Partida Rol por web

Casa de Andy

Andy se despertó con una pequeña resaca, no por lo que había bebido, que tampoco había sido tanto, sino por los nervios de la noche anterior, también se dió cuenta de que tenía una erección matutina, no recordaba los sueños de aquella noche, pero estaba seguro de que Simon aparecía en algunos de ellos, esa imagen de su padrastro vestido solo con unos slips tardaría en desaparecer

una voz en su interior le decía que no pasaba nada por masturbarse, que solo sería para aliviar tensiones, pero Andy decidió ignorarla, comenzando su casi flemático ritual de higiene matutina, solo se concedió uno poco de música que tenía descargada en el ordenador, le ayudaría a despejarse mientras se duchaba...

Al encender el aparato, una alerta le indico que tenía correo.    

Abrió el correo, que simplemente decía: "¿Divirtiéndote con tus amiguitos? Nadie lo sabe, todavía. Nos vemos". Allí había varios archivos adjuntos, Andy los descargó, sin saber lo que le esperaba

Habían fotos, muchas. Era él y Nick en el jacuzzi de sus vecinos. Las imágenes claramente eran comprometedoras, Nick con ropa interior translúcida, Andy desnudo y con una erección, tomando vino caro y escuchando música. Luego una secuencia de fotos de ambos saliendo del jacuzzi, hacia el interior de la casa. ¿quien podía haber hecho eso?¿sería algún vecino?

Con las manos temblando, Andy termino de arreglarse, aunque sin poner el cuidado habitual, y bajó a desayunar

Casa de Erica

Erica se despertó pocas horas despues de que su madre se fuera, quizá, aunque fueron pocas, las horas que mejor había dormido hace tiempo ¿sería verdad?, ¿acabaría por fin ese cerdo entre rejas?, no podía creer que tuviese tanta suerte, su mente le decía que no podía ser todo tan bueno

Se vistió y aseó rápidamente, no podía esperar para contarles a Alex y a los demás la noticia

Cuando pasó por la habitación de su madre se fijó en que aun no había vuelto, sería capaz de faltar a trabajar por culpa de ese hijo de puta?, seguro que sí, estaba tan ciega ante todo lo que hacía como predispuesta a creer cualquier mentira que le contaba, pero esta vez le había pillado con las manos en la masa y eso era innegable.., verdad?

Con todos estos pensamientos Erica salió de casa en dirección al instituto

      Me despierto de golpe, con el corazón bombeando con miedo. Todo el estrés del día me han tenido con los nervios a flor de piel. Pero mi madre me da una noticia que me hace alegrarme tanto que tengo que ocultar mi cara entre las almohadas para que no vea que estoy sonriendo. ¿Qué a ese hijo de puta lo tienen en la cárcel? Bien, pertenece allí. ¿Qué es por un tema de drogas y prostitución? Madre, si supieras el ser con el que te juntaste. Si en algún fucking minuto de tu podrida vida vieras tus acciones y lo que haces por el amor de un tipo, te darías cuenta de en los quilombos que nos has metido más de una vez... fuck, te quiero pero que te jodan.

     -Está bien, no te preocupes por la hora a la que vuelves. Sólo quiero seguir durmiendo. Sabes que tu novio no me gusta, pero lo lamento por ti. - Me quedé echada en las sábanas. Esperaría que se fuese para llamar a Alex y contarle la noticia. No me lo podía creer... ese cerdo... ¿Estaría bien Connor? todavía tenía el recuerdo del rubio ese mirándome con ojos de perverso mientras le entregaba el paquete. Fuck, de la que me salvé, por poco y no lo cuento...

       Me quedé dormida pronto, aunque hubiese querido llamar a mis amigos, pero se ve que el cansancio me pudo. Al otro día recién abrí los ojos. Me vestí con prisa y me asombré de que mi madre aún no haya vuelto de la cárcel, pero lamentablemente la creía capaz de todo por un tipo que la caliente a la noche. Me daba asco. No tenía sentido pensar en ello así que me preparé para dirigirme al instituto y buscar a mi grupo con la novedad.

     Y una mierda Jay, te jodes. Te mereces estar tras los barrotes toda tu puta vida...

