Partida Rol por web

-Casa de Alexia-

El día de Alexia no había empezado para nada bien. Para empezar, se había levantado tarde debido a que no le había sonado su despertador, sumándole un tedioso dolor de cabeza provocado por haber salido el Domingo a la noche junto a Erica, en donde se podría decirse que había bebido de más.

No solo eso, si no que la despertaron los gritos de su madre apurándola para que se apresure para ir al colegio, diciéndole que era una inútil y que su hermano André era mejor, lo de siempre. Pero eso no significaba que no afectara a Alexia. El despertarse tarde provocó que tuviera que saltarse el desayuno, cosa que no le afectó mucho porque casi nunca lo tomaba, pero si se tomó tu tiempo en arreglarse y estar presentable para el primer día de colegio. "Antes muerta que sencilla" podría decirse que era su lema.

Salió de su casa lo más rápido que pudo, tratando de evitar a su madre en el trayecto de su habitación hacia la puerta de su casa. Ni siquiera se molestó en pasar a buscar a Erica a pesar de que ella vivía a pocas cuadras de su casa, no sabría como sería el estado de su amiga después de la fiesta alocada que habían tenido la noche anterior.

En ese momento el auto de su hermano, un regalito que Mami y Papi le habían dado por terminar la preparatoria con un promedio de 10, apareció como por arte de magia. Su hermano se detuvo al frente de Alexia y abrió la puerta del asiento que estaba al lado del conductor:

-¿Subes? - Preguntó André con su típica sonrisa carismática, sabiendo a la perfección que su hermana aceptaría.

Una vez con Alexia dentro del coche, André lo puso en marcha y empezó a conducir entre las estrechas calles de Bristol, en dirección hacia la escuela.

-Le tuve que decir a nuestros padres que te habías ido a estudiar de Alma anoche - Comentó, sabía que los padres de Alexia no aprobaban su amistad con Erica por la apariencia de su amiga. Diciendo que "Alguien que se vestía así no podría ser buena influencia para su niña inocente, que demasiado tenía con su actitud mediocre".

-Roundview College-

Llegaron al instituto, en donde la entrada estaba atestada de estudiantes, Alexia no había llegado tan tarde como lo pensaba, además de que contaba con el aventón que le había dado su hermano. Varios de los estudiantes se dieron vuelta para contemplar a quien llegaba, algunas chicas del último año saludaban a André de manera coqueta y simpática, mientras miraban con cierto desprecio a Alexia, tal vez por envidia. Otros muchachos contemplaban el auto de André o directamente a su hermana, quien podría decirse que era una chica popular entre los hombres. Alexia miró a los chicos y se acercó a uno de ellos, a Dick.

-Casa de Andy-

Andy abrió sus ojos algo ansioso y a la vez nervioso por el primer día de clases. Le parecía algo absurdo pensar en ello, ya que había visto a sus nuevos amigos durante todo el verano, pero sería el primer año de clases en los que estaría "integrado" al grupo. Eso le hacía sonreír de manera tonta, no sonreía por sus amigos, era Nick. Siempre todo era sobre Nick.

Se levantó lentamente de su cama y se desperezó, estirando sus brazos. Se vistió, ordenó su cama y se arregló un rato en el baño. Desayunó junto a su madre, quien le comentaba algo de pasar el día en el campo el fin de semana próximo. Andy le preguntó si eso incluiría a Simon, a lo que su madre le respondió que "Por supuesto". Esto provocó que él pierda todo interés alguno y no continúe con la conversación, mirando cualquier punto fijo de la cocina.

Se levantó, despidió a su madre y marchó hacia el Instituto. Pero antes debía hacer una parada para pasar a buscar a Nick. Para su alegría ambos vivían relativamente cerca a una distancia de tres cuadras. Estaba ansioso, el primer día iba a ser bueno y el despejado cielo lo anunciaba, con el sol irradiando sus últimos calores de verano, cosa que en Bristol era bienvenido siempre.

