Partida Rol por web

Tras las primeras palabras, los dos desconocidos se separan. El primer encontronazo ha dejado patente el carácter de cada cual, pero el fragor del intercambio no les ha permitido sopesar los pequeños detalles. Lenguaje gestual, olor, tonos de voz... algo raro ocultaba el otro, y ambos os dais cuenta de ello.

Os dais cuenta de que la persona de la que os acabáis de separa no es un mono, sino un miembro de la Gran Familia.

La veo marchar preguntandome cual seria el primer mensaje que queria que hiciese llegar a Peter, de todas formas le dire a Peter que la vi, una chica interesante quiza pueda averiguar de que la conoce Peter. Desgraciadamente creo que no lo sabre. Salgo del local y me dirijo a mi pequeño piso. Recojo el estuche de madera de mi citara, me peino un poco y salgo un poco nervioso. No se si llevar conmigo la letra de la canción finalmente la llevo dentro de un bolsillo despues de memorizar las pistas por si me pierdo.

Encontrar el camino es bastante más fácil de lo que pensaba y tras una caminata por las afueras llego a un pequeño rancho, no hay duda posible de que este es el lugar que indicaba la canción avanzo en mi forma hominida viendo a todos los lados preguntandome cuando vere al primer bastet.

¡Valla! Un interesante evento. Mucho más interesante que la estúpida fiesta que anuncia.

Jack mira a todos lados, como si pensara que alguien podría estarlo espiando. Después, silbando una tonadita, camino con paso lento y despreocupado al encuentro de otros como él.

Tras una refrescante ducha y con ropa limpia que no porte el incómodo olor del sudor del viaje, sales al exterior en busca de una pista que te lleve a la reunión.

Mientras paseas sin rumbo por una de las tantas calles de Tucson, te fijas en unos anuncios pegados en las paredes y los postes. Se trataba de fotocopias que anuncian una fiesta Rave para este fin de semana. Lo realmente interesante de ello es el diseño de los carteles, con marcas que aparentan un fallo de la fotocopiadora pero que se ven claras para un hombre gato que sabe donde mirar. Las marcas en la fotocopia ocultan un mensaje, marcando las letras necesarias para generar un pequeño acertijo, pero es claro como la luz de Seline si se saben seguir las indicaciones. Una Taghairma, y para esta misma noche. Efectivamente, Selene está llena en el cielo nocturno, momento idóneo para celebrar una reunión de gatos. Es lo que andabas buscando.

Lo que no encuentras es indicación alguna en las letras acerca de dónde se va a celebrar dicha reunión. Pero sabes que está ahí, en alguna parte del cartel. ningún Bastet anunciaría una reunión sin incluir la localización. Quizás sea el papel, o el dibujo de fondo, o los lugares estratégicos donde ha pegado los carteles...

Adoptas la majestuosa forma Crinos, la amalgama de los dos mundos que se funden en un Bastet: el de los hombres y el de los felinos. Tu tamaño se ve incrementado, pero lo más importante es que tu fuerza se duplica y te permite cargar con el peso de un hombre adulto como éste. Lo tomas en tus ahora poderosos brazos y cargas con él, sintiendo su sudor resbalando por su piel hasta empapar tu pelaje, y su olor embriagando tu hocico.

Sin embargo, apenas has recorrido medio kilómetro cuando notas que los temblores del guerrero comienzan a remitir, su temperatura parece normalizarse y su respiración se vuelve tranquila y constante. Durante un momento contemplas cómo descansa con los ojos cerrados entre tus brazos, pero pronto sus ojos se abren y te miran desconcertados.

- Bájame, puedo caminar.

No utiliza un tono de voz duro, sino tranquilo e incluso agradecido. Guarda un cierto acento que le delata como no anglosajón, aunque no logras discernir bien su procedencia. Puede que mexicano, o quizás de más lejos. Le dejas en el suelo con cuidado, y ves cómo apoya los pies con cierta cautela, valorando su propio equilibrio. Finalmente parece asentarse con normalidad, toma aire lentamente hasta llenar sus pulmones con el fresco aire nocturno y te mira sonriente.

- Me encuentro mucho mejor, gracias. Estos días me acosa algún tipo de enfermedad a la que las bendiciones de Seline le está costando neutralizar. Quizás algún virus de esta zona del mundo contra el que no estoy inmunizado. Pronto estaré plenamente restablecido.
- Mi nombre es Urikey "Corazón de Trueno", noble hijo de Jaguar y guerrero de Seline. He venido a los Estados Unidos en busca de apoyo contra quienes están asolando el pulmón de Gaia, el Amazonas. Los lobos son demasiado bárbaros y estúpidos para encargarse de una tarea tan delicada, y espero que la Gran Familia tome cartas en el asunto. Mi Tribu no puede hacerlo sola.
- ¿Y tú, que haces tan lejos del África natal de tu Tribu?

