Una mujer de curvas, con mallas apretadas y pelo suelto se paseaba por la sala de la sede.
"Uf que calor hace aquí..."
Empezó a abanicarse con la mano mientras esperaba.
Se oye una voz:
- ¿Quien está en recepción?
El tono de voz no suena en absoluto agresivo...
Sea quien sea quien hable, habla sin duda dentro del edificio, no desde fuera; ya se oye bien claro.
"¿Quien será? Será el jefe? " Esto de ser la nueva no parecía sentarle bien a la joven muchacha de pelo rojo fuego.
-¿Sí?-
Respondió con la voz firme, calmada y sobretodo segura.
Un hombre musculoso asoma por la puerta. Lleva una camiseta un poco manchada de tinta.
Lleva casi sin esfuerzo un paquete que debe pesar por lo menos ocho quilos.
Observa a la chica, deja sin prisas el paquete sobre una mesa, y le dice:
- Hola. ¿Como te llamas y qué deseas?
Mientras dice esto, la mira atentamente, sin parecer estar enfadado por nada.
No sabes aun qué nombre tiene este hombre. Parece evidente que no es agresivo, pero ¿nunca lo ha sido? No lo sabes...
A ver qué pasará...
Vaya... el personaje femenino de esta partida de pelo rizado me hace pensar en... bah, da igual.
El hombre musculoso la mira como que extrañado...
"Me aburro un poco...", piensa, sin decirlo.
Este hombre musculoso lleva una etiqueta que dice:
"Max Rompebloques. Secretario.".
Es muy poco probable que el secretario sea el jefe de todo un edificio...
Tambien parece poco probable que su etiqueta sea falsa, sobretodo en horario laboral.
Sonrió al ver que era el secretario.
-Vaya, Buenos días señor... Rompebosques. ¿Hay algún trabajo hoy para alguien novato como yo?-
Lo dijo así, de sopetón y muy segura de si misma. Quería entrar en acción.
En estos momentos suena el móbil de Max...
- Perdona, guapa, me mandan un mensaje privado. ¿Qué quieren? Para algo me mandaran un mensaje privado.
En estos que sale de detrás de una esquina, casi como si fuera de la nada, un hombre más joven que Max, como de unos 30 años. El hombre joven mira a Max antes que a ninguna otra persona.
- ¿Qué pasa, Max, qué...? - Y observa a la chica de pelo rizado, con quien se fija por primera vez. - ¡¡Oh, vaya, guapisima!! ¿Puedo yo... puedo servirte en alguna cosa?
En estos que el hombre joven parece acordarse de algo, mira en su bolsillo, saca una placa y se la pone:
- Otra vez casi se me olvida... Debo tenerla en mi camisa... Estos nervios mios...
La placa pone un nombre muy borroso, pero la última línea pone el logo de Cazafantasmas y una palabra: "Secretario".
- Yo también soy secretario de Cazafantasmas. ¿Te ayudo?
El Max sigue peleándose con quien-sabe-cual mensaje privado.
El hombre joven sonrie y no parece tener prisas.
Y el Max sólo parece pensar, por ahora, en su móbil.
El tiempo no acelera...
El joven no miente. Es realmente un secretario de Cazafantasmas. El director no miente nunca, procura no hacerlo.
-¡Vaya hola señor Cazafantasmas. Le preguntaba al señor Max si tenía alguna misión para mi-
Le sonrió contenta, sin tomar en cuenta de que había salido de la nada.
En este momento, alguien te da golpecitos en la espalda.
- Disculpa, ¿puedo ayudarte en algo? ¿Tu buscas trabajo?
Es la voz de una chica, esto sin duda. ¿Qué querrá? ¿Como ha podido, aparentemente, surgir de la nada? Se supone que en el pasillo y por la entrada no vino nadie...
Edwards se rasca la barbilla y se queda a la espera. El M.Rompebloques más o menos sólo se fija en su móbil y en sus mensajes.
