Partida Rol por web

Observé un momento los iconos a mi alrededor y mis marcas en el Rover y el RCC. "¡Con lo fácil que sería reconfigurar el vehículo!", pienso durante un momento*. Pero no tengo tiempo para llorar ahora, porque si no hacemos nada ahora, es probable que escapen con la mochila.

El icono del commlink de la chamán ha desaparecido y veo que Dox está siguiendo al adepto. Si quieren escapar, aún podré seguir a Red Lana, me digo mientras cambio los programas en ejecución en mi cyberdeck: El Configurador me sirve para cargar el modo "ataque" y seguro que a ese puto rigger no le gusta recibir biofeedback de su RCC. Con un poco de suerte, si no consigo brickear su consola de control, el shock deja tumbado directamente a Wheels.

Concentrándome un momento, preparo un pico de datos para sobrecargar la consola del rigger. Un pequeño gesto de mi mano en el mundo de carne envía el ataque cibernético directamente contra el RCC de Wheels.

El avatar virtual de Byte cruza el espacio de la Matriz dispuesto a golpear con toda su energía al Duende Rojo montado en el todoterreno. Pero su adversario está preparado y de los laterales de las ruedas del todoterreno digital salen unas afiladas púas que dejan su marca en el avatar de Byte. Apenas es un rasguño, pero si alguien se hubiese molestado en examinar los ojos de la decker, verían aparecer pequeñas hemorragias al romperse ciertos capilares por el biofeedback de su ciberterminal…

Dox miró al tipo fijamente concentrado en su confrontación pero sin perder de vista todo lo que pasaba a su alrededor. 

No sabía quien era ese tipo, ni por que él y su grupo les habían atacado para robarles aquel agente contaminante. Pero fueran quienes fueran no podía permitir que se escaparan de allí. 

   - Amigo deberías sopesar tu situación y rendirte. Una de tus compañeras ya ha caído, no puedes enfrentarme ni escapar de mi. No hay nada de deshonroso en saber cuando uno está vencido...-

Expectante esperó a la respuesta de su adversario. 

Tenía sus armas bien aferradas y estaba preparado por si el tipo intentaba resistirse. Si se negaba a rendirse e intentaba escapar o atacarle, le golpearía rápidamente con la katana. 

-Quizás nuestra líder haya caído, mi musculoso adversario, pero la misión es lo primero. Y pensamos cumplirla. Com licença...

Con un ágil salto, el adepto evita de nuevo el barrido de katana de Dox. Mientras tanto, Red Lana pasa de la parte trasera hasta el asiento del conductor del Rover. Debe ser que no se conforma con ser una simple pasajera...

Rae observó como la chaman gato ataba a la chaman con las brudas y a continuación la registraba. Nada de interés, excepto esa Streetline, que si nadie la quería, no le diria que no. la situación parecia controlada, asi qwue se dirigió hacia la calle recargando el taser a un tiempo. 

A pesar de que las ráfagas anteriores de Sting y de Zip no habían tenido demasiado efecto, la primera por no lograr superar el blindaje del Rover, y la segunda porque su conductor logró esquivarla hábilmente, a falta de nuevas órdenes o de más enemigos a los que dirigir sus armas, ambos drones volvieron a vomitar plomo sobre el vehículo enemigo intentando acabar con la última amenaza que quedaba allí.

Y mientras tanto, Zap seguía junto a su dueña a la espera de nuevas órdenes.

Los drones de Watchamaker siguieron machacando la parte trasera del todoterreno, pero simplemente no tenían suficiente potencia de fuego para penetrar el blindaje del vehículo...

Como el tal Webb había informado a Dox, su siguiente movimiento consistió en esperar a que la puerta trasera del Rover se abriese en el momento justo para saltar dentro..

Ryuka se comunicó por el intercom con el resto del equipo.

La orka está controlada. Si alguien necesita que siga a alguien en el Astral, que hable ahora o calle para siempre. Dijo.

Dox la contestó que se escapaban todos en el Rover, así que Ryuka se sentó en el suelo y de nuevo volvió a quedarse 'k.o.' mientras su alma salía de ella, y el cuerpo caía de lado.

A ver dónde llevan esa cosa estos lumbreras...

Y sin pensarlo mucho más, se dispuso a seguir al Rover a una distancia y altura razonables. Era invisible, claro, pero estaba también muy claro que eran un equipo muy bien preparado, nunca se sabía qué ases podrían tener en la manga.

Parece que están teniendo problemas fuera- pensé al no parar de escuchar el sonido de los disparos de Zip y Sting, claro que desde donde estaba, era difícil juzgar lo que pasaba, así que cerré los ojos.

