Partida Rol por web

Tardáis un buen rato en tener todo listo para el ritual. Chuck ha peparado una extraña mezcla de carbón, madera, cortezas de árbol y hierbas, y lo ha depositado todo en el quemador, que cuenta con una base de madera acoplada en su parte inferior, de modo que las altas temperaturas que alcance no dañarían al suelo bajo ella. Habika ha estado ayudándole a mezclar los ingredientes, aunque la naturaleza de los materiales ha quedado en un misteio para ella.

Mientras tanto, los demás habéis estado haciendo sitio en el salón desplazando los muebles hacia los rincones, generando un gran espacio libre en el centro, iluminado por la luz de la chimenea en cuanto vuestro anfitrión insiste en apagar toda luz artificial.

Alma tarda un buen rato en montar convenientemente la tienda, que una vez montada resulta ser una mezcla artesanal de elementos tradicionales y modernos. Cuenta con la forma de una tienda india de los aborigenes norteamericanos, en forma de cono. Incluso el tejido que la rodea cuenta con iconos y simbolos diversos que refuerzan ese aspecto. Sin embargo, no está confeccionada con varas de madera, sino con varillas desmontables de PVC como una tienda de campaña moderna de cualquier campista. Las varillas son flexibles, pero soportan el peso del grueso tejido con cierta facilidad, merced a un juego de tensores que las unen a tres alturas manteniendo la estructura fijada en su forma correcta. La tienda cuenta con una entrada que consiste basicamente en una alta rendija en el tejido que se puede sellar facilmente mediante un simple belcro.

Cuando todo parece estar montado, Chuck toma un trozo de madera de la chimenea con una enorme pinza, trasladándolo hasta el interior del quemador envuelto en sus propias llamas. El fuego comienza a extenderse de manera extraña, incoherente. Un raro abrasamiento comienza a recorrer la mezcla que rodea al trozo de madera, que deja de estar rodeado de llamas para estar cubierto por una fina pelicula de carbonilla incandescente. La carbonilla comienza a extenderse como una plaga, generando un humo blanquecino de agradable aroma que comienza a ascender hacia el techo. Antes de que el humo se extienda por el salón, Chuck se apresura a introducirlo en el interior de la tienda, situándolo en el centro.

Chuck se acerca a los sofás y coje algunos cojines, llevándolos al interior de la tienda y situándolos en las orillas, formando un círculo alrededor del quemador. Entonces os mira con paciencia, esperando a que el humo impregne el interior y lo suma en una intensa niebla. El olor que os ha llegado os ha parecido ligeramente asfixiante, espeso y profundo, con un toque alucinójeno que os marea ligeramente. Está claro que permanecer en el interior de la tienda va a ser toda una prueba para vuestra resistencia.

• Bien, gatitos, esto es el Festival de los Sueños. Entraremos ahí y aspiraremos profundamente, inundando nuestros cuerpos con el humo que nos lleve a un estado superior de consciencia. Solo uno de nosotros será el elegido para recibir la visión superior, y ese elegido será honrado por todos, agasajado por la sabiduría que selene te haya otorgado con su toque misterioso.

Tras decir ésto, vuestro anfitrión se introduce en la tienda, sentándose sobre uno de los cojines con las piernas cruzadas. Se quita el sombrero y lo deja a un lado, cerrando los ojos mientras el humo se introduce en sus pulmones con cada bocanada.

Mientras Chuck termina de preparar todo, comienzo a quitarme los pantalones y la camiseta con cuidado que no caiga lo que llevo oculto en ella, enrollandolo en ella y sujetandolo contra mi. Cierro los ojos y me concentro en el cambio, tengo que aguantar lo suficiente ahi dentro. Respiro con calma, con cuidado, relajada mientras noto como mi cuerpo cambia, como el dorado pelaje del puma me cubre el cuerpo, abro mis felinos ojos, ahora soy un poco mas alta. Miro al resto mientras me encamino con paso gracil hacia la tienda y aparto la cortina de entrada para pasar dentro. Una mirada a Chuck mientras me siento de rodillas sobre los cojines con mi ropa sobre mi. Cierro los ojos tambien y respiro hondo, la primera bocanada, todo va bien noto como me invade la paz como el mundo parece estancarse hasta que llegado un punto ya no puedo aguantar y salgo de la tienda con mi ropa tosiendo fuertemente, cayendo de rodillas al suelo volviendo a mi forma humana mientras intento respirar el aire puro. Mi cuerpo cubierto de sudor, abro los ojos y focalizo, aun estoy algo embotada.

