Partida Rol por web

Seattle se alzaba tranquila, nocturna. Comenzaba la noche y pronto comenzarías a dejarte ver por los bares, pubs y discotecas de moda entre tu gente, entre los shadowrunners. Había que pagar los vicios.

Un zumbido interrumpió tus pensamientos mientras intentabas recordar el nombre y la dirección de uno de esos nuevos tugurios sombríos donde las sombras hacían sus negocios. Te estaban llamando. Sacaste tu comlink y descubriste que era Gabriel. Ese elfo chismoso seguramente llamaba para restregarte algo en cara. Era un buen contacto con mucha información, pero poco fiable. Descolgaste.

   -Hey K. ¿Estás despierto?-.

Menudo capullo, pensaste. A estas horas de la noche si estás dormido eres un puto empleado de una corpo, o un fiambre.

Me desperté con sudores fríos. Aún me atormentaban las pesadillas, aunque gracias al bioware nuevo era más fácil conciliar el sueño...

Tras una pequeña vuelta recibí la llamada de Gabriel. La verdad es que no tenía asuntos pendientes con él, así que dudé y contesté, convenía tenerle contento.

-Hola. Para tí siempre estoy despierto.- ese tipo de peloteo siempre le gustaba al elfo -¿En qué puedo ayudarte?- dije sin rodeos.

-Eeese es mi K.- Dice señalando la pantalla. -Tengo un Johnson interesado en un equipo, no muy grande, pero potente, y que sea capaz de ponerse en marcha enseguida. Poca cosa, buena paga. ¿Te interesa?.

Gabriel no se anduvo por las ramas, salvo por el tipo de trabajo y el dinero específico, te contó casi todo lo que se tenía que saber. O estaba desesperado o el tal Johnson era quien tenía prisa.​​​​

Poca cosa y buena paga, jeje, como si eso existiera. Puede ser que el Johnson este muy desesperado o que tenga prisa. Pero también puede ser que haya más de lo que cuenta…

Sea como sea, tengo facturas que pagar y nuevas cosas que comprar, y no conviene decirle que no a Gabriel. -Claro que me interesa ¿De que se trata?-

Tenía más preguntas, como cuanto nos iban a pagar, donde era el trabajo, cuando… pero dejé que hablara él. Si luego me faltaba información, ya le pediría que la buscase.

-Estupendo-. Dijo el elfo torciendo los labios en una mueca de agrado. -Trabajo de protección. Un cargamento a través del Puget hasta Outremer. La lancha la pone el Johnson y mil por cabeza. No mas de cinco, o no cabreis en el barco.- Gabriel hizo una pausa larga. Después volvió a mirar la pantalla.

-Eees mi orco favorito, ya lo sabes. Yo te cuido y tú me cuidas. Será un paseo en barca. No estaba seguro de decírtelo, pero que diablos, eres K, y necesitas saberlo-.

El elfo se acercó a la pantalla para dar mas aspecto de conversación íntima, interesante, confidencial. Aunque bien sabías que si hubiera un decker pinchando la línea, nada podría detenerlo de oirla.

-El Johnson es un corpo, no se de cual, pero tiene uno de esos palos corporativos metido en el culo. Ya me entiendes. Y tiene prisa. Solo ha dicho que el cargamento debe estar antes del amanecer. La ruta la ignoro, según Johnson está grabada en el siatema de la lancha. Solo hay que seguir el camino de baldosas amarillas-.

-Muy bien, dalo por hecho. Pero... - La pelota estaba en mi tejado y era el momento de jugar un poco.

-¿Que sabemos del cargamento? ¿Es mágico? ¿Puede contaminar? Y la embarcación ¿Hay que devolverla? Por si la cosa se pone fea... Mil por una noche está bien, pero si llevo algo radioactivo debería saberlo. Seguro que puedes averiguar algo más, o estirar un poco al Johnson. Sabes que te lo agradecería. Con neoyenes, evidentemente.-

No quería presionarle mucho, pero me gustaba saber dónde me metía y Gabriel tenía recursos para conseguir más información de la que me había pasado.