Casa de Pax

Pax se despertó con los ojos algo hinchados, no en vano había llegado bastante tarde tras la visita infructuosa al local de los mafiosos, donde la policía no le había dejado entrar

Se duchó, maquillo y vistió con prisa, había muchas cosas que hablar con los otros, aunque seguía indignada por que ninguno le hubiese dicho nada desde el día anterior, cuando se suponía que iban a robar nosedonde para pagar el rescate de connor, los habrían detenido?

Con todos estos pensamientos Pax bajó las escaleras, encontrándose en el salón a una visita inesperada, Charlie, el hermano de su padre, el policía, estaba viendo las noticias en el salón 

- Hola Guapa! - dijo su tío Charlie al verla - te vas sin desayunar?

Pax se le quedó mirando extrañada,no era raro que su tío pasase de vez en cuando por su casa, incluso tenía llave, pero estaba segura de que ayer cuando llegó el no estaba ¿que hacía Charlie en su casa?, ¿cuando había llegado?, cuando le hizo todas estas preguntas el contestó

- Esta noche hemos tenido una redada - dijo con voz cansada y mirada ojerosa - un caso de Drogas y prostitución, he llegado hace un par de horas, pero no podía dormir; mira!, ahora mismo lo están poniendo en la tele - dijo subiendo un poco el volumen de la tele

"Sorprendentes noticias nos llegan desde la ciudad de Bristol donde esta noche han sido detenidos varios miembros de una banda a quienes se acusa de tráfico de drogas, secuestro y prostitución, por el momento la información que la policía ha aportado es escasa, les seguiremos informando"

- Ya ves - dijo bajando el volumen de nuevo - es un caso del que yo me encargaba directamente, teníamos hasta un agente infiltrado, casi lo matan hoy, bueno, eso es confidencial, como casi todo lo que tiene que ver con el caso, no te quiero aburrir y seguro que ya llegas tarde a clase, nos vemos Pax

Pax salió de casa con la cabeza llena de información, tenía que hablar con los otros.

Me levanto sintiéndo los estragos de la desvelada. Generalmente aguanto bien, pero esta semana comenzaron a juntarse. Me lavo la cara para no sentir los ojos arenosos, y bajo las escaleras decidia a doparme de nuevo con café. No aleja la sensación de pesadez, pero no me pienso quedar dormida en clase.

Cuando estuve vestida y en orden me dejé caer a la cama. Parecía que habían detenido a los mafiosos. Si así fué, ¿ya no tendríamos que pagar la deuda? Y pensando en ello, ¿como les había ido a los demás?

Continué pensando, tratando de imaginar cómo fué la detención... hasta que de pronto el cuarto había cambiado de color. Esperen, eso no fue un cambio de color, fué como si el sol entrara de lleno desde la ventana.

¡Ay, mierda! ¡Me quedé dormida!

De un salto bajo de la cama y agarro mi morral para salir corriendo, amén de mis botas. Brinqué los escalones de dos en dos hasta llegar abajo donde una voz me saluda.

- ¡Tio Charlie!

Emocionada estaba a punto de abrazarlo, cuando pensé en que era extraño que estuviera aqui, especialmente al verlo aun más desvelado que yo. Lo miré sorprendida unos momentos más, hasta que le pregunté que había pasado. Pude dar un respiro cuando no fué nada grave, o al menos cuando ya estaba contenido. Los sonidos del noticiero empiezan a inundar la sala. Me senté a su lado, para ver.

¿Oigan, esa no era la misma casa?

Mencionaron tráfico de drogas. Bien, por esa parte podía casi confirmarlo, fueron los mismos. Me dan ganas de llamar a Nick para decirle. ¡Esto es genial, ya no más capos o deudas! ¡Los santos funcionan!

Otro día lo habría abrumado de preguntas, pero es cierto, ya es muy tarde y además tengo que compartir esto con los otros. Afuera, mientras camino, tomo mi celular favorito y doy un largo trago de vino, sabiendo que ya no voy a necesitar el café por la simple euforia. Siento que podría volar. ¡Quiero saltar en plena calle!

