Partida Rol por web

Las cosas solo habían empeorado desde la llegada de “los de afuera” y ahora la ultima revuelta era lo peor que había sucedido incluso llegando al culmine de la violencia. Su deber era velar por el bienestar de sus pacientes por más que los recién llegados actuasen como simios rabiosos. Si dar explicaciones a punta de cuchillo servía para calmar la situación entonces no tenía otra opción.

James y Aaron comienzan con las preguntas pero antes el coronel con su experiencia logra calmar a Harry sacándolo de su frenesí de sangre. Entonces el joven teniente trata de redimir su brote psicótico cesando su ataque pero sin tomar demasiada distancia de los guardias. – ¡Enfermera, venga aquí y ayude a los heridos comenzando con la mujer! – ordena el médico a la enfermera que observa todo desde la seguridad del pasillo. La mujer entra a la sala con un carro con elementos de sanación y comienza a atender a Jules.

A continuación el doctor Vannacutt intenta responder las preguntas de sus captores… - Estamos en diciembre, en los tiempos del sagrado Adviento… a pocos días de la Inmaculada Concepción. Corren tiempos difíciles pero ustedes no saben nada de eso porque han estado un mes y medio en coma. Acaban de despertar al unísono. – Vannacutt tras una pausa para tragar saliva y limpiar de sangre sus labios con su lengua continua – Salir de un coma profundo provoca amnesia y comportamientos paranoides. Por ejemplo sus heridas fueron provocadas por ustedes mismos dos noches atrás, actuaban como sonámbulos o poseídos por el demonio – Tal vez la noticia deje fuera de si a mas de uno pero es la verdad, la cruel verdad – Se encuentran en el hospital de Bar Harbor y sobre sus posesiones no sabría decir, ya que fueron rescatados por los pescadores locales. Al parecer son los únicos sobrevivientes de un naufragio. – El doctor respondió a todas sus preguntas pero ahora exigirá un trato justo, al menos que lo dejen en libertad para que pueda trabajar. – He respondido sus preguntas ¿ahora puedo atender sus heridas como es debido? También debo curar las mías. – responde sin demora ante la posibilidad de solucionar el altercado. 

Evelyn observó con horror como se habia revolucionado todo, no confiaba en nadie, pero nisiquiera podia confiar en los que la rodeaban. Habian sido violentos en exceso, sin importarles casi cobrarse las vidas de aquellos que en cierta manera los habian salvado. Obviamente ella no se tragaba mucho eso de haberse vuelto loca y haberse herido a si misma, pero cualquier cosa que explicara lo sucedido sin violencia, le valia. Habia gritado cuando uno de sus compañeros la encontró en medio de la busqueda de utiles, asi que el escondite ya no le servia para nada.
Evelyn se levanto de entre los colchones, quitandose la sabana de encima y cojeó un poco, volviendo a subirse a la cama, tiritando, arrebujandose en el camisón. 
- Yo me llamo Evelyn Evans, no recuerdo... nada, solo una pesadilla en mi cama, una noche como otra. Soy una mujer de clase alta, en la ciudad. Asi que no me extraña ser victima de algun tipo de crucero... pero no lo tenia planeado, no al menos desde lo ultimo que recuerdo. Tuvo que ser algo de ultima hora, cosa que no suelo hacer.- intento responder como una paciente pasiva, con las manos donde los medicos pudieran verlas. Sobre el resto de cosas... Seguro que eran los negros. O algunos habian intentado envenenarles. Incluso drogarles. Ojala recordase pronto. Pero seguia sin encajarle. ¿Su marido no habia intentado buscarla y llevarla a un buen hospital?

Ustedes, a diferencia del resto que se enfocó en pelear, descubren en algún momento que al mirar por las rendijas de las ventanas tapiadas en la distancia una luz combate la oscuridad de la noche tormentosa. Es un haz de luz que por momentos ilumina en vuestra dirección desde el lejano horizonte como si fuese un manto que permite ver el contorno del casco urbano que rodea el edificio.

Al parecer se encuentran en un cuarto o quinto piso de un hospital (si es que Vannacutt habla con la verdad) ubicado en el centro de una pequeña ciudad o pueblo. El tamaño del asentamiento es difícil de calcular en medio de la noche sin luna.

Lo único llamativo es una bandada de granes aves surcando el cielo por lo alto, muy por encima de todas las edificaciones.