-Casa de Nick-

Caminó un par de cuadras hasta llegar a una zona en donde las casas empezaban a estar más separadas unas de las otras y a ser más grandes y vistosas, algo que en una ciudad tan apretada como Bristol parecía ser una gran bendición. Andy caminó lentamente hacia la puerta de la casa de Nick. Había ido un par de veces, inclusive había entrado. Sin embargo, siempre le parecía como si fuese la primera vez que la visitaba. Llegó hacia la puerta, dudó unos segundos y tocó el timbre, esperando...

-Casa de Kyllian y Veera-

El despertador sonó con su tediosa melodía anunciando que ya eran las 8 de la mañana y ambos abrieron los ojos a la vez con cierta pereza. Estaban en la cama de Kyllian en ropa interior. Se miraron realmente confundidos ¿Que había ocurrido anoche? Esparcidas junto al demás desorden del cuarto de Kyllian se encontraban varias botellas de alcohol, eso explicaba el terrible dolor de cabeza que sentían ambos. Sin embargo, algo próximo a la cama les llamó la atención: Un paquete de condones. Los ojos de ambos se elevaron con gran sorpresa, anoche habían hecho algo que jamás se hubieran imaginado que lo harían.

El Domingo a la noche Kyllian había organizado juntarse los tres en la casa de él, ya que Veera se iba de una amiga a dormir. Sin embargo Jenna les había cancelado por algún motivo, pero el plan siguió en pie y Alma y Kyllian se emborracharon, en donde empezaron a "jugar", una cosa llevó a la otra y... ahora se encontraban acostados en la cama.

Alguien tocó la puerta dos veces, a la vez que se escuchaba la voz de Veera:

-Kyllian, ya llegué ¿Estás despierto? Voy a preparar el desayuno... apresúrate.

-Casa de Rick-

Un nuevo día llegaba para la caótica casa de los Drake, una familia desestructurada en la que nada bueno podría salir bien. Y Rick era un claro ejemplo de aquello. Considerado por algunos estudiantes como la escoria de la sociedad, mientras que por otros era una especie de dios, quien se metía con los más débiles y tenía a todas las chicas que quisiera, además de ser el mejor amigo del chico más popular del instituto y estar cerca de dos preciosuras como lo eran Alexia y Erica.

La vida de Rick dentro de la escuela parecía ser una maravilla, él era el rey, en donde lograba escapar de su vulnerabilidad dentro de su casa, en donde no era nadie. Es por ese motivo que el comienzo de clases le parecía, a diferencia de los demás estudiantes, como una buena noticia. Tenía el presentimiento de que todo iba a mejorar de cierto modo, sin embargo, las discusiones familiares que escuchaba desde su habitación parecían decir lo contrario.

Rick se vistió rápidamente con lo primero que encontró y no se arregló mucho, salió de su habitación como un torbellino incontrolable, sin escuchar ni mirar lo que sucedía a su alrededor, como si fuese invisible. Se dirigió a la cocina, cogió un cartón de leche y bebió directamente del pico. Lo dejó sobre la mesada, cargó su mochila y se marchó sin siquiera saludar a nadie.

-Roundview College-

Rick llegó al colegio caminando, en donde el exterior parecía estar lleno de estudiantes. Veía algunas caras conocidas y otras no tanto. Algunos lo saludaban con entusiasmo mientras que otros intentaban apartarse de su camino con miedo, seguramente Rick se había metido con ellos en algún momento de sus vidas. Así era su vida, muchos lo adoraban y otros le temían, no había nada que podría salirse de control.

Algunas personas empezaron a murmurar algo, mientras se dirigían con cierto entusiasmo hacia la calle, en donde un coche bastante llamativo frenaba. Pudo localizar a Alexia saliendo del interior, en el asiento conductor estaba su hermano mayor, quien siempre había sido un chico bastante popular en su época, y quien parecía serlo también. Alexia lo vio y se acercó hacia Rick para hablar.

