Partida Rol por web

Seis días para morir

Día 1

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02/01/2010, 03:29
Director

 

Martes 22 de diciembre, 19:57 h.

 

Amanda entreabrió los ojos aun bastante adormilada. El suave golpeteo de la lluvia sobre el techo del coche la había despertado. Parpadeó un par de veces y luego tras dejar escapar un bostezo miró a su alrededor. Con la cabeza apoyada sobre su regazo seguía Sofía profundamente dormida. Acarició con ternura sus suaves cabellos y la arropó con su propio abrigo.  La niña se revolvió en sueños y murmuró algo ininteligible para después abrazarse más fuerte a sus rodillas. Justo en ese preciso momento su mirada se cruzó con la de su hermana Elena que sentada al volante las observaba a las dos con semblante serio por el retrovisor. Las dos se sonrieron.

-Pronto llegaremos. Ya casi estamos.- Susurró  Elena con mucho cuidado de no interrumpir el sueño  de su sobrina.

Amanda asintió con la cabeza y continuó acariciando dulcemente a su pequeña. Se la veía tan diminuta arrebujada bajo el abrigo…era su pequeño milagro, lo mejor que le había pasado en la vida. Un cielo de niña que alegraba la vida de todos los que la rodeaban.

Elena detuvo el coche frente a un viejo edificio de ladrillo de ocho plantas. Pensativa echó una larga mirada por las ventanillas al vecindario y resignada soltó un suspiro. Podría ser peor. La voz de su hermana interrumpió sus cavilaciones.

-Es lo único que podemos pagar de momento. Además me han asegurado que está completamente amueblado.

Elena asintió con la cabeza, apagó el motor, se abrochó el abrigo y salió a sacar las cosas del maletero. Sofía con cara de sueño alzó la cabeza dejando caer el abrigo.

-¿Hemos llegado ya?

Amanda sonrió y tras asentir con la cabeza le dio un beso. Las dos salieron del coche para encontrarse con Elena que ya había descargado las maletas.

-El portero nos espera, me dijeron que el me daría la llave.

Se encaminaron hacia la puerta acarreando el equipaje. Un hombre de mediana edad pasaba diligentemente una fregona mientras canturreaba entre dientes una alegre melodía. Al percatarse de su presencia dejo su tarea y les dedicó una amable sonrisa.

 

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02/01/2010, 07:31
Elena

- Hola, somos las nuevas inquilinas.... Nos han dicho que usted nos daría la llave.

Me acerco a hablar con el hombre, mientras Sofia se despereza. Espero en breve poder subirla y que descanse en una cama. Luego me ocuparé de llenar la despensa, mientras Amanda y ella se hacen al sitio.

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02/01/2010, 09:24
Sofía

Me estiro ligeramente y doy un pequeño bostezo mientras miro a mi tía sacar las maletas y a mi madre acercarse a un hombre raro.

- ¿Te ayudo, tía Ele? - Pregunto con mi vocecita aguda al verla cargada.

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02/01/2010, 11:26
Amanda

Miro la vivienda con desagrado a nuestra llegada. No es el mejor lugar del mundo para vivir, pero mi hermana tiene razón, de momento no nos podemos permitir mucho más.

"Ya sacaré la familia adelante, Elenita, lo haré. Demostraremos que nos las podemos apañar bien sin tu padre. Aunque... Creo que los comienzos van a ser un poco duros...".

Recordando nuestra antigua casa, la idea de vivir en ésta hace que se me forme un nudo en la garganta, pero es lo que hay. Debo aprender a prescindir de casi todo lo que tenía antes, y pensar en términos de ahorro, economía... Al menos somos libres, lo cual no es poco.

Deposito las maletas en el suelo, con resignación, y al segundo veo a un hombre que me había pasado desapercibido mientras estaba inmersa en mis cavilaciones sobre lo negro de nuestro futuro. A juzgar por el mocho que lleva, estaba fregando la entrada, pero debió detenerse al llegar nosotras.

"Supongo que será el portero" pienso, y al ver cómo nos sonríe, como si hubiese estado esperando por nosotras, casi puedo decir que se han confirmado mis sospechas. "Parece un tipo amable. Mira, eso sí es un cambio, encontrarte una sonrisa al llegar a casa en vez de a un ogro malumorado porque aún no le he lavado la ropa que no se va a poner hasta dentro de dos semanas".

Le devuelvo la sonrisa, y extiendo mi mano a modo de saludo.

