Partida Rol por web

Estaba concentrado con el doctor, que cuando la enfermera viene y me toca para mirarme las heridas pego un respingo y me la quedo mirando, después dejo que me trate, pero con una condición. -Nada de inyecciones, ni aunque sea anestesia- No se del todo que está pasando pero no pienso dejar que me metan algo sin estar seguro al 100% de que es.

La historia del doctor es muy convincente. Pero que medio pueblo este así no lo entiendo. ¿Dónde están las autoridades? ¿Porqué no se ha puesto en cuarentena este pueblo? Necesito ponerme en contacto con mis superiores y que me corroboren algunas cosas así como dar la alarma de que algo tan raro está sucediendo...

-Vale, ¿Estamos ya todos bien? Pues quiero mis ropas, y saber como se sale de aquí...- No me da tiempo a terminar cuando escucho lo que la rubia psicópata esta diciendo. Joder como está la hermana de buena.

Me pongo pálido al escuchar lo que dice. ¿Más cosas raras? ¿CADÁVERES? ¿Cómo los de mi sueño? ¿Qué coño está pasando?

Me pongo tenso y atento a todo, en guardia de nuevo.

No recordaba cuanto fue el tiempo en el que estuve ausente, sólo recuerdo haber atacado al Doctor y recibir un fuerte golpe en la espalda que me tumbó al suelo agonizando por el dolor. Unos gritos hacían eco en el lugar mientras que una sensación fría recorría mi cuerpo y fue justo lo que me hizo reaccionar, era la enfermera curando mis heridas. 

Al abrir mis ojos el dolor me invade y se adueña de mi persona, aún así estaba acostumbrada a peores cosas. Me incorporo luego de que la enfermera termine con su noble tarea para calmar a mi hermana. - Si Julie. Sólo unos golpes de más, no hay huesos rotos, salvo los magullones que decoran este esbelto cuerpo. - respondo a mi gemela para sentarme luego en la camilla padeciendo el dolor. A simple vista se notaban los moretones que tenía en la espalda y el labio partido, buena paliza me dio uno de esos sujetos ya me lo cobraría en un futuro. 

Atenta a la conversación que había captado a medias, muevo mi cuerpo lentamente en el lugar mientras que la enfermera regresa y revisa la espalda, estaba sin la bata apretando mis dientes para no romperle la cabeza contra la pared por la agonía que estaba padeciendo al hacer ella presión. 

- ¡Deja ya!  Estoy bien... -termino echándola furiosa. - Responda Doctor... ¿Cómo salimos de aquí? Y no me venga con esos cuentos de la biblia que es una burla a todos nosotros. - pregunto al sujeto que he atacado esperando algo más razonable que sus idioteces místicas. 

Cuando el doctor obtuvo la libertad de movimiento una de las enfermeras que se encontraban allí le asistió inmediatamente. El profesional a cargo del hospital tomo asiento sobre una de las camas allí presentes y mientras era curado dedico su tiempo a responder las infinitas preguntas de los allí presentes. – Señorita, si desea ayudar pues estaré eternamente agradecido. ¿Sabe usted algo sobre primeros auxilios? El personal del hospital últimamente escasea mucho y cualquier ayuda será recompensada- responde Vannacutt a Evelyn.

Luego ante la pregunta de Johan el doctor contempla un instante el techo de la sala para luego responder – Por desgracia los teléfonos no funcionan desde que la central de Bar Harbor fue destruida… las embarcaciones, bueno tampoco es una opción pero deberán hablarlo en persona con los mismos dueños de las embarcaciones. Muchos barcos han salido por ayuda y ninguno ha regresado pero si necesita ropa tiene a su disposición en el nivel del subsuelo un almacén junto a la lavandería. Es bajando las escaleras… - para finalizar la pregunta de la gemela quiebra la dirección de la charla. Acaba de tocar un punto difícil, tanto para él como para todos los lugareños.

- La enfermera Gardner trabaja en la morgue y en la bodega de frio. Si, lo sé. Es un trabajo horrible pero alguien tiene que hacerlo y a cambio tiene la opción de subir hasta aquí a realizar las rondas de este pabellón. Le he repetido hasta el cansancio que no entre a la cámara de frio sin algo de abrigo pero no hace caso. – luego que la enfermera atiende las heridas del doctor, este se incorpora y se dirige a la salida deteniéndose junto a la puerta bloqueada.