-Casa de Erica-

Erica sentía que su cabeza le zumbaba y todavía le daba vueltas, al parecer algún idiota de anoche le había metido algo en su bebida con intención de drogarla y aprovecharse de ella. Pero Erica sabía exactamente contenerse, no debía permitir que nadie viera sus heridas autoinflingidas en la zona cercana a la entrepierna. Para ello, contaba con la presencia de Alexia esa noche, quien había accedido a no irse con ningún hombre y estar con ella todo el tiempo. Últimamente las cosas entre ambas estuvieron algo extrañas. Siempre solían contarse todo, inclusive Erica era consciente de la bisexualidad de su amiga. Pero todo cambió cuando Erica empezó a cortarse, precisamente cuando su padrastro empezó a mirarla de esa manera, cuando su casa se convirtió en un infierno, cuando Alexia la descubrió con un pedazo de vidrio, ensangrentada y huraña.

Cerró los ojos fuertemente para olvidar aquella escena que había ocurrido en el baño de una discoteca cuyo nombre no recordaba. Estaban intentando mantener su amistad a flote, pero entre tantas cosas ocultas parecía difícil. Suspiró y se levantó lentamente de su cama, resignada a empezar un nuevo y maldito año escolar con sus malditos compañeros.

Mientras se estaba cambiando, alguien intentó abrir la puerta de su habitación para encontrarse con que estaba con llave. El corazón de Erica se paralizó unos segundos, era su padrastro. Su madre nunca abría su puerta, siempre tocaba dos veces. Erica intentó no hacer ningún ruido, aquella situación le estaba asustando demasiado, era mucho como para soportar.

Luego de media hora, salió de su habitación, su padrastro seguramente se había marchado de la casa. Desayunó lo más rápido que pudo y salió corriendo de su casa, espantada.

-Roundview College-

Llegó al colegio algo agitada y agotada. Miró a su alrededor, el lugar estaba lleno de estudiantes que pululaban a su alrededor conversando entre sí. Intentó localizar a alguien conocido, pudo ver a Alexia y a Rick bastante lejos de ella, conversando entre ellos.

-Casa de Nick-

Nick despertó temprano comparado con su horario para llegar al colegio. Eso se debía a que tenía una especie de "ritual" de ejercicios que debía hacer todos los días. Era organizado con su horario, 7:30 hacer ejercicios 8:00 ducha refrescante 8:30 desayuno.

Desayunó junto a su familia, hablando de temas superficiales sin mucha relevancia, como por ejemplo por que coche nuevo cambiarían este año, o a donde se irían de vacaciones y esas cosas del estilo que suelen hablar las familias ricas. La vida de Nick parecía ser el sueño de muchos, siendo así el chico más popular del colegio, en especial entre las chicas.

Sin embargo su apretada agenda impedía que las chicas se acercaran a él, aunque sabía a la perfección que todo era una excusa, una mentira, una falsa cara que le daba al mundo. Según él podría mantener su falsa imagen para toda la vida, solamente constaba en evitar tener esos pensamientos y rezar mucho, como su madre le había enseñado. Sin embargo últimamente las cosas se le estaban saliendo de control, una mirada indiscreta en los vestuarios del fútbol, un roce ocasional, pequeños toques que podrían derrumbar todo y cambiarlo para siempre.

El timbre sonó, Nick casi se olvidaba de que Andy lo pasaría a buscar para ir al colegio juntos. Su buen amigo Andy, ambos empezaron a conocerse mejor en el verano y parecía ser un buen chico, sería el primer año en que estarían juntos en el colegio, que en parte le hacía poner algo nervioso, pero ¿Por qué?

-Casa de Jenna-

Las cosas no empezaron bien como para ser el primer día de clases. Despertarse escuchando a tus padres discutir en la cocina no era nada agradable para nadie, aunque a Jenna ya se le había hecho costumbre. Estaba acostumbrada a ese tipo de peleas, pero odiaba que sus padres no se separen e intentasen salvar su matrimonio con fines de semana románticos o cenas a restaurantes lujosos, descuidando algunos aspectos de la economía familiar solamente para sustentar esos estúpidos e inútiles caprichos. Jenna odiaba a sus padres por ello.