Riéndome de mi misma guardo el primer celular para sacar el segundo, dejando deslizarse bajo mi dedo la reducida lista de contactos. El primer nombre que aparece es Andy. Él era el más asqueado por tener que pagar, a excepción de Nick. A Nick también le puedo hablar. ¡Podría soltarme mandando whatsapp a ambos, incluso a Dick!

Aún temblaba cuando se terminó de preparar. Se miró al espejo y se reprobó, ese no debía ser su aspecto, pero en seguida desechó aquellos pensamientos de su cabeza. Y mientras sonaba algo de música que no recordaba, volvió a ver las fotos. En realidad, tenían un cierto toque gracioso si no fuese por lo fuertes que eran. Se sentó en el ordenador y se las pasó al teléfono móvil. No pensaba mandárselas a Nick por correo, pero se las tenía que enseñar.

Aquella sensación le provocó cierto mareo, no sabía que consecuencias podían tener estas fotos. Revisó de nuevo el remitente del correo, pero no lo conocía. Soltó un fuerte suspiró y se puso en pie. Entró a su baño a por una aspirina, y cuando la tomaba mirándose en el pequeño y aún empañado espejo recordó que no tenía el dinero para los camellos.

Mierda soló al recordarlo.

Volvió al cuarto y valoró las posibilidades. La única opción que quedaba era pedírselo a Simon, después de la noche anterior parecían haberse suavizado las cosas entre ellos Pero no me gustaría estropearlo todo hablándole de dinero dio un par de paseos cortos por la habitación y se dicidió a ir a ver a Simon. No queda otra

Salió de su cuarto y fue al de Simon, abrió con cuidado porque él aún estaba dormido. Su corazón empezó a latir deprisa, y no era solo por los nervios. La habitación tenía un olor fuerte a sudor y aquello le resultaba excitante. Simon dormía con una pierna fuera de las sábanas, boca arriba y con los brazos extendidos. Tenía la boca ligeramente entreabierta pero no roncaba. Sabía que estaba practicamente desnudo debajo de aquella sábana y aunque intentó contenerse cuando se acercó para despertalo, no pudo evitar bajar la mirada y mirarle la entrepierna. Aún por debajo de las sábanas se le notaba una fuerte erección.

Tenía su cara muy cerca de la de él, tanto que notaba como su aliento aún olía al alcohol de la noche, quería hablar para despertarle pero su mente se había alejado, olvidando el tema de las fotos, de los camellos y los demás problemas...

Roundview College

Era un día soleado, algo bastante raro en Bristol es estas fechas, según ibais llegando al instituto escuchabais a los alumnos hablar entre ellos sobre lo ocurrido la noche anterior y sobre que habría pasado con Connor, todo eran especulaciones claro y la mayoría solo sabía lo que había visto en las noticias de la mañana, las cuales daban una información tan escueta que solo hacían que alentar los rumores más disparatados

      "Fuckin' door casi me la llevo por delante", pensé a medida que abría las puertas principales del colegio. Estaba radiante, feliz, tanto que me había olvidado la navaja en casa. "Ni que la vaya a necesitar, al único que le cortaría algo es a mi puto padrastro. La vida es bella...!! Por una vez en mi vida, por una maldita vez, el destino no me da una patada en las nalgas."

      Lo primero que hice fue buscar a mi grupo por los corredores. Por sobre todo a Alex o Dick. Mi rostro, enmarañado en cabellos multicolor, estaba luminoso. Se sentía bien pasar del terror absoluto, de la amenaza, de ese tipo y su rara pareja de de dealers, y de mi madre y su calienta frazadas inútil y cerdo, a lo que parecía un respiro. Porque la victoria no podía cantarse aún. "Pero es un adelanto. ¡Oh Yeah! Lo es. ¿Dónde andan todos?" Busqué más y cuando hallé a mi amiga loca en el mejor de los sentidos, me acerqué a ella con paso raudo. Estaba ya en las noticias pero la primicia era mía.

        -¡Hey! -le dije a Alex. -Tengo que hablar contigo, al baño de mujeres, ya. Vamos a empolvarnos la nariz, ja- mis ojos brillaban de entusiasmo. Ella me conocía bien para notarlo. Me moría de ganas de decirle lo que sabía.