- Ahora que respondí a sus preguntas les pediré que abran esta puerta para que pueda continuar con mi labor. El hospital me necesita así como ustedes necesitan controles diarios o sus heridas podrían sufrir complicaciones. – luego Vannacutt espera a que alguien coopere. Las dos enfermeras también esperan junto a él luego de atender las heridas de Julie.

En el ínterin alguien del otro lado llama a la puerta con insistencia. Una voz masculina habla con rapidez y nerviosismo. - ¡Doctor! ¡Se aproxima la medianoche! ¡Falta una hora, apúrese por favor! – el hombre permanece del otro lado a la espera de una respuesta de Vannacutt que al oír la novedad se pone muy nervioso. - ¡Ya voy! ¡Comiencen los preparativos sin mí, ya saben que hacer por todos los cielos! -  el doctor se gira hacia los pacientes y con la mirada desencajada por la preocupación los exhorta a obrar deprisa - ¡No hay tiempo que perder! Deben abrir esta puerta de inmediato. -  Doce campanadas acompañan desde la distancia las palabras del doctor...

Parece que las cosas se calman un poco, pero lo que escuchaba cada vez le gustaba menos, excepto la rubia, sin teléfonos, sin barcos ¿Casualidad? No lo creo

Sin embargo el summun llega cuando se ponen tan nerviosos. ¿Sólo por que sea media noche?

Pero si ellos quieren largarse mejor para todos, esto está un poco tenso, y yo a medianoche no me voy a ir a ningún lado, por la mañana me largaré.

Me acerco a las camas que hemos usado para atrancarlas y las corro a un lado para que puedan pasar, pero cuando pasa el doctor lo paro: -Exactamente... ¿Qué sucede a medianoche?-

James colobora quitando la cuña que colocó para cerrar la puerta, a la espera de que el doctor respondiese la pregunta de Aaron, aunque no esperaba una respuesta. Más bien esperaba verlo con sus propios ojos. Aquello era de locos. ¿Qué le había pasado al mundo mientras ellos habían estado...en coma?

Pero ¿acaso tenían una prueba de que aquello fuese cierto?

Siempre había sido una persona racional; escéptica incluso. Solía buscar a todo una explicación y aquello sin duda tenía que tenerla. Su propio cuerpo era el mejor reloj y el mejor calendario al que podía recurrir. Pensó en su hombro herido, porque era algo a lo que no había sido capaz de contestar el doctor. Se descubrió el hombro para observar su herida. Si llevaban un mes y pico allí, tendría que haber cicatrizado. Pero tenía que haber más indicios. Su pelo. Se mesó el pelo y la barba. En un mes y pico, tendría que haber crecido. Si esta gente apenas se había encargado de su higiene, menos aún se habría encargado de cortarle el pelo o arreglarle la barba. Y con todo, si le habían arreglado la barba, no sería de la misma forma que él lo habría hecho. Lo mismo ocurriría con sus uñas. Le gustaba llevarlas siempre perfectas y pulcras.

Si algo le habia enseñado su experiencia era que habia que aprovechar las oportunidades. Si colaborando con el equipo medico lograba mas informacion que el resto, lo haria sin dudarlo. Asi como los favores. Los favores siempre eran importantes. Quizás incluso podria seducir al medico, tan agobiado de tanto trabajo... Aun le dolia horriblemente la herida, y cada vez mas, pero las cosas se estaban poniendo mejor. Habia ropa en las lavanderias, podia ayudar, y sobre todo, no necesitarian tenerla en vigilancia si se comportaba civilizadamente. El problema era como ayudar, puesto que no tenia ni idea de primeros auxilios aunque... suturas si.

- Se coser, señor. Diferentes tipos de punto, trabaje en una costurera familiar, quizas os pueda ayudar. - se volvio a apretar un poco la bata y miró de reojo al resto de pacientes, todos tan recelosos. A ella no le parecia tan alocada la situacion, al contrario. Lo que necesitaba era un espejo, un peine y ropa decente. Con eso se sentiria mas ella misma y menos vulnerable. 
- Podriamos adecentar un poco las habitaciones, cuanto mas colaboremos mejor nos sentiremos y mas facil sera nuestra estadia aqui hasta que nos den el alta, porque no se vosotros, pero yo no pienso irme hasta estar curada de esta cirugia. No sabria evitar que se infectase o se me abriera.- intentó hacer un llamamiento a la sensatez en los demas, pero ella tambien recordo aquella figura negruzca, como todos la vieron, no solo ella. ¿Que era lo que estaba pasando realmente? Obviamente le importaba un bledo el resto, pero no queria que se volvieran en su contra o le impidiesen lograr su objetivo. Aunque dificilmente serian tan inteligentes como para lograrlo. O eso creia ella. 