Se vistió con lo primero que encontró y esta vez por lo menos se miró al espejo para acomodarse un poco su corto cabello antes de marcharse. Inevitablemente al bajar por las escaleras se encontró con una típica escena familiar. Su madre cerca de la mesada discutiendo con su padre, quien estaba sentado en la mesa con una taza de café y fingiendo que leía el diario. Sin embargo, su hermana pequeña estaba ahi desayunando tranquilamente en silencio, con total naturalidad.

Jenna no quería estar ni un segundo más allí, pero debía desayunar le guste o no. Se sirvió una taza de café con leche apenas saludando a sus padres, pero sí a su hermana. Sus padres se quedaron en silencio unos minutos para luego retomar la discusión como si sus hijas no estuviesen presente.

Finalmente una amiga de su hermana llegó a la casa y la muchacha se fue hacia la escuela, quedando sola Jenna con sus padres. La chica recogió su mochila y se marchó lo más rápido que pudo, sin siquiera despedirse de ellos.

Llegó a la parada de colectivos para llegar a la escuela, debido a que vivía algo alejada a ella. Pero inevitablemente se encontró con ella ¿Como no verse a diario? Eran vecinas, pero Valerie había sido la pesadilla personal para Jenna durante toda su vida.

-Ey, lesbiana de mierda - Dijo con un tono despectivo, mientras sus dos amigas que tenía detrás reían como si lo que acababa de decir fuera lo más ingenioso del mundo. Valerie caminó unos pasos hacia Jenna mirándola de arriba a abajo con desprecio y una sonrisa típica de una perra - Oye, lesbiana ¿Que onda con tu disfraz de hombre? A las lesbianas le gustan las CHICAS, no los chicos ¿No entiendes? ¿O ahora eres media travesti? ¿Quieres que te llamemos John? ¿Por que no te defiendes nunca? Sobre que eres una maldita desviada eres una cobarde asquerosa - Dijo mientras le daba un empujón de amenaza.

Por fin llegaba a mi ambiente, a mi rollo, me sentía liberado. Viejos conocidos, nuevos pardillos, y sobretodo chicas, muuuuuuchas chicas, este iba a ser un buen año.
Flipé un poco al ver la llegada de Alex, tenía que admitirlo, sabía como hacer una entrada, la gente se había arremolinado, supuse que en parte a verla a ella, y en parte al fantástico carro de su hermano. Algún día tenía que pillarlo... Alex se acercó a mí y me limité a sonreirle mientras la esperaba.
Me fijé que a mi lado pasaba un chaval que parecía nuevo en el instituto, caminaba mirando embobado a Alex lo cual me hizo gracia.

-No es para ti freak.- Le dije poniéndole la zancadilla y haciéndolo caer.

Acto seguido recorte la poca distancia que me separaba de Alex sin quitar mi sonrisa y la cogí por la cintura.

-¿Que tal?, a ver cuando consigues que tu hermano me preste su coche, ¿no?- Dicho lo cual le di un beso en comisura de los labios.

Ya mi itinerario de la mañana esta listo, solo me queda esperar el timbre de Andy. 

Suena la puerta, miro por el ojo de la puerta y efectivamente Andy estaba afuera. Lo había conocido hace poco pero me parecía un tipo bien, de fiar, algo calmado pero solo era que estuviera un poco en la escuela con Dick y conmigo y eso se le pasaría.

Abrí la puerta y desde alguna habitación sonó la voz de mi madre despidiéndose y diciendo que esperara un carro, que el conductor no demoraba, pero si no salíamos en este instante no pasaríamos en el estancamiento que habían anunciado en la radio en el centro y eso hará por consiguiente que lleguemos tarde al primer día de clases, por lo que la mejor opción era caminar unas cuadras para lograr ganar tiempo y coger un taxi.

- No, saldremos ahora o llegaremos tarde. Adios. Acción seguida tomé una maleta grande de mano, la que siempre cargaba para los partidos y salí de la casa.

Sonreí al verlo y seguí caminando esperando me siguiera.

- Bueno la cuestión es que hoy te toca caminar un poco. Dije sonriendo, saque dos barras de cereal de la maleta una para mi y la otra se la extendí a Andy. En el centro a un taponamiento, iremos en taxi mas adelante.

¿Listo para las clases?. Mordí la barra de cereal y salimos de la casa. 

