Partida Rol por web

Semper Fidelis

FNG (Capítulo 2)

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28/10/2009, 00:50
Director

No hubo avión militar para ellos. Eso solo era para los muchachos que estaban de misiones. En vez de eso, habían viajado en un 747 lleno de novatos, fletado por el cuerpo de marines, y que había salido desde Nueva York y llegado a Irak, haciendo escala en la base naval de Rota (España) para repostar.

Tenían el culo pegado al asiento, vestidos con su uniforme utilitario MCCUU con camuflaje MARPAT para desierto, con el gigantesco petate al lado. El arma estándar que habían recibido todos era la M16-A4, sin muchas más pijadas. Según les dijeron, las armas se las daba la intendencia en Irak, y dependían de la misión a la que les mandaran. Si es que les mandaban alguna, claro. Había marines que simplemente pasaban su periodo de servicio reparando letrinas y tiendas de campaña caídas por el viento del desierto en un acuartelamiento semipermanente, o se chupaban una vida de cuartel poco diferente a la que habían vivido hasta el momento.

Jackson miró por la ventanilla mientras aterrizaban, y pudo ver un bonito amanecer con una mezquita de fondo.

Él no pensaba en nada, ya que sentía demasiado el peso del jet lag como para considerar otras cuestiones. Pero no era así con Kaczynski, que consideró por un momento si había sido buena decisión seguir con sus colegas del campamento base y entrar en la escuela de infantería. Cierto que ellos ahora eran una piña, pero un puesto en la reserva marine le hubiera podido situar más cerca de su madre, y sin el temor de saber que estaba en el país más peligroso del mundo.

Fendrew miró por última vez la foto de la chica que se había ligado hacía un mes. No creía que le fuera a guardar ausencia, pero la verdad es que estaba bastante buena. Y una foto de esas características, entre marines, podía ser un codiciado botín. Él no pensaba en su mala suerte, pues se había calculado que les mandarían cuanto antes a aquella mierda que salía por los telediarios. La CNN, de hecho, les dedicó un par de segundos de gloria, cuando la reportera dijo que el presidente O'Bama estaba desplegando más tropas para la seguridad del régimen irakí, y su transición hasta su plena autonomía y bla, bla, bla. La mitad de los televidentes cambiaron de canal, a su parecer. La otra mitad hondearía una banderita en el patio de su casa. Gente como Kendrik.

Él miraba la pista de aterrizaje con seriedad. Había aprendido a mantener el tipo y callarse la boca ante la mierda políticamente correcta del mundo militar. Ahora, su único objetivo era reventar moros con sus propias botas, y hacerles sentir el terror que debería inspirarles el nombre de "marine americano".

Webster estaba a su lado, y vuelto de vez en cuando para mirar a las chicas. Ellas también estaban en el mismo sitio que ellos: segundo pelotón de la compañía Dog, tercer batallón del noveno de marines. Pero el hijo de puta no se daba por enterado, y les lanzaba besitos y otras tonterías, intentando intimidarlas.

Maggie estaba revisando unas cosas en su petate, cuando Martha a su lado le hizo un corte de mangas al sureño, que negó con la cabeza. Todos pudieron sentir en ese momento la breve sacudida del tren de aterrizaje sobre la pista, y al cabo de unos momentos, el avión se detuvo.

Entonces, el suboficial de mayor graduación del avión, un sargento de personal, les hizo señas para que se levantaran y tomaran su petate. Y así hicieron, saliendo al exterior. Allí, se percataron de que hacía algo de fresco, y que corría un aire cargado de polvo que presagiaba tormenta. Fueron conducidos como un rebaño obediente hasta un módulo de despachos, donde soldados de intendencia les tomarían los datos y les asignarían un barracón, pertenencias a recoger en el almacén, el nombre de su oficial, etc. Nada especialmente apasionante.

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28/10/2009, 01:23
Lce.Cpl. Henson

Una muchacha se encontraba tras la mesa del despacho, con el uniforme arremangado y una coleta cogida con una cinta de color verde. Parecía atareada, y no era para menos. Todo aquello se había llenado de novatos que acudían a verificar sus datos de ingreso en el servicio activo.