Claro es que se a pasado mucho tiempo en la nevera. No te jode…

Si por mi fuera le abriría en canal a el y al resto de descerebraos que trabajan para el. Pero en nuestra situación no era posible. Y por una vez mas valía ser inteligente que contundente.

Aquí había un monto de cosas que no cuadraban por ningún sitio. El lugar , el personal medico. Y otro montón de cosas mas. 

Doctor ¿ y esa cosa enorme y monstruosa que vi al despertar? Por los gritos de mis compañeros creo que vieron algo también. ¿Alucinaciones colectivas?

Imaginaba la respuesta.

No me opuse a que abrieran las puertas. Al final y al cabo tampoco tenia muchas opciones de resistirnos. 

Mira por donde la chica puede hacernos un petipuá.

Entonces empezaron a llamar a la puerta con gran insistencia. 

¿Que mierda pasa a medianoche?  Este sitio parecía sacado de nuestras peores pesadillas. 

El Doctor parecia muy nervioso. Y la verdad es que la espontaneidad del asunto me hacia descartar que fuera una trampa para que lo dejaremos ir.

Por mi que se marche. Pero las puertas se quedan abiertas. Mire al soldado. Hay que poner una cama a modo de barricada.

Ya recuperada pero adolorida, me incorporo de la cama para estar junto a mi hermana. De fondo y para deleite de mis oídos, escuchaba las locas conspiraciones, profecías y delirios místicos del Doctor acompañado de una mujer dispuesta a creer que estaba en un hospital normal. 

- Vaya, no hay más ciego que el que no quiere ver. - pienso al centrarme en todos los argumentos buscando hilar unos con otros. -¿La enfermera vive en la morgue y por eso está helada? No me sirve, eso es mentira. El cuerpo por naturaleza buscará generar calor y por más que tenga su cama allí debería al menos fingir un poco de humanidad. Nací en un lugar frío, he vivido en las afuera con nada encima y jamás mi hermana se sorprendió por la frialdad. Si ella lo hace, es sospechoso. 

Segunda teoría: Ohh no pueden, esto está todo destruído, ohh casualidad no hay barcos y nada... Sólo quedarse aquí pero guarda que es peligroso. Han roto todo porque entran en un brote psicótico al punto de lastimarse. -Si claro, como no. Puedo aparentar estar como una cabra pero no lo estoy, desde cuando perdemos la cordura sin un motivo, trauma o algo similar. Otra mentira. 

Nada me cerraba de todo ese discursillo solemne y para colmo de males ahora tiene prisa. Parece que de noche las cosas se ponen bravas y desea ir a la morgue para entrar en fase de congelación. -Menudo idiota. - mascullo en silencio asesinándolo con la mirada. 

- Lo mejor será dejarlo, asegurar esto porque se vienen los 5 jinetes del apocalipsis y yo aún no he confesado mis pecados todavía. ¡Maldita sea!  - expreso cargada de cinismo esbozando una sonrisa a mi hermana. 

Harry había estado tratando de serenarse tras la explosión de adrenalina, con la barra aún fuertemente cogida en la mano derecha, mientras con la izquierda se masajeaba la sien. A veces murmuraba o hacía como que hablaba, cerraba los ojos con fuerza o sacudía la cabeza, en una especie de debate o lucha interna. Mientras los demás hablaban, se fue calmando y se quedó apoyado en la pared cercana, escuchando las explicaciones del doctor, que finalmente fue liberado y salió por la puerta.

Tras unos segundos de deliberación, habló. Bajito, para que no le pudieran entender tras la puerta, cuando el doctor hubo salido.

Lo que está claro es que todos llegamos aquí tras caer dormidos o inconscientes, tal vez haya algo de cierto en lo que dice. Si tras unos minutos aún no han venido a tomar represalias, iremos con ellos. No es que quisiera imponer nada a nadie, pero tras años mandando a un grupo de hombres en una situación de peligro, se le había quedado esa forma de expresarse. Si son nuestros captores, vendrán a capturarnos de nuevo, si lo que dicen es cierto... y cabe la posibilidad, deberíamos intentar ser algo más colaboradores.