"Vente a casa" ese había sido el sencillo mensaje, y Alma había salido de la casa, sin avisarle a sus padres y escapando por la ventana,  moviéndose como un gato por el tejado y luego bajando por el árbol que adornaba su jardín. Un mensaje de su amigo siempre la invitaba a ser distinta y marginal a su siempre postura de niña buena, era una invitación a la evasión y la oscuridad que tanto le estaba atrayendo. De ahi que su llegada la casa de su amigo fuese algo misteriosa, con la capucha de su poleron sobre su cabeza y entrando rápidamente a la casa.

Alcohol, ya había bebido antes, pero esta vez no había control y había una mayor confianza, si se borraba, estaba su amigo ahí, ¿qué mas daba? Beber hasta borrarse, y así fue, bebió y no se dio cuenta cuando estaba son poleron sobre las piernas de su amigo, besándolo en los labios, y mordiendo su cuello. Los juegos y las manos se hicieron más y más intensos hasta que ni se dio cuenta cuando estaba bajo él y sintiéndolo entrar. Dolió, ni todo el alcohol del mundo  podría evitar que cuando entró, sintiera el ardor de la penetración. Se quejó, pero ya estaban unidos, la excitación hizo lo suyo y el dolor se olvidó, estaba rico, delicioso... si....

Dormía al lado de su amigo, tenía el cabello revuelto, y se encontraba de espaldas al chico, desnuda por completo, se movió apenas cuando escuchó lo gritos,  abrió un ojo, luego el otro, los cerraría de nuevo... - Mierda...- se despertó de golpe, estaban golpeando, y se cubrió la boca al decirlo. Alma miró a todos lados, la caja de condones, los dos condones rotos ¿lo habían hecho? ¿cuantas veces lo habían hecho ? levantó las mantas y se vio desnuda... Sï, estaba completamente desnuda. Y la cabeza le dio vueltas que debió recostarse de nuevo, con sus manos en los ojos, estaba mareada, asqueada.

-Lian.. Lian despierta - lo zarandeo un poco,  claro que se acordaba lo que había pasado, ahora las cosas se estaban volviendo más claras, aunque los embates de la resaca estaban siendo destructivas - despierta....- murmuró y se quedó tendida a su lado, con una ligera sonrisa en los labios, no se iba a espantar, había perdido la virginidad y a pesar de que ahora se sentía un bulto, la había pasado fantástico.

El verano acabó. Desgraciadamente empezaron los estudios, exámenes y todo aquello con lo que Alexia preferiría terminar antes que comenzar.

Sólo se limitó a mirar hacia al frente mientras caminaba con una pequeña sonrisa, sentía la mirada de muchas personas en ella, lo que no le sorprendía. 

Mientras se acercaba hacia Dick, notó la pequeña broma que dedico al chico que no quitaba su mirada de ella, y sólo negó con la cabeza irónicamente sin quitar su sonrisa.

Sintió su agarre y puso sus manos en sus hombros. Llevó sus labios a sus oídos y respondiendo susurró -Cuando quieras- Seguido de un guiño. 

La mañana estaba marchando bien. Al madrugar, tuve el tiempo suficiente para llevar a cabo todos mis rituales mañaneros, desde ordenar el cuarto hasta arreglarme para estar más que presentable... ¿Qué menos que ir bien preparado el primer día? Salí de casa aún con tiempo para ir a buscar a Nick.

"Nick..."

Una sonrisa calurosa invadía mi rostro durante el camino, hasta que me vi frente a su casa. Ya había entrado un par de veces en el pasado, pero siempre era cómo la primera vez. Toco el timbre y espero, por suerte no tarda demasiado en salir. Lo recibo con una sonrisa dulce, la misma que traía de camino a su casa. - Hola... - Saludo con simpatía. Él me extiende una barra de cereal, la cual recibo agradecido. - Oh... Gracias, Nick.

Parece que hoy toca caminar, y así lo hacemos. Doy un mordisco a la barra a la vez que escucho lo que me dice acerca del tráfico. - Entiendo. No pasa nada. - Le sonrío de modo cálido. - Eres muy perceptivo, ¿sabías? - ​​​Bromeo antes de escuchar su pregunta acerca de las clases. - Tengo grandes expectativas, estoy seguro de que será un buen curso.

