Partida Rol por web

Y cuando llegas a tu división. Rompen en aplausos y gritos de euforia. Habían estado esperando que no les dejases abandonados. Tu gente, tu equipo.

Muchos se te echan encima aunque Mizu se coloca en medio. Le hacen caso y se apartan.

¿Te habrías esperado este recibimiento?

Los aplausos siguen, los lloros, la alegría, la bebida circula... Parecen olvidarse de que Hisagi está en el despacho dejando el haorí en la percha.

-¡Basta!- me han enfadado bastante.

Los miro a todos.

-Me alegro, de verdad, de que me recibáis así pero...- de un shunpo me pongo al lado de Hisagi, y de otro regreso -¿Acaso habéis olvidado quién os ha protegido y guiado los últimos veinte años? Chicos, yo aprecio que me hayáis echado en falta, me emociona que me queráis. Pero no se merece que lo ignoréis así. Es uno de nosotros.

Le pongo la mano en el hombro.

-Y ha sido capaz de competir contra doce capitanes, todos con más experiencia que él. Excepto yo...pero que le vamos a hacer, yo soy un caso especial. Ha quedado el último, sí. Pero ha competido hasta el final. ¿Cuántos podríais hacerlo? Merece respeto, tanto como yo.

Sonrío.

-Así que chicos, brindemos por el esfuerzo que ha hecho Hisagi por no perderos. Por que os quiere proteger a todos tanto como yo. Y brindemos para que mañana tengáis todos una super resaca cuando hagamos las pruebas para oficiales de la novena división ^^ ¿Qué, creíais que esta vez no? ¡Si no tenéis retos y exigencias, no mejoraréis aún más!

Todos se quedan en silencio con tu discurso sobre Hisagi que se siente algo incómodo. La respuesta de los demás.

- ¡Ya le hicimos una despedida a Hisagi! ¡El otro día!

Y los demás asienten con la cabeza.

- ¡Fiesta!

-¡Que corra el sake!

Mizu sonríe aunque no va a beber. Al día siguiente tiene una prueba que ganar.

Hisagi:- Ellos saben que no soy su capitán. Solo habrá uno para ellos, y esa eres tu, taicho, como siempre. Yo solo mantuve caliente el asiento.

-Baka. Hay muchos que no conozco, ni ellos a mi. Para ellos tú eres el capitán, no yo.

No le dejo beber.

-Mañana Mizu no te lo va a poner nada fácil. No quiero que te contengas nada de nada. O perderás. Sería un poco raro que pasaras de capitán a tercer oficial...

Yo si que celebro bailo y canto con los demás hasta caer dormida en mi cama. Le pedí a Mizu que me levantase a la hora de los examenes.

Y así llega el nuevo día, con una resaca de no poder tenerse en pie.

El olor a tu despacho no ha cambiado, ni lo acogedora que es la habitación. Atila duerme a tus pies. Tu sigues profundamente dormida, hasta que Mizu entra abriendo la puerta con entusiasmo y te dice con voz cantarina al oído aunque bastante algo:

- ¡Buenos días taicho! ¡Es hora de levantarse! ¡Las pruebas están a punto de empezar!

La cojo y me giro, abrazándola. Estoy desnuda, por supuesto, y su cara queda entre mis pechos.

-Un poquito más, mami....zzzzzzz

Y hablando como puede y sin intentar irse por la fuerza, te habla:

- Chotto... taicho... aunque no puedo decir que me disgusten sus pechos... me está aplastando. ¿Podría soltarme?

Como no le haces caso, te intenta hacer cosquillas, pero nada, no tienes o no consigue encontrarte el lugar. Como segunda opción es babearte, cosa que hace abundantemente, pero nada. Así que...

- Taicho, si no me suelta y despierta, tendré que morderle.

-Baka...con Hisagi era más divertido. Él se ponía super nervioso si le hacía eso.- río y me seco sus babas con su ropa.

Me visto.

-Tengo algo de resaca...y eso que yo quemo el alcohol rápido...

-Bueno ¿Estás preparada para las pruebas?

Vamos saliendo.

- Ya taicho, pero no soy Hisagi. Soy más competente. Aunque si eso me hace restar puntos...

Se acerca de nuevo a tus pechos y empieza a acalorarse y mover los brazos enérgicamente.

- Oh! taicho! Por favor! suélteme!

Atila abre un ojo y alza una ceja.

Le doy un capirotazo.

-No seas pelota...

Acaricio la cabeza a Atila para que venga con nosotras.