CAmbiada y aun con el pelo humedo, siempre me ha gustado ir asi, me hace sentir mas libre, pero eso no es lo importante. Camino y mis ojos van a unos carteles, una fiesta Rave, la verdad es que a las unicas que he ido ha sido cuando trabajaba, no se si...Me paro delante de uno y lo inspecciono con calma, hay algo que me llama la atencion en demasia, creo que es...No, no es una marca de agua es algo mas primario, mas Bastet, es una señal, lo que estaba buscando, no es demasiado obvio, tal vez solo sean imaginaciones mias, querer encontrar ayuda para acabar con lo que amenaza el desierto. Sigo caminando pero atenta por si me llega alguna señal mas tangible, me paro y vuelvo a mirar los carteles con mas detenimiento, me doy un golpe en la frente, sere estupida como no me he dado cuenta antes, sera el maldito calor.

El camino a la Taghairma es largo y complicado. Primero hay que llega a la salida correcta de la ciudad, la que lleva a la carretera W. Speedway Voulevard, una interestatal que se adentra en el desierto en dirección al otro lado de las montañas. Es una carretera que se aleja de todo lo que huele remotamente a urbano, y que sirve tan solo para llegar a otros Estados o para alcanzar ranchos apartados.

Speedway Voulevard es una larga y nulamente iluminada carretera con un carril en cada sentido, Con escasa circulación de vehículos. Pero al menos está correctamente asfaltada, algo que para gente que viaje andando no es demasiado consuelo. Pero aún es peor la desviación que hay que tomar más tarde, Camino del Oeste hacia W. Trails End Road, un simple camino desértico sin asfaltar done solo las rancheras y otros vehículo todo-terreno se atreven a circular. Pero es el camino al rancho indicado, el camino a la Taghairma.

Dos personas caminan por la orilla de ese camino solitario. Más adelantado, un muchacho de unos veinte años, no muy alto y algo delgado, despeinado y con el cabello brillando con tintes rojizos a la luz de Seline, vestido con ropas juveniles y sencillas y cargando con un extraño estuche de madera de apariencia antigua decorado con dibujos de un pentagrama y notas musicales que ya casi no se ven. Camina despreocupado, pero al doblar en la desviación hacia Camino del Oeste se da cuenta de que no está solo en esa carretera.

Unos quinientos metros por detrás de él, otro hombre camina sobre el polvo el desierto por la cuneta de la carretea. También delgado, pero más alto, moreno, y vestido con un traje negro.

Camino pesadamente esperando llegar pronto a la Taghairma, esta más a las afueras de lo que habia pensado y el ir solo no ameniza para nada el trayecto. Al ver hacia atras veo un tipo bastante bien vestido que sigue la misma direccion ¿ira a la Taghairma tambien? Decido esperar para comprobarlo.

Creo que no has elegido la mejor ropa para andar por aqui, todo este polvo te echara a perder el traje. Digo sonriendo al tipo cuando llega a mi altura ¿Que andas buscando tan lejos de la ciudad?

Bajo al extraño hombre con suavidad, la verdad es que resulta muy raro que tan sólo haya sido una especie de "ataque" que ha acabado por remitir por sí mismo...
Tras asegurarme de que se siente lo suficientemente fuerte para hablar, vuelvo a mi forma humana, mucho más pequeña y esbelta, poca cosa sobretodo en comparación con ser Crinos cómo hace apenas un instante.

-No estoy segura de que un virus actúe de esa forma, su dolor y fiebre suelen ser permanentes...- le escucho con atención e interés. El Amazonas... he oído muchos rumores sobre él aunque nunca he tenido el placer de estar allí pero lamentablemente mis dotes cómo guerrero no serían de gran ayuda me temo.
-Mi nombre es Habika, y cómo ya habrás comprobado pertenezco a la familia Swara- asiento para mí misma y después le observo inquisitivamente. Cuanta información y preguntas para alguien que hasta hace un momento pretendía atacarme... Aunque lo prefiero así, claro está.

Sigo andando hacia el lugar de la reunión, que ya no puede estar demasiado alejado, mientras respondo a su curiosidad.
-Me encontraba de viaje de aprendizaje por todo el continente. Mi mentor se fue cuando nos encontrábamos en esta ciudad y he decidido quedarme por un tiempo, hasta que pueda permitirme continuar por mí misma- camino despacio puesto que por mucho que quiera disimular probablemente aún se encuentre débil así que sigo su ritmo.
A mí no me importa demasiado pero si le viera alguien andando desnudo en medio de la llanura... Reusltaría extraño, cómo mínimo.
-No creo que sea coincidencia que justamente ahora se haya convocado una Taghairma. Seguro que allí obtendrás las respuestas que necesitas, Selene ha decidido ayudarte en tu causa- digo sonriéndole amigablemente.