Ella no reparó en su presencia hasta que lo tuvo de frente. Entonces parpadeó y compuso una sonrisa.

-Deme su nombre, mi cabo -dijo, trasteando con el ordenador.

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28/10/2009, 01:26
Lce.Cpl. Henson

Una muchacha se encontraba tras la mesa del despacho, con el uniforme arremangado y una coleta cogida con una cinta de color verde. Parecía atareada, y no era para menos. Todo aquello se había llenado de novatos que acudían a verificar sus datos de ingreso en el servicio activo.

Ella no reparó en su presencia hasta que lo tuvo de frente. Entonces parpadeó y compuso una sonrisa.

-Su nombre, marine -dijo, trasteando con el ordenador.

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28/10/2009, 01:27
Lce.Cpl. Henson

Una muchacha se encontraba tras la mesa del despacho, con el uniforme arremangado y una coleta cogida con una cinta de color verde. Parecía atareada, y no era para menos. Todo aquello se había llenado de novatos que acudían a verificar sus datos de ingreso en el servicio activo.

Ella no reparó en su presencia hasta que lo tuvo de frente. Entonces parpadeó y compuso una sonrisa.

-Deme su nombre, marine -dijo, trasteando con el ordenador.

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28/10/2009, 01:27
Lce.Cpl. Henson

Una muchacha se encontraba tras la mesa del despacho, con el uniforme arremangado y una coleta cogida con una cinta de color verde. Parecía atareada, y no era para menos. Todo aquello se había llenado de novatos que acudían a verificar sus datos de ingreso en el servicio activo.

Ella no reparó en su presencia hasta que lo tuvo de frente. Entonces parpadeó y compuso una sonrisa.

-Nombre, por favor -dijo, trasteando con el ordenador.

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28/10/2009, 01:28
Lce.Cpl. Henson

Una muchacha se encontraba tras la mesa del despacho, con el uniforme arremangado y una coleta cogida con una cinta de color verde. Parecía atareada, y no era para menos. Todo aquello se había llenado de novatos que acudían a verificar sus datos de ingreso en el servicio activo.

Ella no reparó en su presencia hasta que la tuvo de frente. Entonces parpadeó y compuso una sonrisa.

-Dime tu nombre, querida -dijo, trasteando con el ordenador.

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28/10/2009, 02:38
Jonathan Kendrik
Sólo para el director

Aquél emocionado granjero sureño que en su día salió de su casa ya quedaba muy lejos. A medida que Kendrik miraba hacía atrás, se daba mucha cuenta de que ya no era esa persona. La granja, su madre, su hermana, su padre, sus amigos... Todo aquello ya parecía irreal. Ahora era un marine de los estados unidos, consagrado en el deber para con su patria, para defender sus libertades, para defender los derechos de todos los americanos, y para defender la democracia. El tema racial ya había pasado a un segundo plano, así como el machismo. No se había ido, por supuesto, Kendrik no lo permitiría, pero ya no era lo más importante. Jackson ya no era un negro. Era el cabo. Era otro marine, y punto. Fendrew, Kaczynksy, las chicas... Era marines, compañeros con lo que había aprendido a colaborar, a proteger. A depender de ellos, y que ellos dependieran de él. Había aprendido a funcionar como parte de una maquinaría bélica bien engrasada, como parte del aparato de guerra más poderoso del mundo. 

Durante el viaje en avión, estaba ausente, absorto en sus pensamientos. Respondió a quienes le dirigieran la palabra, y cruzó alguna que otra palabra en esporádicas conversaciones con Webster, que era casi como un hermano. Le dio algún que otro codazo para que dejara de hacer el gilipollas con las chicas. "Así no vas a ligar, anormal" le decía, entre risas. El tren de aterrizaje hizo que saliera de golpe de sus pensamientos. De repente, le invadió el ansia, los nervios que no había sentido en todo el viaje. Pero no era miedo, era emoción... Al fin, allí, en Irak, haría algo, algo realmente importante para su país. 