-Bueno no es que sea perceptivo... o bueno si... es mas que ya lo sabía, es bueno estar informado. Señalo el audífono blanco y a lo lejos, bastante suave, se alcanzaba a escuchar un canal de noticias.

-Conocerás muchas personas, se tu mismo, la gente siempre intenta cambiarte y se olvidan de lo que vales. Le doy un leve golpe en el hombro y le paso el brazo para agarrarlo mas cerca. Además de conocer muchas chicas. Sonreí y es que la verdad es que Andy era un chico apuesto. Este año seremos una triada difícil de soportar, las chicas estarán rendidas a sus pies. Me alejaba del comentario ya que las chicas, aún cuando me consideraban apuesto, no soportaban el ritmo de vida que les proponía y eso, en realidad, era un alivio.

Caminamos los suficiente para pasar el embotellamiento y paramos un taxi, le dimos instrucciones de ir a la escuela y continuamos el camino.

La respuesta fue mejor de lo que esperaba, aunque no estaba seguro de si Alex me estaba hablando del coche o de otra cosa, lo cual me sacó una pronunciada sonrisa y me trajo una interesante idea, y es que aquel guiño me había vuelto loco, el insti podía esperar.

-¿Y si consigues ahora el coche y te llevo a un lugar bonito?- Le dije apartándole el pelo de la cara. Después añadí con picardía.- Creo que nos acaban de dar hora libre.

Me revuelvo en la cama, soñando que me he montado en una montaña rusa que no para de zarandearse. Pero zarandearse de verdad, tiene toda la pinta de que la vagoneta se vaya a caer y... puto despertador. Reniego en voz baja, notando el sonido de la alarma metiéndose por mi cabeza y rebotando entre las neuronas, matándolas con más efectividad que un buen porro. Vuelvo a renegar cuando noto que me zarandean, me doy la vuelta quedando boca abajo. Abro los ojos al darme cuenta de que la voz que me llama no es un sueño.

- ¿Alma? -Pregunto, al identificar la voz. Me incorporo en la cama y me froto los ojos, enfocando la mirada hacia el cuerpo desnudo de mi amiga. Y qué cuerpo. No puedo evitar recorrerla con la mirada y, ¡¡HOSTIA!!, de golpe recuerdo todo lo que pasó anoche. Porque sí, yo bebo sin control cuando me lo propongo, pero no olvido nada. Y, joder, joder, recuerdo perfectamente todo. Y qué recuerdos! - Dios, mi cabeza.

Me froto las sienes, en silencio, durante unos segundos. Y luego vuelvo a mirarla. Hmmm... ¿qué debería hacer? Almenos, me tranquiliza ver que sonríe ligeramente, sería peor si se pusiese en plan de "Oh, no! Qué hicimos!? Qué hicimos!?". Eso significa que no lo hice del todo mal. No se lo dije, pero para mí también era la primera vez. Eso me tranquiliza y, ¿por qué no? también me llena algo de orgullo.

- Buenos días. -Saludo con un susurro, esbozando una sonrisa torcida. Durante unos segundos, me quedo en silencio, mirándola a los ojos (con gran esfuerzo para no volver a mirar su cuerpo) - ¿Te quedas a desayunar? Veera hace las mejores tortitas de Bristol... después de las mías, claro.

Supongo que debería ser el primero en salir de la cama, pero aparte de que estoy desnudo y eso, la verdad es que mi pierna está en constante contacto con su pierna y no me apetece ser yo el primero que se aparte, estoy demasiado agusto. Tanto, que incluso me vuelvo a tumbar, mirándola.

- Entiendo... En ambos casos se agradece.

