que apenas pudo hacerse nada para remediarlo. Las dos antorchas fueron lanzadas al mismo tiempo, mientras que la pareja homicida salía corriendo a toda velocidad de allí, o al menos a lo que sus gordezuelos cuerpos consideraban que era partir a toda pastilla.

La mujer arrodillada, al percibir la antorcha sobre sus faldas, movida por un impulso, trató de apartarla de su cuerpo, pero sus manos desnudas, al entrar en contacto con las llamas, se quemaron profusamente, comenzando a emanar un hedor a carne abrasada que llegó hasta vuestras fosas nasales. La falda de la mujer comenzó a arder mientras ésta gritaba como una descosida.

La antorcha del interior de la casa debía de haber ido a parar sobre una alfombra o similar, y poco a poco comenzaba a emanr humo de la vivienda.

Una situación desesperada con dos frentes ben visibles. Y con los culpables tratando de escapar de allí.

Notas de juego

Con el plan de Silvana y con Sebastián siguiéndole la corriente -y gracias a semejante tirada- la turba violenta sí que se ha deshecho. La idea es buena y la tirada un crítico, así que todos han salido por patas, menos los dos últimos locos pirómanos.

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23/11/2014, 08:31
Agustí Blanch

La furia y la sed de venganza se apoderaron de Agustí que se sintió empujado a perseguir a los dos pirómanos para ajusticiarlos a base de espada, pero los gritos de los ocupantes de la casa le hicieron cambiar de idea.
Corriendo a toda prisa se lanzó contra la puerta de la casa para intentar abrirla lo antes posible.

Notas de juego

He entendido que las ventanas edtaban cerradas con tablones pero la puerta no. Y también que la mujer se está quemando pero no el niño.
Si voy bien encaminado, Agystí abrirá la puerta y tratará de sacar de la casa a cyalquier persona aparentemente sana (si hay un enfermo en la cama, que se queme. Si duele, es que cura, me decía mi abuela.

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23/11/2014, 11:06
Silvana "la Planera"

Corro a coger al niño. La mujer no me importa tanto, al fin y al cabo se ha buscado su propio castigo, era una de las personas que acosaban a la familia.
Una vez tengo al niño en mis brazos me aparto tanto de la mujer como de la casa. Al menos un inocente estara a salvo de las llamas.

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24/11/2014, 17:43
Gonzalo "el Rata"

Gonzalo se adelantó, junto a Agustí, para socorrer a culquiera que estuviera en la casa. Evidentemente, daría ayuda a quienes parecían sanos...no quería acabar en el hoyo por una acción de heroidicidad estúpida.

Debían actuar con rapidez, ya que el fuego podría propagarse peligrosamente y ser ellos los que acabaran "chamuscados"

Notas de juego

Ayudo a Agustí...por si había quedado claro...jejeje

 

saludos

nanuk

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29/11/2014, 09:56
Director

Notas de juego

He entendido que las ventanas edtaban cerradas con tablones pero la puerta no. Y también que la mujer se está quemando pero no el niño.

Es tal que así la situación :)

Agustí --> Entrar en la casa a rescatar.

Silvana --> Coger al niño y apartarlo de la turba.

Gonzalo --> Ayudar a Agustí.

Queda Sebastián.

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30/11/2014, 14:36
Sebastián "el Manco"

Dejar que esa pobre desgraciada se quemara viva no era de buenos cristianos. Sacó del morral la manta y trató de envolver con ella el cuerpo de la pecadora para apagar las llamas.

-De Lupo, por el amor de Dios, ayudadme!!-