Partida Rol por web

Solo has notado un tiron y como te sacaban del grupo para meterte en no sabes donde, te duele el cuerpo y los brazos que te apresan son fuertes cuando os habeis alejado lo suficiente te tiran contra un arbol tal vez o una pared de roca no estas nada seguro. Cuando levantas la mirada ves a un ser de unos dos metros cubierto con pelo, es como tu pero huele raro tiene los ojos rojos y algo de color verde le cuelga del pelaje que en algunas zonas no puebla su carne negra como si hubiera sido quemada por el fuego o algo peor.

Su voz como la risa de una hieja que no hace nada mas que reirse mientras te señala con sus garras manchadas de sangre tal vez o tierra.

De pronto algo me aparta del grupo. No solo me aparta sino que me lleva a un lugar desconocido. Me siento aturdido, como si me hubieran dado un golpe en la cabeza, pero pronto recobro la conciencia de donde estoy. Frente a mi un lobo, o eso parece. Grande, de pelaje oscuro. Me sujeta con sus garras y luego parece reírse de mi.

Al reírse pienso que más que un lobo parece una hiena. Quien sabe. En este nuevo mundo nada es lo que parece, y lo que es peor, muchas veces ni se sabe a qué se parece. Lo que está claro es que un engendro como este no se va a reír de mi.

-Tu puta madre.

Agarro mi cuchillo, mi navajilla suiza de pelar patatas y me pongo en posición para defenderme o atacar en el mejor de los casos -Maldito perro, ¿qué quieres? -te voy a degollar como a un carnero el día de la matanza.

El ser no esperaba que le hablaras pero solo vuelve a reirse antes de que sus garras te golpeen, sientes que duele mucho, que es un dolor lacerante como si no pudieras reprimirlo, un hilo de sangre te sale de la herida antes de que puedas hacer nada rasgando la ropa. Rasgando tu carne, rasgando tu musculo, no llega al hueso de milagro.

El bicho me ataca sin mediar palabra y su zarpazo hace que se me rompa la ropa y me haga una herida. No me da tiempo a esquivarlo, así que mi torpe movimiento no sirve más que para darle otra oportunidad de golpearme.

Parece que no va a surtir efecto nada de lo que le diga, pero si bien no atiende a razones, habrá que hacerlo por la fuerza.

Consigues esquivar su segunda garra y dejar un poco de distancia entre los dos, te mira  los ojos mientras se lame las garras y con unasonrisa sadica se prepara para el ataque

Aguanto como puedo el zarpazo del humanoide cuando decido contraatacar. Agarro bien la empuñadura de mi arma y me lanzo contra él intentando rajarle alguna parte de su cuerpo o clavarle la hoja en el estómago. Sin embargo, parece que no soy lo suficientemente rápido o capaz y fallo en mi intento de dañarle.

-Mierda.

El ser te mira y sonrie mientras lanza sus garras contra ti, pero parece que tampoco tiene mucha suerte que se diga.

Ninguno de los dos es capaz de alcanzar al otro y la batalla está igualada. Al menos en lo que se refiere a una vez empezada. Su primer ataque a traición solo ha hecho que mi odio sea mi fuerza para luchar. Mi odio y mi instinto de supervivencia, claro.

Sujeto la navaja de nuevo para asestarle un golpe, esta vez más efectivo, cuando noto que algo raro pasa en mi mano. La miro, y veo que la navaja se ha transformado en algo que no acabo de ver exactamente qué es. Parece que ha cambiado de forma y ahora está recubierta de una sustancia extraña y negra.

No me importa mucho ahora, ya que lo que tengo pendiente es otra cosa, en vez de investigar qué tipo de navaja es esta que suelta este líquido oscuro. Aprovecho y vuelvo a lanzar mi ataque esperando tener más suerte y asestar una buena puñalada.

Se lleva las manos a la herida mientras la sujeta y te gruñe feroz mente mientras vuelve a lanzar su ataque contra ti. Parece que va bien, pero solo rasga ropa, no es como el anterior, la rabia le puede y sus ojos se inyectan en sangre

Parece que mi ataque ha surtido efecto, al menos he rasgado piel. No se cuan profunda ha sido la herida pero él no ha podido dañarme, así que es hora de seguir en esta línea. Sonrío cuando veo su gesto de rabia y vuelvo a atacar, aunque esta vez con menos fortuna.

Has cometido un fallo y te ataca, sus garras golpean en tu espalda rasgando ropas y carne se lame las garras y te sonrie diabolicamente

Su golpe me rasga la piel y la carne. No estoy muy seguro de que de este combate vaya a salir victorioso pero no tengo muchas más alternativas. Miro a un lado de reojo por si hubiera una vía de escape más o menos segura. No sé si resistiré otro golpe de la bestia, pero tengo que intentarlo y salir corriendo.

Ataca con saña para golpearte y acabar con esto

Me quedo observando mis posibilidades de huída cuando otro zarpazo se avalanza sobre mi sin darme tiempo a reaccionar. Me golpea violentamente -Joder, te va a reventar por capullo. Será mejor que salgas de aquí echando leches. -¿Qué coño quieres? -digo mientras intento escapar de ahí por mi lado izquierdo.

Gruñe y sonrie tu cabeza, tu sangre, ¿por que no me protegiste Edward? por que no lo hiciste, dejaste que me llevaran y me convirtieran en esto. una voz femenina, no lo puedes creer es la voz de Lidsay.

Intento escapar pero cuando habla me tengo que girar. No puedo creer lo que acabo de oír. -¿Lindsay? -El mundo desaparece por un instante y miro sus ojos intentando comprobar que aún queda algo de ella tras esa figura. -Yo... yo no te dejé. Te he estado buscando. Me desperté cubierto de sangre y... oh, Lindsay, ¿qué te ha pasado? -apenas puedo pensar que tras esa forma se encuentre la joven a la que estaba buscando.

Tiene aspecto de lobo, así que me pregunto si no será alguien como yo. -Nunca quise hacerte daño, ¿por qué me atacas? Por favor, hablemos. -Bajo el arma y me quedo mirándola. No podría matarla, así que si quiere matarme no lo tendrá muy difícil, ya no voy a luchar contra ella.