Partida Rol por web

Y la encuentras en su despacho, firmando papeles y más papeles. Hay un poster con la foto de Yoruichi detrás de ella. Es sin duda la del calendario.

- ¡Reena-sama!- Y tira entonces del poster haciéndolo caer.- No te esperaba. ¿Todo bien?

En su escritorio hay un gato como lapicero que no pega con el resto de la decoración.

-No lo sé...dímelo tú. Te vi molesta en la reunión...me siento en la mesa, mirándola. Y no me llames sama...- le pongo un pucherito.

Señalo el poster.

-Mi hermana sale bien ¿Eh?

Se cruza de brazos apoyándose en el extremo de la mesa.

- Tsk...tu hermana siempre sale bien...

Te mira unos instantes.

- Yoruichi-sama me dijo que te vigilase y ahora te vas a Hueco Mundo. Habría sido mejor que te estuvieses quieta y te quedases. ¿Y por qué tienes esa quemadura en la mano?

-Es mejor que yo vaya a hueco mundo primero por que así no te distraerás para protegerme poniéndote en peligro, y además arruinando tu reputación de dura y fría.- le guiño. -y segundo por que como dije...subo la temperatura. Y Toushiro la baja. No son cosas compatibles de forma sencilla...y menos sin entrenarlo.

-Lo de la mano es un nuevo entrenamiento que me han enseñado hace un momento.

Saco una foto de mi escote, y se la tiendo.

Somos Yoruichi y yo, Sonriendo con las cabezas juntas y pasándonos el brazo por los hombros.

-La saqué el otro día, para ti. Tenemos que hacernos una las tres.

Coge la foto y al comprobar lo que es y esuchar lo que dices, suaviza el rostro.Te mira, te sonríe algo compungida y asiente.

- Así que un entrenamiento ¿eh?  Ten cuidado. Siempre que entrenas o luchas dejas en ridículo al rival.

Coloca la foto en la mesa, de manera en que pueda verla cada vez que esté sentada, como ahora mismo, que ha rodeado la mesa y se vuelve a sentar en su asiento.

- Tienes que vivir, Reena, o sino no te lo perdonaré.

-Te digo lo mismo. Mmm ahora que lo pienso tu también eres una baa-sama...más de cien años más que yo...- río

-Bueno...te dejo, que tienes papeleo. Si alguien me busca desesperadamente...estaré ahí abajo.

Me despido con un gesto y bajo hacia las termas.

Tienes nuevo chichón. Lo de baa-sama no les parece gustar mucho... Aunque cuando ya has salido te grita desesperadamente que lo siente. Adorable Soi Fong.

Las termas están vacías, como era de esperar ya que solo tú conoces el secreto.

Está claro que es el mejor sitio para recuperarse de todo el cansancio y las heridas que has ido acumulando durante el día. Y es el lugar adecuado para pensar y reflexionar.

Me desnudo para meterme en el agua, pero no antes de reunir bastante madera. Hago una hoguera cerca del agua.

Me meto en las termas y pongo a Karyu también, clavadas en el fondo, con el mango (cabeza) fuera. Él también se ha esforzado.

Y sentada muy cerca del borde alterno las manos derecha e izquierda.

Una en la hoguera todo el tiempo que aguante, y la otra en el agua, recuperándose.

Hasta que sea uno con el fuego, y solo caliente mi piel.

Una con el fuego...

Unidad...

Fusión...

Poder...

Y nada pasa. Solo llega un momento en que aguantas más con la mano metida en fuego y tienes feas quemaduras en ella.

Suspiro, rodeandome las manos con mis llamas de fénix para curarlas, dejándome flotar en el agua.

¿Qué puedo hacer Kâryu?

¿No dices siempre que no tienes término medio?

¿No dices que no puedes controlarte cuando luchas?

¿Por qué limitarse a sentir poder en una sola mano?

¿Por qué limitarse a sentir dolor solo en una extremidad?

Si...

No del todo...

Solo en una mano no sirve...

Creo que tienes razón pero...

Pero nada. Tiene razón. No puedo temer al fuego. Sus llamas siempre me han ayudado...ahora debo conseguir que todas las llamas me ayuden.

Monto una estructura bastante ámplia, de madera. Una pira.

Y me subo, una vez arriba, sentada con las piernas cruzadas, enciendo la pira.

¿Comienzas a quemarte?

No...

No te quemas. ¿Por qué? Porque has comprendido el significado de ser uno con tu zampakuto y a no temer nada de ella.

Te relajas ahí dentro. No sientes calor extremo. No sientes dolor.

Estás bien.

Las llamas bailan a tu alrededor y de pronto el iris de tus ojos se vuelve color fuego, karyu vuelva hacia ti y se fusiona contigo. Sientes que sois uno, que no podéis perder y que vuestro poder es invencible. El fuego es vuestra arma.

Siempre tienes que andar enseñándome. Gracias por eso.

Esto se siente realmente bien ¿Verdad?

Sí... ahora ya somos uno, Reena.

Pero ten cuidado. Si abusas demasiado de este poder, te acabará consumiendo.

Trataré de no abusar de ello. Pero...sé bueno, no me comas.

Todo dependerá de ti.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

No lo olvides.

-No te preocupes. Se lo hemos prometido a Yoruichi y a Soi Fong.

Salgo de la hoguera regresando a la normalidad. Me doy un ñultimo chapuzón en el agua y me seco para vestirme.

Hora de ir al sexto escuadron a cenar, y bastante.

Todos se alegran de verte en el cuartel de la sexta. Te saludan. Te dan palmadas en la espalda. Te preguntan por tus aventuras en el mundo humano y te regalan su comida.

Renji no está. Al parecer tu capitán estaba en lo cierto. No se le escapa ni una y sin embargo parece más complaciente que antiguamente.

Todos: Oi, Reena-san, ¿cómo es aquello? ¿Es verdad que venciste a un Menos Grande? ¿Y a todos esos arrancars? ¡¡Hablan del espada número 0!! Oi, ¿conseguiste el bankai? Dicen que secaste el bankai del capitán Hitsugaya con solo tu aura. ¡Me encantó el calendario en el que participaste! ¡Tu foto la mejor, Reena-san! ¿Te irás de nuevo o te quedarás a luchar a nuestro lado?

-Tranquilos chicos.- sonreí. -Sí que vencí al menos, me sorprendí de conseguirlo. Pero ahora soy más fuerte que entonces. Y sí vencí algunos arrancar. He vencido a tres y a dos espada. El seies y el diez/cero, no está muy claro...Y no, los capitanes son más fuertes que yo, todos. Y lo siento pero me voy a Hueco Mundo con el capitán. Otros irán a Karakura...así que os tocará a vosotros defender la sociedad de almas ¿Eh?

Empecé a comer.