-Seguro que puede seguir respondiendo mientras hace lo que tenga que hacer-contesta James haciendo un gesto como invitándole a atender a la mujer-pero cierto es que su explicación es vaga y poco coherente. Dice que estamos en el Hospital Bar Harbor...en Maine, si no me equivoco. Ya he visto el recorte de periódico que nos ha dejado, en el que casualmente se ha eliminado la fecha, para corroborar su historia ¿Y qué le ha pasado a este hospital en mes y medio para que parezca que lleva 10 años abandonado y las ventanas estén selladas? ¿Y esos matones?Me dirá que es por motivos de seguridad, dado que podíamos tener una reacción violenta como la que hemos tenido. Y sin embargo, esa reacción violenta la ha provocado usted ¿Realmente cree que la mejor forma de tratar con un grupo de gente que despierta asustado en una habitación es dejarla a solas, en un lugar insalubre, en la completa oscuridad, atada y con...

Con un tipo de aspecto extraño que está asesinando a otro paciente. Dónde está ese paciente...

James miró a su alrededor buscando al muerto.

Al menos había que concederle que habían visto aquel tipo extraño y de pronto se había esfumado y el paciente muerto...todo era muy extraño.

-...sin vigilancia? Y respecto a mi herida, tengo dos; una en el hombro que según recuerdo, me hice antes de venir. El último recuerdo que tengo es desmayarme en un banco mientas un tipo iba a buscar un médico para atenderme. Usted dice que eso sucedió...hace un mes. Y sin embargo la herida es reciente. La otra, dice usted que me la causé yo y sin embargo, está realizada con una precisión quirúrgica de la que yo carezco. Dígame doctor, ¿de qué manera piensa que sus mentiras van a contribuír a calmar la situación?

James mira al doctor desafiante antes de concluír.

-Por cierto, ya que todo lo que sucede es normal y todas estas anomalías solo están en nuestra mente, supongo que nos podemos marchar a casa ¿verdad? O como mínimo, a un hospital provisto de las condiciones higiénicas mínimas imprescindibles.
 

El doctor hubiera dejado morir estos pacientes si no fuera un hombre dedicado a su profesión. Ahora no desistían en sus intenciones y lo único que hacían era reclamar y exigir porque sus demandas no tenían límites, pero era imperdonable que todavía no lo hubiesen soltado pese a su cooperación. – Tal vez si la señorita me dejase libre podría continuar. Es un acto de buena voluntad que evitaría que la policía les echase el guante cuando abandonen el hospital. Hay mucho que ustedes deben saber, en especial sobre las últimas semanas pero sin mi libertad la situación no va a cambiar. -  Vannacutt aleja a los guardias con un gesto de su mano para luego llamar a dos enfermeras que ingresan con miedo a la sala. Traen consigo una mesa con ruedas que contiene diversos útiles de primeros auxilios.

Las enfermeras de inmediato atienden las heridas de la gemela que esta tirada en el suelo y a todos aquellos que deseen una cura.

En la tabla de hospital hay gasas, vendas tijeras, jeringas, pastillas en frascos y muchas cosas mas.

Una de las gemelas se mantenía firme a su petición y al parecer no tenía intención alguna de soltar al Doctor, al menos hasta que su hermana estuviera mejor. Sin embargo, pese a la presión que tenía éste sujeto, no dudó en responder a las preguntas de un compañero lo cual descolocó a Julie por completo, sembrando la duda.

Muchos eran los años de experiencia bajo diferentes escenarios o situaciones, en donde las personas se comportaban de una forma similar escondiendo la verdad detrás de una máscara tan creíble como su propia existencia, pero no... Julie no creería en ello, tenía que que comprobarlo con sus propios ojos. 

¿Bar Harbor? ¿Naufragio? ¿De qué habla con el tiempo del advenimiento? Ni que el apocalipsis nos estuviera consumiendo, esas eran tonterías de la Iglesia que profesaban Sacerdotes pedófilos y homosexuales. -piensa la gemela apretando más el cuello del Doctor. No sería capaz de creer aquello y si alguno de los presentes lo hacía, ya se las arreglaría con ella en persona. Sólo bastaba con mirar el lugar y ver en las condiciones que aparecimos para rebatirle todo aquello en cuestión de segundos. 

Pero no... Aquel sujeto antiguamente adinerado seguía con las preguntas y el Doctor continuaba respondiendo. Parecía una maldita conversación entre amigos, nada de esto parecía real. Por esa razón y gracias al carácter de Julia, ésta rompe el silencio amenazando nuevamente. 

