Partida Rol por web

Halloween pasó sin pena ni gloria y las navidades hicieron otro tanto así que no tardé en cabrearme y aburrirme y así, ponerme a idear una maldad nueva.

¿ A quién podía jorobar la diversión esta vez?

Sin duda lo más cercano eran los carnavales y había escuchado que este año iba a actuar en ellos lo más selecto del panorama respecto a música:

La idea era que mis esbirros se encargaran de hacerlo desaparecer y así, estropear la mayor macrofiesta que iba a haber aquellos carnavales, pero por alguna razón un DJ con esa cara de tonto había sido aún más listo que mis esbirros.

¿ Por qué siempre se las arreglaban para fallar cuando les mandaba algo? Este muchacho no podía ser más listo que una piedra ( sin ánimo de ofender a las piedras ).

.....

En fin, una vez pasados los carnavales y con los planes de nuevo frustrados, hice llamar a mis esbirros.

- CADA VEZ SOIS MÁS DEFECTUOSOS! ¿ TAN DIFÍCIL ERA DESHACERSE DE UN BOBO DE NACIMIENTO? OS LO DEJÉ CLARO! QUIERO QUE LO HAGÁIS DESAPARECER... Y NO.. AHÍ QUE DIO LA SERENATA EN LA FIESTA!!

Es que no tenían remedio estos esbirros.

- Starmonkey. ¿ Qué hicisteis cuando salisteis de aquí? ¿ Al menos trataríais de localizarlo no?

Tras conseguir la supervivencia, adaptarme al hecho de estar relleno de relleno de peluche, una nueva cola bionica y una cicatriz la mar de llamativa creada por la Señora -garantía de calidad, por supuesto- no fue un gran problema. Sin embargo, la oportunidad de destacar para con la Señora volvió, tras el último fracaso. Y todo hubiese estado bien si no hubiesen vuelto a pifiarla en la misión. Inclino la cabeza ante los gritos, y una vez más vuelve a tocarme ser el primero en hablar, lo que me recuerda una escena ocurrida hace ya unos meses...

-Poderosa Señora Oscura. -Me adelanto con una leve inclinación de sumisión que tengo muy practicada frente al espejo. -Loada seais vos por poetas más diestros en la palabra que yo. -Aunque luego probablemente los frías o algo peor, pero en eso ya no me meto. Que soy un mono, y la poesía no es lo mío. -Cuando partimos de Vuestra fastuosa guarida, una vez más, me encontré en la tesitura de que ninguno de los otros esbirros sabía cómo proceder. El primero quería ir a lamer el bosque, retozar con las margaritas y otras obscenidades que os ahorraré, mientras que el otro tenía todo el rato los ojos entrecerrados y mascullaba en una lengua indescifrable y con aspecto de estar pidiendo una puñalada por la espalda o alguna otra clase de muerte artística. Así pues, tirando de mis contactos recurrí a un colega peculiar muy ducho en estos asuntos de fiesta porque se pasa el día bebiendo y festejando, y estaba seguro de que él sabría dónde era la fiesta y en qué lugar podíamos encontrar al objetivo. Tras conseguir hacer que les entrase el plan en la cabeza, pues, lo primero que hicimos fue ir hacia casa de mi colega Mono Latoso, que me había confirmado que iba a estar ahí porque le pegué un toque por teléfono. -Hago otra inclinación sumisa. Pregunta contestada, aiba que no. Aquí me voy a quedar yo en silencio o algo.

El jovial y siempre mortífero Al Leong alzo la mano a la espera de que la señora oscura le permitiera la palabra. Entonces, cuando ella le autorizo, se adelanto dos pasos y señalando a su amigo y vecino Starmonkey dijo en voz alta:

Señola oscula - pausa dramática - ¡SEL TODO MENTILA! Stalmonkey engañalnos, él lleval a puelta glande metal y decil que sel entlada fiesta pelo en lealidad encelalnos allí. Pasal noche en sitio mas pequeño que armalio donde no habel watel pelo si habel ventanas, nosotlos vel como stalmonkey subil escenalio con dj dulante toda la noche. Si, señola oscula, TODA LA NOCHE, nosotlos vel.

