Partida Rol por web

Gorad, Elsa, Jordel, Taanu y Linsul se dirigen al camino principal con la intención de cruzar las montañas através del desfiladero para llegar a la ciudad de Sidaria

Tomais dirección sur para tomar cuanto antes el camino principal, guian la marcha Gorad y Elsa.
Taanu sube a caballo a Linsul para evitar que se canse, aún así se queja de lo incomodo que es el caballo.

La oscuridad de la noche dificulta vuestro avance y vais algo mas lentos que de costumbre.

Erase una vez un guerrero sagrado que viajaba por un desfiladero acompañado de un loco, un hechicero, una hermosa cocinera y una noble desconfiada pensó Taanu mientras una sonrisa aparecía en sus labios.Luego miró a Gorad

La mirad de Taanu es correspondida por el grumete, que asiente al ver que el hechicero mira las armaduras. Se acerca a él.

Deberiamos ponernoslas ya, para evitar problemas.

En algun momemento del camino en que este completamente seguro de que Linsul no puede escucharme me acerco a uno de mis compañeros, al que pueda de ellos y le comento.-La verdad es que desde hace un tiempo llevo preguntandome que es lo que teneis pensado hacer una vez que lleguemos a nuestro destino. Me he embarcado en esta cruzada mas por agradecimiento que por otros motivos y me gustaria tener mas claro como quereis que acabe todo este asunto.

Asiento a las palabras de Gorad y ambos nos ponemos las armaduras.

- En fin... espero que esto nos sirva para evitar más problemas. Linsul, si nos encontramos con cualquiera diremos la verdad hasta cierto punto: que fuiste atacada por unos bandidos y robada, y que como consecuencia del ataque murió tu progenitor, y que tras devolverte lo que se te había robado te estamos escoltando a lugar seguro. ¿Tienes algúnn problema con ello?

Tras un par de horas llagais al camino que lleva a Rûn, la noche está tranquila y retomais la marcha ahora algo más ligera pues el terreno lo permite.
Finalmente no os pusisteis las armaduras, y están sobre el lomo de uno de los caballos.

Taanu escucha la pregunta de Elsa y, tras confirmar que no escucha Linsul, le mira con interés.

- No has hablado de tus motivos. Yo sí te conté los míos, y mi razón para estar aquí. Ayudaré a Priest, Gorad y los otros en la esperanza de que esa ayuda permita que posteriormente este reino se una a mi gente en la lucha contra el caos y sus esbirros lunares. Pero para saber qué pretenden hacer exactamente supongo que deberías preguntar... a Gorad o a Jordel.

Tras estas palabras observo el camino y miro a mis compañeros.

- Paremos a descansar. Avanzar de noche es peligroso, y en nuestro caso no creo que arroje ningún beneficio. Si os parece partiremos nada más amanezca

Aprobechare cualquier momento en que Linsul no pueda escucharnos, para preguntarles  a Jordel y Gorad.

Finalmente decidis descansar el resto de la noche junto al camino, Linsul lo agradece.

Las horas que quedan la noche es tranquila, a pesar de eso habeis hecho guardias pera evitar sorpresas. Finalmente amanece un neuvo día y el sol sale entre las montañas del desfiladero

Gorad pone sus ciitarras cobre sus piernas, para tenerlas bien a mano. El no tener a ninguno de los trolls cerca no le deja muy tranquilo. Por lo que queda en una especie de duermevela permanente.

Caminais durante toda la mañana sin tener un solo encuentro, por suerte todo parece tranquilo y parais para almorzar a medio día

proseguis el camino tras el almuerzo y al principio de la tarde veis como un par de caballos provenientes de la dirreción de Zacosinia van en vuestra misma dirección, sin que aún se hayan cruzado con vosotros. Veis que no van demasiado rápido y que tienen unas alforjas grandes a los lados.