Partida Rol por web

A su ritmo, Angie va caminando entre la gente para llegar al exterior del metro y a nivel del suelo de la ciudad. No parece que su presencia alarme a nadie o que se percaten en ella.

Finalmente consigue llegar a la salida, con una vista soleada de un rascacielos a través de un moderno andamio de chillones colores.

El sonido lejano de la gente, el metro, los altavoces o el transito parecen mas leves aquí, entremezclados con el ocasional sonido de alguna paloma. Angie nota el cálido calor del sol pasar a través del andamio para acariciar su piel a medida que un paso detrás de otro lo llevan hacia el exterior. 

Quizá se pregunte que habría pasado si nunca se hubiera embarcado en esa aventura y continuara siendo Angie, si apreciaría el sol con el mismo entusiasmo, o se fijaría en los pequeños detalles de la vida, virtuales o no, que confecciones el enorme mural de la civilización. O quizá no se pregunte nada y simplemente ande, con nerviosismo apartándose del lugar que minutos antes parecía una trampa mortal.

De hecho, prestando atención, se puede escuchar el sonido de las sirenas entre los edificios, signo sin duda, de los agentes que van detrás de ellos.

Cuando se siente mas segura, sentada en un banco de un pequeño parque con una fuente en el centro decide contactar con Vladimir.

Cuando ya me encuentro en la calle, levanto la vista hacia el sol y la fuerte luz me obliga a cerrar los ojos, pero no bajo la mirada. Con el rosto levantado, serena, dejo que mis sentidos disfruten del momento.

Puedo escuchar la gente a mi alrededor. Un hombre acaba de pasar cerca de mi, charlando, casi gritando. Hablaba con alguien y le protestaba porque "el modelo M-334 no saldrá en la fecha prevista". A lo lejos las sirenas ... y de repente el aleteo de un par de palomas huyen asustadas porque un coche que acaba de tocar la bocina.
Inspiro profundamente hinchando el pecho. Se que ya no lo necesito, pero me gusta hacer como si lo necesitara. Respirar y oler el aire. Huele a ciudad ... y me encanta. Es esa mezcla de tantas olores distintas. Gente, coches, contaminación, cloacas, un puesto de perritos calientes y el viento que lo fusiona todo en un aroma único. Olor a ciudad. El olor pasa a mi boca y casi siendo como si lo pudiera saborear.
Pero es de repente una leve brisa despierta el mas potente de mis sentidos. La piel. Cuando el aire empuja mi capucha y descubre mi cabeza, no me resisto y dejo que el viento meza mi cabello. Mis holgadas ropas de agitan y ondean. Por un instante las percibo como algo ajeno a mi, como si estuviese desnuda y la ropa solo fuese algo lejano que me acaricia todo el cuerpo. Solo yo y el viento.

No se cuando de todo eso es real. Pero no me importa. Me gusta. No se si cuando abra los ojos me encontraré con la muerte mirándome en la cara. Pero no me preocupa. No se si voy a estar viva mañana, ni siquiera dentro de una hora. Pero ya me da igual. ¿ Para que quiero vivir si no me puedo detener de vez en cuando a saborear la vida ?.
Con una ligera sonrisa desperdicio algunos segundos mas haciendo nada. Solo dejando que todos mis exaltados sentidos inunden mi cabeza, llevándome casi a un estado de abstracción absoluta.

Es el llanto de un niño lo que me hace bajar la vista y abrir por fin los ojos. A pocos metros de mi veo a una chica que se asoma por encima el cochecito del que seguramente es su hijo. .... Si, por la forma como lo coge e intenta apaciguar su llanto, debe de ser su hijo de pocos meses. La chica parece un poco asustada y perdida. Debe de ser primeriza y no sabe muy bien que debe hacer con su criatura. Debe de ser una sensación muy incómoda. Mirando a un lado y al otro, parece como si buscase ayuda. Como si esperase que de repente apareciera una hada madrina que la guiase. Pero esto no va a ocurrir. A veces las ciudades son muy frías. Es normal sentirse solo en la multitud.

