Miro a Matias de arriba a bajo sin poder contener una sonrisa.
-Espero que hayas acabado con las chulerias y terminado de amedrantar a unos ancianos, asi pasamos a lo que hemos venido en una de las habitaciones.-digo a media voz. Luego me acerco un poco mas.- Y si se te ocurre vacilarme como a estos caballeros te van a tener que sacar los dientes de la lengua. Espero que este todo claro.
Les indico la puerta.
-Ahora podemos tomar algo en la habitacion y nos contamos lo que hemos averiguado de este encantador sitio.
Matias pasó a la habitación junto con el resto. Su rostro seguía inexpresivo, casi carente de emociones, como si aquellas situaciones fueran lo más habitual en su día a día.
-"Así que tu debes de ser el músculo del equipo, tosco, directo y con facilidad para las amenazas...", observó al motero con pose de duro de arriba a abajo, "...norteamericano, ¿no me equivoco verdad? y por tu marcado acento diría que de la costa oeste".
Si Matías se había sentido amedrentado por las palabras de Ronald era imposible de determinar, lo que si estaba claro es que parecía ser muy competente en lo suyo.
-"Bueno, esto es lo poco que he podido recopilar estos días...", comenzó desde el principio su llegada, la relación con el personal, su breve contacto con los clientes, etc. Posiblemente poco más de lo que ya supieran sus compañeros.
Motivo: Chequeo (Frialdad) 7
Tirada: 1d20
Resultado: 18
Chequeo de Frialdad (18): "Imposible"
Máster no si se conozco algún detalle sobre los empleados que merezca la pena saber, que son los que me he codeado algo más. Supongo que tendré asignada una habitación en el ala destinada al servicio.
Durante tu estancia has visto a algunos huéspedes ir y venir, de los que aún siguen en el hotel sabes:
Cuando vais a la habitación para retomar allí la conversación no encontrais a Willy por ninguna parte, pero sí encontrais una nota: "Me he tenido que retirar, se me requería en otra parte"
Un buen rato después de que Matías os esté poniendo al día de los acontecimientos que han tenido lugar antes de vuestra llegada, escuchais unos gritos provenientes de los pasillos, alguien grita en busca de ayuda
La desaparición de Willy no la acabo de creer, la nota no puedo saber si es suya ya que nunca he visto anteriormente su letra. No lo encuentro claro.
Al oír el grito me levanto señalando la puerta de la habitación.
– Dos cosas extrañas seguidas es demasiada coincidencia. Y es muy curioso lo de la nota, y que nadie se haya puesto en contacto con nosotros mediante una llamada a recepción.
Una vez al lado de la puerta a punto de abrirla. – ¿Venís alguno?
Me levanto presto con cara resuelta.
-Por supuesto Edmund, veamos que pasa en este hotel. Hay algo francamente extraño en esta mision.
Compruebo la pistola y la vuelvo a meter en su funda y salgo hasta la puerta en espera que salgan el resto.
Antes de poder comentar mis descubrimientos durante estos días un grito nos pone en alerta.
-"Salid vosotros primero, evitemos que nos vean juntos".
Mientras Matias se queda observando desde la puerta.
Thomas sale al pasillo, con su perra Laika.
- ¿que demonios ocurre?
control animal me permitiría usar al perro para rastrear? Sí
Camino un par de pasos por detrás de Thomas y su perra Laika.
– Vamos pues, – señalando a la perra, – ella nos guiara al origen del grito.
Mientras avanzamos voy preparándome para activar escudo de fuerza por si hiciera falta.
Thomas ordenó a su perra que rastreara el sonido del grito, entonces todos salieron, Matias el último para que no los vincularan, al llegar al origen del grito veis a varios huéspedes alrededor de una alterada Dora Hampton
-¡Mis joyas! ¡Han desaparecido todas mis joyas! ¡Y mi compañero ha desaparecido también!
Thomas -1 de bioenergía
Matías salió de la habitación sacándose los faldones de la camisa y desabrochándose un par de botones, para aparentar que estaba apunto de irse a dormir.
Los gritos procedían de Dora Hampton, la estrella de cine norteamericana.
Raudo, como se esperaba de un trabajador del hotel se fue haciendo hueco entre los huespedes hasta llegar a ella. Por sus palabras parece que tanto sus joyas como su compañero han desaparecido lo que apunta a un más que probable hurto.
-"Señorita Hampton, por favor tranquilicese y cuenteme que ha ocurrido", su voz intentó sonar sosegada para reducir el estado alterado en que se encontraba la cinquentona.
-"Enseguida avisaré al señor Lilienthal y le prometo que haremos todo lo posible para solucionarlo".
Le ofreció su brazo para evitar que se cayera si sufría un desmallo e intentó hacerla volver a la habitación.
Motivo: Chequeo (Seducción o Carisma): para ganarme la confianza de Dora y conseguir que se tranquilice
Tirada: 1d20
Resultado: 11
Chequeo (Seduccion o Carisma): Dificil/+2
Antes de que me decida a hacer alguna pregunta llega Matías y al ser un empleado no tiene que inventarse ninguna historia para ponerse a su servicio.
Me quedo esperando allí intentando cruzar mi mirada con la suya por si nos indica que lo sigamos.
Sino siempre podría ofrecerme para ayudar a la dama. La única manera de conseguir mas información.
Cita:
Mi idea era más olfatear rastros ...
¿Qué tipo de rastros? No le has dicho que buscar, el hotel está lleno de olores xD
A pesar de los intentos de Matias, Dora parece más interesada en Edmund, se agarra a su brazo de manera coqueta a pesar de su disgusto
-Me he levantado al ver que mi amigo no estaba conmigo, entonces vi que mi joyero había desaparecido. ¡Todas mis joyas!
Reacciono rápidamente poniendo la cara que pongo en las reuniones para recaudar fondos para las campañas de excavaciones arqueológicas cuando alguna dama parece mas interesada en los que lo presentamos que en el proyecto en sí mismo.
– Tranquilícese señora, – dándole unas suaves palmadas en su hombro. – Hare todo lo que este en mi mano para ayudarla.
Mirando a Matias. – Creo que el empleado tiene razón, hay que dar aviso de lo sucedido.
Hago un gesto afirmativo con la cabeza a Edmund y le dejo con la señorita Hampton. Mientras me giro hacia los presentes.
-"Por favor señores, deberían volver a sus habitaciones. Les agradecemos su interés pero todo se resolverá en breve. Muchas gracias".
Dicho lo cual me dirijo hacia el despacho en busca del director Lilienthal en primer lugar y de no encontrarlo a su habitación.
Dora se mete en la habitación con Edmund, mientras tanto Matías apremia a todos a volver a sus habitaciones, poco a poco el pasillo vuelve a quedar desierto
-¡Qué disgusto! ¡Mis joyas! ¿Se lo puede creer?- Dora se sienta en la cama sin soltarte del brazo obligandote a sentarte con ella
Después de ver la luz del despacho del señor Lilienthal apagada vas a su habitación, te abre a toda prisa, parece que lo has pillado vistiendose a toda rapidez
-He escuchado los gritos, ¿qué ha pasado?- te pregunta mientras se termina de meter la camisa en los pantalones y abrocha su chaqueta
Entro tras Edmund.
-Quizas la dama necesite necesite un poco de seguridad en lo que se tranquiliza, señor Mcclurg. Si no tiene inconveniente entro con ud.
Digo muy educado.