Había conseguido sobrevivir unos cuantos meses más y no me podía quejar del trato. Aunque ahora que lo pienso… poco recordada de ello. Pero vamos al pus, digo… al grano. La señora oscura nos había encargado otra misión y para variar tampoco había sido un éxito. Ahora se nos reclamaba ante su presencia.

Miré a mis dos compañeros estirando mis músculos faciales y parpadeando de forma ostentosa. Comenzó a hablar el monito gracioso y ya lo hacía mal, había que ver, estos no aprendían.

- Oh su oscurísima señora, veo que la cosa no cambia. Y que aquí el esbirro mono se dedica a culpar a los demás – Me rasqué las bolas y escuché la intervención del otro esbirro – Si, si, como dice el esbirro que no abre los ojos… Igual hay demasiada luz, no sé… Bueno, pues como iba diciendo… Mientras el mono le daba leña a si mismo. Quiero decir que le daba leña al mono… Con gran esfuerzo y un poco de contorsionismo conseguí salir por la ventana y abrir la puerta para que el chinito saliese. Yo busco trabajo en equipo, no como el colega mono que se fue de parranda y cuando por fin dimos con él, no se lo va a creer ¡Pero lo encontramos durmiendo la mona!

A esto lo llamaba yo empezar mal una misión. Eso o el mono peludo este le había hecho algo a sus compañeros y ahora estaban tratando de echarle las culpas a él delante mía. El caso, es que apenas habían empezado a abrir la boca y peludo ya estaba metido en un buen lío.

- Eso de la fiesta ¿ qué tenía que ver con la misión? - Aún no estaba demasiado enfadada para ser yo. Quizás, si esto mismo me lo dicen en un rato se hubiera arrepentido muy mucho de hacerlo, pero aún me lo estaba tomando con filosofía. - ¿ Y lo de que te encontraron durmiendo? - A esto ya le puse un poco de peor cara de la que ya tenía habitualmente.

Claro, de lo que había dicho de ir a ver un colega, habíamos terminado de fiesta y durmiendo la mona en mitad de una misión, por no decir que seguro que lo hizo de " drojas " hasta las cejas. Casi hasta lo estaba viendo. Estaría de apuestas con el fumao a ver quién acababa peor o algo.

- ¿ QUÉ? ¿ OS ACABO DE LLAMAR Y YA ME ESTÁIS VACILANDO? - No me podía creer que tan temprano ya no me respondiera nadie. Una cosa era que cuando ya llevaban un rato hablando y no sabían por dónde salirme se callaran y se pensaran que no les iba a creer pero tan pronto...

- PUES LA VAS A LLEVAR CLARA!

Y tan clara, porque cogí al mono y lo metí un una centrifugadora que iba más rápida que el demonio, hasta que el mono, salió de este pelo:

Una vez hube escarmentado al esbirro, miré a los otros dos y decidí que hablara el fumao, que de esos de drogas sabía y me parecía que el tema iba a seguir esos derroteros.

- Bosco... entonces... ¿ era el mono el que dormía la mona ? ¿ Eso era que dormía con una mujer peluda o que dormía todo lo que llevaba en el cuerpo?

La verdad que el mono salió suave y esponjoso de aquel centrifugado. Seguramente algo mareado pero… Mis pensamientos se detuvieron en seco cuando la señora dijo mi nombre. Tenía que permanecer atento y sereno, aunque la abstinencia me estuviese matando.

- Se.. señora, el mono se dormía a si mismo, quiero decir que dormía la mona, no se en lo que estaría pensando pero tanta actividad de bailoteo y demás lo dejó KO Traté de moverlo con el pié pero seguía ronca que te ronca. Luego traté de despertarle lanzándole todos los cubatas medio vacíos que habían por la zona, pero aunque le lanzara solo el contenido nada. Nos encontrábamos en una encruzjjjj encrucijada, seguir en equipo y perdiendo tiempo y tomar la iniciativa.