Este ultimo pensamiento me golpea la cabeza casi como si no lo esperase. Bajo la vista al suelo y me vuelvo a cubrir la cabeza con la capucha. Cuando paso junto la chica, la miro de reojo. Podría decirle algo, preguntarle si necesita ayuda ... si quiere algo ... pero acabo actuando como todos y sigo caminando sin prestarle ninguna atención.

Cuando llego a un parque cercano, me siento en un banco. Es en este momento que me doy cuenda de como me duele la pierna y todo el cuerpo. Pero especialmente la pierna. He intentado que no se notara, pero estoy segura que mas de uno se habrá dado cuenta de que cojeaba mientras venia hacia aquí. Con un largo suspiro bajo la vista y me miro las piernas, los pies. Apoyo los codos sobre mis rodillas y me masajeo levemente la herida de los gemelos por encima del pantalón. Ya se que no va a servir de nada, pero siento como si esto adormeciera un poco mis sensores de daños y me da un leve momento de tranquilidad.

¿ Como estarán los chicos ? - Esta pregunta me sorprende. Hace pocas horas ni sabia de que aun estuvieran vivos y ... les he vuelto a dejar atrás. - Nunca vas a aprender, ¿ verdad ? - Debería intenta contactar con ellos.

Reabro la conexión por Seed con Vladimir - No te puedes imaginar que bien sienta la lumière du soleil en la cara. .............. ¿ Aun no habéis logrado salir ? ... ¿ tenéis algún problema ?, ¿ necesitáis ayuda ?

 No creas, acabamos de encontrar un plano del metro y sabemos que tenemos una salida cerca, Bryan es un genio y nos ha ayudado una momia que lleva aquí un tiempo. Sus ordenadores, aunque desfasados nos han ayudado a ubicarnos, espero que en breves minutos podamos salir de aquí. Hasta ahora Angie.

Si, es bueno ... lo se. - Casi por unos segundos mi mente se pierde recordando algunos instantes de esos 6 años en la Antártida. - Me alego mucho de saber que estáis bien.

Pues me quedo a la espera.

Pasan los minutos y parece que nadie se pone en contacto contigo.

A tu alrededor la ciudad continua con su ritmo diario.

Aburrida de esperar y miro hacia ambos costados sin esperar ver a nadie en particular. Nadie, así que decido moverme un poco y dar un paseo por el parque. Me ira bien para pasar el rato y disfrutar del relajante ambiente ilusorio.

Súbitamente siento de nuevo la pierna y un pinchazo en cuando intento poner el pie en el suelo y apoyar peso en él. - Offf... - Protesto para mi misma. Me agacho un poco para alcanzar la herida y la froto ligeramente esperando calmar el dolor. Esta vez no funciona tan bien como antes.

Tendré que dejar el paseo para otro momento. Con una cojera un poco mas evidente que cuando he llegado aquí, me acerco hacia el cesped donde me siento en el suelo. Levanto la vista hacia los edificios y me obligo a esperar un poco mas. - Solo han pasado 10 minutos ... - Me insisto varias veces.

... y después de esos minutos de aburrido silencio, Jake y Vladimir se ponen en contacto contigo casi al mismo tiempo.

Jake:
¿Angie, estás bien? Soy Jake.

¿Has acordado con Bryan o Vlad un sitio de encuentro? ¿Dónde es?

Vladimir:
Angie camarada, ¿sigues por aquí? Vamos a salir por la estación (ponga el master el nombre que quiera) Vamos a hacerlo por dos salidas diferentes para ver si nos siguen, y esperaremos en un callejón cercano con vistas a las entradas de metro. Aparte esperaremos a que llegues, si la cosa se pone fea por un casual saldremos disparados lo más al norte que podamos.

Después de tanto rato, casi doy un respingo al percibir la llamada de Jake. Cosa que me hace sentir un poco estúpida y contengo una ligera risa mientras me pregunto si alguien me habrá visto asustarme sola.