Emulando a Alma me despojo de pantalon y camiseta dejandolos cuidadosamente a un lado. Peter me explico lo basico de los rituales por eso decido emular a Alma que parece más segura que yo, cuando ella se trasforma en crinos al entrar yo la imito tambien adoptando mi pelaje moteado. Se que tengo muy poco aguante a los psicotropicos y es poco probable que sea capaz de aguantar hasta el final pero trataré de no ser el primero en salir. Nada más entrar ya me pican los pulmones pero me niego a salir, pronto dejo de ver con claridad y no se quien sigue dentro o quien se marcho pero eso no es motivo para salir pero finalmente no aguanto más y tengo que salir entre toses, me tumbo en el suelo boca arriba tomando aire trabajosamente.

 En vista de algunos de los particpantes comenzaban a ponerse mas comodos, con menos ropas o incluso en otras formas le parecio apropiado estar en la de su tribu. Desgraciadamente su nuevo y caro traje el cual usaba, no habia tenido tiempo de pedirle a nadie que se las dedicara, y como tenia un gran sentido de la privacidad e intimidad, se dirijio al baño de la residencia para quitarse la ropa y volver en algo que el consideraba mas comodo.

Unos minutos pasaron y del baño salio un enorme tigre blanco (felino)

Este se adentro en la tienda sy recosto en el piso para estar mas comodo y poder disfrutar lo mas posible los vapores y el ritual.

aviso voy a gastar 5 puntos de FV.

en la primera tirada nada, y uno en cada uno de las siguientes tiradas 

El inmenso tigre blanco, se ve sofocado por la pesades de los vapòres y el humo. Habia logrado mantenerse firme durante varias horas, pero eso habia termino. Con una increible muestra de su velocidad se dirijio a fuera tomar aire fresco y poder limpiar sus pulmones.

Parece ser el intenso "incienso" ya está preparado, Chuck posiciona la extraña mezcla en la tienda tomando la iniciativa de entrar, seguido al cabo de poco por el resto de asistentes, todos adoptando diferentes formas felinas para poder soportar el sofoco y los vapores durante mayor rato.
Nunca me he considerado excesivamente competitiva, supongo que el que más resista simplemente será el que más se lo merezca y no hay nada que hacer contra ello, pero tampoco quisiera hacer demasiado el ridículo, después de todo tengo mi orgullo.

Mi estatura crece, así cómo mis músculos, limitándome a asentir a las palabras de Chuck con una pequeña sonrisa que ahora resulta algo macabra debido a sus afilados dientes y ojos brillantes.
El pelaje cubre mi piel de forma moteada, similar a la de Arthur, y finalmente entro en la tienda formando un círculo e intentando relajarme todo lo posible con los ojos cerrados.

Jack entro a la tienda junto con los demas pero no sin antes salir afuera y sacarse el trozo de ropa que tenia puesto en su parte inferior tapandole la entrepierna.

Su cuerpo comenzo a cambiar, sus musculos se tensaron y su cuerpo crecio en tamaño... Un oscuro pelaje se dejo ver y entro algo agachado por la puerta... Comenzo bien resistiendo los humos inalados pero en un momento el humo comenzo a hacerlo cosquillas y no pudo contener la picazon, por lo que salio de la tienda tociendo como otros anteriormente.

Han pasado las horas, y el ritual del Festival de los Sueños ha demostrado ser toda una tortura. El calor sofocante, el ambiente asfixiante, el humo, la mezcla de olores, y sobre todo el efecto alucinógeno de los distintos compuestos quemados en el interior de la tienda de campaña, han hecho imposible permanecer en el interior. Entre toses y estertores habéis ido saliendo, mareados y descompuestos física y mentalmente. Un buen rato de aire puro logra alejar los efectos, pero el recuerdo es suficiente para que se os erice el bello de la nuca.

Finalmente, el último de vostros sale de la tienda. Alma Rainwater no lo ha podido soportar por más tiempo, y tras cuatro largas horas, se ha visto obligada a abandonar el lugar. Tan solo queda Chuck en el interior, vuestro anfitrión.

Pasa una nueva hora, larga y tensa, llena de decepción por vuestra parte. Todos esperábais en el fondo poder gozar del favor de los espíritus en esta prueba, más cuando el Bastet más capacitado se enfrentaba a la prueba en su forma menos resistente. Parece que ésta ha sido una nueva lección para vosotros. Los caminos espirituales son inescrutables.

Sin embargo, el tiempo pasa y no hay movimiento alguno. Hace más de una hora que estáis esperando, y por lo poco que sabéis ya debería haber pasado algo. Sin ebargo, nada sucede. Chuck no sale. No pasa nada.

He sido la penultima en salir, no voy a reconocer que tenia que haber soportado mas, lo intentar en otra ocasion. Respiro hondo y sacudo la cabeza, me siento en uno de los muebles a que salga nuestro anfitrion, la hora pasa despacio y no sale, me preocupa un poco, pero...

Vuelvo a entrar en la tienda para sacarle, no sea que le haya pasado algo.