-Saca a tus hombres de aquí y traben la puerta para que no vuelvan a entrar, sólo de esa forma te soltaré. Además primero curas a mi hermana, mas te vale que te la ingenies para que respire en cuestión de minutos sino... Serás tú el que se convierta en polvo cuando el advenimiento llegue porque te haré tragar cada hoja del maldito apocalipsis por la boca hasta que te mueras ahogado. - afirma al bajar por las espaldas del Doctor liberando así sus manos, sólo que Julie tenía la tijera ésta vez apoyada en su herida. Fácil sería empujarla un poco y que el dolor sea agonizante.

-¿Quién no haría lo que sea por salvar a la persona que ama? Ella amaba a su hermana y por ella sería el demonio en persona si no cumplían con su palabra. 

Mientras en ese interín, una de las enfermeras junto al gordo del bate buscan auxiliar a Jules, quien apenas consciente agradece el gesto de su compañero apretando la herida con el trozo de tela. Sólo que la enfermera, experta en su labor, comienza a limpiar la misma y verifica si tiene huesos rotos o algo mucho peor en aquel torturado y esbelto cuerpo. 

Lo bueno de todo aquello, es que la gemela resiste más de lo que se imaginaba y a los pocos minutos, pese al dolor, está siendo atendida correctamente. Eso alivió a Julie hasta cierto punto, una cazadora jamás pierde pisada a su presa y por esa razón se mantenía en modo alerta. 

Lo cierto es que la agresividad de Julie...o Jules...o como se llamase, incomodaba a James, que no solía ser muy dado a la violencia aunque no se negar que en este caso, había sido clave para resolver la situación. Si habría o no otro camino, era algo que nunca sabrían.

En atención a la llamada del doctor, varias enfermeras entraron en la habitación y comenzaron a atender a los heridos, empezando por la hermana de la chica de las tijeras, que sin duda, era la que presentaba un estado de mayor gravedad.

-Creo que las demandas de la señorita son más que razonables. La presencia de los guardias no hace otra cosa que generar tensión empeorando con ello la situación-asintió James a la vez que acercándose despacio a la puerta, hacía un gesto que incluso podría parecer amable a los guardias para que saliesen por ella-Y dada la situación, no creo que se oponga a acceder a ellas. Sería un gesto de buena voluntad por su parte que estoy seguro, lograría otro gesto de buena voluntad por parte de ella.

Una vez salieron los guardias, cerró la puerta y buscó una cuña, de esas que se utilizan en los hospitales viejos (como aquel) para inmovilizar las camas y la ajustó en la puerta de modo que impidiese que se abriese desde fuera. O eso, o cualquier otra cosa que hiciese la misma función. Y quizá si no encontrase nada, lo mismo serviría bloquearla con un mueble.

Luego se volvió hacia el doctor.

-Bueno, veamos. Dice que hay muchas cosas que debemos saber. Si nos las quisiera contar, ya lo habría hecho, así que o le torturamos hasta que nos las cuente o buscamos a otra persona para que lo haga. A parte de que la idea de torturar a una persona me resulta francamente desagradable, si le torturamos probablemente se muera porque no sabremos como hacerlo y una vez muerto, nos quedamos sin moneda de cambio para obtener nuestra libertad. Por tanto, me decantaría por la segunda opción dado que mi prioridad, por encima de saber todas esas cosas, es salir de aquí. Por la policía no se preocupe que sabré entenderme con ellos. Usted solo facilítenos la salida de este antro que usted llama hospital.

El detective se mantuvo en silencio mientras la pelea terminaba. Se había acercado a una ventana y observaba por ella. Estamos en un cuarto o quinto piso, en medio de un pueblo. Y hay una luz que nos ilumina de tanto en tanto... tendría sentido si lo que dice el doctor es cierto y nos encontraron en el agua...estaríamos en un pueblo costero. Todo y que no prestaba excesiva atención a lo que el resto decía, si que escuchaba muy atentamente al doctor, aunque no lo pareciera. Su tono, su respiración, saboreaba cada palabra que salia de su boca. Llevaba años interrogando a delincuentes, había aprendido ha apreciar cada detalle de una confesión.

Finalmente se giro hacia el resto.

-Tranquilo amigo- le dijo a James – De momento no hace falta torturar a nadie. Llevo años sacando información a delincuentes dejame que hable con él. Y no hace falta que nadie llame a la policía, ya estoy aquí-

Poco a poco se acerca hasta el doctor y la gemela que lo retenía. Luego le hizo un gesto con la cabeza a ella, para darle a entender que todo estaba controlado, que se calmase.

-La puerta ya esta cerrada y los guardias fuera. Dejale que se explique, a mi no me podrá engañar.- El detective coloco su cabeza a la altura de la del doctor, observándole fijamente a los ojos.