"¿Es usted el conserje?- pregunto- Somos las nuevas inquilinas. Creo que llegamos un poco antes de lo que habíamos comentado por teléfono, pero es que no encontramos apenas tráfico y tardamos muy poquito en recorrer el camino.

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02/01/2010, 14:20
Elena

- Claro que si, princesa, mira puedes llevar ésta. Le acerco a la niña un neceser de colgar donde Amanda ha metido las cosas de mano de la niña. Se sentirá bien cuando nada más subir pueda disponer de su cepillo de pelo, y cosas pequeñas.

Tomando las maletas me acerco a Amanda con una sonrisa confiada. Sé que el sitio es cutre, pero nadie nos incordiará, y la tranquilidad personal es muy importante.... sobre todo para ellas ahora mismo.

Llegando a su altura, le hablo bajito:

- Vamos hermanita. Esto será temporal, es un nuevo comienzo....Nunca estareis solas. Deposito un beso en su mejilla y seguimos esperando respuesta del portero.

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03/01/2010, 01:53
Sofía

Sonrío a mi tía Ele mientras cojo el neceser que me tiende.

- ¡Vale! ¡Ya verás como puedo yo sola! - Exclamo con entusiasmo mientras pruebo a levantar el neceser. La verdad es que no pesa mucho, así que la cojo con un increíble orgullo de mí misma por poder ser útil en algo. 

Al llegar a donde está mi mamá, no puedo evitar mirar nuestra nueva casa. Lo cierto es que no me gusta demasiado, pero si mami quiere que vivamos aquí, y eso la pone contenta, no voy a protestar. Al menos de momento. Poso mi carga en el suelo y no evito girarme hacia la tía:

- He podido yo sola - Digo con alegría para después girarme y ver al señor con el que mamá está hablando. Me acerco a ella, le doy la mano y me dirijo al hombre:

- Hola, me llamo Sofía. - Me presento con mi habitual sonrisa aunque con algo de temor. Últimamente no me gustan mucho los hombres... aunque eche de menos a papi... Aunque ahora está la tía Ele.

 

 

 

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03/01/2010, 03:20
Ernesto

 

El hombre apoya el mocho en la pared y se apresura a limpiarse las manos frotándoselas en las perneras de sus tejanos antes de ofrecer su mano para que se la estrechéis.

-Yo soy Ernesto, el conserje, encantado.  Llegan en el mejor momento, por favor perdonen el desorden.- Luego con los brazos en jarras y una amplia sonrisa se inclina hacia la niña. – Sofía, un nombre muy bonito para una niña muy guapa.- Le acaricia la cabecita con ternura. –Te pareces mucho a tu madre.- Añade lanzando una radiante sonrisa a Amanda y guiñandole un ojo a Elena.

-Pero estarán deseando ver su nueva casa así que no las entretendré más. La han alquilado por teléfono ¿verdad? – Dice mientras se mete tras un pequeño mostrador  en un rincón tras el que se ve una puerta que lleva a la portería y empieza a rebuscar en un cajón abarrotado de cosas.- Mmmm, vamos a ver…ático izquierda…aquí!!!  Lleva mucho tiempo vacío, pero es bastante amplio para las tres y tiene de todo. La anterior inquilina se fue sin llevarse nada.- Os entrega dos  pequeños llaveros con tres llaves cada uno. – La más pequeñita es la del buzón y la redondeada la del portal. Para cualquier cosa que necesiten no duden en llamarme y acudiré raudo.- Tras un instante de duda se fija en las maletas. – ¿Quieren que las ayude con eso?

 

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03/01/2010, 11:39
Amanda

Sonrío a mi niñita cuando la veo carretar una pesada maleta ella sola hasta donde estoy yo.

-Muy bien, cariño, es que ya eres más fuerte que tu madre- le digo, sonriendo, mientras le acaricio suavemente la cabecita. Me encanta acariciarle el pelo, cosa que me sorprende, porque tiendo a no soportar que nadie me lo toque a mí.

Eso no es del todo cierto, Amanda" me digo. "No lo soportas ahora, porque te recuerda a él. Él solía acariciarte la cabeza al despertar, cada mañana. Era su único gesto cariñoso, y no soportas recordar nada bueno de él, así que no es que no soportes que te toquen el pelo, es que no quieres saber nada de cosas que tuviesen que ver con ese maldito bastardo con el que te habías casado".

El hombre que se encuentra a la puerta nos saluda amablemente. Parece que sí es el portero. De primeras me cae bien. Es educado, y muy amable. Agradezco encontrarme con una cara amigable de entrada en mi nuevo hogar. Quizás sea una forma de comenzar con buen pie.