Para Jake:

Para Vladimir:

Para Jake:

Ya antes de acabar de hablar con Jake, me he puesto en pie y voy andando a paso ligero hacia la estación. Por el camino no puedo evitar darme la vuelta en alguna ocasión. No espero ver nadie siguiéndome, pero parece que me siendo un poco mas tranquila si lo hago.

Si llego a la estación, buscaré un poco por si les veo. Si no les veo tras un primer vistazo, me meto en algún callejón e intento trepar rapidamente por la escalera de incendios hasta la azotea (en caso de haberla). Dede lo alto podría tener una vista un poco mas privilegiada.

Sigo de camino a la estación C35.

Para Jake:

Pasados 10 minutos el grupo se termina reuniendo en el exterior de la estación de metro.

La verdad es que no parece que nadie os esté buscando ni que haya habido algún alboroto cercano. El mundo sigue su curso, coches, personas, palomas ... el ruido de los motores, el caminar de los tacones, algún perro que ladra.

El sol se clava en vuestra piel haciendo que sintáis una agradable sensación de calor mezclada con la ocasional brisa fresa típica de esta región, es decir, si realmente estuvierais en Nueva York o una ciudad similar.

Un mendigo pasa cerca de vosotros pidiendo algo de limosna, un hombre viejo con barba canosa y aspecto demacrado que habla sin que se le entienda y va cubierto con varias capas de ropa desechada. No se detiene ni a comprobar si hay negativa, continua con su caminar mendigando a la gente sin prestar mucha atención.

Tenéis esa típica sensación de las grandes ciudades de estar en un lugar abarrotados, pero como si estuvierais realmente solos.

Jake se alegra de ver, por fin, a Angie sana y salva cuando esta los encuentra:

Bueno, por fin estamos todos juntos de nuevo y por lo que parece nadie nos persigue... por ahora - dice el chico mirando a lado y lado de la calle - Me gustaría encontrar un sitio tranquilo donde podamos sentarnos y charlar un poco. Con lo que está ocurriendo, tengo la cabeza hecha un galimatías y me gustaría que alguien, si puede, me diera respuesta a algunas preguntas.

Jake hace el comentario para todos en general, pero mirando sin querer a Angie en concreto.

¿Nos metemos en el primer bar que encontremos o conocéis de algún sitio "seguro"?

¿ Sana y salva ? ... Angie no goza precisamente de un maravilloso estado. Su maltrecho cuerpo refleja las precariedades sufridas en estas últimas horas y en cuando la veis llegar es apreciable que ahora cojea ligeramente de su pierna izquierda. Os saluda con una sonrisa, pero sin esconder el agotamiento que le pesa sobre los hombros.

- Hola, ¿ lo tenéis ? - Pregunto directamente a Bryan, casi olvidando la cortesía de saludar a los demás.

En cuando Jake pregunta por un sitio tranquilo, solo puedo pensar en tomarme una buena y larguiiiisima ducha de agua muy caliente, quitarme las balas que aun llevo encima y me gustaría poder evaluar los daños meticulosamente. Noto como mi hombro derecho cruje sutilmente cuando levanto el brazo y la pierna me duele mas a cada minuto que pasa.
- Es un poco complicado Jake. Antes de dar con vosotros hemos estado en una situación un "peu compliquée". - Por el tono en el que pronuncio estas últimas palabras, estoy dando a entender que van cargadas de sarcasmo - Temiendo que iban a atraparnos, creo que auto-ejecutamos un proceso de limpieza en la memoria, para evitar que pudieran descubrir lo que sabíamos. Pero después de esto, logramos escapar.
No recuerdo practicamente nada de los últimos ... siglos. Si tenemos algún lugar "seguro", no lo dudo, pero lo recuerdo. Nuestro contacto era el mendigo, y si no conseguimos recuperar algo de su cabeza, vamos a estar bastante perdidos.