Bajó del avión y recogió su petate con una sonrisa en los labios, admirando brevemente el paisaje, y aspirando el aire, el olor, el aroma de aquél lugar. Era exquisito. El aroma del deber que le llamaba. Caminó siguiendo el paso, algo que ya era una costumbre para él, hasta el despacho, donde una oficial, atareada, ni siquiera le vio entrar. Kendrik se quitó las gafas de sol y esperó pacientemente cerca de medio segundo (que le pareció una eternidad), hasta que carraspeó, llamando la atención de la oficial. Esta sonrió, y Kendrik devolvió la sonrisa. 

-Jonathan Kendrik.- Dijo, únicamente, con una voz firme, pero que no podía dejar de advertir la emoción y el nerviosismo del muchacho. 

Notas de juego

Vale, aprovecho y digo dos cosas: 

  • 1º, ya me he puesto los 20 puntos, están en mi ficha anotados al final, en "mejoras". Básicamente, me he puesto los 20 puntos en ametralladoras, más que nada por qué me encantaría poder llevar una de estas XD. 
  • 2º, y no por ello menos importante. ¿Los llamamos moros? Quiero decir, no los llamaran flacuchos, monos, charlies (bueno, eso solo a los vietnamitas, creo, aunque nunca está de más preguntar XD) o cualquier otro tipo de simpático apodo que he oído en las pelis de guerra, ¿No? XDDDD. 
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28/10/2009, 08:44
Maggie Fitzgerald

Maggie Fitzerald, señora, respondió Maggie, que aún no se había acostumbrado a los galones que llevaba, y no se dió cuenta de que la chica era una cabo primero como ella.

Notas de juego

Propuesta de reparto de puntos:
- 5 a Fusil (--> 30)
- 5 a Comunicaciones (--> 10)
- 10 a Idioma (árabe) (--> 14)

¿Sólo está Martha del grupito de Parris?

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28/10/2009, 16:00
Jonas Fendrew

- Soldado de primera Jonas Fendrew, de San Francisco; California. - sentencia guiñando un ojo a la mujer tras dejar el petate a su lado - Segundo pelotón, compañia Dog, Tercer Batallón del Noveno de Marines. - termina por decir al darse cuenta de que su procedencia no le iba a importar.

No estaban mal las soldados de intendencia, no señor. Había sido un viaje largo y pesado, todo aquello parecía el primer día de instituto, lleno de novatos buscando sus clases y buscando las optativas más deseables o, por contra en las que más facil se pueda ligar.

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28/10/2009, 18:25
Tyrone Jackson

Nunca antes había viajado en avión. De hecho, nunca antes había viajado. Hell's Kitchen no era un lugar en el que sus habitantes se tomen vacaciones y visiten lugares paradisiacos en verano. Ni en Navidad. Allí, el viaje más largo que puedes hacer lo consigues metiéndote un poco de mierda en las venas o si eres menos afortunado, al depósito de cadáveres. No deja de ser un viaje. Aunque sea el último.

Irak era igual que en la tele. Arena y edificios con cúpulas abovedadas de estilo.... de estilo....bueno, eran árabes, ¿no?. Pues de ese estilo. Pero la puesta de sol, a pesar de los miles de millas que lo separaban de los Estados Unidos, era igual que en casa. Sol rojo, cielo crepuscular, brisa suave. Y una puta mezquita jodiéndolo todo.

Bajamos del 747 y nos dirigieron como a una procesión de ovejas hacia unos módulos de metal que albergaban las oficinas de intendencia. Tíos y tías. Aquí se había acabado la separación de sexos que marcó nuestra instrucción en Parris Island. Aunque habiendo contemplado al gilipollas de Webster en el avión, entiendo que sea así. Ese pedazo de mierda sureña no solo era un racista convencido, al parecer creía poseer alguna clase de encanto con las mujeres. Por suerte una de las Marines le hizo una dedicatoria que le dejó a Webster cara de imbécil.

Desfilábamos en silencio, deambulando por el interior delas instalaciones de intendencia. En una mesa, una joven de pelo moreno parecía ensimismada tecleando vertiginosamente en un ordenador. Ni siquiera miraba la pantalla. Ni a mi. Finalmente cesó su actividad, levantó la cabeza y me miró, esgrimiendo una sonrisa. Observé la franja amarilla única sobre fondo rojo que indicaba que era Cabo Lancero.