-Ahora responda a las preguntas que le han formulado amigo. Y añadiré alguna más. Donde coño esta Bar Harvour?- Quizá lo conociese, pero con el despertar no lograba recordar ese nombre -entiendo que es un pueblo costero y que eso de ahí fuera es un faro no?- escuchaba su respiración -Luego dice que nosotros mismos nos herimos...en serio se cree eso? Todos en el mismo exacto punto? Dormidos? Permitame que dude, amigo...- se fijaba en sus poros, si empezaba a sudar -Dudo que yo estuviera en algún barco, creo más bien que nos han secuestrado.-Observó si tenia algún tic que le delatase -Respecto a la policía, me encantaría hablar con ellos, de verdad. Y porqué coño nombra toda esa basura religiosa? No sabe hablar normal? En días como todo el mundo? En que día estamos exactamente.- Se fijo en sus ojos, si le mantenía la mirada no -Y por ultimo añadir que cuando despertamos aquí había alguien, creo que todos lo vimos. Y escuchamos a alguien gritar, pero luego, nada.-

Se lo quedo mirando fijamente, sin perder detalle de cada indicio que pueda darle.

El doctor intentó razonar con los Despertados pero en esta ocasión es imposible porque han perdido todo rastro de humanidad y cordura. Se asemejan a “ellos” y por ende su destino será igual de lúgubre.

- Usted se encuentra en Bar Harbor, un pueblo del condado de Hancock, en el estado de Maine,es decir Nueva Inglaterra. Por eso mismo ve en la distancia el Faro Silencioso. ¿Ahora entiende? - Vannacutt toma otra bocanada de aire tras la presión de la gemela en su presa - u...ustedes no son los únicos que actúan bajo sonambulismo. Minutos antes de su locura y violencia una mujer embarazada saltaba por la ventana de su habitación. La locura invade nuestro santuario... una ola de horribles suicidios.- tras sopesar las ultimas palabras el doctor se dirige a James con las respuestas que el joven necesita oír - Hoy es miércoles cinco de diciembre...¿periódico? ¿acaso cree que tengo tiempo para dejar trozos de periódico por ahí? ¡Tengo medio pueblo que cuidar de ellos mismos y usted me habla de un pedazo de papel! ... Antes que ustedes fueran asignados a este pabellón los anteriores pacientes se suicidaron saltando por esas ventanas, es por eso que ahora están tapiadas. Y eso fue luego de los destrozos y el fuego... - el tono del doctor va ganando oscuridad a media que relata su historia, como si los perturbadores recuerdos volvieran a repetirse - personalmente sugerí a las enfermeras que los atasen luego de vuestro intento de suicidio con fragmentos de vidrio... ustedes también intentaron saltar por las ventanas. Este hospital, o lo que queda de el es la única institución que aun se mantiene en funcionamiento. - su paciencia se agota. Cada segundo que él permanece aquí un paciente podría necesitar de su conocimiento...

- Basta. No hablaré mas hasta que no me suelte esta mujer y sea atendido por mi personal. - Aquella frase salió de sus labios con determinación.

Eve sin duda se habia calmado bastante, si bien, toda explicacion habia sido casi peor. A veces la verdad era mucho mas oscura que el desconocimiento. Sus pies descalzos volvieron a rozar el suelo, levantandose y se puso al lado de James, la unica persona que realmente parecia razonable de todos. Respiro hondo y clavo la vista en la joven que sujetaba al medico aun.

- Dejaos de exigencias y hacer caso al doctor. Sin duda algo terrible ha pasado y todos estamos igual de confusos. Mirar lo que esto ha ocasionado. Heridos, en vez de intentar calmarnos y recordar. Detened este sin sentido, ahora. Dejad de exigir respuestas y paraos a escucharlas. Bastante esta haciendo ya el medico por nosotros. Dejale libre y encargate de tu hermana, ya bastante lio habeis causado. - Su dedo señalo a la muchacha rubia, con ojos algo fieros. No iba a dejar que las cosas se salieran del tiesto y perdieran todos la unica oportunidad que tenian para salir de ahi sanos, en cuerpo y en mente. No era partidaria de la violencia, pero sin duda pensaba que aquellas niñas necesitaban una reprimenda. Se coloco el enmarañado pelo hacia atras, intentando dar una mejor imagen de si misma, aunque sin el maquillaje, sus arrugas se notaban, el como poco a poco iba entrando en años. Se dirigio de nuevo al equipo medico, con las manos en alto, inofensiva.

- Hay algo en lo que pueda ayudar? - Queria salir de ahi, y queria hacerlo de una pieza, por eso intentaba ponerse del lado mas sensato de la discusion, mirando a James de reojo, esperando su apoyo en la situacion.