Harry se sentó en una de las camillas a descansar del golpe mientras esperaban esos minutos, no más de diez, más de lo que calculaba que tardarían en reunir a más matones y objetos contundentes suficientes como para reducirles. Si en diez minutos nadie había irrumpido por la puerta garrote en mano, saldría, animando a quien quisiera seguirle, a ir a buscar sus efectos personales, y refugio junto a sus extraños doctores.

Y si alguien irrumpía, vendería muy cara su captura.

El medico decía la verdad. Y no tenia demasiado claro si eso era bueno o malo. Porqué las cosas que decía... eran cuanto menos, extrañas. Harry se aparto de él y por su parte no le impidió marchar, vio como alguno finalmente abría la puerta para que pudiese salir.

Pero lo que más le desconcertó fue la mirada de una de las gemelas...

-Si doctor, le hemos abierto la puerta, antes de salir me gustaría que respondiese a las ultimas preguntas que le han hecho. Que sucede a medianoche? Estaría bien que lo supiéramos para estar preparados...Y la otra la que le ha hecho la gemela. Que era esa cosa que todos hemos visto en la habitación, y de quien era el grito agónico? Porqué por lo que he visto, en la habitación solo estamos nosotros.-

Volvió a observarlo fijamente mientras esperaba la respuesta.

Los pacientes finalmente entran en razón, dejando que el doctor y el resto del personal se marchen para continuar sus tareas ante la llegada de la medianoche. Hay tanto que ellos desconocen y que pronto descubrirán.

Vannacutt antes de abandonar la sala responde fugazmente las preguntas de último momento con total seriedad porque lo que dirá a continuación, es algo que experimenta todos los días desde mucho tiempo atrás. – La santa trinidad no ha tenido piedad con ustedes. Si hubiesen muerto en el naufragio tal vez no deberían sobrevivir al purgatorio que ha cubierto la tierra. ¿El mundo terminó largo tiempo atrás y ustedes no lo sabían? Los muertos no tienen descanso, tal vez alguna alma en pena les visitó en la oscuridad pero una aparición no es nada en comparación a la llegada de La decimotercer hora. En ese momento, que no existe el infierno, abre sus puertas en el mundo de los vivos y sus jinetes invaden la tierra en búsqueda de almas que arrastrar al inframundo. La oscuridad se avecina señores y solo los sitios consagrados pueden protegernos de la hora maldita. -  el director del hospital se aleja por el pasillo acompañado de los guardias y las enfermeras pero antes de desaparecer por una esquina agrega algo mas al grupo que lo ve partir. – En la planta baja encontrarán una capilla. Deben estar allí en menos de una hora. Que dios se apiade de sus almas. – Luego el grupo cierra las puertas y las vuelve a trabar desde el interior. Ahora resta que decidan sus próximas acciones.

El médico se va. Y tras el atranco la puerta colocando camas y lo que encuentre. !Por aquí no pasa ni satanás!.

Me vuelvo hacia el resto y por primera vez Aaron parece bastante enfadado. -!Ya Basta!- Digo mirando primero a las hermanas- Si lo están haciendo ellos no tiene sentido que discutamos con ellos, solo lograremos volvernos a enfrentar y no sabemos si tienen armas de fuego.- Respiro hondo y reprimo mi ira. Miro ahora al teniente -Vale, si, la historia parece coherente, pero dime ¿Para que cojones quieren los guardias máscaras de gas? Estoy seguro que has llevado, son incómodas, reducen la visión, dan una sensación de claustrofobia inmensa... lo único razón de peso para ponerse semejante mierda es porque hay algún tipo de gas, porque... ¿Demonios... en serio? Los únicos demonios que existen son los que nosotros creamos, en nuestro interior, nada más. Seguramente estén usando algún tipo de gas alucinógeno, colándolo por cualquiera de los agujeritos que tiene esta viejísima habitación, te recuerdo que antes hemos visto algo, sí, pero... ¿Existia? Le has intentado atacar, y ¿A quién has atacado? A mi. Asi que escuchad TODOS. A partir de ahora vamos a usar lo que se llaman protocolos de prevención. Por la puerta no va a entrar nadie, pero es posible que las lamparas se apaguen, según ellos la central eléctrica está jodida, pero seguramente estén controlando esta habitación por el general. La pueden apagar y encender a su antojo. Así que cuando se apague y empecéis a ver cosas, quiero que recordéis que podemos ser nosotros. Antes de atacar, preguntad el nombre, y NUNCA golpeéis a puntos vitales, id a las piernas, o a incapacitar, no a matar, nos evitará muchos disgustos cuando recuperemos la conciencia.-