-Gracias, gracias- digo, al ver que se desvive por tratar de sernos útil- Así que lleva mucho tiempo deshabitada. ¿Eran cuidadosos los antiguos inquilinos?- lo oigo ofrecerse a ayudarnos con el equipaje- De nuevo gracias. Si hay ascensor, no será necesario. Si no lo hay...- me siento ruborizarme ligeramente- Sí que agradecería que nos echase un cable, si no es molestia.

Tomo las llaves, y me dispongo a seguirlo.

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03/01/2010, 22:45
Elena

- ¡Muy bien, campeona! Ya sabia yo que eras una niña mayor.

Respondo a mi sobrina, mientras Amanda habla con el portero. Ese ceño repentino en su cara... Algún recuerdo desagradable. Habrá más trabajo que hacer dentro de su cabeza, que en la casa. Escucho atenta al portero, sobre los anteriores inquilinos.

Amanda se dispone a entrar tras él, y yo tirando de otra maleta le hago un gesto a Sofi con la cabeza:

- Venga princesa. Y no pongas esa cara, sé que no es tan bonita como tu anterior casa, pero va a ser mucho más divertida. Y eso es una promesa.

Entramos en el portal siguiendo al portero mientras pienso:

Al menos será más tranquila.

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04/01/2010, 01:15
Sofía

Muy orgullosa de mis logros y las felicitaciones recibidas, sonrío a mi tía Ele mientras asiento con la cabeza.

Si tú estás con mami y conmigo en casa, seguro que lo será. - Digo con mi dulce vocecita mientras me dispongo a coger de nuevo el neceser y cargar con él otro poco. Aunque lo cierto es que pesa bastante para mí, por lo que mirando al portero le digo con picardía infantil:

- Señor Ernesto, ¡a ver si eres tan fuerte como yo y puedes con esta maleta! Yo ya pude, ¿verdad mami? - Le tiento empujándole el neceser que hasta ahora cargaba.

A continuación me sitúo al lado de mami y, puesto que tiene las manos ocupadas, me cojo sin estorbarla a su pierna para ir a su lado.

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06/01/2010, 03:55
Ernesto

-Pero si no tiene que dar las gracias, es  un auténtico placer ayudarlas.- responde  con una enorme sonrisa al agradecimiento de  Amanda – La casa lleva mucho tiempo deshabitada pero no sabría decirle exactamente cuánto. - mira pensativo hacia arriba un instante. - Yo llevo trabajando aquí casi un año y medio y ya estaba vacía entonces. Creo que vivía allí una anciana con su nieta así que la decoración estará algo pasada de moda pero nada que no se arregle con un poco de buen gusto. Además, su vecino de enfrente, Héctor, se ha pasado esta mañana a limpiar y adecentarla un poco. – Cuando Sofía le reta, el se coloca frente a la niña nuevamente con los brazos en jarras agachándose para estar a su altura. – ¿Qué si soy tan fuerte como tú? Soy el hombre más fuerte del mundo!!! Seguro que yo también puedo!!!- Se inclina y agarra el neceser usando ambas manos. Tira hacia arriba haciendo lo que parece ser un esfuerzo titánico apretando los dientes con una mueca divertida para delicia de Sofía y finalmente lo levanta. –Uff, eres mas fuerte de lo que pareces.- Os guiña un ojo mientras recoge vuestro equipaje antes de guiaros hasta un viejo ascensor.

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06/01/2010, 03:56
Director

Tras lo que parece una eternidad el ascensor os lleva hasta la octava planta. Un estrecho pasillo separa dos puertas enfrentadas. En el rellano una pareja discute violentamente, la mujer con evidentes síntomas de embriaguez apesta a alcohol barato. Cuando ve a Sofía rompe a llorar. El hombre la abraza y lanzando una mirada de disculpa se la lleva escaleras abajo. Podéis escuchar cómo se abre una puerta un piso mas abajo para cerrarse luego con un portazo cuando el llanto desesperado de la mujer se hace mas intenso.

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06/01/2010, 22:56
Elena

Resoplo suavamente, mientras alargo una mano hacia Sofia, para acariciarle la cabeza.

También es mala suerte, encontrarnos con esta escena.

Me dirijo hacia el portero para preguntarle en voz baja:

- ¿Se dan muy a menudo escenas de esta índole?- Lo pregunto sin acritud alguna, simplemente preocupada por el bienestar emocional de Amanda y de Sofia.

