Partida Rol por web

Inmediatamente tus subordinados corren a traerte comida mientras Yoruichi se aguanta las ganas de pegarte por tus burlas y, sobretodo, por llamarla baa. Soyu por su parte, haciendo su labor como escudo, ríe mientras le saca la lengua a su tía.

- De tal palo tal astilla.

Soyu:- ¡Nah! ¡Fue genial! Hacía calor así que salimos a tomar el sol un rato.

-Bueno, o del calor igual es un poco culpa de las dos también. Pero veo que no os molesta. Creo que ya solo falta la de Renji. No sé si alguna más...Cuanto más peleo contra Yamamoto y Ryujin Jakka, más veo todo lo que me falta. Pero también todo lo que ya he recorrido. No creo que haya habido, ni que haya ahora, muchos capaces de conseguir que el sotaicho o su zanpakutoh se pongan serios. O al menos medio serios. Kyoraku y Ukitake, si se ponen serios. Quizá Urahara.

Me encojo de hombros.

-Es igual, en el momento que libere su bankai se acaba toda oportunidad. Tal vez ni siquiera yo...haciendo lo que hice aquella vez- miro a Yoruichi para que entienda a que me refiero, a mis llamas negras, sin mencionarlas delante de Soyu -Pudiese pararlo.

Lo que quiero decir es que ¿Y si alguna vez alguien logra controlarlo, o engañarlo? Y nos ataca...no podríamos hacer casi nada.

En cuanto llega la comida, devoro.

Yoruichi comienza a comer de paso y Soyu hace otro tanto. ¡Es una pelea de devorar comida!

- Oi... me subestimas, nee-chan. Pones a Kisuke y a mí no.

Soyu sigue comiendo a más no poder.

Soyu:- Oka-san. Tengo una semana de vacaciones y después... ¡me iré al mundo real de excursión!

-Anda ¿Al mundo real? Ya me dirás que te parece ^^ Te daré mi opinión después.- le revuelvo el pelo.

Miro a Yoruichi. -No te subestimo nada, Yoruichi. Eres fuerte, sin duda. Pero sin una zanpakutoh, como mucho, estás al nivel de un capitán que no libere su bankai. Como mucho. Y ni de broma puedes vencer a ninguno. Y el sotaicho queda muy lejos de cualquier otro capitán.

Sigo comiendo tras las duras palabras. No me gusta que no me hable de su zanpakutoh, que no confíe en mi.

Te fulmina con la mirada.

- Oi... que no pueda contigo porque eres una burra no significa que no pueda con los demás.

Soyu, mientras come está pendiente de la conversación. ¿Y esas duras palabras que le has dedicado? ¿A qué viene? Claro, ella no entiende.

Los demás también miran algo curiosos.

-Byakuya, las hojas de Senbonsakura te destrozarían. Toshiro, demasiado hielo, acabaría frenando tu velocidad. Kyoraku...quizá a él sí, es un salido después de todo y tiene mucha desventaja contra mujeres guapas. Kenpachi...sí, le harías daño. Y eso le encantaría. Y te aplastaría. Soi Fong, quizá la vencieses porque no te atacaría en serio. Ni tú a ella tampoco, no creo que cuente.

Tomo un sorbo de té con hielo.

-¿Sigo? Eres fuerte hermana, mucho. Pero estás limitada.

Y Soyu deja de comer, Mizu abre la boca desmesuradamente, Kizuku salta un "ay ay ay..." y Yoruichi termina de comer y se levanta.

No te mira.

Y comienza a caminar, alejándose del lugar.

- Mocosa malcríada...- la escuchas decir.- ¡Ja! Vencerme a mí. ¿Pero qué se creerá?

Las miradas de los demás pasan a ti. Esperan tu reacción.

Sonrío.

-Ya véis...la mítica diosa de la velocidad...frenada en seco. ¿Huye o irá a por su zanpakutoh para hacerme callar?

Se que solo está "enfadada". Picada. Nada serio. Y si la he picado lo suficiente...tal vez vaya a por su zanpakutoh.

Una vez se ha marchado y ya no me escucha, miro a los demás. Y les explico lo que acabo de decir, mismas palabras, un sentido totalmente distinto. Antes la he enfocado como débil, ahora como poderosa.

-¿Qué? No me gusta entrenar con gente más débil que yo. Y quiero que me ayude a mejorar en el shunko, así que tiene que volverse más fuerte. Ya habéis escuchado lo fuerte que es. Perdería, sí, pero haría sudar a casi cualquier capitán. Y sin liberar ni siquiera el shikai. ¿Os imagináis lo que puede ser en bankai? Seguro que ni yo podré seguirla bien.

Suspiro.

-Desde luego...vaya grupito sois. Soyu es pequeña pero los demás...¿No jugáis bien al ajedrez verdad? Para lograr objetivos hay que desarrollar estrategias. A lo mejor no he conseguido que vaya a por su zanpakutoh, donde quiera que esté...en ese caso trataré otra estrategia.