Sigo sonriendo en todo momento, incluso cuando me agarra y me acerca a él de ése modo. Nada del otro mundo, a lo largo de mi adolescencia ya habia aprendido a detectar y controlar los típicos gestos de amigo, y más cuando van seguidos de un "conocerás a muchas chicas". Entonces la sonrisa cálida que antes habitaba en mi rostro cambió a una agridulce y ausente. Ya me estoy viendo a todos buscándome novia inútilmente y a mi teniéndolas que rechazar o poniendo excusas absurdas para evitar el contacto o la cita. Amigas todas las que queráis, pero novias...

- Sí, bueno. Prefiero concentrarme en mis estudios. - Le digo cómo respuesta automática a todo lo referente al tema chicas, la que llevo utilizando durante toda mi vida. Nick para un taxi y nos subimos, por fin de camino a la escuela. Una vez dentro, lando una pregunta al aire para evitar el silencio dentro del vehículo.

- ¿Y tú? ¿Qué harás? - Pregunto, recuperando la sonrisa cálida de antes.

Tuve una mañana "estupenda"... sentía un pequeño mareo y recordé la noche anterior. "Una mierda, ese maldito tenía algo en la bebida y casi caigo en ese truco viejo. Alexia estaba conmigo, Alexia lo evitó. Fuck, tengo que resolver esto entre nosotras."

Era complicado porque no quiero que sepa lo que hago pero yo creo que ya se lo ve.

Entonces se siente la puerta, alguien que quiere abrir. Sé quién es, mi madre nunca abre siempre golpea. Es uno de los pocos gestos de cortesía que le quedan conmigo. Casi siempre finge que no existo. Eso es mejor. Mantengo el silencio, siento que mi corazón se acelera.

"Fuck, fuck, vete viejo de mierda..."

Pronto oigo los pasos retirándose. Aprovecho para vestirme. Elijo una falda negra larga y arriba un buzo negro de mangas anchas. Coloco un collar de esos que tanto me gustan. Abajo tengo una remera apretada sin mangas. La falda es necesaria, el corte aún me arde.

"En un par de días estará mejor..."

Salgo de casa con mi mochila y todo y llego al colegio. Veo a un montón de perdedores hablando entre sí. Mis ojos notan a Rick y Alexia y me les acercó. No tengo una sonrisa, creo que sonriera ahora parecía una fucking psicópata que es como me siento.

¡Perfecto!. Dije ante la respuesta de Andy sobre los estudios. Seras de mi equipo en ese caso, no del de Dick, eso es bueno. Si necesitas un compañero en los estudios, ahí estoy. Dije sonriendo, al final era bueno en clases y me servía mas la gente que se preocupaba por eso también.

¿Qué haré?. Primero observar y luego si hacer mi jugada para este año, lo de siempre.

- Lo primero que haré será conocer a los nuevos, ayudarles si necesitan algo. Luego pensaré cual será mi campaña para representante estudiantil, es una meta de este año. Ya estaba cansado de ser tan solo el presidente de la clase, ya era hora de cosas mas arriesgadas, de mas responsabilidad, de mayores retos, además ayudaría bastante a mi hoja de vida.

Y bueno... suspire. Lo de todos los años, sacar de problemas a Dick, salir de problemas yo proporcionados por el, relaciones fallidas, futbol, estudios, arte, problemas en la familia, algún que otro compañero cabrón que luego entiende la dinámica de la escuela y ya. Lo mismo de siempre.

Mira. Señalé la escuela que se alcanzaba a ver a pocas cuadras. He aquí tu nuevo hogar. Pago el taxi y bajo cuando el señor estaciona, miro el reloj de bolsillo que siempre me acompaña. ¡5 minutos antes de lo esperado, excelente! será un buen comienzo.

Si Dick tenía alguna idea sobre una escapada para estar junto a Alexia la presencia de Erica lo cambió todo. Ambos vieron a la chica caminando lentamente hacia ellos, vestida con una falda negra larga y un buzo negro de mangas anchas, la chica no tenía ninguna sonrisa en su rostro, algo entendible considerando de que era el primer día de clases.

Erica pudo observar como Alexia y Dick estaban agarrados de una manera un tanto.. excesiva. Dick la agarraba por la cintura mientras que Alexia mantenía sus manos en los hombros del chico, mientras se miraban con cierta picardía. La aparición de Erica hizo que ambos se separasen un poco.