Miro de nuevo a las rubias. -Y eso va sobre todo por eso.- Digo señalando a los filos de las tijeras. -Seguro que queréis protegeros entre ambas, pero cuando empecéis a alucinar solo pensaréis que algo os está atacando, ¿No querréis mataros la una a la otra verdad?- Me paro a coger aliento un segundo, mientras pienso a toda velocidad.

-Aconsejo juntar las camas que nos quedan y hacer un círculo, así sabremos quienes estamos, y será más difícil perder el control, es media noche, al amanecer cogeremos ropa y nos largaremos... ¿Todos de acuerdo?-

-Su hipótesis resulta de lo más plausible-dice James mirando hacia el militar-y me parece muy prodente la forma de tratar el problema que propone; pero como poco, me gustaría ir a coger algo de ropa. Me estoy congelando con esta ridícula bata de hospital y con todo, por si realmente hay algo de verdad en las palabras del doctor, creo que podremos poner en práctica su plan igual aquí que en esa capilla. Por tanto, mi propuesta es que vayamos a hacernos con algo de ropa, luego vayamos hasta esa capilla ¿Qué les parece?

Harry observa al doctor alejarse. Fuese verdad o no lo que decía, el doctor al menos creía en lo que decía.

Luego vio a uno de los militares soltar un discurso. Se notaba que estaba acostumbrado a hacerlo, y en lo que decía no dejaba de tener parte de razón. Aunque Harry no estaba de acuerdo con todo.

-Aaron no? Estoy de acuerdo en encerrarnos y esperar al amanecer para salir de aquí, pero no tengo claro que quedarnos en esta habitación sea lo mejor. Como bien dices, pueden controlar esta habitación desde el general, y dejarnos a oscuras cuando quieran.- Luego mira alrededor, repasando la habitación.

-Además, creo que esta habitación no nos aporta nada. Yo abogaría por ir primero a vestirnos como dice James, y luego encerrarnos como sugieres, pero en otro lado, me da igual si es en la capilla u otra habitación, pero no en esta ratonera. Y además, así podríamos encontrar más cosas que utilizar como armas. No se como lo veis los demás.-

-Joder, nadie tiene un cigarro?- Sabía que no, pero el comentario había salido casi automático, necesitaba algo que lo relajase...

Evelyn se quedó clavada en el sitio, escuchando las palabras de todos, analizando todas las posibilidades y lo cierto era, que todas le parecian realmente absurdas. Tanto la historia del médico, como la de aquellos otros pacientes. Nunca habia sido alguien religiosa, y nunca se molestaba en fingir interactuar amablemente con la gente si no estaban a su altura o le beneficiaba, y viendo lo chalados que a sus ojos estaban sus compañeros, salió detrás del médico, sin mirar atrás al grupo. Pero su camino se desviaria. Ella iria directamente a por la ropa y a la capilla. No queria creer las palabras de aquel medico, le parecian totalmente absurdas, un autentico sinsentido. No lo hacia por verdadero miedo o por buscar proteccion. Sino por parecer de fiar. Lo que queria era salir de ahi, sin importar que pudieran pensar los demas. Y el unico que venia capaz de sacarla de ahi sin que estuviera perjudicada, era el equipo del hospital. Necesitaba un baño limpio, ropa y calma para pensar. Sin tener que vigilar su espalda para que las rubias no la apuñalaran. 

Sus pasos la dirigieron a los lugares que le indicó aquel, aunque no sin vigilarse, sin escuchar, sin detenerse en cada esquina para comprobar el camino. Iba a parecer de fiar, iba a salir, iba a volver a casa... Solo necesitaba un relajante baño de agua caliente y leche. 

Evelin abandona al resto sin mediar palabras. Cree que ese grupo tendrá su perdición sin demora ante sus actos barbáricos y por ende enfoca sus pensamientos en lo que realmente importa. Conseguir ropa adecuada y salir de allí…

Ese nivel como la sala donde despertó se encuentra en pésimo estado y el decaimiento de las instalaciones es notable. Como si una batalla campal hubiese tenido lugar allí todo se encuentra fuera de su sitio, algunas puertas de las habitaciones se posicionan de forma irregular y fuera de sus goznes, muchas luminarias no funcionan dejando varios metros de pasillo en penumbras y tanto pacientes como personal de la institución comienzan a descender al primer nivel donde se encuentra la capilla.