- Al final, como sé de las prisas de usted, la señora de la infinita oscuridad, opté por lo segundo. Le dejé una nota escrita en una servilleta, dentro de la mona nariz de la mona que dormía la mona y retomamos la misión. Había que buscar al DJ, a mi me sonaba de algo, sabía que lo había visto en alguna tarde de resaca en mi casa. Ya sabe, cuando uno necesita recurrir a algo para vomitar y así pasar más rápido la resaca, esos programas son fantásticos para ese fin, oiga. Entonces caí. Me vino una imagen uno de los programas de Jorge Javier Vázquez y tras reprimir un par de arcadas, me vino a la cabeza ¡Es Paquirrín, ese bobainas se hace llamar Paquirrín! En el local había a esas horas una fauna de lo más raruna, y no sabía si era carnavales o que, pero el caso es que le pregunté al primero que vi. Uno que parecía ir disfrazado de plátano o vete a saber, le dije. Oye tú, ¿Has visto al DJ de esta discoteca? ¿Sabes si era el Paquirrín?

Al Leong negaba con la cabeza ante las palabras del tipo que tenía nombre de ambientador barato comprado en supermercado. Así que cuando la señora oscura le dirigió la mirada a la espera de que añadiera algo, hablo.

Mi señola, bosco verde tlatal de engañal a usted. Mientlas estal encelados yo ayudal a él pala salil de pequeño almacen, pelo él luego lalgal a bailal TODA LA NOCHE con banda de papagayos veganos fumetas hippies. Gente muy lala, compañelo pasal resto noche fumando, bailando y bebiendo mientlas yo quedal encelado.

Me quedo bloqueado un instante ante la belleza de la Señora, mientras mis órganos internos de peluche se deciden a hacer un montón de cosas que el relleno no debería de hacer, y para cuando quiero darme cuenta estoy metido dentro de una centrifugadora que me deja bonito, bonito. Y dolorido, pero al menos no la ha llenado de cristales rotos o cosas peores, para los castigos de la Señora ha sido hasta benigno. No dejo sin embargo que el humano chino -lo de antes ha sido una alianza de humanos, pero ahora se puede hablar de meter baza- sea el único que contradiga historias, así que hablo yo también.

-Y eso no es lo único, excelentísima Señora. El humano fumador ha hablado de monas y otras tonterías que no tienen nada que ver, pero tuve que ser yo el que volvió al sitio ese a rescatar al humano de ojos rasgados después de que me noquearan en mis intentos y juntos fuimos a encontrárnoslo aspirando vapores de combustiones y otras técnicas de autodestrucción que le hacían perder el tiempo. Todo ello acompañado de otros individuos de aspecto similar en la parte trasera de un tugurio cerrado, donde la basura parecía conquistar más espacio que cualquier otra cosa. Dice que entró en una discoteca pero sus funciones lógicas y visuales eran erróneas, en realidad se encontraba rebozándose en un basurero, Señora. Y así, lógicamente, el tiempo que tardamos en encontrarlo y sacarlo de ahí pese a su cabezonería fue tiempo completamente perdido.

En primer lugar la culpa parecía ser de aquella " bolita esponjosa " que en realidad era mi esbirro el mono, pero luego, según fui oyendo aquello, para mí que la culpa era del fumao de marras, como sucedía bastantes veces.

- ¿ Entonces? ¿ Qué es eso que cuentan tus compañeros? ¿ Ibais a buscar al mono, a bailar con los papagayos veganos, a donde el DJ..?

Para que luego dijeran que no había que estudiar para entender a los esbirros. Yo tenía que tener ya como cuatro masters por ello.

Lo de la basura ya me parecía una guarrada, pero yonkis más tristes había visto en mi vida.

- ¿ Qué es eso de la basura y el local ese lleno de mierda?

Me crucé de brazos y le miré, como queriendo una explicación muy buena para todo aquello.

Aguanté pacientemente a lo poco que podían aportar mis dos compañeros y traté de echar un poco de “luz” sobre la “señora oscura.”

- Oh mi señora amante de la oscuridad, no les crea, todo es mala fama sin fundamento, no bebo ni me drojo en horas de trabajo, lo que pasa es que estos incultos no se enteran, vea, vea, yo le explico.