Cojo un café y un par de bollos para desayunar y voy al gimnasio. Primero serán las pruebas de bakudoh. Después combates. Después Hadoh, y después el resto de combates.

Lo observo todo, con Atila sobre mis piernas, mullidito y recibiendo mis caricias.

Y claramente se nota una diferencia entre los que fueron tus antiguos subordinados a los que llegaron durante la capitanía de Hisagi. Estos segundos no tienen nada que hacer y los primeros luchan con todas sus fuerzas por ser los mejores.

No obstante, como siempre, el control, el poder, la habilidad y el empeño de Mizu, Kizuku, Hisagi, Issin y Kenin sobresalen. No hay nada que les salga mal y si en algún momento se desconcentran lo arreglan de inmediato.

Tras las pruebas de kidô, estos cinco son los primeros en la clasificación. Si bien hay un cambio con respecto a la posición de algunos de ellos desde la primera prueba que se hizo antaño: Mizu está la primera.

Parece mentira lo que ha podido mejorar esta chica. Quizás fue su empeño por ir a buscarte, por recordarte, por hacer que te sintieses orgullosa de ella lo que le permitió continuar avanzando y recaudando un poder y una experiencia envidiables. Puedes recordar que fue el combate que más te costó durante el torneo de divisiones.

Tras la prueba de Kidô hay un descanso. Los más novatos se sientan en el suelo, claramente decepcionados mientras que, los que ya conocen a Mizu, Kizuku y compañía sonríen entre ellos e incluso se arriesgan a apostar. Otros, los que quieren destacar y no ser meros shinigamis rasos, están empeñados en continuar intentándolo. Mientras, Atila está encima de tus piernas, ajeno a los ruidos y a los gritos; simplemente disfrutando de tus caricias.

Y aquí viene la prueba de los combates. Los pobres que han tenido mala suerte no han pasado de la primera ronda de liguilla clasificatoria y de alguna manera terminan pasando a la eliminación los cinco de siempre más uno más. Un chico joven que Mizu no ha terminado de rematar aún habiendo podido, presentando compasión. ¿Será casualidad que se llame Roy Tanaka?

Y ahora empiezan los combates en serio.

El pobre Roy se enfrentará contra la exhuberante, bella y temible Kizuku. El chico se preparada, katana en mano, intentando no pestañear y que no se noten los temblores en sus piernas. Kizuku por su parte simplemente desenfunda su zampakûto, de un simple shumpo claramente mejorable se coloca casi al lado de Tanaka y le dirige un golpe que, aunque Roy consigue bloquear, va con tanta fuerza que se ve impulsado hacia atrás y termina estrellado contra la pared. Si bien ahí no termina el combate. Demostrando orgullo el chico consigue despegarse de la pared y colocarse nuevamente en posición, pasando a un pobre ataque que Kizuku para con una mano y hace que de nuevo el chico se estrelle contra la pared. Para que no se repita lo mismo mil veces, la shinigami termina por hacer un kidô en el que inmoviliza a su contrincante y luego coloca la punta de su zampakûto incluso sin liberar, en el cuello de Roy.

El siguiente combate enfrenta a Issin y Kenin y aunque debería de ser algo igualado, la verdad es que Kenin ha mejorado muchísimo. Debe de haber entrenado con su padre porque ya no es ni su sombra. Observas que ha crecido, que está más musculoso y que su andar es más seguro. Casi se parece al Kenin que una vez fue poseído por aquellas zampakûtos de hielo. Aunque Issin libera su shikai, no tiene nada que hacer y pronto el combate termina con una victoria por parte de Moguruma.

Como Mizu e Hisagi habían sido los dos primeros clasificados, pasaron directamente a semifinales. Cada uno por una rama diferente del cuadro de combate. Ahora Hisagi deberá enfrentarse a Kizuku. ¿Qué ocurrirá?

Se colocan en posición y lo primero que hacen es liberar sus zampakûtos. Las aspas de Hisagi suenan amenazadoramente mientras giran y giran. Atila abre un ojo. La katana de Kizuku, algo más ancha y de un color más oscuro permanece en silencio aunque no de forma menos amenazante.

Y ahí van. Las aspas de Hisagi son más rápidas que ella y, aunque puede bloquear el primero de los dos ataques que Hisagi siempre efectúa termina por tragarse el otro. Su expresión torna al cabreo y el ogro resurge en ella. Muchos se echan para atrás, otros la animan. Kizuku embiste zampakûto en mano, pero Hisagi es más rápido. Se aparta, la rodea con las cadenas de una de sus aspas y ésta casi le sierra la cabeza, parando de inmediato. Hisagi pasa a la final.

