Partida Rol por web

¿Así que me conoce?

Miro a Hisagi mientras termina de llegar.

-Hola, teniente. ¿Cómo tú por aquí?- le sonrío.

Te alcanza, jadeante, intenta recuperar un poco el aliento. Te mira, se ha sonrojado bastante cuando has dicho "Teniente". Los recuerdos de la noche pasada están muy frescos.

- Yo... te...- Intenta aguantar tu mirada, pero no es capaz. Mira las flores que están ya bastante chuchurrías por la carrera que se ha pegado.- Son... yo... verás...- sonríe, avergonzado. Todos os miran sin comprender. Y ahora sí que está avergonzado. Te planta las flores empujándote un poco, saluda rápidamente a los demás y se va a una carrera que pocos pueden seguir.

Miradas muy suspicaces se dirigen hacia ti.

Es muy mono...

Sonreí. Igual debía darle una oportunidad, ya hablaría con él. Olí las flores.

Si, quizá.

Miré a los demás.

-Es un hacha en la cama.- señalaba al teniente con el pulgar mientras lo decía bajito para que él no lo escuchara.

Rukia lo flipa y no sale de su asombro, pero Kuukaku simplemente se da la vuelta.

- Lo dicho. Todo solucionado. Cada mochuelo a su olivo.

Entró en la casa, sin mostrar mayor interés por vosotras y Ganju reanudó su tarea de limpiar la zona del cañón.

Rukia sigue mirándote hasta que se acerca, te observa de cerca. ¿Para qué? Solo ella lo sabe. Finalmente comienza a caminar de nuevo hacia el Gotei.

-Oye ¿Qué pasa?

Me pongo a su altura.

-¿Qué ha sido esa mirada?

Lo cierto es que tengo ganas de entrenar.

-Vamos dime, ¿Por qué me has mirado así?

- Porque buscaba el por qué llamaste la atención del Kotaicho... estaba muy nervioso... y es obvio... Si yo estuviese así de buena no tendría problemas en actuar con tanta desenvoltura.

Te lo dice como si fuese lo más normal del mundo.

Llegáis al Seireitei siguiendo la polvareda que ha ido dejando Hisagi en su camino. La Sociedad de Almas está bastante tranquila hoy y eso no termina de gustar. Los capitanes están entrenando en diferentes puntos del lugar, en secreto, notándose la preocupación por la guerra que se avecina.

Rukia, que tiene que ocuparse de ciertos asuntos en su escuadrón, se despide de ti con una sonrisa, aunque todavía no termina de estar muy feliz. ¿Será porque ha vivido demasiadas emociones en tan pocos días?

Y tú, mientras, te vas a entrenar. Ya has tenido suficiente parón y necesitas mejorar. Sabes que aunque has ganado el torneo no eres lo suficientemente fuerte como para servir de ayuda contra Aizen, y es obvio que no quieres quedar al margen de las peleas.

Te colocas los pesos nuevamente, dejas de ceñirte tanto el traje para que las tetas no se te salgan en cuando corras dos pasos más y comienzas a correr. Tu recorrido de siempre, aunque esta vez no hay nadie que te observe. El capitán les debe de haber impuesto arduas tareas. Logras dar las 50 vueltas, algo casi casi considerado como un paseo ya para ti. Pronto tendrás que ampliar el peso adicional.

Una vez terminas y te secas el sudor, descansando solo el camino hacia el bosque, te vas a entrenar con las espadas. Tal y como Soi Fong te enseñó. Luchas contra el aire, realizando todo tipo de movimientos. Cortes, saltos, acrobacias... estás exhausta, pero continúas, porque tienes un objetivo fijo.

Anochece y te sientas en la hierba. No puedes más. Ha sido un día completamente agotador y solo quieres comer dango e irte a dormir después de enfriarte un poco.

El suelo a tu alrededor se congela de pronto y te sientes mucho más refrescada.

De un salto, Toshiro Hitsugaya desciende hasta el suelo. ¿Cuánto tiempo lleva ahí? ¿Te habrá estado observando todo el tiempo o acaba de llegar?

- Mejor, ¿no?

Se sienta a tu lado con su pose seria y con Hyorinmaru a su espalda. La zampakuto de hielo más poderosa.

-Taicho...no me esperaba verlo.- me incorporé hasta sentarme.

Hyorinmaru...la más poderosa de hielo. Igual que Ryüjin Jakka es la más poderosa de fuego....dicen. Algún día habrá que comprobarlo ¿Verdad Kâryu?

Acerco el mango de mi zanpakutoh a la suya.

-Hielo y fuego. No creo que se llevasen muy bien. Y si, gracias. Estaba acalorada. ¿Qué le trae por aquí?

- Vengo de mensajero.- mira al frente.- Soi Fong y Matsumoto no podían venir. Una reunión en la asociación de chicas shinigami o algo así...- te lo comenta como si no tuviera importancia.- Mañana irás al mundo humano con la capitana del segundo escuadrón.

¿Un viaje a Karakura? ¡Quizás puedas ver a Yoruichi!

- Y no creo que se llevasen muy mal- comenta sobre las zampakûtos ahora que ya ha dicho lo importante.- A veces la mezcla hielo-fuego puede ser arrasadora. Tienes buenos movimientos de espada.- ¿se puede saber desde cuándo te lleva observando?- Eres justa ganadora del torneo.

