Partida Rol por web

Opik sacudió la cabeza, sorprendido ante la cadena de sucesos que había pasado en los escasos segundos entre que él golpease a la mujer y que una invisible poción reviviese al semiorco después de que éste cayera.

Se acercó entonces a la mujer, con intención de comprobar el estado de la misma.

Si es la lider o al menos una persona de influencia entre los Sczarni, deberíamos llevarla también para la Sociedad decida qué hacer con ella, ¿no creéis? - pregunta al resto.

¿Alguno de vosotros tiene conocimientos en curación? - preguntó - Yo lo que apenas retuve cuando vi a los maestros atender heridos en el templo. - mientras trataba de atender, infructuosamente, a la mujer.

Erik sonríe totalmente satisfecho de si mismo.

- Si será mejor llevárnosla también - asiente a la sugerencia de Opik, pero su cabeza esta en otro lado, en bajo dice - Bueno, ahora que le hemos salvado la vida al menos nos estará agradecida - mientras habla sonríe con su horrible mandíbula y sus colmillos demasiados grandes a la vista, al cabo de un rato parece darse cuenta y vuelve a colocarse su embozo.

Tinuviel suspira aliviado, por un momento, por más de un momento, lo vio todo perdido. A todos muertos y a la banda de ladrones y asesinos triunfantes.

-Erik, échale un vistazo a Natalya, sin duda la curación de  Opik la afectó pero no se si estaba viva para entonces.

El elfo se ajustó el arco, recogió la varita y el frasco de fuego de alquimista y colocó el tablón para bajar. 

- Voy a registrar a éstos maleantes, con tantas armas que les hemos requisado, vamos a poder armar un ejército. Tómate otra poción, Karash, estás que das pena.

Mientras avanzaba el elfo, el sirviente invisble limpiaba sus ropajes, cuando estuvo impoluto, lo envió a limpiar las ropas y pelos de los demas.

- Igual hasta llegamos presentables a ver a Sheila.

Tinuviel trató, detectando magia, de adivinar para qué servían las pociones de los viales.

Había ignorado a Opik, el pobre era un buenazo y siempre estaba tratando de ayudar a los enemigos caídos, a pesar de ser unos asesinos miserables que atacaban a mujeres indefensas.

Y desafortunadamente, por ella no pagaban viva. Y tampoco muerta.

El paladín rechaza la poción de Tinuviel: Si pretendemos llevarnos a esta mujer con Natalya es mejor atarla y curarla, con sus heridas morirá por el camino.

- No debemos gastar curaciones mágicas en ésta mujerzuela asesina... ¡Trataba de matar a Natalya cuando estaba en el suelo metida en un saco e indefensa! Tu estás tremendamente herido, tómate ésta poción. No le hará ningún favor a nadie que te desplomes en la próxima emboscada.

- Si Opik la cura, por mi bien, que se recupere con cuidados normales.

El paladín se toma la poción y se acerca al enano para intentar estabilizar a la mujer pero está algo confuso y sirve de poca ayuda: Solo con esto no va a llegar a la Sociedad, o la matamos o la curamos

Erik mira hacia Natalya sin saber muy bien que hacer, acerca una manga sucia a una herida dispuesto a limpiarla, pero rápidamente se pone rojo y evita el gesto. Finalmente decide dejar a Opik y Karash el asunto pero antes de alejarse dice con voz tierna hacia la joven:

- Creo que te hemos salvado la vida.

- No mereces adorar a ésta sagrada Diosa. Y por supuesto te ha abandonado en tus pérfidos fines. - Dijo Tinuviel arrancando el símbolo de la falleciente mujer...

- ¿Terminásteis y podemos irnos? - Dijo al paladín y al clérigo que se esforzaban por sanarla.

Espera, no podemos dejarla aquí en medio de las alcantarillas muriéndose. - dijo el enano mientras seguía tratando de estabilizar a la mujer pero sus intentos eran infructuosos, parecía que los dioses estaban reclamando el alma de la mujer y no iban a permitir a ningún mortal interceder.

- Ella iba a matar a una mujer indefensa en un saco. La disparó varias flechas. No te he visto tratar de salvar a los otros...

Y entonces un pedazo de cabeza de uno de los tipos se desprendió de la espada de Karash.

- En fin... la verdad es que no se puede hacer nada por ellos. Les hemos dado bien...

- Eres una veleta, dice a Tinuviel mientras intenta reanimar a la mujer, ¿quieres que nos la llevemos o no?

- No comprendo esa palabra. ¿Qué es una veleta?.