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07/01/2010, 00:11
Sofía

Ante la escena que acabamos de encontrarnos no puedo menos que poner un puchero y agarrarme a la pierna de mi tía Ele con más fuerza de lo habitual. Sin embargo, consciente aún en mi infancia que mi madre se preocuparía por ello, trato de disimularlo ante ella. 

Así, cuando mi tia Ele se acerca al señor Ernesto, me aproximo a mi mami y tirándole del pantalón pregunto:

 

- Mami, ¿Cuál es la nuestra? ¿La de ahí o esa otra? - Consulto señalando las dos puertas y tratando de distraerla.

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07/01/2010, 02:19
Amanda

El conserje me resulta la mar de simpático. Me parece que hará muy buenas migas con Sofía, y eso la puede ayudara adaptarse mejor, dado que tendrá a alguien cerca a quien "vigilar" en sus horas de aburrimiento tras el colegio, mientras el hombre trabaja. Casi puedo imaginármela haciéndole miles de preguntas sobre todo, y tratando de ayudarlo...

Casi me entra la risa imaginando a Sofía en esa escena, pero en ese momento, justo cuando salimos del ascensor, mi media sonrisa da lugar a una mueca de desagrado.

Una pareja discutiendo. Genial, lo que me quedaba por ver. No gracias, ya lo viví demasiado tiempo en mis propias carnes.

Agarro a Sofía de la mano, e ignoro mirar a la pareja, como si no estuviesen.

-Creo que nuestra casa es la de la izquierda, cariño. ¿Me equivoco?- miro al conserje y a Elena. Creo que Ernesto nos había dicho que era la de la izquierda, pero tampoco estoy convencida del todo- Sobre ehm... Lo del buen gusto...- digo, por retomar un tema anterior al de presenciar la discusión- Bueno, poco a poco iremos reformando el piso. Si nos gusta, siempre podemos ir dejándolo cuco para que parezca un hogar. De todos modos, me gustan bastante los muebles rústicos, así que seguro que no me desagrada demasiado lo que vea.

Realmente, lo que voy a ver no son muebles rústicos, sino viejos, pero evito que se note que me desagrada la idea de vivir en la miseria.

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07/01/2010, 03:36
Ernesto

 

Ernesto contempla perplejo la escena. Cuando la pareja se va parece algo incomodo y avergonzado por la situación. Se asoma un momento a la escalera para asegurarse de que realmente se han ido, tras la pregunta de Elena mira dubitativo a Sofía y se detiene a meditar su respuesta, parece preocupado por escoger las palabras correctas cuando Amanda le pregunta cuál es la puerta. El suspira aliviado al ver que madre y niña parecen mas interesadas en la casa que en lo que acaba de suceder y lanza una mirada cómplice a Elena. – Luego se lo cuento.- susurra.

Con una sonrisa algo forzada se vuelve hacia Amanda. -No se equivoca, esa es.- dice al tiempo que señala la puerta de la izquierda. – Adelante, abran la puerta de su nueva casa!!-

 

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07/01/2010, 03:37
Ernesto

Tras girarse Amanda y la niña hacia la puerta, Ernesto te agarra de la mano, te hace retroceder un par de pasos y empieza susurrarte.

- Esa señora se llama Gloria, vive en el piso de abajo. Me contaron que tenía una niña de la edad de Sofía, pero murió hace varios años y lleva desde entonces enganchada a la botella.- se para a asegurarse de que Amanda y Sofía no le escuchan antes de seguir. -  El hombre que estaba con ella es Héctor, su vecino de enfrente. El hace lo que puede por ayudarla pero no consigue que se quite de la bebida. Tambien dicen que si el la ayuda tanto es porque era el padre de la criatura.

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07/01/2010, 15:46
Amanda

Le cedo el honor a mi hermana, y me quedo tras ella, expectante, abrazando a mi pequeña Sofía.

"Que no sea una pocilga inmunda, por favor" ruego, en silencio. "Modesta sí, pero una vivienda espantosa no. Haz que sea lo suficientemente digna como para que podamos hacer de ella un hogar".

 

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07/01/2010, 22:40
Elena
Sólo para el director

- ¿Qué le ocurrió a la niña? Pregunto algo preocupada mirando a Amanda y a Sofia. Sobre todo a la niña...

 

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07/01/2010, 23:19
Director

Tras el gesto de Ernesto señalando hacia la puerta te giras por un momento. Al volverte te encuentras con que Elena y Ernesto han retrocedido unos pasos y están cuchicheando. Puedes notar la preocupación en los ojos de tu hermana.