Partida Rol por web

La verdad es que deberia de habertelo metido... pero consideraba que no sabia si querias hablar hasta ver el percal de dentro.

sobre la discusion del escoger 10, gracias por tus aclaraciones y tu opinion, pero la proxima vez en ruegos y preguntas.

Una vez se hubo asegurado que no habían más salidas, Adshareb regresó a la puerta pra encontrarse que habían dejado a Yargos solo. Suponiendo que Mirella y Condenado habían entrado, hizo un gesto interrogativo con la cabeza a Yargos, señalando la puerta. Ante la confirmación, fue para allá por si sus compañeros necesitaban ayuda. El fiel eidolon trotó a su lado en silencio.

El grano parecía no afectar al enorme semiorco, que caminaba como si tal cosa siguiendo el rastro de sangre hacia el interior del almacén. La niebla era tan espesa que no podía ver más allá de sus narices. Supuso que era cuestión de segundos que entre la sangre, la mala visibilidad, el ruido y el grando desparramado, algo saldría de ahí para asustarle e intentar sorberle la sangre o decapitarlo con una pala. Al menos siempre era así en las obras de teatro chelio.

El grano no para de caer alrededor vuestro, pero eso no detiene a Condenado, que avanza hacia el siguiente almacén, a sabiendas de que algo le espera tras esa espesa mata de niebla, casi puede verlo… algo se mueve…. El semiorco, pese a sus sentidos no puede distinguir bien lo que le espera, lo que si es capaz de distinguir es el aspecto de una trampa, y este almacén tiene toda la pinta de serlo. En Cheliax se enfrentaba a cosas así casi cada día, por eso cuando de repente no escucha nada, ni el caer del grano, ni a sus escandalosos compañeros moviéndose…. Nada… sabe algo está a punto de suceder, y cuando una montaña enorme de grano se levanta violentamente dejando entrever un cuerpo que le ataca, a Condenado no le pilla por sorpresa.

Evan Darkforest, por su parte, intenta distinguir que es lo que acaba de aparecer ante su compañero y discernir que diablos son las manchas oscuras que logra ver tras la niebla, cuando un enorme barril de grano se detiene a unos metros de su cabeza y comienza a descargar su contenido sobre el hechicero.

Con algo de dificultad, los dos lográis ver que es lo que os acecha tras la niebla.

Estas figuras silenciosas, encapuchadas y cubiertas por la niebla aparecen ante vosotros sin que su cuerpo parezca tener una forma física, como si se solidificaran a partir de la misma niebla que cubre el granero,  ese mismo vapor es el que parece animar sus capas y sus armas. Sin embargo, debajo de cada capucha, un cráneo humano flota,  con las orbitas vacías y teñido de un blanco puro, casi resplandeciente.

 Podéis ver a cuatro de estas figuras materializadas entre la niebla, una que acaba de saltar delante de Condenado con unas garras preparadas para atacar, otra detrás de el que permanece quieta, parece que toda esta niebla sale de esa figura (Black Echelon 3) que tiene una guadaña oxidada entre sus manos. Hay otras dos figuras mas, una mas atrás, también armada con una guadaña (Black echelon 2) y una un poco mas adelante (black echelon 1) con dos garras.

Mirella llega hasta la puerta y , aunque con dificultad, logra hacer oir su voz por encima del ruido del grano que cae.

Cita Mirella:

Condenado avanza sin dificultad hacia donde la niebla se va haciendo mas espesa y desaparece entre ella al entrar en el siguiente almacén, Evan acude tras de el quedandose unos pasos mas atras. Desde donde estais, en la siguiente sala, podéis distinguir algo, unas figuras negras que aparecen delante del semiorco y comienzan a luchar contra el, pero la enorme cantidad de grano que no para de caer desde los barriles, y sobre todo la espesa niebla que parece emerger del almacén donde acaba de introducirse Condenado os impide ver con mayor nitidez.

Evan Darkforest, que si parece estar viéndolo todo, se dispone a decir algo, cuando uno de los enormes barriles de grano se vuelca sobre el…

Alzando la mirada hacia arriba, pongo cara de aterrorizado al ver el enorme barril caer hacia mi. con un intento desesperado intento esquivarlo...

Pese a olerse la tostada, el semiorco no pudo evitar ser sorprendido.

Seltyel no se rezaga con respecto a Condenado.

El constante ruido del grano se detiene. Si seguis al tanto de la cadencia que habeis estado escuchando desde fuera, en unos segundos volvera a comenzar de nuevo. Eso parece dar un respiro a Evan, medio sepultado por el grano.

Condenado parece que, es su seguimiento del rastro, se ha dado de bruzes con algo, pero la espesa niebla que parece concentrarse en el almacen continuo impide a los situados mas atras saber de que se trata.

El resto permanecia atento, esperando por algo que finalmente parece haber aparecido.

Después de la caida del grano, hago acopio de mi fuerza y salgo de la zona de la trampa...me situo detras de condenado. Apunto al torso de la criatura, que esta mas a la izquierda de la sala D y disparo la ballesta que tenia cargada.

Evan logra salir a trompicones de la montaña de grano con su ballesta en la mano, y pese a tener a Condenado delante, ya la niebla que impera en el lugar, se anima a disparar contra una de las figuras que se encuentran en la sala. La flecha se dirige directa hacia el rostro blanquecino de la criatura (Black Echelon 1)

Justo después la niebla que solo parecía cubrir el almacén contiguo (C) parece expandirse, de repente Larissa se encuentra metida en la niebla, que parece llegar hasta los mismísimos pies de Seltyel.

Hay  un forcejeo entre dos de las figuras oscuras que atacan a condenado, pero sus movimientos son lentos e imprecisos, al monje no le cuesta mucho esquivar ni las garras, ni lo que parece una guadaña de sus oponentes. Evan siente la llegada de la criatura a la que acaba de atacar, pero su previsible garrazo también es evitado por el hechicero.

 Vosotros podéis distinguir perfectamente como el virote que Evan ha lanzado contra una de las criaturas rebota en su cráneo sin siquiera agrietarlo, parece que lo único que el hechicero ha logrado es atraer la atención del Black Echelon, que se abalanza sobre el.

Por su parte Larissa ahora si puede discernir perfectamente contra que están luchando.

Son varias figuras silenciosas, encapuchadas y cubiertas por la niebla aparecen ante vosotros sin que su cuerpo parezca tener una forma física, como si se solidificaran a partir de la misma niebla que cubre el granero,  ese mismo vapor es el que parece animar sus capas y sus armas. Sin embargo, debajo de cada capucha, un cráneo humano flota,  con las orbitas vacías y teñido de un blanco puro, casi resplandeciente.