Partida Rol por web

El hombre se para.

Te mira fugazmente en los ojos y termina diciendo. - ¿Quien?

Luego parece que su atención se centra en el techo y pierde la vista hacia allí mientras ladea la cabeza observando ... algo ...

Lucas parece que ha escuchado su nombre.

Si sigues hablando con el terminaras fatal! - Dice amistosamente.

Mohamed ríe y el predicador parece no entender que pasa aún sumido en su cóctel de drogas tranquilizantes.

-No habla mucho así que...- respondo a Lucas encogiéndome de hombros antes de levantarme de la silla.
No podía esperar mucho de cualquiera de los residentes de este sitio pero había imaginado que quizá él supiera más de lo que aparentaba... supongo que no.

No me queda más remedio que resignarme, como siempre, y empezar a plantearme el volver a meterme en su gorda cabeza en una de estas ocasiones en las que estemos suficientemente relajados.

Aún así opto por no hacerlo ahora y salgo de la sala con un hondo resoplido antes de empezar a recorrer los pasillos con total parsimonia. Es mejor así, el tiempo pasa un poco más rápido, aunque apenas es perceptible...
Me dirijo hasta una de las puertas con barrotes y cerrada a cal y canto que conecta con el ala de mujeres y espero ahí en silencio a no ser que alguien venga a echarme por no hacer nada ni estar drogado.

Pronto llega la hora del recreo en la que os abren las puertas del patio y podéis salir a estirar las piernas ... cada ala del recinto tiene a sus pacientes encerrados en una parte del patio, con altas telas metálicas que impiden el contacto entre locos.

Es un rato relajado y tranquilo en el que podéis estirar las piernas debajo el sol por un momento mientras cada uno balbucea a su rollo sin compartir mucho el tiempo con los demás.

Salir en el exterior es opcional.

En todo caso, todos se van de aquí menos el conejo de pascua que se va a su habitación susurrándole cosas a las ventanas.

Bueno a andar un poquito. Solo faltaría que nos dejaran fumar un poco. - Sonríe Lucas mientras se va hacia las escaleras para salir al patio.

Fumar es malo para salud. - Dice Moha sin prestar mucha atención a los enfermeros que los miran severamente.

 Bah, con suerte saldría antes de esta puta cárcel. - Sentencia el otro.

Sonrío ligeramente ante la conversación trivial y más o menos normal que entablan Lucas y Mohamed. Parece que se llevan bastante bien aunque es normal teniendo en cuenta que son de los pocos cuerdos que quedan por estas instalaciones.
Observo como se marchan cruzando la puerta que conduce al exterior y tengo claro que yo también necesito un poco de aire fresco, quizá incluso me una a ellos más tarde... pero no ahora.

Sé que las mujeres suelen salir a la misma hora que nosotros, probablemente porque los propios trabajadores lo prefieren así para poder parlotear entre ellos... y cualquier otra cosa. Así pues me detengo en uno de los pasillos más concurridos y escucho al resto de "compañeros" moverse en dirección al jardín como si fueran ovejas mientras vigilo una de las puertas con barrotes y cerrada a cal y canto que conecta con el ala de mujeres.
 

Estas por unos momentos observando la puerta sin ver ningún movimiento.

Los enfermeros parecen estar aprovechando que las celdas están vacías para limpiar, cambiar sabanas y ordenar un poco la sala. Hay algunos doctores que parecen estar discutiendo algo entre ellos pero no prestan nada de atención a su alrededor.

Finalmente, parece que tu conducta llama la atención de uno de los enfermeros que se te acerca con suspicacia ... mira donde miras y dice - Las chicas ya están en el patio.

Yo no me encapricharía mucho. Ya sabes que no podéis tener contacto físico.

El enfermero es un chico negro, relativamente joven y con una fea cicatriz que surca su cara ... probablemente de algún encontronazo en el lugar. Ahora mismo lleva un cubo que huele a mierda, las heces de uno de los locos que ha decidido hacer sus necesidades en el suelo de su habitación.

Al ver que arrugas la nariz se disculpa.

Si, desagradable ... ¿verdad? - Dice con verdadero tono a hastío.

Luego va a vaciar el cubo en unas bolsas (junto a los guantes de látex que lleva) y se pone a ordenar sillas y mesas del comedor.

-Ya bueno... gracias- respondo escuetamente al enfermero mirándolo con cierta desconfianza y a la vez compasión por tener un trabajo tan sacrificado y que tan poco compensa. O al menos eso parece.

Miro por última vez los portones y tras un chasquido de lengua de resignación abandono el pasillo llegando hasta el patio donde ya están todos dispersos. A algunos ni siquiera los conozco por lo que deben de ser bastante nuevos y a la mayoría solo de vista... porque no suele interesarme demasiado lo que tengan que decir.