Al tirar del belcro que cierra la entrada, una humareda brota incesante hacia el exterior, abrasando la piel de tu cara y haciendo que tus ojos comiencen a derramar lágrimas. Solo cuando se disipa puedes asomar el rostro al interior, aún llorosa.

Y allí le ves, tumbado en el suelo donde le habías visto sentado antes de salir, a escasos centímetros del quemador que continúa desprendiendo sus vapores alicinógeos. Le oyes respirar, aunque más que respiración se podría calificar de costosa tos, bocanadas desesperadas luchando por alimentar los pulmones con el escaso oxígeno existente. Sus manos tiemblan y su cabeza se agita, su cuerpo se sacude inconsciente en combulsiones semejantes a las producidas por un ataque epiléptico.

Toso llevandome la mano a la boca para intentar paliar los sintomas del gas cuando consigo focalizar entre el humo le veo tirado en el suelo, esto no va bien, nada bien. Esta tosiendo, tengo que sacarle de ahi. Me concentro, me preparo para la transformacion, una oleada me surge desde el interior de mi propio ser, mi cuerpo asume la forma crinos mientras le cojo en brazos y salgo de alli al salon donde le deposito para comenzar a hacerle el boca a boca mientras vuelvo a mi forma humana.

Abrid las ventanas y sacad eso de aqui, creo que se esta ahogandodigo mirando al resto mientras no paro de intentar reanimarle.

Tomo mi forma humana cuando veo salir a Alma de la tienda con el herido en brazos y me acerco rápidamente tratando de recordar lo que dieramos en clases sobre primeros auxilios.

Estoy estudiando médicina dejame echarle un ojo. Has comprobado que tuviera las vias aereas despejadas digo mientras le tomo pulso y le empiezo ha hacer un masaje cárdiaco de ser necesario que alguien llame a emergencias...

Ya había un muerto en la Taghairma no podia morir tambien el anfitrión

Acabo el primer examen rápido al que estaba sometiendo a Chuck pero no parece que sepa muy bien lo que estoy haciendo, se me ve nervioso aun no acabe la carrera.

Parece un ataque epileptico pero no creo que sea algo tan sencillo

Empiezo a tomar las medidas clásicas para un ataque epileptico le desabrocho un par de botones en el cuello, le ladeo la cabeza por si vomita... parece como si estuviera repasando las medidas paso por paso mentalmente

Que alguien me pase uno de esos cojines y necesito algo para meterle en la boca para que no se muerda la lengua...

Tras un buen rato esperando Alma decide entrar a interrumpir el trance de Chuck.
No me parece demasiada buena idea, sin embargo parece que algo ha sucedido y el anfitrión realmente ha perdido la consciencia. ¿Se habrá presionado demasiado a sí mismo o es que simplemente está demasiado mayor para este tipo de ceremonias? Sea una cosa u otra me decepciona bastante comprobar que no ha sido capaz de controlarlo.

Me levanto enseguida del sofá y abro las ventanas de la sala así cómo la puerta para que el frío aire nocturno revitalice mejor la habitación, después cojo uno de los cojines y se lo tiendo a Arthur.
-¿Respira?- es lo que me limito a preguntar puesto que parece lo único viable, que le haya faltado el aire y eso debería solucionarse con un boca a boca o un masaje cardíaco, lo que hizo Alma.
-Puedes usar su propio cinturón...- digo en respuesta a ponerle algo en la boca, aunque no parece que esté teniendo un ataque de ese tipo a simple vista.
Me mantengo de pie y un poco apartada para dejarle aire suficiente.

 El enorme tigre blanco que habia evacuado la sala para toser y roponer de aire limpio y puro, decide regresar a la casa para ver quien es la persona que pudo aguantar hasta el final, pero cuando este pone sus piesa en la entrada puede ver a todos tratando de socorrer a Chuck que al parecer estaba inconciente en el piso.

Talves el tampoco pudo soportarlo y su vejez lo esta alcanzando.

Si, respira... contesto a Habika cuando me pasa el cojín  ese no parece ser el problema, debe ser alguna reacción a las sustancias que respiramos. Buena idea esa del cinturón digo mientras se lo quito y lo pongo en la boca esto no parará lo que sea que esta sufriendo pero al menos evitará que se haga daño en el proceso... la verdad, no se que más hacerle... o si deberíamos hacer más cosas es tanto un problema médico como espiritual...

Arthur comienza a aplicar cuidados a vuestro anfitrión. Parece el mejor dotado para hacerlo, o al menos el que trata de asumir tal responsabilidad. Le desabrocha el cinturón y se lo acerca a la boca, una maniobra básica en los casos de epilepsia. Sin embargo, al acercar el cinturón os dáis centa de que su mandíbula está completamente relajada. De hecho, sus ojos entreabiertos ya no están blancos, sino que mantienen la mirada fija en un punto del infinito. Y, ahora que os fijáis, los espasmos han comenzado a remitir, son cada vez menos intensos y frecuentes.