         Luego ella le diría al resto. 

Simon abrió lentamente los ojos, viendo tu cara a pocos centimetros de la suya - Hola Andy -dice con una sonrisa mientras se incorpora - menuda noche la de ayer, perdona por el espectaculo del final, pero lo pasamos bien no?

mientras habla se incorpora y se dirige al baño, sigue llevando el mismo slip que por la noche y al mirarlo te cuesta concentrarte en otra cosa que no sean sus gluteos y sus piernas trabajadas, al volver ves que se lo ha quitado y solo lleva una toalla en la mano

- bueno, voy a tomar una ducha y tu tienes que ir al instituto - dice mirándote fijamente - necesitas algo?

El despertar de Simon le había pillado a comtrapie y ahora estaba un poco desorientado. Pero que cojones me pasa, es Simon, le he odiado durante años, ¿por qué ahora no me lo saco de la cabeza? pensaba mientras se levantaba y no podía apartar los ojos de el. Ademas es mi maldito padrastro...

No hay que disculparse de nada , fue todo genial dijo rápidamente excusando lo que había pasado por la noche.
Eh... ¿Qué? No... Si... No sé... titubeó un poco inconscientemente no había entendió la pregunta en un primer momento. Se puso en pie dando un tambaleo que tuvo que sujetarse a la mesita de noche para no caerse.No, no necesito nada.... se mordió el labio inferior y puso la vista en un punto indefinido sobre los hombros de él. En realidad si, Simon necesito una cosa... Pero, da igual. Podemos hablar más tarde. De noche. No se. empezó a salir de la habitación Aunque preferiría que mamá no se enterara ¿podrás guardarme un secreto? le preguntó cada vez más sonrojado por lo incómodo de la situación

Algo tarde, como siempre. O quizá con el tiempo contado. Y sin desayunar por las prisas, eso es lo que tiene volver a quedarse dormida. Pero nada me borra la sonrisa de la cara: los detuvieron. ¡De verdad, los detuvieron! ¡No sé que pasó en aquel antro pero de verdad los detuvieron!

Cuando entro llego directo a los casilleros, donde alcanzo a ver a Erica. Parece feliz. Muy feliz. ¿También se enteró que los detuvieron? Debí de asaltar yo a mi tío con preguntas, quizá hasta hubiera podido saber si también detuvieron a el tipo cuya cara aun está entre las hojas de mi libreta.

Ahora que lo pienso, en serio... ¿de verdad si funcionó rezarle a los santos?

Pensarlo hace que me ría frente al casillero, sola y haciendo a algunos que volteen a verme. Ya con una noche de sueño me resulta divertido. Es más, voy a dibujar ese vestíbulo. Margaret White, versión Bristol. ¡Stephen King se sentiría orgulloso! Casi lamento no haberle tomado una foto con el celular.

Esperen, celular. Dick no me respondió el mensaje. Me dejó en tal estado de nervios que camino a ese burdel casi le rezaba al "Jesús crucifixion-style" de los Koeppl (imágenes perturbadoras...) 

Dejo lo que tenía que dejar y me lanzo a buscarlo. ¡De esta no se salva!

Estaban siendo unos días tan movidos que casi parecía haber pasado un siglo desde la noche anterior. Después de separarme de las chicas me había ido directo a la cama, y es que estaba un tanto cansado. No estaba seguro de que había sucedido, pero si que sin duda había sido culpa del colgado, quien de pronto había desaparecido sin más.

Tan cansado había llegado que ni si quiera había mirado el móvil. Me había limitado a pasar algo de tiempo con Chris y después me había ido directo al sobre.

La mañana sin embargo había comenzado mejor, me había levantado pronto y evitado a cualquier miembro de la familia. Pudiendo así coger un par de latas de cerveza que ahora me tomaba para desayunar junto a Alex.
Erica apareció tan ensimismada y contenta por algo, no recordaba la última vez que la vi fuera de su rollo sombrío, que ni cayó en que estaba allí.

No me metí en su conversación, me era indiferente. Di un trago largo y saqué el móvil. Al ver la cantidad de mensajes fue cuando caí en el tiempo que hacía que no lo miraba, descarté la mayoría y leí detenidamente uno de Paxie. El mensaje era un tanto inesperado, por lo que decidí buscarla, aquello no me gustaba demasiado.