Decides tomar W. Starr Pass Boulevard, una de las carreteras que salen de la ciudad de Tucson en dirección al Este. Desde allí puedes llegar a Greasewood Road, y a las urbanizaciones de extrarradio que lindan con las montañas. Desde ahí, por Speedway Bulevard a la carretera estatal que enlaza con Camino de Oeste, desde donde llegarás a los múltiples caminos y carreteras que unen los ranchos apartados del Este de Tucson, donde tanta gente vive aún como si no hubiera pasado el tiempo desde la conquista americana, cuidando de su ganado y viviendo como los "vaqueros" de las películas. Todo ésto orientándote gracias a un mapa de carreteras estatal. Es un largo camino para ir a pie, pero los tuyos están acostumbrados a recorrer largas distanias.

Sin embargo, cuando te queda aún un buen trecho ara alcanzar la desviación hacia Camino del Oeste, te detienes. A lo lejos, en la oscuridad que brinda la noche lejos de las farolas de la ciudad, lejos de la carretera e internándose en zonas más desérticas, ves una forma bípeda de grandes proporciones. Apenas es una silueta bajo la luz de Seline, pero la distingues claramente aún en tu forma homínida, menos perceptiva. Parece que porta algo en sus brazos, algo grande, tan grande como un humano, y en un momento determinado lo deposita en el suelo. Es otra figura bípeda, en esta ocasión claramente parece un humano, aunque la comparación hace que te des cuenta del desproporcionado tamaño de la primera figura, claramente inhumana. Las dos figuras parecen conversar, en la soledad del deserto y bajo la luz de la luna.

El guerrero, cuya desnudez no parece importunarle en absoluto, te sonríe mientras hablas. Parece estar casi completamente restablecido, aunque algo debilitado por ese "ataque" que tan extrañamente le ha afectado.

- Todo miembro de la Gran Familia con garras en las manos es de utilidad. Incluso algunos que no han sido bendecidos por la Madre con tales armas naturales han demostrado su valía. Tengo entendido que los miembros de tu familia se han ganado cierta fama luchando por la hermana de Seline. Gaia ha contado siempre con buenos protectores entre los Swara.

- Respecto a mi dolencia, ya ha remitido. Una enfermedad normal continuaría afectandode un modo más permanente, pero supongo que las bendiciones regenerativas con que hemos sido bendecidos han estado luchando contra ello...

Continúas atendiendo a sus explicaciones acerca del factor curativo Bastet, aunque en su mayor parte te parecen más conjeturas que otra cosa. Sin embargo, en un momento te giras para comprobar lo que os rodea, un simple gesto instintivo propio de seres de naturaleza curiosa. Sin embargo, tu vista descubre algo desde cierta distancia. A lo lejos en la carretera, iluminada levemente por una farola que le queda demasiado lejos, hay una figura observándoos. Es una figura femenina, una joven morena de buena figura y pelo largo recogida en una coleta, detenida en mitad de la cuenta mirando directamente hacia vosotros.

Una larga caminata, pero no me importa me gusta lo unico que lo haria mas llevadero seria en mi forma felina seguro que recorreria el camino en nada, pero no quiero atraer la atencion de los demas. Todo parece del siglo pasado de cuando se estaba conquistando aun el oeste, sonrio cuando algo atrae mi atencion, me paro y miro hacia un lateral eso no es muy normal.

Lleva algo en sus brazos y al dejarlo en el suelo veo que es mucho mas pequeño, podria ser otro bastet que vaya a la reunion, sonrio para mi mientras me acerco todo la cautelosamente que puedo hasta donde estan. Procuro no pisar nada raro, una lata, ramas del suelo cualquier cosa que me delate y me acerco para escuchar su conversacion.

-Por supuesto, todos tenemos nuestras propias habilidades aunque no sean de combate...- asiento a Urikey, aunque su explicación acerca de sus dolencias no acaba de complacerme del todo... Igualmente los sabios que encontremos en la reunión encontrarán un motivo y una solución, estoy convencida de ello.
-Cuando expliques tu caso apuesto a que muchos o todos querrán ayudarte, quizá yo misma sea uno de ellos pero primero deberás plantearnos bien el caso...- ando pensativa unos pocos metros. ¿Realmente debería aceptar una misión tan peligrosa? Si Gaia me necesita iré, seguro que encontraré algo con lo que poder ayudar en la causa.