Mientras el doctor habla, James se le queda mirando a los ojos, como si a través de su mirada, pudiera observar su interior. Parece sincero. Lo cual no quiere decir que tenga razón. Solo quiere decir que cree en lo que está diciendo pero por las mismas, podría ser él el loco paranoide que en su historia son sus pacientes. Pero claro, ¿y las enfermeras?¿y los guardias? Lo cierto es que su historia era fantástica, sí. Pero plausible.

James asiente con la cabeza y se gira hacia la mujer que están atendiendo los médicos. No tiene mucha idea de medicina, pero parece que las enfermeras lo están atendiendo adecuadamente. Finalmente, la mujer abre los ojos.

Luego se dirige hacia su gemela, la que tiene aferrada al doctor.

-Hola Julie ¿Eres Julie verdad?-dice mirándola a los ojos con una voz que suena tranquila y próxima-Lo has hecho bien, pero ya está. Vamos, el doctor ha cumplido con su parte del trato. Mira, tu hermana ha abierto los ojos. Vamos, suéltalo, por favor.

Johan se tocó la herida de su torso cuando escuchó la historia de los intentos de suicidio, ¿Porque iban todos a intentar suicidarse al unísono? Nunca antes había sufrido casos anteriores de sonambulismo y parecía ser un trastorno que todos habían sufrido. No pudo evitar susurrar en voz baja ¿Acaso sufrimos todos un trauma?

No les habían aclarado por qué estaban allí, solo como habían ido a parar al hospital de aquel sitio, ni como habían llegado. Mientras pensaba, el grupo de los mas civilizados se puso hablar, no había tachado a los militares de hombres agresivos, sino de acción, pero aquellas 2 lunáticas... Estaba como loco de que se fueran por su lado e intentaran salir de allí, aunque no le parecía mal que se quedaran en aquellas camas amarradas de por vida, estaban totalmente locas y eran muy agresivas. A saber que habían hecho y que podían hacerles al resto.

-James tiene razón, han salvado a tu hermana, y no creo que a nadie le apetezca otra trifulca entre gente que de momento solo tiene buena voluntad. Si queremos salir de aquí, lo mejor sera cooperar entre nosotros, ver una manera, quizás haya algún barco o...

Sabía que el doctor solo podía contarles cierta información, que les contestara a preguntas como por qué estan allí, pero igual... Si como salir. Tenía la esperanza de que la gente entrara en razón y al menos le diesen la oportunidad al resto de salir de allí.

-Doctor ¿Sabe si hay algún telefono por aquí? Alguna embarcación... Cualquier cosa que nos ayude a salir de aquí, créame que no soy ninguna persona peligrosa. Solo quiero salir de aquí...  Y bueno, algo de ropa tampoco vendría mal, no es que haga calor precisamente. 

Escuche las respuestas del Doctor ignorando por completo lo que decían mis ``compañeros´´ que no sus actos. El buen Doctor podía ser Jesus reencarnado a juzgar de lo que decía pero a mi esto me daba mala espina.

¿Por que íbamos en un barco en Nueva Inglaterra? ¿Trabajo? Quizas. Si hubo un naufragio eso explicaría la amnesia. Aunque lo de la noche de los muerto vivientes suena demasiado raro. Di un rápido vistazo al lugar. Supongo que si hubo un incendio y casi todo el mundo que esta aquí estaba loco...Este aspecto puede esta justificado. Aunque demasiado no lo estaba tanto como para ponernos a juntar las manos con el Doctor las enfermeras y los guardianes a cantar paz y amor.

Entonces vi como Julie despertaba. Y mis alegres y parecía que confiados compañeros me decían que lo soltase.

Mire a la mujer cuando se ofreció a ayudar tan alegremente.

Curiosa actitud que puede ser por dos motivos...Altruismo u oportunismo...

Sonreí cuando cuando el chico de barba me dijo que lo había hecho bien. Ni que fuera un puto perro.

Pero en este caso y viendo que Jules parecía estar bien. Lo mas sensato era soltarle. Mejor llevarse bien con nuestros ``compañeros´´

¿Jules estas bien? Pregunte mientras soltaba al Doctor. Aunque no le quitaba el ojo de encima. La bata del hospital dejaba mucho a la vista.

 Pero no importaba. Mientras se centraran en mi cuerpo no lo harian en otra cosa.  Una ultima pregunta Doctor. ¿ Por que su enfermera estaba congelada? Es decir fría , helada al tacto. Solo he visto esa frialdad en los cadáveres. Pero estos no suelen andar ni golpearme las costillas.