No sabes quien te ha aparecido en la espalda. Puede que quisiera ser sorpresivo.
¿Como vas a reaccionar?
¿Y los demás jugadores?
Veamos...
Se sorprendió un poco al notar que alguien le tocaba a la espalda, pero lo escondió bastante bien pues no deseaba que nadie la viese sobresaltada. Sería casi un insulto para ella.
Se giró y miró la figura femenina que ahora tenía delante. Con voz firme asintió a la pregunta.
-Sí, busco trabajo señorita. ¿Usted me lo puede ofrecer?
En estos momentos...
... (Cronoparada) ...
... una granada de mano rompe uno de los cristales del edificio y vuela por el aire durante unos segundos. Al cabo de escasos tres segundos, caerá al suelo y estallará, si nadie lo evita.
Parecen oirse unas risas burlescas muy suaves y algo agrias, del otro lado del cristal ahora roto por la granada de mano... ¿Quien se rie? En todo caso, es quien ha arrojado la granada...
¡¡Podria herir a alguien y quien la arrojado por supuesto que lo sabe!!
Solamente la chica que habla a Max lo ha visto. Los demás estan distraidos y no podrian reaccionar a tiempo.
Aunque quizá querría ella hacerlo, no hay tiempo para avisar a los demás antes de que la granada estalle.
¿Qué va a hacer la chica?
Bueno, Tinascir, me parece que por ahora no podrás presentarte a tu nueva amiga que te apareció por la espalda. Por ahora.
Como en esta ocasión apenas tienes tiempo, puedes hacer dos cosas:
1) Esconderte a toda prisa tras una puerta de metal muy cercana. Con esto TU no saldrás herida, pero tus compañeros muy probablemente sí.
2) Intentar coger la granada y arrojarla a una habitación donde no hay ninguna persona (sólo algunos archivos poco valiosos). Si haces esto, arroja 1d6 (un dado de seis caras):
2.1) Si sacas 1 o 2, la granada te estalla un poco (no mucho) cerca de tu mano y pierdes, hasta que te cures, 1 punto de rasgos (luego hablaremos de los puntos de rasgos), pero al menos has salvado a tus amigos.
2.2) Si sacas entre 3 y 5, arrojas la granada a la habitación de los archivos, donde estalla sin herir a nadie. No ha pasado nada en este caso.
2.3) Si sacas un 6, coges la granada con tanta suavidad que no estallará en ningun caso (se podrá desactivar). En este caso, recibes un punto de Churra (luego hablaremos de estos puntos).
Tu personaje tendrá que decidir pronto, Tinascir .
¡¡Los malos nunca descansan y aparecen en ciertos momentos inesperados!!
Motivo: tirar granada
Tirada: 1d6
Resultado: 6
Tinascir, ¿te importaria hacer una tirada pública?
Si quieres, te doy un punto de churra para compensar esta tirada que se rectificará...
(Entreacto.).
Mientras tanto, en una casa lejana, sin saber lo que pasa en la sede de los Cazafantasmas, sin ninguna relación con la misión...
- Oye, ¿te acuerdas de aquel que manda en España, en el Congreso? Presi, presi...
- Sí... ¿un nombre de cinco letras que empieza con erre y acaba con y griega? ¿Al que algunos llaman el barbafea?
- Sí, este. Bueno, pues no lo menciones para nada. Aquí su nombre no puede salir.
- Pero quizá se podría si...
- Sin peros, por favor. Se prohibe. Es imposible. En cualquier caso. Mientras haya la norma, que seguro que durará mucho tiempo. Y la norma es efectiva a partir de ahora mismo, la apruebo yo. Debe procurarse recordarlo. En caso contrario, hay una sanción severa, una sanción seria. No quieras infringir la norma. Por favor, no.
- Bueno, como quieras. Se acepta esta prohibición.
(Fin del entreacto. La partida puede seguir.).
Cogió la granada y la lanzó directamente a la sala de al lado.
Motivo: Granada
Tirada: 1d6
Resultado: 4