- La banda de papagayos corresponde con lo de que le indiqué de que en la discoteca había una especie de fiesta de los disfraces, el pobre chinito apenas puede abrir los ojos y no ve tres encima de un burro. Y lo que dice el simpático mono, por cierto no se donde se ha dejado los platillos... Si, me vió en un cuartucho lleno de polvo y de mierda, pero es que no se entera, nunca debe de haber visto un plató de televisión, con todos los decorados y todos los trastos que allí tienen.

- Pues si, me fuí a te-la-hinco, digo telecinco. Si el sujeto no estaba en la discoteca, seguro que donde hacían esos programas asquerosos sabrían donde encontrarlo. Allí el chinito comenzó a abrir cajas pensando que eran regalos suyos y ¡Consiguió que nos echaran! Justo cuando estábamos sobre una buena pista.

Al final la cosa de que alguien durmiera la mona iba a ser culpa de que el chino no viera bien. Desde luego que eso no me había terminado de convencer, pero quería ver a dónde me llevaba todo aquello y por eso decidí dejar que siguiera hablando. Al decir aquello de Telecinco me hizo arrugar el gesto. Seguro que estarían grabando uno de esos programas absurdos y estúpidos como ese en los que salían los " más guapos y más estúpidos " de su casa, ligando con otros con los que no harían un cuarto de cerebro si se " arrejuntaran ".

- Sólo sería peor si el programa fuera de la MTV y salieran adolescentes preñadas...

Claro que con lo de los regalos, miré al chino sin entender por qué lo había hecho.

- ¿ Pensabas que era navidad? - Era inquietante averiguar que al parecer a mis esbirros les gustaban los regalos.

El jovial Al Leong (léase con ironía porque este hombre nunca suele sonreír) hizo una reverencia cuando la dama oscura dirigió su fría mirada hacía él
Para finalmente volverse hacïa sus compañeros con un gesto de resignaciön antes de hablar

Mi señola.
Su leal sielvo solo quelel ayudal pq yo sabel que en paquete habel polvos blancos que gustal a bosco velde, y también a homble calvo que palecel sel dj
Pol eso buscal en legalos y destluil vicio. Así podel engañal homble goldo y metello en horno pala desapalecel.

Me quedé más que un poco decepcionada con lo poco que había dicho el chino. En realidad, había sido tan pobre que me quedé esperando más tiempo a ver si proseguía hablando del que él había usado para hablar.

- Sabes que tu vida depende de lo que digas ¿ no?! - Por si acaso no se había acordado, pues casi parecía que no había sido así.

De todas formas, habría que recordárselo de otra manera, e invoqué a uno de mis fieles seguidores para que me ayudara a ello.

- No hace falta que te duermas... - Dijo éste siempre tan gracioso.

En un par de movimientos de Krueger la cara del chino quedó que no le reconocería ni su madre, aunque era normal si tenemos en cuenta que todos los chinos son casi iguales.

Una vez terminó con sus quehaceres, Freddy hizo una reverencia y se largó. Tenía gente a la que torturar.

* Uno, dos... *

Starmonkey aguantó la mirada y el silencio de su Señora durante unos segundos. Sí, es que estaba hecho toda una pelusa y daban ganas de soplarle.

- Explícame eso que trataba de decir el chino que no me ha servido de mucho...

Parecía que la pelusa seguía en su línea y había desistido de decir absolutamente nada. La verdad es que el mono siempre había sido un buen esbirro, pero ahora parecía no tener ningún interés por su vida y a este ritmo veía que la cosa se le estaba yendo de las manos.

Como ya era una pelusa el resto de tu castigo fue fácil.

1. Meterlo en 0,5 l. de agua hirviendo.
2. Dejarlo en remojo unos segundos.
3. Añadir tinte rosa.
4. Clavar un palo.

El resultado de aquella maravillosa receta fue este:

Por alguna parte de aquel revoltijo rosa aún quedaba un mono más muerto que vivo, pero apostaría a que no iba a tardar en clavar aquel palo en como poco su corazón.