Junto a la escalera Eve puede ver el mar y un faro cubierto por una creciente niebla proveniente de la costa. Bandadas de aves marinas escapan tierra adentro en mitad de la noche… luego es imposible ver mas porque las escaleras son una marea en descenso con tanta gente circulando al mismo tiempo.

Algo que ella puede notar son inscripciones en las paredes, no muy largas en palabras pero bastantes similares entre si y aunque no tiene tiempo para leerlas cree que hacen referencia a salmos religiosos. 

Al abandonar las escaleras al llegar al primer nivel, ya que no continúan hasta el subsuelo, le espera otro pasillo un poco mas largo apenas iluminado y poco frecuentado.

Una figura en sillas de rueda avanza lentamente hacia el final del pasillo donde, tal vez, se encuentra la capilla.

Ella intenta rodearlo pero es imposible pasar de largo o volver y antes que tomase una decisión la figura en sillas de rueda habla para ella que aun se encuentra a espaldas del paciente. – Pronto niña, pronto… ayúdame con la maldita silla. Es duro ser un jodido tullido en este sitio olvidado de dios… - la figura agita una mano con intenciones que Eve se acerque pero ella aguarda un momento observando en detalle a la figura en silla de ruedas. Eve descubre que es un hombre completamente vendado, que a su vez le faltan las piernas y su única vestimenta es una gruesa bata de algodón color azul noche… aparte de eso el hombre de voz rasposa lleva una radio portátil a batería.

Cuando el Doctor se puso a hablar del fin del mundo a mi ya me sonaba todo a chino y libreto barato.

¿Bajar a la Capilla? Esta si que es buena. Pues nada vayamos todos con una amplia sonrisa. comente antes de que se fuera el Doctor.

Mire al regordete que parecía militar. Cuando dijo que bastaba. Decide no discutir mas y acercarme a ver como estaba mi hermana.

Aunque algo de lo que dijo tenia sentido. Las mascaras de gas. 

En eso tienes razón. Bien puede ser todo un experimento de gases alucinógenos. Por que a mi lo de los muertos que se levantan me suena a chino.

La idea de no dejar entrar ni salir no parecía mala. Pero el plan tenia lagunas. Si querían entrar lo harían.

A mi me preocupa mas bien que no nos dejen salir. No veo tan problemático que ellos entren. Aunque supongo que el tener cuidado también ira por vosotros. No os estabais lanzando besos precisamente cuando vino la luz.

El guaperías parecía que también tenia cerebro lo cual era bueno.

Dado que podemos salir tengo intención de ir a esa taquilla y puede que a conseguir algo de calzado. La ropa es problemática pero mas secundaria. Esto esta lleno de cristales rotos y no tenemos calzado.

Harry también quería salir por lo que mejor. Así iríamos mas por fuera. Aunque llegado el momento puede que fuera sola a investigar un poco.

¿Vienes hermanita?

Johan se quedó pensativo mientras el resto hablaban. Parecía que querían hacer una especie de trinchera para pasar la noche pero... ¿Que grupo le parecía mas peligroso? Que se haya despertado junto a esa gente no los hacía mas confiables que los médicos.

-No veo buena idea el quedarnos por aquí, al fin y al cabo. Estamos vivos por ellos , o visto de otro modo. Si hubieran querido hacernos daño y matarnos, tiempo y oportunidad han tenido. No creo que sea mala idea hechar un vistazo. Por mi parte voy a bajar, vestirme e ir a la capilla, tanto si es real que pasa algo como si no. La tomarán con lo que quede fuera y eso nos incluye.

Johan se marchaba andando pero apresuradamente para que le diera tiempo a todo

-Celebro que estemos de acuerdo-dijo James sonriendo-Pero ya que vamos en la misma dirección, sugieron que vayamos juntos.

No se había dado cuenta de que seguía llevando en sus manos sus improvisadas armas. Se miró las manos durante un momento y sin soltarlas, salió detrás de sus compañeros, directo hacia los vestuarios y luego hacia la capilla, donde quiera que estuviese.