"-Jackson, Tyrone. Segundo pelotón de la compañía Dog, Tercer Batallón del Noveno de Marines - contesté de forma diligente a la petición de la chica"

 

 

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28/10/2009, 21:39
James Kaczynski

Han pasado ya varias semanas, meses, desde el fin de la instrucción básica, desde el día de la graduación, el cual a James recuerda muy cercano, como si hubiese ocurrido ayer, mientras mira como el cartel que les avise que tienen que abrocharse el cinturón antes de aterrizar comienza a titilar.

Todavía no puede saber por que a decidido sumarse a la infantería y no quedarse en la reserva... en ese momento simplemente aceptó, dijo que si, como si no tuviese otra alternativa... aunque una vez sentado en ese avión, se da cuenta de que eso no es así, y sin embargo no puede encontrar una razón lógica. Tal vez la pueda encontrar ahí, tal vez por eso se enlistó, para buscarle a algún sentido a todo aquello. En cualquier caso, no puede encontrar una respuesta a aquello.

Por suerte aquellos meses en la instrucción había sido sencillos... al menos, para lo que esperaba, por lo que en parte estaba agradecido.

Y luego de aquello, y del discurso pertinente de despedida, les habían dado su uniforme y de buena manera les habían enviado a aquel lugar.

No es que le sorprendiera, ya hacia tiempo que había aceptado aquella posibilidad, aunque el paso del tiempo le a tomado de sorpresa, y para cuando se da cuenta, esta sentado en aquel avión comercial, guardando su copia de “Heart Of Darkness”, la cual había comprado antes de salir en un puesto en la ciudad, una copia vieja y de segunda mano, pero ideal para guardar en el bolsillo del uniforme.

Y en ese momento, mientras aquel cartel les indica que se abrochen los cinturones y se preparen para el aterrizaje, cosa que hace, se siente como si fuera el marinero Marlow, adentrándose en las aguas de aquel río del Congo, sin tener idea de que puede esperarle en aquel camino.

El avión finalmente aterriza y james guarda su libro en el bolsillo de la camisa de su uniforme mientras se pone de pie y baja con el resto de la compañía.

Les hacen caminar hasta la intendencia, en donde tendrán que hacer la parte burocrática del viaje. Una vez allí, entro a un pequeño despacho en el cual esperaba una joven detrás de un escritorio. James dibujo una sonrisa al ver a la muchacha... si bien no era mujeriego, ni mucho menos, no había estado con una muchacha desde el día de la graduación, después de pasar el rato con una camarera en el bar en donde fueron a “festejar”... al parecer el uniforme atrae a las chicas.

-Kaczynski, James . Segundo pelotón de la compañía Dog, Tercer Batallón del Noveno de Marines – dijo mirando a la muchacha a los ojos, y borrando la sonrisa. En ese momento mira hacia atrás sobre su hombro, preguntándose que sucedería de ahí en adelante.

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28/10/2009, 23:56
Maggie Fitzgerald

Notas de juego

Cita:

Observé la franja amarilla única sobre fondo rojo que indicaba que era Cabo Lancero.

Chavalote, eso es un cabo primero aquí y en los EEUU ;o888888888888888888888888888888

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29/10/2009, 10:39
Tyrone Jackson

Notas de juego

Referente a los galones de graduación: En los EEUU se denomina Lance Caporal, cuya traducción textual sería Cabo Lancero, al equivalente del Cabo Primero de aquí. Me da igual como queráis denominarlo, mientras se entienda la clase de graduación que es.

Si preferís usar nomeclatura más familiar y no las traducciones de los distintos grados, por mi no hay problema. :)

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29/10/2009, 15:19
Maggie Fitzgerald

Notas de juego

Vale, pero es que no es sólo "nomenclatura familiar", mira aquí.

O eso, o en los EEUU aún usan lanzas...

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30/10/2009, 02:05
Director

Todos recibieron la misma respuesta: debían presentarse ante el sargento O'Rourke en el barracón C. Allí dormirían y harían vida los hombres, mientras las mujeres (las cuatro del grupo de Parris) lo harían en un barracón especial solo para soldados femeninas, como dictaban las ordenanzas. No obstante, debían presentarse todos ante el mismo suboficial, que iba a ser su superior allí.