- Ni que fuera tan peligroso como un vampiro... - Pensé. - Mejor entre ceja y ceja.

Tampoco tenía muchos esbirros para elegir, así que volví al " yonko " de nuevo.

- Bosco... YA HE PERDIDO TODA MI PACIENCIA ASÍ QUE... - Era cierto, a esas alturas ya estaba bastante cabreada.

Lejos de alegrarme las muertes de mis compis esbirros, me puso los pelos como escarpias. Por un momento me quedé en blanco, mentalmente y además literalmente por lo pálido. Eso mismo me hizo recordar las palabras del chinito durmiente, (ahora con el rostro un poco hecho como tallarines) aquello que se inventó de los polvos blancos.

- No haga demasiado caso al señor Chop Suey, para mi que está entrando en fase R.E.M.  y no sabe muy bien lo que dice – Inmediatamente vino a mi mente alguna canción de cierto grupo y me sacudí con la palma de la mano en la sien para sacarla.

- La verdad es que no sé que “botones” buscaba el chino en esos regalos, pero yo no me meto en las cosas personales de cada uno. Yo estaba decidido a cumplir con la misión. Como le dije, estábamos en una de esas cadenas de televisión cutrosas. En ese momento estaban grabando “embalsásame deluxe” Donde las tipas exhiben sin pudor alguno, todas sus operaciones de cirugía estética, al más puso estilo Doctor Tamumal. Aquello más bien parecía un programa de historia de Egipto, por las momias.

- Pero al grano. Iba a preguntar a alguien de los que allí había por nuestro objetivo, Falerrín, Paquilete o como se llame, pero entonces dos de esas momias se levantaron y comenzaron a liarse a guantazos: Que si Enrique Catedrales es mío, que si eres una zorra, que si tú más, cundió el caos de tal forma que vinieron los seguratas a separarlas.

Un palo, ¡un palo! Ahora soy rosa y tengo un palo. Si no fuera porque soy un mono, no tengo un cerebro positrónico y me controlo por completo, bien maldeciría al capullo que me está controlando y haciéndome quedar como un napias chitón frente a la grandeza de la Señora Oscura. Pero claro, yo no debería tener algo de eso, ¿no? Ni nadie está leyendo todo esto, solo está en mi cabeza.

-Señora, no os creáis lo que el adicto a las sustancias estupefacientes dice. Bien es cierto que nos hizo ir, alegando que podría encontrar allí pistas sobre el paradero de nuestro objetivo, a un lugar cochambroso y lleno de basura, ¡qué iba a saber yo que los humanos adoran tales tonterías! Más les valía hacer una caja tonta donde únicamente Vos, y vuestra magnificencia, apareciesen de manera permanente y los torturasen cuando no cumpliesen Vuestra maligna y hermosa voluntad, y no las abominaciones que observan, estúpidos monos tratando de aparearse con estúpidas monas llenas de mascarillas y quién sabe qué.

Hago una pausa, recapitulando. El palo está colocado en un muy mal sitio, la verdad, y se me va la pinza.

-Pero a lo que iba. El humano de las drogas dice que había dos mujeres peleando, y es cierto. ¡Pero todo eso lo inició él! Nos había llevado a un antro de depravación donde no había más que estúpidos y gente buscando dosis que chutarse, y las dos mujeres empezaron a pelearse cuando una de ellas terminó de hacer negocios con Bosco y se llevó su última dosis de cristal. Las dos estúpidas empezaron a pelearse, metiendo a Bosco en medio y haciéndonos perder un tiempo precioso de buscar al humano gordo que nos habíais encargado silenciar, ¡y todo por cristal de ventana! Desde luego, la segunda mujer era una verdadera viciosa del cristal... y toda esa pérdida solo por sacarse unas perras, ¡hasta se atrevió a decir que no nos pagabais lo suficiente, el humano siervo!

Como si nos pagase algo. Como si no conociese un buen montón de sirvientes, la mayoría muertos, que directamente no tenían otra opción. Aunque a mí me alimenta, no sé qué más pagos necesitan...