Si os parece bien, voy a intentar alquilar una habitación, para estar tranquilos.

Cita:

- Cualquier cosa es menos sospechosa que continuar dando vueltas por la calle - comenta Dan en tono sarcástico - Además no me vendrá nada mal una cama.

Bryan no está muy tranquilo a pesar de volver a reunirse con Angie. Su cara denota preocupación por la facilidad aparente con la que han superado este escollo. El chico observa a su amiga; se sigue sorprendiendo de la capacidad vital de la joven.

Aún maltrecha, sigue desbordando como siempre; su espíritu arrollador no mengua.

- Sí, Angie, está conmigo. - Bryan no quiere mostrar demasiada efusividad, porqué aún esta confundido con el proceder de los acontecimientos.

(...)

- ¿Quieres que te acompañe, Angie? - cuando ella acaba su discurso.

No me extraña que ya se haya anticipado a todo, es su tendencia natural.

La verdad es que conseguir una habitación de hotel no es cosa difícil para alguien del calibre de Angie o Bryan. En pocos minutos tenéis vuestra habitación reservada y os podéis sentar y relajar en vuestra habitación.

Cama, ducha, nevera con bebidas y snacks ...

Lo que no tienen son ropas limpias y recambios de cyborg.

Dan mira a la cama igual que un perro hambriento mira un filete.

- Deberíamos hacer algún tipo de guardia. No creo que pase nada, pero con el día que llevo no me fío de nada.- comenta con un suspiro - Descansad vosotros primero.

Bryan dijo:

¿ Y mis herramientas ? - Pregunto casi como si temiera la respesta. Por si acaso te recuerdo que te dejé mis herramientas para poder desmontar la memoria. Yo ahora me he quedado sin :P.

[...]

Entrando primero con "mi hijo" Bryan cogido de la mano, me acerco a pedir la llave de mi habitación. Al hacerlo actúo como si ya hubiese estado aquí anoche y simplemente pidiese la llave de mi habitación al volver de un paseo por la ciudad.
Al abrir la puerta se me escapa un - Ohh lala ... Esto esta mejor de lo que pensaba. - y con una amplia sonrisa mi imaginación ya empieza a fantasear con darme algunos pequeños lujos.

Para cuando llegan los demás, supongo que solo queda Bryan en la habitación acompañado por distante el sonido de la ducha que se escapa tras la puerta del baño. No puedo decir que me lo tome con prisas y seguramente la espera se haga un poco larga, pero bajo el agua caliente acabo perdiendo un poco la noción del tiempo. Para cuando el sonido de la ducha se detiene, poco después se oye el secador del pelo. Aun me queda un poco.

Por fin salgo del cuarto de baño, ataviada con una gruesa toalla alrededor de mi cuerpo y el pelo aun ligeramente húmedo bajando por encima de un hombro, me alegro de ver que todos están aquí - Le suivant ... - Invito a pasar el siguiente en el cuarto de baño, que desprende ese inevitable ambiente a vaho, calor y humedad que se genera tras una ducha demasiado larga. Aun con la ligera cojera me acerco a la cama y me dejo caer en ella. Primero sentada y justo después tumbada boca arriba tras soltar un ligero murmullo de placer.

Tardo unos instantes en desenganchar la vista del techo y al final busco con la mirada a Jake, Vladimir y Bryan. Aun se me hace raro verlos, no solo con ese aspecto, si no vivos. - ¿ Y entonces ? ... ¿ Que fue de vostoros ?. La verdad es que os daba ya por mas que muertos. - Pregunto mirando a Jake, porque fue quien lo dijo primero, pero en realidad va para todos.

Bryan sólo puede lamentarse ante la queja de Angie.

- No las cogí, con el barullo, pensé únicamente en la memoria y en ponerme a salvo. - se disculpa, esperando que lo entienda.

(...)

Mientras Angie está en la ducha, Bryan espera a los demás en la habitación.