-Claro-. Declaró. -Le diré al Johnson que ya tiene hombres para su lancha y le transmitiré tus dudas. Me pondré en contacto contigo en cuanto sepa algo-.

La llamada se cortó sin dejarte mas que una promesa y un trabajo que hacer. Fuera como fuere había que prepararse y reunir un equipo adecuado.

Un equipo potente para escoltar el cargamento de una corpo por el mar. Un cargamento que normalmente eran ellos, los shadowruners quienes los asaltaban, si había brechas de seguridad y la información salía a las calles donde se compraba y se vendía.

Pero eso vendría más adelante. Seguramente Gabriel no tuviera mucha mas información, si querian que fuese un secreto claro. Ahora estaba claro que había que buscar a la gente apropiada.

Gabriel colgó y yo, mientras iba a mi casa a prepararme, iba pensando en el posible equipo.

Si teníamos que manejar una embarcación lo mejor era tener un ciberpiloto, y conocí a uno de fiar. Después necesitaríamos algo de músculo y había un samurái troll que nos vendría muy bien. También algo de magia, y tenía una enana en mente que estaría a la altura (además, así compensamos el espacio que ocupa el troll en la barca). Con esto ya éramos cuatro, así que para el quinto elemento pensé en un adepto, que ayudaría al troll con el músculo y a la enana con la magia.

Cuando llegue a mi apartamento me conecté para llamarles a todos

Lo mejor era hacer una llamada en grupo para ahorrar tiempo y que fueran conociéndose

Después prepararía las cosas.

-Hola a todos.- Dije cuando "descolgaron" -Soy K, nos conocimos hace tiempo. Me ha salido una incursión y creo que podría interesaros. Más que una incursión es una escolta de una noche y son mil por cabeza. ¿Qué os parece?- Supuse que querrían más detalles, pero tampoco quería abrumar mucho con mucho dato (y tampoco tenía mucha información...)

- ¿Cuanta peña en la llamada, no? -

La voz de Grimgor era como su aspecto. Dura y fría.

Era extraño, un grupo completo de metahumanos llamados para la misma misión... no tenía muy claro si eso sería bueno, o malo. Al fin y al cabo, eran juntar a un montón de corderitos para el matadero...

María se encontraba matando el tiempo con videojuegos. Llevaba una breve temporada en la ciudad y había ido haciendo contactos, ahora esperaba que estos diesen algún fruto: su cuenta no pasaba por su mejor momento y necesitaba urgentemente el dinero.

Es por eso que tenía el commlink al lado cuando escuchó la llamada. No respondió al momento, no quería parecer ansiosa, pero si al segundo tono. -¡Hola K! Me alegra saber de mi orco favorito por aquí- respondió, en un tono jovial. 

Escuchó atenta a K exponer el motivo de la llamada -¿Qué o a quién escoltaremos, K?- Su tono mostraba interés, llegada a este punto no podía ser muy exquisita.

El zumbido del commlink no vino como una molestia. No aquella noche, de sueño constantemente interrumpido por pesadillas sobre espíritus de sangre con forma de serpiente alada que animaban a los muertos mientras corría por un interminable corredor metálico. Ettin aceptó la llamada en modo audio tras ajustarse el subvocalizador al cuello.

- Que necesito specs.

Fue toda su intervención, desapasionada, a la pobre explicación que el orco le había dado. Les había dado, pues no tardó en comprobar que no era el único en la línea. Para ser supuestamente alguien con "cara" en la calle, K podía llegar a ser muy parco en palabras y el tiempo no parecía haber corregido aquel defecto. O igual le estaba confundiendo con otro de esos intermediarios que vivían de chuparle la sangre a quienes caminaban por las sombras... Cosas de la falta de sueño, seguramente.

Abrió la puerta de la terraza y salió; nada como el fresco nocturno para atender una llamada de negocios. Las luces de la ciudad recortaban el horizonte de arcologías contra el cielo oscuro mientras, en la calle, la vida nocturna comenzaba a pulular como ya era habitual.

Cuando sonó su comunicador Cornelius se encontraba enfrascado —una vez más— en la revisión de sus cuentas, tratando de rascar un neoyen de aquí y de allá. Pero lo cierto es que resulta complicado hacer aparecer algo donde no hay.