Repentinamente me detengo y observo a la mujer sin disimulo ya que ella hace lo mismo con nosotros.
-Ah... nos está observando, ¿la ves? No es que pases desapercibido precisamente- digo haciendo referencia a su desnudez, la cuál me he esforzado por ignorar ya que no es la primera vez que tras una transformación le ocurre esto a alguien que me acompaña.
-Puedo dejarte mi chaqueta pero dudo que te entre...- de todas formas me la quito y se la tiendo, por si quiere cubrirse con ella de algún modo aunque es probable que no le importe en absoluto.
Permanezco allí de pie, esperando distinguir si la muchacha decide marcharse, acercarse o quedarse tal cuál está... Si se aproxima intentaré distinguir su olor.

Jack ve acercarse al chico y sonrie afablemente, como si fuera lo más natural del mundo caminar por el despoblado con un lindo traje. Después, como si en realidad el encuentro de ellos en el medio de la nada fuera fortuito, contesta a la pregunta del chico:
- Como dijo mi anciano tio, siempre hay que estar vestido según la ocasión. Con respecto a donde voy, busco un rancho que se supone está por estos lares. Dicen unos anuncios que habrá una gran fiesta allí.

Te dispones a comenzar a acercarte a las dos siluetas que la luz de Seline recorta para tu vista, cuando te das cuenta de que una de ellas comienza a cambiar. La mayor de las dos, de frente a la otra, comienza a decrecer y menguar hasta hacerse ligeramente menor que la otra. No logras distinguir demasiado en la penumbra, pero ahora aparentemente se trata de dos humanos hablando entre sí.

Por un instante, incluso te da la sensación de que están mirando hacia ti, lo que hace que te percates de que te encuentras en una zona iluminada, ya que la carretera cuenta con farolas y, aunque la más cercana a ti está a cierta distancia, su luz llega a iluminarte aunque sea vagamente.

Dos figuras, ahora si estoy segura de que una es uno de los mios o puede que otro cambiaformas, no estoy segura. La luz de la farola hace que me de cuenta que tan sigilosa no he sido esta vez y que puede que si me puedan haber visto, pero de todas maneras intentare moverme con mas sigilo para acercarme. Me aparto de la luz con un pequeño paso lateral mientras me sigo acercando lenta y calmadamente.

Urikey coge tu chaqueta entre sus manos con agradecimiento, aunque no parece estar muy seguro de qué hacer exactamente con ella. Tras comprobar que es imposible para sus brazos penetrar por las mangas, se la coloca sobre los hombros a modo de capa. Sin embargo, es evidente que eso no representa solución alguna para el problema de su desnudez, de modo que se la quita de nuevo y comienza a anudar las mangas alrededor de su cintura, situando la parte que correspondería a la espalda de la chaqueta en la parte de alante, de modo que cubre sus genitales y parte de las piernas.

- Los curiosos nunca ha sido un problema para mí, y menos en lugares como éste, donde un cuerpo puede desaparecer fácilmente. -Aún con el tono de amenaza, te das cuenta de que Urikey lo dice carente absolutamente de emoción. Ni disfruta matando ni detesta hacerlo, sino que lo asume como una cuestión natural de la vida. Por un momento, te preguntas cuantos de los tuyos serán de la misma opinión. Probablemente muchos.

Al regresar la mirada a la carretera, la mujer y no se encuentra allí, bajo la luz de la farola. En su lugar, ha comenzado a caminar en vuestra dirección, sobre la arena del desierto, convertida apenas en una simple silueta recortada en la escasa luminosidad presente. Y lo curioso es que no oyes sus pisadas, a pesar de estar levantando arena con cada paso, solo el duro silencio de la noche.

Observo cómo coge la chaqueta y la coloca de distintas formas sin saber muy bien qué hacer con ella, no le culpo es bastante más corpulento que yo y es obvio que no es de su talla.
Arrugo un poco la nariz y al final no puedo evitar reírme aunque me reprimo enseguida cubriéndome la boca con la mano, apuesto a que no tiene demasiado sentido del humor...

-Urikey, no deberías hablar de matar tan a la ligera... ¿merece alguien morir sólo por estar mirándote? Desde mi punto de vista sólo lo merecen los siervos del Wyrm o en caso de defensa propia- niego con la cabeza y suspiro pacientemente, al fin y al cabo dudo que me preste atención, los guerreros son tercos cómo pocos.
-Está bien, no parece ser una simple humana- comento cuando aprecio las pisadas de la muchacha, y cuando ay está cerca inspiro su olor intentando detectar en ella algún aroma conocido.