Demasiado tranquilo. Incluso fácil. ¿Cuánta distancia había entre las dos estaciones de metro, para que no aparecieran los malos? ¿Tan buenos somos escabulliéndonos?

A Bryan se le comen las dudas. La paranoia le invade mientras reflexiona en estos instantes de soledad.

Saluda brevemente al resto de la comitiva, mientras la chica sale del baño.

- Ah, sí, nuestra historia. - añade un tanto despreocupado por la presencia de Dan. - Nosotros también nos hemos sorprendido de verte de nuevo. - trata de aparcar su preocupación creciente - Aún no entiendo por qué te sacrificaste en el camión, sigo pensando que no tenías que demostrar que eras una super-heroína las 24 horas del día.

Anteponiéndose a la réplica de Angie y rebajando un poco la tensión.

- Me alegro un montón de verte de nuevo, Angie, de verdad - los ojos del chaval transmiten sinceridad. - Bueno, eso también me cuesta un poco, por lo de Lydia, digo - recalca el nombre de Lydia.

- Llámanos cobardes, o como quieras, pero intentamos sobrevivir como grupo en aquel entorno inhóspito, intentando frenar nuestros impulsos más indivualistas y erráticos - veis como Bryan, en vez de mirar a Angie, está mirando fijamente al hombre asiático, mientras pronuncia estas últimas palabras. Luego vuelve a establecer contacto visual con Angie. - Fuimos vagabundos en el glacial, nos enfrentamos con unos Makarov muy simpáticos, nos encontramos a una réplica tuya con el pelo blanco que no nos creímos y, finalmente, desistimos. - Bryan sintetiza como puede, para no aburrir con detalles y, sobretodo, para que a Jake y Vladimir no les afecten los recuerdos. - Era imposible sobrevivir - sigue -, por lo que decidimos volver a la base del complejo. Allí, acordamos, entre todos, copiarnos a la I.A. Pero alguien se desdijo al final. Y perdimos a Omar - la frase escueta y una lágrima brota del rostro del niño.

Gracias, Omar.

- Si queréis añadir algo ... - mira a Jake y Vladimir, mientras se limpia el lagrimal.

Creo que lo has sintetizado muy bien. Vladimir se queda mirando al asiatico y despues, cuando parece que todo se ha calmado un poco más. Revisa a Angie.

Ya no sé si el que te convirtieras en un cyborg fue una maldición o una bendición. Soportas más tralla que un petrolero... Bueno, esperemos que no estés demasiado maltrecha. En cuento consigamos unas herramientas te podré curar y al "manco" le podré devolver su brazo, aunque creo que sólo lo podrá usar para coger cosas. Nada de hacer precisiones.

Para un mocoso de 12 años como aprenta Vladimir, parece prepotencia lo que va soltando y uno se lo cree aún más al sonar como suena la voz de un niño de esa edad. Pero con un vistazo a los ojos del muchacho y no solo a los suyos, sino a los de sus compañeros. Cualquiera se daría cuenta de que ahí hay más vida y sabiduría de la que cabría esperar.

Por ahora creo que con un cuchillo podré quitarte esa metralla que tienes por diferentes partes. En cuanto hayamos descansado un poco busquemos una ferretería y una tienda de electronica donde conseguir componentes. Porque no creo que podamos hacer un asalto a la Tyrell corp...

Dan en cuanto puede se tira a la cama y cierra los ojos. Parece dormido, pero cuando Bryan le menta no puede evitar contestar.

- Errática... buena definición de nuestro comportamiento hoy. No hemos perdido ni un segundo en planificar: actuar, actuar, actuar. No me extraña que la última vez no sobrevivierais.(*) - dice con voz cansada, intercalando algún bostezo entre las frases.

El joven vuelve a desconectar de la conversación, aparentemente dormido.

- Excepto Angie. No pierde tiempo en planear, pero ejecuta las cosas como si las hubiera pensado antes. - la voz de Dan parece sorprendida y se sienta en la cama mirando a la mujer - También el Mendigo... (**)