Segunda semifinal: Mizu contra Kensei. Este combate parece más igualado. Mizu libera el shikai y Kenin hace lo mismo. Hay una gran exhibición de golpes, defensas y por parte de Mizu fuertes contraataques. Durante unos minutos ninguno de los dos recibe ni un golpe. Hasta que Mizu cambia de estrategia. Provoca el espejismo que tu misma viviste pero en menor medida ya que está en shikai y aprovecha el deslumbramiento para pasar al ataque, algo que no había hecho hasta el momento limitándose a recibir, bloquear y contraatacar. De un solo golpe con esta estrategia consigue dejar ko a Kenin.

Y la final es la esperada por todos. Al parecer Mizu no quiere perder su puesto como kotaicho y Hisagi quiere recuperarlo.

El ambiente ahora es más tenso. ¿Quién ganará?

Hisagi libera el shikai, Mizu no lo piensa y libera el bankai. Su precioso bankai que tantas veces has visto. Hisagi chasque la lengua. Poco puede hacer.

Él ataca, ella contraataca reflejando en su zampakûto el ataque de su contrincante que termina viéndose enfrentado a su propio poder con el de ella añadido. El chico prueba nuevas estrategias, arrancándose el collar bomba que siempre lleva y consiguiendo cortar en el muslo de Mizu. Pero esta es superior. Con dos movimientos de su katana de cristal hechos con mucho estilo. Termina dejando a Hisagi en el suelo y ella quedando encima.

¿Aún no has logrado el bankai Hisagi? No lo creo...pero no quieres mostrarlo.

-Hisagi...última oportunidad. Libera tu bankai...por letal que sea.

Recuerdo que odia su shikai por que es demasiado peligroso, quizá el bankai lo sea aún más.

-Si no puedes o no quieres hacerlo...has perdido.

Todos se quedan expectantes.

Agh,... taicho... podrías haberte quedado callada...

Devuelve su zampakûto a su forma original.

- No puedo taicho. Mizu gana.

-Acabarás sacándolo, ya lo creo. Mizu kotaicho puede comentarte lo...blanda...que soy cuando entreno a alguien.

Un rato después cuelgo la lista en la cafetería.

1º- Reena
2º- Mizu
3º- Hisagi
4º- Kenin
5º- Kizuku
6º- Issin
7º-...

Y busco al chaval ese, Roy.

-¿Eres hermano de Mizu?

- Hai, taicho.

-Te queda mucho para alcanzarla...hoy ha tenido bastante piedad de tí. Esfuerzate.

Rumbo a mi despacho...a rellenar y firmar papeles.

-Es increible...hasta esto lo echaba de menos.- le comento a Atila.

Le pongo una nota a Hisagi diciendo que a partir del día siguiente entrenariamos todas las tardes.

Y así llegas a la noche de tu segundo día como capitana de la novena...otra vez. Cenas, como acostumbras, en familia con Soyu, Yoruichi y Soi Fong y os quedáis charlando hasta tarde hablando de las clases de Soyu, de algunas anécdotas y del enfrentamiento entre capitanes como tema principal.

Hasta que finalmente se hace muy tarde y estás deseando llegar a tu habitación, con esa mullida cama, con Atila a tu lado y la chimenea encendida.

Llevas a Soyu hasta su dormitorio, le das las buenas noches y vuelves a tu división, con unas ganas tremendas de acostarte tranquilamente. No obstante... la tranquilidad nunca dura mucho.

Una vez llegas, Mizu aparece corriendo. Tiene quemaduras en la cara y tose.

- ¡Taicho! ¡Su despacho está ardiendo! Fue una mujer extraña, ¡la vi! Pero luego no pude seguirla. Hansha... Hansha no me respondió... intenté apagar el fuego pero es tremendo.

En efecto, ves humo negro salir de tu despacho.

-Como hayan quemado los informes que rellené ayer mato a alguien ¬¬

Voy hacia mi despacho.

-¿Y que dices de que Hansha no te responde?

¿Sabes que puede ser Kâryu?

Te sigue.

- No. No me responde. Es extraño. Nunca se ha enfadado conmigo y de hecho no le hice nada para que no me hablase...

Karyu no te responde.

Las llamas comienzan a salir del despacho. Como no se haga algo pronto se quemará todo el edificio.

- ¿Qué hacemos taicho?

-Organiza a la división con cubos de agua, y apagadlo si se descontrola más.

Entro a mi despacho.

Kâryu no me responde...una mujer en mi despacho...fuego...

-Oe, Kâryu, ¿Qué haces?- lo busco con la mirada entre el fuego.