-Ni Abarai ni Madarame se emplearon a fondo. Y yo...dependo demasiado de cierta técnica. Si con ella supero a mi rival, no hay problema. Pero si necesito usarla para igualalrle o por algún motivo el combate se prolonga...mi propia técnica se volvería contra mí. Tengo mucho que mejorar, capitán. Realmente en lo único que superaba a los tenientes era en velocidad. A los que me enfrenté al menos.

Tengo mucho que mejorar.

-¿Para qué he de ir al mundo humano? ¿Y por qué yo? Simple curiosidad, no es que me niegue.

- Le ha tocado a Soi Fong. Algo que no le hace ni pizca de gracia, la verdad. Y ella ha dicho que te llevaría. Si quieres saber más... me temo que tendrás que preguntarle a ella. Es solo una misión informativa, así que no creo que tardéis mucho. - después de un silencio te mira.- Siento curiosidad. ¿Te apetece luchar un poco? Nada serio. No soy como el loco de Kenpachi.

-Por supuesto, siempre es bueno entrenar. ¿Dónde ponemos el límite? Quiero decir...cuando combato tiendo a emocionarme y...bueno, un poco como el loco de Kenpachi.- sonrío. -Claro que sin ese poder brutal...así que...¿Debo entender que es un combate como el del torneo o más...tranquilo?

Lo preguntaba en serio...tenía claro que no podría vencer si él iba con todo. no me importaba, el asunto era saber hasta donde podia ir yo.

Me pongo en pie quitándome los pesos.

- Tú ven con lo que quieras. Yo no haré el bankai e intentaré atacar de forma suave.- te está subestimando. Sabe que eres fuerte, pero no alcanza a ver hasta donde. Por eso quiere luchar contra ti. Quiere evaluarte.

Saca a Hyorinmaru de la vaina y se prepara.

- Procura no incendiar el bosque.- aún siuge serio, pero ese comentario ha sonado a broma.

Asiento y desenvaino mis armas.

¿Me está subestimando?

Me dispongo a empezar...pero está claro que es más rápido que yo.

No espera más.

Rápido como pocos en el Gotei 13 y dejando una estela de aire frío tras su paso, la cadena que cuelga de la empuñadura de Hyorinmaru baila.

Toshiro se coloca frente a ti, sin mirarte y mueve el brazo en 75 grados.

Solo conseguí atinar a moverme hacia atrás...sin embargo no lo bastante rápido como para que no corte mi ropa y me dibuje una line fina y superficial en mis pechos.

¿Podré tocarle sin el shikai? Lo dudo....

Y aún así ataqué.

Dos golpes horizontales, con la punta.

- Demasiado lenta...

Y tras decir eso recibe un pequeño rasguño en su pierna izquierda que le rompe el traje y parte del abrigo de capitán.

Se separa con dos rápidos shumpos y te mira mientras echa hacia atrás la zampakûto.

- No está mal. Veamos cómo sales de esta. ¡¡Hyorimaru!!

Un dragón de hielo, enorme, rápido y bastante acojonante va hacia ti con la boca abierta, dispuesto a atravesarte.

¡Mierda!

No puedo evitarlo y el dragon me golpea de pleno.

-Tsk...solo tengo una salida y lo sabe. ¡Alza el vuelo Kâryu!

Una punzada de dolor me hace mirar a mi herida.

Hielo...me sigue dañando por la congelación. Eso es interesante...tengo que pensar en ello.

Desde ambas espadas comienzan a extenderse llamas que me rodean, unas rojas y las otras verdes. Ataque y defensa.

Mis ojos reflejan una concentración absoluta. Y desaparezco para salir a su espalda con mi espada derecha alzada. La izquierda la mantengo atrás, para tras el golpe de la derecha, lo pare o no, lanzarla a fondo.

Tengo que darlo todo...es posible que no aguante su siguiente golpe.

¡¡MIERDA!!

Lo golpeas con todo y como en otra circunstancia habría sacado el bankai para defenderse, pues se traga tus dos embestidas. Sangra abundantemente y solo gracias a que se enfría las quemaduras, no está muerto.

Jadea. Está alucinado. Hacía mucho tiempo que no veía a nadie luchar así.

Su reiatsu... es como el de un capitán... su técnica... es asombrosa... y su velocidad... con pocos comparable...

Ahora lo entendía. Ahora había visto esos ojos llenos de determinación de los que todos hablaban.

Se sentó en la hierba.

-Fantástico.

Hasta Hyorinmaru estaba sorprendido. Lo notaba.

Mantuve el fénix activo, pero las llamas rojas desaparecieronClavé mis armas en el suelo y comencé a quitarme trocitos de hielo de la herida.

-Gracias, capitán.

Sé que lo dice enserio, no es de halago fácil.

-Sin embargo...como ve, dependo de esa técnica. No lo sabe cualquiera, al menos de entrada, aunque se acaba notando. Pero el efecto rebote de mi técnica...fuerza mi cuerpo. No puedo mantenerlo demasido tiempo o acabaría demasiado débil como para hacer nada. Y sin embargo, sin ella apenas le habría tocado.

Tras sacar todo el hielo y estar bastante más recuperada, deshago el shikai y me siento frente a él.

-Dificilmente podría haberle superado en velocidad, o atrapado con un bakudoh. Si lo queel traidor Aizen se propone es cierto, aunque sea en parte...no creo que pueda servir de mucha ayuda a los capitanes.

-No quiero ofenderle pero...si hubiera sacado su bankai, no habría salido así de herido. Deberíamos ir al cuarto escuadrón.

Estaba más preocupada por sus heridas que por las mías. Después de todo el fénix me había ayudado bastante.