-Eeeehhh... tengo que ir a hacer una cosa...- Dije levantándome y mirando alrededor, suponía que Paxie no andaría muy lejos.

Entonces mi mirada se encontró con la suya, y me limité a sonreír y agitar ligeramente la mano.

Estaba a punto de girar en otra dirección cuando lo ví, sonriente y agitándome la mano que no sostenía una cerveza.

Tu...

- ¡DICK CONDENADO DEL MISMÍSIMO DEMONIO! - exclamé caminando hacia él, a punto de darle un buen golpe. -  ¡¿Donde andabas?! ¡Casi me tienes encomendándome a la colección espectacular de santos de Lady White! ¡Yo, encomendándome a un santo, yo! - me señalé a mi misma - y... y...

Se me soltó la lengua al grado que ya estaba dando referencias culturales basadas en hechos que nadie iba a entender sin una explicación previa. Lo rojo de la cara me bajó, mi respiración volvió y ya calmada me dejé caer en brazos de Dick.

 Lo que si hice fue empujarlo en el hombro cuyo brazo no sujetaba el alcohol. Si, aun tengo sentimientos... 

- ¿Qué pasó, burdeles?

Un carro de lujo se asomaba por la calle del instituto. No había dormido bien, dormía aún en el auto de mama mientras el chofer nos transportaba hacia la escuela. Y el auto se detuvo, solo escuche un poco la voz fuerte de mama, tomé mis cosas y salí de su auto.

aún  así me veía perfecto. Llevaba además unos lentes oscuros, probablemente se notaran las ojeras por lo que no quería que estuvieran al descubierto. Con mi morral al hombro camine dentro de la escuela. Lo que menos quería en este instante era tener que toparme con el imbécil de Kyllian, su hermana o cualquiera que pudiera sacarme de quicio. Ahí entraba él.

Ya adentro vi a Pax y a Dick tonteando. Seguí caminando. 

- Hola. No me detuve, fue muy seco para lo que acostumbraba. Me fui directo a mi casillero a dejar mis objetos. Saqué mi celular y abrí rápidamente redes sociales y demás. Trataba de distraerme hasta empezar clases.

El autobús paró y me baje en la parada cerca del Roundview College. Durante el viaje había estado dormitando mientras varios grupos de chicos del instituto hablaban, no había prestado mucha atención a que estaban diciendo. Solamente me lamentaba de haber madrugado tanto para ir a aburrirme en clase, que el día soleado no hacía más que disminuir mis ganas de estar encerrada en clase.

Llevaba puesta una camisa de manga corta azul oscura con cuadros de líneas negras desabrochada encima de una camiseta negra, unos pantalones vaqueros gastados y unas viejas Converse rojas. Fui andando hasta la entrada del instituto y me dirigí a mi taquilla para sacar varios libros de texto para las clases. Mire el reloj en mi móvil, todavía me quedaba algo de tiempo hasta empezar, decidí ir a a la máquina de café. Una vez de allí saque un capuchino, el de máquina no sabía muy bien pero al menos me ayudaría estar despierta por la mañana.

Me quedo al lado de máquina mientras veo pasar a más alumnos y a algún profesor. Varios grupos de chicos están comentado que la policía ha trincado a unos de una banda. Algo también había visto en la televisión cuando estaba desayunando pero no había prestado atención a la noticia.

Acompañada de Dick, Alexia entraba al instituto con sus gafas de sol tapándole la cara de cansancio o resaca. La tarde anterior se la había pasado fumando en el parque con Cliff una hierba bastante intensa.

-Fue el puto tarado el que activó la alarma – le dijo sin más conjeturas.-otra vez- recordando el aviso a la policía la noche de la fiesta.

-¡Ey!- le dije a Erica cuando la vi que se acercaba a ellos. –Te has ente…- estaba a punto de terminar cuando ella tiró de su brazo para ir al baño. –Vale, luego nos vemos Dick – contestó al que ya andaba exhorto mirando a la rubia. 