Finalmente me acerco hasta el banco donde Lucas y Mohamed siguen compartiendo charlas triviales. Al menos sé que no se alterarán por mi presencia y eso ya es mucho.
-¿Cuánto os queda para salir de aquí? Yo creo que en lugar de volvernos cuerdos nos dejan todavía más tarados...- comento con naturalidad y cierta ironía ya que es un tema habitual en esta mierda de sitio, sentándome con la espalda apoyada en el respaldo y los brazos entre las piernas.

Mientras te vas el enfermero de observa con atención, casi sin hacer nada ... luego continua con lo suyo.

Cuando llegas al patio, encuentras a esos dos.

Pues ... a saber, ya sabes como va eso. Cuando terminas los años te visita un psicólogo, te analiza y decide si ya te puedes ir ... es un hijo de puta y aún no he visto que deje salir a nadie a no ser que esté apunto de morir de vejez. En teoría a mi me faltan 5 años.

¿Que? - Dice una voz nerviosos que os pilla por sorpresa. - ¿Que quieres decir con que no sale nadie?

Joder! Yo no debería estar aquí! Mierda mierda mierda!

Mohamed niega con la cabeza con una expresión de lastima.

Será mejor que tu calmar y hacer las passes con dios.

A mi quedan 10 años, pero no creer que me dejen salir ... soy un enemigo de estado. - Medio sonríe. - Si creen que enserrado aquí no voy a odiarlos mas, equivocarse.

¿Aún piensas en bombas y el Jihad? 

Lucas enarca una ceja con desaprobación.

Estas loco.

¿Y donde creer que estar tu?

Sonríe irónicamente.

O acaso creer que tu país te trata mejor a ti que a mi. No loco. Yo creyente.

El paraíso me espera. - Termina diciendo mientras junta las manos a forma de plegaria.

Mierda mierda mierda mierda.

Murmura risitas sentado en el suelo.

Mierda mierda mierda mierda.

-Ya me imaginaba algo así... En fin, creo que aún nos queda mucho tiempo para conocernos mejor- tuerzo la boca dejando claro que esa idea no es la más alentadora del mundo pero probablemente no tenemos más alternativas. Al menos ellos, yo sigo intentando enterarme de algo o tener la más mínima oportunidad de escabullirme de nuevo pero hay que admitir que no es nada fácil. Quizá si un día soy capaz de meterme dentro de la cabeza de algún doctor o enfermero tenga una verdadera posibilidad.

Dejo escapar entonces un suspiro y me limito a mirar el patio y a los que merodean por él sin demasiado interés, escuchando la conversación de Lucas y Mohamed de fondo.
-¿Preferirías estar en prisión? Al menos aquí no tienes que preocuparte de las duchas...- le digo a Risitas después de sus comentarios delirantes antes de quedarme mirándolo un rato seguido.

Su mente estos días está siendo de las más débiles y probablemente tenga algún que otro resquicio por el que pueda "colarme". Al menos creo que no será una experiencia tan negativa como con Pascua y algún que otro psicópata.

Mientras habláis te percatas que Chloe también esta en el patio ... aunque apartada de los hombres como todas las mujeres y con un pasillo intermedio de 3 metros entre las vallas.

Aunque te mira de reojo, parece estar hablando con dos otras mujeres.

-Hm... si me disculpáis...- me levanto del banco mostrándome bastante más educado con los supuestos lunáticos que con los doctores y enfermeros y me alejo de ellos hasta acercarme a la valla que por suerte por el momento no está electrificada ni nada similar. Supongo que nunca han tenido problemas graves o reales de huida pero es normal teniendo en cuenta el estado casi catatónico de la mitad de pacientes.

Observo a Chloe desde la lejanía y me limito a "saludarla" con un movimiento de cabeza. Quizá no me preste atención porque acostumbra a ser más prudente que yo y es probable que siga disimulando con sus compañeras aunque me haya visto pero no la culpo, simplemente a mí ya empieza a darme igual y no tengo mucho que perder aunque los enfermeros sepan o crean que ella me gusta. No creo que lleguen a imaginar que realmente la conozco, se supone que eso sólo lo sabrán los doctores que hayan leído nuestros informes al completo... y seguro que son pocos.

Suspiro hondamente echando de menos no sólo su compañía si no una amiga en la que poder confiar y me vuelvo a preguntar por enésima vez dónde habrán metido a Kai. Supongo que en otra prisión de alta vigilancia, primero tendremos que encargarnos de nuestro propio encierro.

Una vez consigo tranquilizarme un poco más y empiezo a dejar de darle vueltas a la cabeza, intento nuevamente establecer contacto con ella.
Lo he intentado muchísimas veces sin éxito pero eso no quiere decir que vaya a rendirme, al menos sé que ella lo aceptaría de buen grado... a menos que haya cambiado mucho.

¿Que le intentas decir?