Y hacia allí fueron, caminando todos juntos. Entonces, se cruzaron con Webster, que parecía desorientado.

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30/10/2009, 02:10
Billy Webster

Parecía que había perdido algo, o lo estaba buscando. Vió a un grupo de marines conocidos, y entre ellos a Kendrik, y se acercó.

-Oye, tios. ¿Vosotros sabéis donde está la oficina del FNG? Me han dicho que me falta el formulario "í dé, diez té", o algo así.

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30/10/2009, 08:45
Maggie Fitzgerald

Maggie no pudo por menos de sonreir, palmeó la espalda de Webster, y le dijo amablemente: Anda, vente con nosotros, que aún estás con el jet-lag. FNG somos nosotros, los jodidos novatos (fucking new guys), y lo de la oficina esa es una novatada. Si pones las letras juntas, te sale IDIOT.

Al ver la cara de Webster, continuó: De nada, Webster. Me conformo con una cerveza.

Mientras caminaban hacia el barracón C, cayó en la cuenta de que, aunque se habían visto en el avión, no se había presentado, así que sin dejar de caminar, se dirigió al resto del grupo y dijo: Por cierto, muchachos, yo soy Maggie y el resto de las chicas son Martha, Janet y Chloe. Parece ser que vamos a estar en el mismo pelotón.

Mientras caminaban, Maggie iba examinando de reojo a los chicos, con el oído puesto en su forma de hablar: Kaczynski, con su acento de la Costa Oeste (Los Ángeles o San Francisco), tenía pinta de universitario, y una manera de estar relajada. Habría que ver si conseguía mantener ese aplomo en combate; Fendrew (californiano, por la manera de hablar) estaba como un queso y no pudo reprimir un alzamiento de cejas al examinarlo de arriba abajo, un atleta a todas luces. Interesante, siempre hace falta alguien que pueda aportar una carga física incrementada; Kendrick era un sureño, como ella, y estaba compuesto como un soldadito de plomo, con la raya del pantalón esculpida a navaja. ¡Ay, no!, uno de "esos". Llevaba escrito "problemas" en la cara; Jackson, el neoyorquino, estaba también en buena forma, y tenía un cierto aire de pandillero. Era cuestión de ver qué habilidades aportaba al equipo, más allá de caerle bien a Janet, que le dio un codazo a Maggie como diciendo: "¡Aaaay, omá, qué rico!"

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31/10/2009, 17:12
James Kaczynski

- O'Rourke en el barracón C – Se repite James para si mismo mientras camina por los pasillos de la instalación, un tanto perdido, sin poder hacer mas que seguir al resto del grupo para no desorientarse todavía mas.

Va ultimo en el grupo, siguiendo a los demás, cuando una muchacha que iba con ellos comienza a hablar. Le reconoce de haber viajado juntos en el avión, al igual que a quienes le acompañan, aunque siquiera habían intercambiado palabras hasta entonces. Por su forma de hablar, la muchacha parece del sur, como Kendrik, aunque a James el tema de los acentos jamas se le a dado con facilidad, por lo que no puede estar muy seguro.

Lo que le llama la atención es la novatada que le hacen a Webster, aunque intenta no reír al respecto... de seguro él también habría caído de ser la victima.

- James Kaczynski - es lo único que dice desde el fondo, por lo menos para no parecer descortés.

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31/10/2009, 17:28
Director

Tras la presentación de las chicas y la cara de tonto de Webster, que pilló un cabreo consigo mismo de considerables proporciones, entraron en un módulo prefabricado que no era más que un barracón clásico, con sus literas, armarios y arcones. No era muy diferente al barracón de instrucción en Parris Island.

Dentro, había un grupo de marines charlando en corro, alrededor de una cama, en pose indolente y aburrida. Los había de todos los colores y condiciones físicas: blancos, chicanos, negros... solo faltaban orientales, pero no eran muy comunes en los marines. Cuando entraron, se los quedaron mirando.