-Pero conseguiré un rival fuerte con el que entrenar en serio.

- Pero taicho... ¿y si la ha ofendido de verdad? Tus palabras, aunque ahora suenan menos duras, rozaron la crueldad antes...

Mizu y los demás asienten, aún preocupados. El calor se va yendo poco a poco y comienzan a vestirse. La atmósfera relajada se ha diluído e incluso Soyu parece preocupada.

Tira del bajo de tu ropa.

Soyu:- Oka-san... ¿tía Yoruichi se ha enfadado?

-No te preocupes por eso pequeña. A lo mejor se ha enfadado conmigo, pero se le pasará cuando me de una paliza ^^

La ayudo a vestirse.

-¿Qué te apetece hacer?

- Podíamos pasarnos por el Rukongai, oka-san. Hace mucho que no visitamos a la baa-sama que nos alquiló gratis su casa. ¿No crees?

Mizu y los demás van recogiendo el tinglado mientras tanto.

Mizu:- Por cierto taicho. Nos han pedido si nos gustaría volver a ocuparnos de la revista del Seireitei. Les dije que eso corría a tu cuenta y que redactarías un informe con tu respuesta.

-Como queráis vosotros, yo no voy a hacer nada de una revista...pero si queréis poneros a ello Hisagi y tú, por mi no hay problema.

Asiento a Soyu.

-De acuerdo enana, vamos. ¿Una carrera?

- Con todos los respetos taicho, yo paso de hacer esa tontería. ¡Que la hagan los de la cuarta!

Soyu espera, preparada para la carrera, posicionada y dispuesta para comenzar a correr. Esta vez no tropezará como la primera vez que echaron una carrera. Ahora tienes tus poderes. Será complicado seguirte.

-Más respeto a los de la cuarta, Mizu. Mmm creo que te pondré de directora de la revista.

Sonrío.

-¡Vamos Soyu!

Es muy rápida ya, pra vencerla tendría que tomarmelo en serio, al menos un poco en serio. Pero no lo hago, además le hará mucha ilusión vencerme.

-¡Hiyai!- le digo cuando llegamos, y sonrío.

Llamo a la puerta.

- ¡Te has dejado!

Pero ya has llamado a la puerta y se escuchan los arrastrados pasos de la anciana. Aun así Soyu se sigue quejando.

- ¡Es imposible que te haya sacado tanta ventaja, oka-san!

La puerta se abre y la anciana, que tarda en reconocerte, te sonríe amablemente. Más bien te reconoce por Soyu.

Anciana:- ¡Soyu-san!  ¡Reena-san! Pasad. Acababa de preparar un té.

Se hace a un lado.

Le doy un chorlito en la frente a Soyu, divertida por sus quejas.

-Muchas gracias. ¿Cómo está usted? Yo, como ve, desde que me fui he vuelto a ser la misma que hace 20 años, capitana de la novena.

Me siento y acepto el té.

Os va sirviendo el té recién hecho sin parar de sonreír y con esa lentitud y temblor en las manos características de los más ancianos.

- Todo como siempre, querida. Aquí no pasa gran cosa. Si acaso los hijos de la kotaicho de la décima que crecen y se hacen más traviesos. El otro día me los encontré jugando en el huerto a ver quién rompía más sandías con la cabeza.- niega con la cabeza, divertida.- Pero quizás esa es la mejor parte. Cada día arman una nueva. ¿Y vosotras qué tal? Veo que has crecido mucho, Soyu. ¿Lo pasas bien en la Academia?

Soyu asiente con la cabeza ya que tiene la boca llena del té, que le está abrasando y que no se atreve a escupir por si lo considerase una falta de educación.

Miro a Soyu, divertida, bebiendo como si nada. En plan "yo no me queeeemooo" *

-Si, esos dos son muy traviesos. Pero muy buenos chicos. Soyu es la más fuerte de su clase ¿Sabe? Le dije a Shinji que viniera más a verla ¿Me hizo caso?

La ayudo con el té y evito que se enfríe demasiado.

Con los ojos llorosos, termina de tragar el té mientras te mira con envidia y carita de pena. Va a tener calor para un mes después de abrasarse entera.

Anciana:- Sí. Viene más a menudo. Este Hirako... es un buen chico. Siempre me trae flores. ¿No las hueles?

Soyu niega con la cabeza para que no le rellene nuevamente la taza. Ya ha tenido suficiente.

Anciana:- Mañana vendrá a cenar con sus amigos.- dice feliz.

-Son buena gente todos. También Hiyori, aunque se porta como se porta...

Estamos con ella charlando un buen rato. Y la ayudamos a limpiar y a recoger el huerto.

Es algo tarde cuando digo que nos tenemos que ir.

-Me alegro que se encuentre bien. Que se lo pasen bien mañana, señora.

Regresamos a la división.