Un instante después, los sensores de Bull se convirtieron en mis ojos y oídos, lo que me permitió ver con claridad lo que estaba ocurriendo fuera. Estaba claro que con el blindaje del Rover, mis niños lo tendrían difícil si simplemente disparaban sobre él… lo cual por otra parte hacía que tuviese aún más ganas de hacerme con él.

Zip, Sting, a las ruedas- les indiqué mentalmente.

Kayla observó como el brasileño del torso desnudo saltaba dentro del Rover. Dispuesta a no dejarles escapar, la pistolera apuntó cuidadosamente a la rueda delantera del vehículo. Desgraciadamente, pese a ser un tiro notable, la combinación de velocidad y maniobras erráticas del ciberpiloto hizo que el disparo no alcanzase su objetivo...

Tras esquivar varios disparos y recoger a su compañero, el ciberpiloto cree que ya aguantado bastante y pisa (virtualmente) a fondo para alejarse lo más posible del lugar del tiroteo...

Rae se asomó por la escalera y vio que fuera la cosa estaba bastante finalizada. Volvió entonces hacia arriba para apagar el dron en llamas. Vamos a ponerte bien pequeñin...

Arrojó una tela del sofá encima del dron tras pedirle que bajara para poder apagarlo.

La vista desde el interior de Bull, con los vectores, trazos de rutas, información de los sensores y variables de acción entre muchas otras cosas, era mucho más familiar e incluso real para mí que la que tenía cuando no estaba conectada a ninguno de mis niños, lo cual hizo que sonriese mentalmente antes de “despertar” a Bull y poner a rugir su motor. En apenas unos instantes, Bull estaba ya derrapando en la esquina de la calle a toda velocidad* para  encarar al Rover enemigo.

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Por su parte, tanto Zip como Sting, a pesar de que sus esfuerzos no estaban teniendo éxito, no por ello dejaban de vomitar una lluvia de plomo sobre el Rover, y seguirían haciéndolo hasta acabar con él, o que recibiesen nuevas órdenes, lo que primero sucediese.

- Hijo de puta... - digo al notar la descarga eléctrica en mi cerebro. El golpe que debería haber reventado su sistema se vuelve de súbitamente en mi contra. Joder, me tendría que haber quedado en casa secuestrando cuentas de juegos online a niños ricos... pienso con desesperación al sentir físicamente cómo el rigger resiste mi ataque digital.

Observo un momento la situación. En breve tendré que salir de aquí, pero aún tengo tiempo para un nuevo ataque. Vamos a ver si ha sido cuestión de suerte o realmente tengo que plantearme cambiar de trabajo... pienso preparando un nuevo data spike. Localizo al rigger y le lanzo un nuevo ciberataque. Si consigo brickear su sistema no irán muy lejos en ese vehículo.

Aunque el icono virtual de Byte intenta un nuevo asalto al vehículo de dibujos animados, el animal de aspecto poco definido a los mandos saca una cadena de código binario y al más puro estilo de las películas de trídeo postapocalípticas, consigue golpear de la nuevo a la decker. Alguna chispa fuera de lugar también empieza a salir proyectada de su ciberterminal...

Dox bufó al ver que aquel tipo volvía a escurrirse como una rana saltaría y de nuevo salía corriendo para acabar montándose en el coche blindado a tiempo de salir a todo trapo.

Tan poco decoro y cobardía tenían asombrado al samurái callejero. ¿Es que acaso aquellos runners no tenían una pizca de honor? 

Les habían atacado de forma cobarde asaltándoles por sorpresa, solo para hacerse con el vial de aquel producto químico, (Algo que probablemente les habrían dado de todas formas sin necesidad de confrontación alguna) para acto seguido salir huyendo sin reparos a abandonar a uno de sus compañeros en el proceso. Aquello era realmente detestable, y él no iba a perder ni un segundo mas en perseguir a unos "runners" sin honor. Por su parte podían llevarse ese vial y esnifarselo al final de la noche si es lo que les apetecía.

Enfundó su katana al tiempo que Bull pasaba a su lado como una exhalación.

   - Déjalos escaparse Alex.- Gruñó a su compañera a través del comunicador.- No merece la pena perseguir a esa escoria y arriesgar nuestro único vehículo en el proceso.-

Caminando se dirigió de nuevo hacia el apartamento de Silver.

Zap se acercó a Rae lo suficiente para que esta pudiese usar un trapo viejo que ésta encontró en las escaleras para apagar las llamas que lo cubrían.

Alex arrancó su furgoneta mientras los disparos de los drones siguieron barriendo la parte trasera del Rover blindado mientras se alejaba. Por desgracia, la combinación de velocidad del vehículo e imprecisión de los disparos hicieron que los pocos que daban en el blanco no consiguiesen penetrar el blindaje.

Desde el espacio astral, Ryuka observa como el Rover y sus pasajeros callejean por los callejones de las Tierras Baldías con la obvia intención de dirigirse a la interestatal más cercana...