Acostumbrado durante toda su vida a gastar con opulencia, sin prestar mucho asunto a los numeritos que aparecían al final de las facturas, ahora ese grifo estaba seco, igual que su ánimo.

Todavía con la mente un poco lejos acertó a contestar la llamada y una pequeña sonrisa se fue dibujando en su rostro según escuchaba la escueta descripción de K de la misión.

—... ¿Qué os parece?

—Cuenta conmigo.— se apresuró a contestar.

No estaba en condiciones de ser selectivo. Necesitaba dinero y lo necesitaba pronto.

—¿Iremos a pie o hay que conducir algún trasto?

Parecía que todos estaban en línea y habían respondido bien a la llamada. -Os comento lo que se. Es un encargo de una corporación. Sobre que es exactamente, lo estoy investigando. Hay que llevarlo del Puget hasta Outremer en barco. La ruta se supone que está grabada en el sistema de la lancha, que la ponen ellos. Lo más importante es que tienen prisa, así que hay que prepararse rápido.- La verdad es que no había mucho, pero siendo una escolta, cuanto menos supiéramos nosotros menos filtraciones debería de haber... en teoría.

Mientras estoy en la llamada aprovecho para buscar un mapsoft de la zona por la Matriz.

- Éso es una mierda. - Gruñó con un ruido de desaprobación, mientras subvocalizaba la conversación. - Una ruta pregrabada, sin un decker que proteja el ordenador de navegación es como pedir que nos embosque cualquiera que sepa del envío y quiera robarlo. ¿Podemos variar el trayecto a nuestra discreción? Personalmente, con conocer el punto A y el B debería bastarnos para hacer el trabajo.

Se inclinó sobre la baranda de la terraza. En la calle, un par de "nadies" había comenzado a discutir por una plaza de aparcamiento gratuita y le pareció ver el brillo de una pequeña hoja metálica en la mano de uno de ellos. Tampoco debería de sorprenderle. No estaba precisamente en una urbanización corporativa de lujo, pero confiaba en que los jaleos no se sucedieran a diario en una zona... normal. Si es que existía tal cosa en Seatle.

-Si.- contesté a Ettin -Llevamos a Null Credit por eso. No es darle al botón y que haga la ruta marcada. Él puede dirigir la lancha como veamos. Lo importante, o al menos por lo que he entendido, es el tiempo. También podremos desconectar la lancha de la Matriz en cuanto estemos a bordo, así evitamos interferencias... De hecho, pensando en pasar desapercibidos, lo mejor sería desconectar todo.- 

—Aunque mojarme los pies no es mi especialidad, puedo conducir cualquier cacharro que se deje manejar, sin ningún problema. Pero de lo de las comunicaciones se tendrá que encargar otro.

La llamada empezaba a coger ritmo.

Parecía que sus "compañeros" sabían su trabajo. 

A Grimgor no le apetecía demasiado trabajar para una corpo, tenía malos recuerdos de su trabajo para las AAA, pero tampoco es que pudiese quejarse, llevaba un tiempo sin trabajar y le hacía falta.

- Entonces, ¿cuándo y dónde nos vemos? -

No le parecía útil seguir hablando por commlink, cualquier decker hábil podría estar escuchando todo lo que decían con unas palomitas de microondas. Y como bien había mencionado el Troll, tener un decker pinchando la llamada y la lancha era todo lo mismo. Así que...

-Mi contacto se me mandará esa información en breve, así que estar listos para salir. Os mandaré el punto de encuentro en cuanto lo tenga. Yo puedo recoger a alguien... Aprovechar este tiempo para prepararos y, en cuanto tenga el punto de encuentro, os aviso y nos vemos allí.- Parecía que esta conversación estaba llegando a su fin.

Detuve la búsqueda del mapsoft al ver que tendría que conseguir más de uno. Sería mejor hablar con InOut que seguro que él los tenía. Además, hacía tiempo que no hablaba con él. Esperaría a ser el último en colgar (por si alguien quería decirme algo) y llamaría a InOut.