-La groupie está chiflada.- le comentó a Erica viendo el espectáculo que le formaba a Dick en los pasillos mientras se enroscaba al brazo de su amiga y luego contemplaba como Nick pasaba de largo de ellas y de la parejita.

Llego en bus al lado del instituto con Anya, la rama de regaliz en mi boca, y mis pintas de neo hippie* con una mochila/bandolera de cuero cruzada en mi pecho.

Eramos bastante inadvertidos, más por Anya que por mi, pero tampoco me importaba tanto. Recién estábamos afianzando nuestra "amistad". Hace un par de semanas me salvó de ser violado y desde entonces yo la doy clases particulares para que tenga buenas notas e ir a la universidad y alejarse de su tutor...

Obviamente tenemos roces constantes, somos bastante diferentes aunque muy parecidos a la vez...

Entro en el tuto y voy a mi taquilla para coger y dejar libros en mi mochila, luego voy a donde las maquinas expendedoras invitando a Anya a venir. -Quieres algo antes de entrar a clase?- 

Una vez allí me saco una bebida energética, un croissant relleno de chocolate y una chocolatina con almendras.

Escuchaba música a tal volumen que bien podría colocar los cascos sobre una mesa a varios metros y podría escuchar perfectamente la letra de la canción... al menos hasta que cruzó su camino con Cliff (y quien dice cruzar el camino dice haberse sentado sola en el autobús y que el chico se sentara al lado) lo que, por pura educación la hizo apagar el cacharrito estridente para prestar atención a lo que decía.

¿Y si le empujo con el pie y le lanzo al pasillo mientras frena?, pensó con la sien apoyada en el cristal.

No, no era una buena idea, había testigos.

La llegada al instituto no fue mucho mejor, se separó de él para llegar a su taquilla, introducir la estúpida combinación de la taquilla y darle el golpe de buenos días para que se abriera y el correspondiente para cerrarla bien una vez tuvo los libros correspondientes.

Esquivó poniendo los ojos en blanco la escenita de telenovela barata sintiendo como la piel se le erizaba de puro asco. Cuando alcanzó el vending giró sobre sí misma y se apoyó contra ella, mirando a Cliff con una sonrisilla sarcástica en los labios.

-¿tiene este trasto un mando para ponerles el mute a los de pasión de cigarrales versión Avril Lavigne?- le preguntó sin rastro de broma en la voz-No vas a necesitar una de esas, es demasiado comercial para tí, hippie- en esta ocasión sí que bromeó pero pese a la broma le quitó de las manos la bebida energética y la colocó entre el pecho y la carpeta que llevaba sujeta con un brazo. Junto a la máquina, cuasi invisible, una muchachita de rasgos dulces y labios gruesos que parecía estar a medio camino entre abuelita del visillo y cotilla eventual- Hey- dio los buenos días  dando con el talón a la máquina para hacerla reaccionar-Si te subes a la parra baja un par de uvas, para los que nos quedamos en la Tierra.

                Tomé a Alex y la tironeé hacia el baño, aunque no que ella se resistiese. Al contrario. Antes estaba hablando con un lanudo que no sabía quién era pero que había visto en el colegio antes. Mis ojos relumbraban de ansiedad…

                Una vez que hemos entrado al baño, cierro la puerta, apoyándome contra ella. Le digo: -Esta noche, o mejor dicho… anoche, mi madre me despertó a la madrugada para avisarme que –mi sonrisa se amplía hasta que parezco una tiburona –que el puto de Jay estaba tras las rejass, que lo estaban investigando por un caso de prostitución y de drogas. ¿Puedes  creerlo? El hijo de perra está tras las rejas, jajajajajaj JAJAJAJAAJ!!!!

                Me reí con esa risa abierta, hacía tanto que no me reía así. –Te iba a llamar pero caí fundida del sueño ni bien agarré el móvil y me desperté temprano. Mi madre aun no había vuelto. Pero…

                La abracé.

                -Nena, el puto está tras las rejas. FUCK I LOVE IT

                Tenía ganas de bailar la conga, aunque no supiera cómo se hacía en el mismo baño. Pero me contuve, después de todo no podíamos cantar victoria, capaz luego lo largaban…