Partida Rol por web

Hermano, entiendo que es complicado acogernos en vuestra comunidad, pero supongo que no negarás a un conjenere el acceso a la curación de un hechicero... Bien sea entrando o haciendole venir a él...

De antemano te digo que nuestros hechiceros, que no están bien vistos en este imperio, no son especialistas en ese tipo de magía curativa. Así pues no podrán ayudarte. Para eso son muy buenos los Dauterístas...pídele ayuda a ellos

Priest se había mantenido callado, dejando a Thorin que fuese quien hablase con su hermano de raza. Pero finalmente decide intervenir, tímidamente.

No… nosotros solo queremos cruzar las montañas, deteniéndonos lo justo para descansar cuando sea necesario. No se que mal podríamos haceros…

Hermano, es extraño en nuestra comunidad tenemos hechiceros con tales capacidades, pero si así lo aseguras tu palabra me basta... Recurriré a tales sacerdotes para solucionar mi problema.

Al igual que Priest, no creo que os hagamos ningún daño al pasar por vuestras tierras... Solo necesitamos paso, ¿es demasiado pedir si me comprometo a en nada afectaros?

Estas son nuestras montañas y no pasa nadie que nosotros no queramos....Me podeis decir por qué motivos no cruzais las montañas por el desfiladero como todo el mundo??

El grupo que formamos como verás destaca por donde pasamos y no nos podemos permitir tal cosa...

Pensamos que quizás alejandonos del camino principal, evitaríamos problemas indeseados, pero en ningún caso estuvo en nuestra mente el molestaros...

¿Hay algo que podamos hacer para demostraros nuestras intenciones?

Como ya ha dicho mi amigo Thorin, no tenemos precisamente buena relación con el imperio en estos momentos. Nuestro principal cometido es desmantelar la corrupción que corrompe este imperio. Queremos evitar a toda costa la caseta de vigilancia del desfiladero, de ahí que queramos dar un rodeo por las montañas. Si nos lo permitieseis, tendríais nuestra más sincera gratitud. Pero como tal vez eso no sea suficiente, prometemos hacer todo lo posible por mejorar las condiciones de vuestra comunidad cuando los actuales mandamases sean derrocados.

Mmmmmm.....déjame pensarlo...

El enano se rasca la barba unos instantes

Está bien...seguidnos! Yuma! Grom! a la retaguardia!

Tras eso dos enanos se colocan detrás vuestra y delante vuestras van 4 enanos

Consciente que no ha sido de lo más elocuente, y que Priest tampoco ha conseguido expresarse de la mejor forma, Thorin intenta entablar conversación con el enano que va en cabeza, intentando sacar información sobre el estado de la comunidad enana en estos tiempos, mientras anda detrás del mismo.

Mandrin no tiene ningún tipo de prejuicio hacia los enanos, pero dado la hostilidad de sus acompañantes, prefiere guardar silencio para no caldear el ambiente. Y, si no es mucho pedir, espera que Chakos haga lo mismo, aunque la cara del troll muestra el ansia que tiene por catar la dura carne enana.

Tras una larga travesía de alta pendiente llaga la hora de comer, Tropoz se detiene y los enanos sacan comida de viaje preparada y sus botas de cerveza.
Vosotros haceis lo propio pero con vuestros escasos alimentos.
Los enanos os proporcionan algo de comida tras vuestra petición.

Tras el almuerzo continuais el viaje, ahora la montaña es más escarparada y algunos enanos sacar artefactos de escalación.

Tras agradecer la comida que comparten con ellos, Priest continua la marcha, intentando seguir el paso de los enanos, acostumbrados a aquel paraje. Cuando sacan los instrumentos de escalada, Priest resopla, pues no era una persona especialmente habilidosa.

Aún así, y siguiendo las indicaciones de los enanos, Priest parece hacerlo bastante bien, y quita la cara de preocupación según va cogiendo confianza.

Thorin, sigue a pesar de su brazo a sus compañeros sin dificultades y sigue intentado sacarles información de utilidad sobre el camino a seguir...

Mandrin observa las escarpadas pendientes con desconfianza; son tan distintas de los árboles que acostumbra a trepar que por momentos duda de su propia capacidad. No obstante, bastan solo unos minutos de ascensión para que el elfo se encuentre tan cómodo como siempre. Y a sus compañeros parece que tampoco les va mal.